🏖 ፧ 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗲́𝗶𝘀 • ✦⁾
Tras varios días sin poder ver a Jongseong por atender a Riki, Jungwon finalmente sacó tiempo para subir a la cueva esperando encontrarse con él de nuevo e iniciar de una vez el plan de conquistarlo, aunque al final solo lo usaba de excusa para alejar su mente del mal cuerpo que le dejó todo lo ocurrido tras la ida de Konon.
Estar con Jongseong era la mejor opción para hacerle olvidar todo por unas horas y disfrutar del tiempo despreocupadamente, y es por esto que se decepcionó mucho cuando llegó y no vio rastro del mayor aun cuando era el horario de siempre.
¿Qué esperabas, Yang? Llevas días sin verlo, seguro piensa que lo abandonaste, se autorregañó. Mas no se daría por vencido tan fácilmente, lo último que querría es que Jongseong pensara ese tipo de cosas, así que se le ocurrió una idea un tanto alocada.
Con algo de temor, puso ambas manos en el borde de piedras y poco a poco fue impulsando su cuerpo hasta quedarse sentado, dejando únicamente las piernas en remojo. Una vez así, soltó un fuerte suspiro mientras ahora sus manos estaban pegadas al pecho en un intento de controlar los latidos acelerados como consecuencia de los nervios que sentía.
Sería la primera vez que saldría por completo del agua. No sabía como lo sobrellevaría su cuerpo, además de ser algo ilegal para la gente del mar si no se trataba de algo importante como ir a buscar recursos.
Le hacía sentir culpable, como un criminal haciendo el peor crimen que puede existir. Hace tan solo un año habría disfrutado mucho la adrenalina que esto le causaba, pero ahora no, en este preciso momento quería vomitar. Su madre deseó que no siguiera el ejemplo de Konon y ahí estaba él, a punto de caminar por la superficie, y aunque no fuera para vivir, igualmente se sentía muy mal, incluso sus manos comenzaron a temblar. Le hubiera dado un ataque de pánico ahí mismo de no ser porque alguien más apareció.
─¿Jungwon? ─preguntó una voz a sus espaldas que el nombrado reconoció al instante.
─¡Jongseong! ─y como ya se mencionó, el mayor le hacía olvidar todo lo malo, incluyendo la pequeña crisis mental que estaba pasando. Por eso, nada más verlo, pudo salir por completo del agua como si nada y corrió a abrazar fuertemente al contrario, quien estaba muy confundido al respecto─. Te extrañé ─murmuró mientras sus dedos se enterraban aún más en la holgada camisa del pelinegro.
Aún confundido, Jongseong correspondió─. Yo también te extrañé ─pero al notar el temblor del menor, no pudo evitar preguntar al respecto─. ¿Ocurrió algo?
─Nada importante ─no quería contarle sus problemas a Jongseong, no cuando quería estar con él precisamente para evitarlos─. Siento no haber aparecido antes.
─Hey, entiendo que tienes tu propia vida allí abajo, así que no le di muchas vueltas y simplemente esperé por ti. Pero, ¿qué pretendías al salir del agua?
─¿Uh? ─por la emoción de verlo no se había dado cuenta de que al final sí logró salir─. Buscarte.
Aunque se sentía conmovido por ello, Jongseong frunció el ceño ante esa respuesta─. No puedes ir tú solo por aquí, ¿y si te hubiera pasado algo? La gente es muy buena, pero tú no conoces la isl-
─Entonces enséñamela ─interrumpió el menor, haciendo que el rostro de Jongseong mostrara ahora una expresión confundida.
─¿Qué quieres decir con eso? ─le costaba un poco seguir el rumbo de la conversación. Todas esas veces que Jungwon hablaba sobre salir del agua aclaró que no lo haría, y ahora estaba insinuando dar un paseo por la isla como si nada. ¿Había escuchado bien?
─Digo que... ─tímidamente, Jungwon tomó el borde de la camisa de Jongseong y lo miró directamente a los ojos con un puchero en sus labios─. ¿Me puedes enseñar el pueblo de la superficie?
Para el mayor era como ver esa escena del gato con botas utilizando su adorabilidad para detener a los caballeros. No podía, era demasiado para él, ¿cómo le negaba algo a esos grandes y brillosos ojitos azules?
─No lo sé, Won, ¿y si te ocurre algo? ─cuestionó apartando la mirada en un desesperado intento de resistirse.
