🏖 ፧ veintitres • ✦⁾

Jay tomó una gran bocanada de aire nada más pisar Udo.

Esta vez traía consigo más cantidad de equipaje que en ocasiones anteriores, así que estaba algo cansado por haberlas cargado durante todo el viaje. Y al ser diciembre hacía algo de frío, pero nada de eso le impidió disfrutar del agradable ambiente.

Después de varios años visitando la isla, ahora puede decir con orgullo que esta es oficialmente su hogar, y eso le hacía muy feliz. Su vida iba a ser mucho mejor a partir de ahora.

─Pero miren a quien llegó, el nuevo residente en el pueblo ─bromeó Wonyoung al verlo.

Sunoo llevaba unas gafas de sol mientras fingía escuchar algo por un pinganillo imaginario─. Aquí agente 013, abran paso que llegó un nuevo ciudadano, hay que escoltarlo.

─Recibido, agente 013, me encargaré de la maleta azul, tú lleva la plateada.

─Recibido.

Jay no negó la ayuda, le costaría mucho cargar con todo, especialmente porque debía ir caminando y no tenía un carrito o algo que pudiera facilitarle la tarea. Así que permitió que los primos tomaran algunas de sus cosas y los 3 comenzaron a caminar en dirección a la casa de la abuelita Park mientras charlaban.

Durante el breve trayecto, Jay no dejaba de observar a su alrededor en busca del castañito. Realmente esperaba que fuera el primero en recibirlo, así que se estaba poniendo muy nervioso al no ver rastro alguno de él. Wonyoung lo notó y le dio una explicación para calmarlo.

─Están hibernando, quedamos en vernos el 3 de enero. Y por cierto, Jungwon no sabe que viniste, supuse que querrías darle la sorpresa.

En los labios de Jay se formó un puchero triste. Estaba tan emocionado por el reencuentro que había olvidado el pequeño detallito de que debían hibernar por el frío, pero el que Jungwon no supiera absolutamente nada sobre sus planes de futuro hacía que la espera valiera la pena, pues seguro que se iba a emocionar mucho con tantas buenas noticias.

Pero por ahora pasará estos días
redecorando su habitación en la casita de su abuela, quien curiosamente era la que estaba más contenta por tener a su querido nieto ahí.

En parte, Jay también decidió vivir ahí para no dejarla sola y ayudarla en todo lo que necesite. Su movilidad seguía sin ser muy buena y le cuesta mucho ir al médico. Además, la encuentra más alegre simplemente con su presencia, se nota que la mayor se siente mucho mejor en compañía, y era lo mismo por el lado de Jay. Estaba cansado de regresar a casa y no ver a nadie, pero ahora tenía la certeza de que su abuelita estaría saludándolo y despidiéndolo cada vez que salga y regrese del hogar.

Tal vez pueda ser un acto muy simple, pero para Jay esos simples "Pásalo bien" y "Bienvenido de vuelta, ¿qué tal te fue el día?" mejoraban mucho su estado de ánimo, le hacían sentir bienvenido y sabía que su abuelita nunca tomaría la fría actitud que ha tenido su progenitora estos últimos años, así que estaba aliviado sabiendo que ya no tendría que pasar por esos desagradables colapsos emocionales debido al gran sentimiento de soledad.

Luego de instalarse, aprovechó que eran las vacaciones de Navidad para pedirle a Wonyoung los apuntes de estos últimos meses con el fin de ponerse al día y adaptarse bien a la carrera al no haber podido iniciar a la vez que sus compañeros. Agradece mucho que sean pocos, eso significaba que sí o sí Wonyoung está en su misma clase, hecho que le tranquilizaba.

Por otro lado, Sunoo ya había comenzado las prácticas para ser el futuro alcalde de Udo. En su caso debía estudiar de manera independiente muchos temas económicos y sociales a la vez que trabajaba como secretario para su tío.

La idea era que ambos primos lideraran la isla en el futuro, pero Wonyoung renunció a ese puesto para dedicarse fielmente a la medicina enfocada al mar, unos estudios que le empezaron a llamar la atención luego de conocer a Jungwon.

Aunque esta idea le interesó más gracias a una vez que Riki dijo que los pocos de su pueblo tenían una salud muy mala. Y lo que la convenció por completo fue conocer a Konon (sin saber que se trataba de la hermana mayor de Riki).