─Ahora mismo no quiero estar en el mar...
Jongseong dudó, pero ver al menor tan decaído diciendo eso último lo convenció de algún modo. Parece que no le diría qué ocurrió, pero estaba claro que Jungwon había pasado por un mal momento y él estaría dispuesto a animarlo.
Por eso soltó un suspiro rendido─. Bien, pero debes tener cuidado, ¿sí?
Una gran sonrisa apareció en el rostro del menor─. Genial, vamos ─se dispuso a avanzar primero, pero de repente notó la gran diferencia entre estar bajo el agua y en la superficie, así que su cuerpo inesperadamente pesado le hizo tirarse al suelo en una posición extraña─. ¡Woah, qué es esto! ─gritó alarmado levantando sus brazos para notar cuán pesados eran.
Gracias a ese movimiento, Jongseong supo rápidamente qué pasaba, así que se ahorró el preguntar si estaba bien para soltar una suave risita en su lugar mientras lo ayudaba a levantarse.
─La gravedad aquí es diferente ─explicó en pocas palabras─. ¿Puedes caminar?
─Sip, solo se me hace raro ─dio algunos saltitos a modo de experimentación y para acostumbrarse rápido a su peso. Sin embargo, ver a Jongseong observarlo sin decir nada lo puso tímido pensando que tal vez se le vio la mancha en la cintura al tener la camisa mal colocada por los movimientos, así que rápidamente la acomodó mientras el rubor en su rostro se hacía cada vez más notorio.
Jongseong tardó en pillarlo porque no se estaba fijando en eso que Jungwon creía, sino que pensaba en lo rápido que había absorbido el agua y lo lindo que se veía con el cabello seco, que ahora lucía de un castaño más claro.
─No tienes porqué avergonzarte ─se apresuró en aclarar─. No me estaba fijando en eso, pero aunque lo hiciera nunca se me ocurriría burlarme o algo.
─Escucharte decir algo así solo me da más vergüenza... ─ocultó la mitad de su rostro con el antebrazo mientras apartaba la mirada. Se supone que debía conquistar a Jongseong, y planeaba hacerlo mostrándole su lado más cool, no el torpe y tímido.
Por su parte, Jongseong no tenía ni idea de los planes de Jungwon, pero cualquier cosa que provenga de este se le hacía adorable.
Tomó su muñeca y la apartó con cuidado, dejando su rostro al descubierto, pero no lo hizo para ver lo lindo que estaba sonrojado (aunque quisiera), sino para llevarlo fuera de la cueva.
Jungwon iba dando pasos torpes, pero eso no le impidió dar saltitos emocionado cuando, nada más salir, su vista fue invadida por las múltiples plantas que hasta ahora únicamente podía ver de lejos.
─¿Puedo tocar? ─preguntó lleno de curiosidad por la textura, pero no estaba seguro de si era tóxico o algo. Sin embargo, ver a Jongseong asentir le hizo entender que no, así que utilizó las yemas de sus dedos para tocar una pequeña hojita con cuidado.
Fue un acto muy simple, pero aun así tuvo una reacción muy exagerada, tanto que Jongseong no sabía si reír u observar bien la escena para guardarlo en su memoria y recordarlo cada vez que se sintiera mal. Ver ese lado inocente, emocionado y curioso de Jungwon es como una serotonina para él, y las fuertes reacciones del menor lo hacían aún mejor.
Bien, ahora la idea era llevarlo a la heladería para que esta vez sea Jungwon quien eligiera el sabor que quiera e ir mostrándole el pueblo por el camino. Sin embargo, subestimó la curiosidad de Jungwon.
El menor se detenía cada 3 pasos para tocar cualquier cosa que se encontrara: piedras, plantas, muros, columnas, farolas e incluso el suelo. No le cuestionaría ni le detendría, aunque para cualquiera puede ser un comportamiento extraño e infantil, sabiendo que Jungwon nunca ha estado en la superficie, entiende esa curiosidad extrema. Es más, encuentra lindo que sea de esa forma, parecía un niño pequeño que recién se había dado cuenta del sentido del tacto.
Y así, tras media hora de un trayecto de tan solo ocuparía 5 minutos, llegaron a la heladería, donde Jungwon pidió un helado de chocolate y Jongseong de vainilla.
Se lo estaban comiendo tranquilamente en el mismo lugar donde Jongseong se pone con los primos, así que se acordó de ellos y se le ocurrió la idea de hacer eso que llevaba tanto tiempo deseando. Pero antes de nada, necesitaba la aprobación de Jungwon.
─Won, ¿quieres conocer a mis amigos?
─¿Hm? ─como tenía la cucharita en la boca, la apartó para poder hablar bien─. ¿Cuántos son?
─Dos.
El menor parecía reflexionarlo un poco. Le encantaría, pero siento la primera vez por ahí le abrumaba un poco la idea de interactuar con más gente. Por muy buenas palabras que tenga de ellos, no puede evitar dejarse influenciar un poco por la negatividad de su pueblo. Después de todo, escuchar cada maldito día como les llaman monstruos había causado algún pequeño efecto en su forma de pensar.
Pero Jungwon no quería seguir esa mentalidad, por muy influenciado que estuviera. Así que haciendo un esfuerzo por auto convencerse preguntó: ─¿Son agradables?
─No serían mis amigos si no lo fueran, soy más selectivo de lo que crees.
Con esas palabras, Jungwon abandonó el punto inicial y esta vez preguntó: ─¿Cómo me elegiste a mí? ─con curiosidad.
Jongseong no estaba preparado para responder algo así porque ni él mismo lo sabía. Con Jungwon fue algo automático y no le llevó mucho tiempo empezar a sentirse bien con su presencia. Pero no sabía qué responder, o directamente no estaba pensando bien una respuesta por andar distraído viendo como los labios de Jungwon estaban manchados de chocolate.
Rápidamente, sacó una servilleta de su bolsillo y le limpió, haciendo que Jungwon se sonrojara muchísimo al no esperarlo.
─Siempre quise un hermanito y tú eres lo más parecido a uno, me agradaste mucho desde el inicio ─respondió sin pensar.
Aunque lo dijo con buenas intenciones y todo el cariño que podía demostrar en su tono de voz, Jungwon no se lo tomó como algo positivo, al contrario, bajó la cabeza un tanto dolido, pero no lo suficiente como para entristecerse.
─Pero yo no quiero ser tu hermano ─murmuró tan bajito que Jongseong no llegó a escucharlo, aunque sí hizo un sonidito de no entender para que lo repitiera, por lo que esta vez, Jungwon lo miró directamente a los ojos para decirlo alto y claro─. Me gustaría que me vieras como... ─sin embargo, no se sentía lo suficientemente valiente como para terminar la frase, además de que no era el momento, así que dijo otra cosa muy distinta a la que planeaba─... Un mejor amigo... ─se puso tan tímido por casi confesarse que rápidamente siguió comiendo el helado para disimular.
Jongseong acarició su cabecita con ternura─. Ya lo eres.
El menor no sabía si Jongseong lo estaba haciendo de manera intencional para matarlo de amor o realmente no notaba lo obvio que estaba siendo, pero ese pequeño acto sumado a su grave pero amigable voz baja hizo que su corazón se acelerara mucho.
─Quiero conocer a tus amigos ─admitió con torpeza al intentar calmarse, pues como ya había terminado el helado no podía recurrir a este.
Y como si sus palabras fueran lo mejor del mundo mundial, notó cierto brillo de ilusión en los ojitos de Jongseong, incluso estaba mostrando sus gran sonrisa.
Definitivamente hoy muero, se dijo a sí mismo con la mano en el pecho. El atractivo del mayor le estaba sentando mal a su corazoncito.
─¡Genial! Verás que te van a caer muy bien. Solo te aviso que son muy enérgicos, si te sientes incómodo por ello no dudes en avisarme.
Eso hizo que Jungwon no tuviera miedo por el hecho de conocer a más gente. Teniendo a Jongseong a su lado le daba la confianza que necesitaba para sentirse un poco más cómodo en la superficie.
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¿Que no sentía miedo? Estaba completamente aterrorizado.
Por el camino hacia la casa de los Jang, Jongseong le contó muchas cosas de ellos para que se familiarizara rápido y se le haga fácil establecer buenos lazos con Sunoo y Wonyoung. Pero nada más llegar a la puerta, fue invadido por una desagradable sensación de intimidación, miedo y nervios que le hicieron esconderse detrás de Jongseong mientras sujetaba el borde de la camisa del mayor a modo de seguridad.
Y todo ese malestar aumentó cuando la puerta fue abierta y vio a una chica rubia muy linda acompañada de un chico pelinegro igual de lindo.