Realmente no la conoció correctamente. Daba clase en su instituto, mas nunca llegó a ser su profesora, pero logró verla a distancia. No se le hizo difícil saber que era del mar, sus ojos azules, piel nívea y el que siempre estuviera en la fuente de la escuela remojándose la delataba, aunque tampoco es que ocultara su verdadera naturaleza.

Le conmovió mucho ver como el resto de profesores y alumnos la trataban muy bien, causando que la mujer estuviera siempre con una agradable sonrisa en su rostro a pesar de vivir en constante riesgo de secarse. Se notaba que se sentía muy cómoda y segura.

Wonyoung quería causar ese efecto. Ella quiere ayudar a que los del mar se sientan sanos y salvos en la superficie, y sabía que Jay se metió en esa carrera porque pensaba de la misma forma.

Por el contrario, Sunoo nunca tuvo claro que quería estudiar. Al tener un novio del mar, también le interesaba hacer algo para ellos, pero la ciencia y biología nunca fueron sus fuertes, así que mantuvo la idea de aceptar su futuro como alcalde con la esperanza de algún día volver a unir ambos pueblos.

Por supuesto, esto es solo el inicio y aún les quedaba un largo camino por recorrer para llegar a cumplir sus objetivos, pero el simple hecho de tomar la iniciativa y saber que los tres ya habían decidido qué hacer les hacía sentir relajados y confiados, especialmente ahora que Jay también vivía ahí.

Solamente faltaba que este hablara con Jungwon para que todo fuera perfecto.

°  ✽ ·
• ✦ · . · .   ∗ .
• ✦

Finales de diciembre llegó en un abrir y cerrar de ojos, o por lo menos así lo siente la gente del mar.

Aunque el agua aún estaba algo fría, Jungwon despertó tranquilamente de su hibernación, estirándose en el proceso hasta escuchar sus huesos crujir.

Siempre era de los primeros en despertar, así que no le sorprendió ver a Yujin y Tzuyu aún dormidas.

Ahora le tocaba calmar a su sonora tripita con comida antes de morirse de hambre. Solo por esa vergonzosa situación agradece despertar antes que los demás. Sabe que el rugir del estómago cuando está vacío es algo natural que también le ocurre a las féminas con las que convive, pero aún así le avergüenza.

Quizás se deba a que estando el pueblo dormido, hacía mucho eco por la falta de ruido de ambiente. Si de por sí apenas se escucha algo en el mar, durante la hibernación parece un pueblo fantasma al 100% cuyo silencio era corrompido por su estómago rogando por nutrientes.

Luego de alimentarse más de lo normal para no sentirse débil por la falta de comida en todo un mes, fue a casa de los Nishimura dado que Sola tiende a despertar horas después de él y no podía dejarla sola cuando aún es muy dependiente. Es un favor que le pidieron los padres de la menor. Les preocupaba que la pequeña se quedara mucho tiempo sola, pues los demás iban despertando a lo largo de enero y febrero.

Al haber estado rodeados de basura y químicos, incluso si físicamente no parecían tener daño alguno, causó una inestabilidad en sus organismos que se ve reflejada durante la hibernación cuando ciertas personas tardaban más de lo normal en despertar, y eso en parte daba un poco de miedo porque este hecho causó la muerte por desnutrición de más de uno.

Jungwon también estaba entre los afectados, pero agradece que su efecto secundario sea despertar a priori. Le daba miedo pensar en la posibilidad de morir mientras dormía, y se compadece de aquellos que perecieron de esta manera. Lo único positivo que le encuentra a esa situación es que se trataba de una muerte indolora gracias a estar en estado vegetativo, muy contrario a todos aquellos que pasaron meses en constante sufrimiento debido a la intoxicación.

Igualmente, no quería que nadie más pereciera en ninguno de los casos, y es por eso que debe encargarse de Sola nada más despertar, ya que es una pequeña en crecimiento y necesita muchos cuidados.

─Buenos días, Hiyyih ─saludó con suavidad al verla frotar sus ojitos para luego ayudarla a levantarse de la cama y estirarse un poco. La menor aún estaba asimilando que había despertado, así que se encontraba medio inconsciente, por lo que no se dió cuenta de como su propio estómago rugía─. ¿Tienes hambre?