─¿Jay? ¿No que no podías quedar por las tardes? ─habló el chico.
Ahora, más que miedo, sentía nervios por lo guapos que eran, pero Jongseong pareció notarlo y le tomó de la mano suavemente para calmarlo un poco, cosa que funcionó.
Al estar escondido detrás del grande mayor, casi no se le veía, pero la capacidad de observación de Wonyoung estaba lo suficientemente desarrollada como para notar las pequeñas y visibles hebras castañas que sobresalen por uno de los hombros de Jongseong además de ver como este tenía los dedos entrelazados con ese tímido castañito.
─¿A quién traes ahí? ─preguntó con curiosidad, a lo que Sunoo se quedó confundido por no saber a qué se estaba refiriendo su prima. Mas no tardó en averiguarlo, porque esa cuestión hizo que Jungwon asomara tímidamente la cabeza por un lado de Jongseong, dejando ver únicamente la mitad de su rostro, el cual estaba ruborizado de vergüenza.
─¡Qué lindo! ─exclamó Wonyoung mientras apartaba a Jongseong. Esta tomó las mejillas de Jungwon para apretarlas suavemente y verlo mejor ahora que no estaba oculto.
─Omg, ¿cómo tienes la piel tan suave? Pasa rutina ─le siguió Sunoo, quien también se acercó al chico y no pudo evitar toquetear los brazos del castaño, pues le había llamado la atención su piel blanca como la porcelana.
Por otro lado, Jungwon se sorprendió tanto por la repentina invasión de su espacio personal que no supo cómo reaccionar. Fue cuando Jongseong interrumpió que finalmente procesó el momento.
─Oigan, no pueden toquetear a alguien que no conocen así como así ─regañó el más alto mientras apartaba amablemente a los primos, haciendo que Jungwon suspirara aliviado y volviera a esconderse detrás de él.
─¿Cómo te llamas? ─preguntó Sunoo en dirección al castaño.
─Y-Yang Jungwon ─balbuceó.
─Ella es Wonyoung y yo Sunoo, y antes de que preguntes, somos primos. Encantado de conocerte, Jungwon.
Ahora que ya se habían presentado, Wonyoung no perdió el tiempo al volver a tomar las mejillas de Jungwon y fijarse mejor en sus azulados orbes─. Wow, tus ojos son hermosísimos, ¿acaso eres del mar?
La emoción y genuinidad que desprendía Wonyoung le hizo entrar en calma a pesar de que volviera a invadir su espacio, pero antes de responder miró a Jongseong para saber si podía decir la verdad o debía mentir. No estaba seguro de si sería correcto aclarar su procedencia aunque sus ojos le delataban, pero confiaba en que Jongseong se lo haría saber. Y el que este afirmara le dio a entender que no tenía nada de lo que preocuparse.
─Sí ─confirmó.
Su respuesta ilusionó mucho a Wonyoung, y tenía muchas preguntas que hacerle sobre el mar, pero antes quería resolver su duda principal: ─¿Cómo conociste a Jay?
─H-Hace un año, en el mar...
Sunoo le dio un leve golpe a Jongseong en el hombro─. Serás mamón, llevas todo este tiempo sabiendo de Jungwon y no nos dijiste nada.
─¡Les dije que había conocido a alguien del mar! ─se defendió mientras se sobaba la zona golpeada aunque no doliera. Recuerda perfectamente haberlo mencionado en el verano pasado, justo el día antes de regresar a Seúl.
─¡Pero no nos lo presentaste!
─¡Bueno, lo estoy haciendo ahora!
─¿Todas las tardes que nunca podías quedar es porque te ibas con él?
Si, Sunoo había dado en el clavo, formaba parte de la rutina del pelinegro. Pero por el tono acusatorio que usó y escucharlo en voz alta hacía que Jongseong se diera cuenta de cuán vergonzoso era realmente. Cuando está con ellos son una amistad de tres funcional, pero con Jungwon son solo ellos dos, era algo más íntimo, y el que dejara las tardes libres única y exclusivamente para estar con el castaño lo hacía parecer como una relación fácilmente malinterpretable.
Por eso no quiso dar una respuesta clara, así que dijo: ─¿N-No puedo? ─con un leve rubor en su rostro.
─Claro que puedes, solo quería molestar~
La divertida pelea entre ellos fue interrumpida por una tierna carcajada proveniente de Jungwon.
─Me caen bien ─admitió con una sonrisita. Verlos en ese ambiente tan animado y amistoso le hacía sentir muy cálido.
Primero estaba Wonyoung que le llenó de halagos mientras admiraba cada detalle de su rostro, y luego Sunoo, quien se le veía alguien muy divertido.
Se auto regañó por haberles temido hace unos minutos. Nada más verlos se notaba que no eran para nada malos, y Jungwon siempre se fía de su intuición. Si bien no ha conocido a mucha gente, gracias al mal carácter de algunos vecinos en su pueblo lograba captar las diferencias entre una buena persona o una persona que finge ser buena, y puede confirmar que los primos son buenas personas, además de libros abiertos, pues por lo poco que ha visto nota que no ocultan ni reprimen nada.
─¡Ya que vienes del mar hay que hacerte un tour por Udo y enseñarte lo mejor de nuestro pueblo! ─propuso Wonyoung, y antes de que alguno dijera algo, ya se estaba llevando a Jungwon por uno de los caminitos.
─¡Oye, espera! ¿No será mejor empezar por el otro lado? ─gritó Sunoo siguiéndola─. ¡O deja que Jungwon decida, mejor!
Jongseong rodó los ojos y pidió disculpas a Jungwon mentalmente mientras se unía a ellos. Sabía que esto pasaría, los primos siempre quisieron conocer a alguien del mar y en parte los presentó por eso, aunque la razón principal era la posibilidad de pasar tiempo todos juntos, incluso si eso suponía renunciar a parte del tiempo a solas con el castaño. Pero al menos ahora su horario no sería tan estricto.
Y para mejorar la situación, lo que más le preocupaba de esa situación, que era el que Jungwon se sintiera incómodo por la personalidad confianzuda y cercana de los primos, ya no suponía un problema. Aunque estaban siendo muy pegajosos con él, Jungwon parecía estar bien con ello, y hasta les hacía preguntas cuando Wonyoung o Sunoo le explicaban algo de la superficie.
Lo observó emocionarse por las cosas que los primos decían; notó como sus ojitos brillaron cuando vio y acarició un perro por primera vez para luego decir que ese es su animal favorito de la superficie; hasta se puso a bromear con los primos como si nada. Habían congeniado muy bien, y todo eso hizo que Jongseong sonriera complacido mientras pensaba en que había valido la pena juntarlos.
─Waaa, ahora me vas a reemplazar por ellos~ ─bromeó con fingido llanto aprovechando que Wonyoung y Sunoo se metieron en su burbuja de pelea de primos porque no se ponían de acuerdo en donde irían ahora.
─¡Nunca te cambiaría! ─respondió muy alarmado pensando que hablaba en serio, algo que hizo a Jongseong reír con ternura.
─¿Qué te parecen? ─preguntó refiriéndose a los primos para cambiar de tema.
─Son lindos ─llevó su mirada hacia los mencionados y observó cómo estaban jugando a piedra, papel o tijera para, según ellos, concluir la pelea de manera justa─. Y graciosos, ¿siempre están así?
─Sí, pelean bastante, pero lo hacen jugando así que no me molesto en detenerlos.
─Mientras no se lastim... ─detuvo sus palabras para regular su respiración, que se estaba agitando poco a poco, algo que Jongseong notó.
─¿Estás bien? ─preguntó empezando a preocuparse.
Jungwon asintió─. S-Sí, solo me encuentro un p-poco cansado ─respondió con dificultad.
─Oh, ¡entonces vamos a descansar en la churrería! ─propuso Sunoo, interrumpiendo la conversación de ambos.
Jungwon se emocionó mucho al escucharlo, hasta mejoró un poco─. ¿Es ahí donde venden los churros?
─¿Tienen churros en el mar? ─preguntó Wonyoung.
Jungwon negó, pero fue Jongseong quien le brindó una explicación─. Hace unos días dejé que lo probara, y se ve que le gustó.
─Bien ahí, enseñando cultura general.
El castaño jugueteó tímidamente con sus propios dedos para preguntar: ─¿Hay más cosas dulces? ─le gustaban los churros y los helados, pero quería probar más cosas.
─Cambio de planes, vamos a la dulcería ─avisó Sunoo para cumplir el pequeño caprichito de Jungwon.