Se animó de repente al escuchar esa pregunta y asintió con frenesí, a lo que Jungwon rió un poco. Luego le preparó algo de comer, y cuando hizo la digestión la llevó a dar un paseo y jugar por ahí.

A Jungwon le dolía admitirlo, pero es en esos momentos donde el pueblo estaba dormido cuando realmente puede disfrutar del tiempo en el mar sin sentir miradas y presiones constantes. Tan solo le faltaba su mejor amigo, pero Sola también es muy buena compañía y la única con quien podía disfrutar del fin de año.

─Oppa, ¿qué es eso? ─cuestionó la pequeña señalando a las luces de colores que veían en el cielo. Aunque estuvieran bajo el agua, seguían siendo visibles, y desafortunadamente, también audibles.

No puede negar que le aterran esos explosivos. Por muy hermosos que se vieran, el sonido que emitían asustaba demasiado a Jungwon, pero podía soportarlo mientras estuviera con la menor.

─Se llaman fuegos artificiales ─respondió recordando una vez que Jay le habló de ellos─. Son pequeños cohetes que se convierten en estrellas ─sabía que tenía una explicación científica, pero prefirió dejar que la pequeña se quedara con la versión más infantil.

A decir verdad, en el mar nunca se celebraba fin de año, pero como no tenían nada que hacer se quedaban hasta muy tarde viendo los fuegos artificiales para, al día siguiente, ver cómo algunos empezaban a despertarse, comenzando con los más jóvenes.

Ya para el 3 de enero, toda la familia Nishimura volvía a la rutina, lo que significaba que Jungwon y Riki podían subir sin el temor de dejar a Sola sola.

Usaban la excusa de ir a despertar sus cuerpos con ejercicio luego del mes entero sin moverse cuando realmente iban a subir a la superficie, pues desaparecer del pueblo justo después de hibernar era un tanto sospechoso si no decían nada teniendo en cuenta que al despertar todos pasaban una o dos semanas en reposo dado que sus músculos aún se encontraban adormilados.

Ellos también deberían. La hibernación les sienta bien, hace que tengan más energía y les ayuda a sobrellevar el frío invierno, pero el efecto positivo de esta no llegaba de la noche a la mañana, tardaba un tiempito. Durante esos días están sensibles, sin fuerza alguna y completamente abatidos a pesar de haber estado un mes durmiendo. Aun así, Jungwon y Riki fingían ser unos jóvenes enérgicos con ganas de recuperarse rápido cuando la realidad es que al llegar a la superficie siempre se quedaban descansando en casa de los Jang, donde soportan mejor el frío del invierno gracias a las mantas y una estufa que el alcalde había comprado para ellos.

Si debían pasar 2 semanas en reposo, sin duda la superficie era mejor, el mar siempre estaba muy frío en esa época.

─Sunoo prometió que nada más subir iríamos a una cita ─confesó Riki luego de detenerse en medio del camino, aunque era un plan improvisado para que su hyung se encontrara más despistado y estar seguro de que no esperaba a Jay. Él sí sabía que vendría y se alió con Sunoo y Wonyoung para llevar todo a escondidas de Jungwon─. Estoy un poco nervioso.

─Ya se han visto desnudos, ¿ahora te pones tímido? ─cuestionó con un tono burlón.

─¡No es lo mismo! Esta vez va a ser más romántico, ¡tengo tanta confianza con él que olvidé cómo ser romántico!

─Riki, le demuestras constantemente lo mucho que lo amas. Eso es ser romántico.

─Oh, entonces estoy bien. Pero no quiero dejarte solo en la superficie.

─No te preocupes, tú disfruta. Seguramente me quede unas horas calentito en casa de Wonyoung y luego volveré con Sola. Me urge estar debajo de 3 mantas ─admitió mientras se abrazaba a sí mismo en un intento de aliviar los escalofríos que le causaban las pequeñas corrientes de agua fría.

─De verdad, muchas gracias por todo. No sé qué sería de mi relación si no me ayudas con mi hermanita.

─Hey, también lo hago por ella. Es imposible decirle que no cuando me pide que juguemos al 'tú la llevas'.

─Creo que la ausencia de Konon hizo que se encariñe bastante contigo ─en este punto ya salieron del agua y fueron atacados por la brisa de la superficie, que igualmente les causó fuertes escalofríos.

─Si en verdad siempre fui un Nishimura, pero nadie está preparado para admitirlo ─bromeó antes de escuchar a Sunoo llamando al rubio. Los primos siempre los esperaban para que no vayan solos por ahí─. Anda, ve.

En respuesta, Riki sonrió y fue a por su pareja, quien lo recibió con un fuerte abrazo.

Para dejarlos a su rollo, Jungwon se acercó a la chica─. Wonyoung, ¿podemos ir a tu casa? ─pidió haciendo un pucherito adorable.

─¿No te apetece mejor ir otro lugar? ─respondió ella con una sonrisita traviesa que dejó al castaño un tanto confundido, pues Wonyoung sabe cuán cansado se encuentra durante los primeros días enero y las pocas ganas que tiene de hacer algo.

Aun así, abrió la boca a punto de preguntar qué planes tenía, pero antes de decir algo, una chaqueta fue puesta en su espalda para abrigarlo, pues Jungwon seguía tembloroso frotándose los brazos en busca de calor.

Este volteó confundido para ver quien se la había puesto. Al principio le había dado miedo pensando que sería un fantasma o algo, pero al encontrarse con la persona que más amaba, todo este fue reemplazado por sorpresa.

─¿¡Jay!? ¿Qué haces aquí?

El mencionado frunció el ceño algo ofendido─. ¿Uh? ¿Acaso no te alegras de verme?

─¡Por supuesto que sí, pero no me esperaba volver a verte tan pronto!

─Pues ahora me vas a ver más seguido ─dijo, dejando a Jungwon aún más confundido debido al nulo contexto.

En primer lugar, seguía asimilando que el mayor estaba ahí, y por un momento realmente creyó que seguía hibernando y todo eso era un sueño.

Mientras Jungwon intentaba ordenar sus pensamientos, Jay miró a Wonyoung para preguntar: ─¿Te importa si te lo robo?

─Todo tuyo ─respondió ella.

Jay no perdió el tiempo, tomó la mano del confundido y sonrojado castaño para llevarlo al otro lado de la playa con el fin de poder hablar con él a solas.

Cuando se vio lo suficientemente lejos de todos, se detuvo y volteó para quedar cara a cara con Jungwon, quien seguía notoriamente confundido y parecía exigirle una explicación con la mirada.

─Primero debes saber que soy oficialmente un residente de Udo ─informó el mayor con una sonrisa─. Desde diciembre vivo aquí y planeo quedarme mucho tiempo. Se acabó eso de solo vernos en verano.

Los ojitos de Jungwon brillando de ilusión─. ¿De verdad? ─preguntó, a lo que Jay asintió sin dudar─. ¡Eso es genial, podemos pasar más tiempo juntos! ─exclamó entrelazando los deditos con los del contrario complementamente emocionado. Pero al notar que estaba siendo muy pegajoso, se sonrojó y rápidamente le soltó la mano para rectificar─. D-Digo... Si q-quieres...

─Claro que quiero, no te haces una idea de cuanto ─Jay volvió a entrelazar los dedos─. Porque esa es la segunda cosa que quería decirte. He pensado mucho en ti mientras estaba en Seúl, no he dejado de imaginar este exacto momento y todas las cosas que podríamos hacer juntos a partir de ahora. Deseaba volver a verte para dejarte claro que también estoy muy enamorado, Jungwon, te amo tanto que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado ─confesó hablando muy rápido, pues llevaba tiempo desesperado por decírselo. Es por esto que el menor tardó un poco en procesarlo, pero una vez se dió cuenta de sus palabras, todo el frío que sentía desapareció por completo. Sus mejillas se calentaron tanto que puede jurar que funcionaban como estufa, detalle que hizo a Jay reír─. Ahora mismo tienes una expresión divertida.

Jungwon se ocultó el rostro rápidamente con el antebrazo─. P-perdón, estoy muy feliz.

Jay sonrió por lo tierno que se veía, pero aún no había terminado─. Pues quizás esto te haga aún más feliz ─tomó sus manitas para que dejara de ocultarse y sus miradas chocaron, pero ninguno estaba dispuesto a romper el contacto visual─. Me gustaría tener una relación larga y seria contigo, Yang, así que dime, ¿me permitirías ser tu novio?