Era la primera vez que Jungwon escuchaba eso, así que no sabía qué clase de lugar era, pero el nombre se le hacía adorable. Por otro lado, Wonyoung y Jongseong asintieron de acuerdo, especialmente Jongseong, quien no podía esperar por ver qué tan asombrado estará Jungwon al ver la gran cantidad de dulces coloridos que el establecimiento tenía.
Sin embargo, antes de llegar a la adorable tiendita, ocurrió algo que asustó muchísimo a todos, y es que los 3 de la superficie estaban hablando animadamente sobre el pueblo mientras el chico del mar escuchaba con ilusión. En algún punto, Jungwon disminuyó la velocidad, alejándose poco a poco de los contrarios, quienes seguían caminando al mismo ritmo. Y no se dieron cuenta de que habían dejado atrás al castaño hasta que escucharon un estruendoso sonido que les hizo voltear.
Se hubieran esperado cualquier cosa menos encontrar a Jungwon tirado en el suelo, y habrían pensado que simplemente tropezó de no ser porque no se levantaba ni sus extremidades mostraban signo de movimiento alguno.
─¡¿Jungwon?! ─gritó Jongseong, siendo el primero en acercarse para comprobar su estado.
Al tenerlo en sus brazos notó que la piel del menor estaba áspera y con pequeñas grietas formándose poco a poco a la vez que este se encontraba con la respiración entrecortada, como si tuviera un ataque de asma. Jongseong casi se pone a llorar cuando Jungwon intentó alzar la mano para aferrarse a él pero no tenía fuerza ni para mover los dedos. Parecía débil, muy contrario a lo enérgico que lucía hace unos minutos, lo cual asustó mucho al mayor por no saber qué le había ocurrido.
─¡Agua, necesita agua! ─gritó Wonyoung, buscando alrededor con desespero.
Sunoo actuó rápido y le pidió la regadera a una señora que estaba regando las plantas por ahí cerca para rápidamente tirar el agua encima de Jungwon.
Eso reguló un poco su respiración, pero no fue suficiente, seguía viéndose mal y las grietas en su piel continuaban apareciendo.
─Mierda... ─maldijo Jongseong a nada de explotar en llanto.
Usó la fuerza de quien sabe donde para alzar a Jungwon y llevarlo rápidamente a la playa, agradeciendo que estuviera a unos pocos metros.
Una vez ahí, se metió en el agua sin importarle que no tuviera la ropa adecuada para bañarse, hundiendo un poco a Jungwon aún incapaz de soltarlo por miedo a que no estuviera consciente.
Fue un gran alivio para él ver como la piel de Jungwon volvía a su estado suave mientras las grietas desaparecían a los pocos segundos de entrar en contacto con el agua salada. Ahora Jungwon si pudo aferrarse a él, su fuerza había regresado.
─¿Mejor? ─preguntó un preocupado Jongseong. Y aunque Jungwon asintió, Jongseong seguía dudando al ver los ojos llorosos del menor, así que le dio un fuerte y sobreprotector abrazo─. Casi me matas del susto...
Su voz rota y notoriamente afectada hizo que Jungwon quisiera derramar esas lágrimas acumuladas. Se sentía mal por causar ese efecto, así que soltó un sincero: ─Lo siento... Creí que mi cuerpo aguantaría más, perdóname...
Jongseong negó─. Perdóname tú a mí, desde antes te veía algo extraño, pero no se me pasó por la cabeza que necesitarías remojarte ─lamentó. Si le llegara a pasar algo malo a Jungwon no se lo perdonaría en la vida─. No vuelvas a salir del mar, ¿sí? Pongamos la playa como límite.
Dado que Jungwon se había asustado mucho por creer que moriría, no dudó en aceptar la propuesta.
Por otro lado, los primos estaban en la arena presenciando el lindo momento. Sunoo no lo notó porque estaba más concentrado en la agradable sensación de alivio que le daba ver que Jungwon se encontraba bien. Pero como ya se mencionó, Wonyoung es muy buena observadora, por lo que ella sí se fijó en cómo Jongseong mantenía sus manos en la cintura de Jungwon durante el tierno abrazo, y cómo Jungwon aferró sus manitas en la espalda del mayor de una manera muy adorable. Todo eso sumado a las miraditas llenas de sentimientos y preocupación que ambos se dedicaban.
Wonyoung pensaba que eran solo amigos, pero ahora lo dudaba. Claro que la chica no tenía ni la menor idea de que solo uno de ellos estaba consciente de sus propios sentimientos.
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