El mencionado tardó unos segundos en reaccionar. Se dejó invadir por la alegría y rápidamente se lanzó a sus brazos, haciendo que ambos cayeran a la suave arena. Al quedar encima de Jay aprovechó para abrazarlo fuertemente, no pudiendo controlar su emoción.

─¡Por supuesto que sí! ─respondió alto y claro, causando que el mayor sonriera victorioso.

Al fin habían iniciado un noviazgo con la persona que aman. Ahora van a hacer todo lo posible por cuidar y mantener ese bonito romance, porque aunque para ambos sea el primero, también les gustaría que fuera el único, y lo dejaban claro con la cariñosa mirada que se estaban dedicando. Dudan tener ojitos para alguien más cuando cayeron por completo en los encantos del otro.

─Creo que la última vez no lo demostré bien, pero de verdad te amo ─confesó Jungwon con un leve rubor en sus mejillas─. Me cuesta un poco expresar mis sentimientos como es debido, tenme paciencia, por favor.

─Está bien, no tienes que dar explicaciones, mientras estés conmigo es suficiente para hacerme sentir querido.

─Te amo mucho ─repitió el menor.

─No lo dudo, yo también te amo mucho ─Jay quiso levantarse un poco para al menos quedar sentado, pero Jungwon apoyó ambas manos a los lados de su cabeza, manteniéndolo acorralado en la arena.

─Eres muy lindo; me gusta mucho cuando me atiendes y me acaricias el cabello; tu sonrisa es muy hermosa, sobre todo cuando se ven tus hoyuelos; no sabes lo atractivo que te ves a todas horas, deberías ser ilegal porque haces que chicos como yo nos quedemos mirando completamente embobados; me encanta como eres divertido y tranquilo a la vez, me haces sentir muy cómodo; me siento muy seguro contigo; aunque solo nos besamos dos veces, fue suficiente para tenerme mal todo este tiempo, ¿sabes la de horas que he pasado sintiéndome completamente desesperado por volver a repetirlo? Como ahora, por ejemplo, se ven muy apetec-

─Espera, Jungwon ─interrumpió, pues le estaba avergonzando recibir tantos halagos y confesiones sin darle tiempo a procesarlos─. ¿A q-qué se debe todo esto?

─Si no lo digo ahora luego me dará mucha vergüenza. Solo estoy aprovechando este arrebato de valentía.

Jay reflexionó durante unos segundos. Le gustaría dejarse querer, pero no quería recibir todo de golpe, era malo para su corazoncito. Así qué tomó los hombros de Jungwon y rápidamente cambió de posiciones, siendo ahora el menor quien estaba acostado en la arena algo confundido por el cambio mientras Jay lo acorralaba.

─Ahora mismo prefiero que tú te dejes querer ─respondió en un tono travieso luego de inclinarse hasta su rostro, quedando a unos pocos centímetros de sus labios. Y por cómo Jungwon se sonrojó supo que ya se le había terminado toda esa adrenalina que le hizo ser directo y confiado, volviendo al Wonnie tímido de siempre.

Ahí Jay se preguntó: ¿Sería un buen momento para besarlo o mejor esperar a que se le pase un poco? Porque él realmente quería hacerlo.

─Shalalalala, no hay por qué temer, no te va a comer, ahora, bésalo~ ─se escuchó a Sunoo cantar escondido detrás de unas hamacas a unos pocos metros de allí.

Su presencia causó que ahora Jay también se ruborizara al darse cuenta de que todo este tiempo tuvieron público. Maldijo no haberse percatado de que les siguieron para enterarse de todo, qué vergüenza.

─¡Idiota, se supone que estamos espiando en secreto! ─regañó Wonyoung tapándole la boca con una mano mientras con la otra sostenía el teléfono con el que grababa la linda escena. No quería perderse nada.

Como Sunoo fue silenciado, Riki se encargó de seguir con la canción─. Shalalala, sin dudar, no lo evites más, ahora, bésalo~

─¡No les vuelvo a poner La Sirenita!

Y mientras Wonyoung trataba de callar a los dos aguafiestas que arruinaron el ambiente, Jay se levantó para liberar a Jungwon a la vez que lo ayudaba a levantarse.

─¿Deberíamos darle el gusto o los dejamos con las ganas? ─preguntó el castaño.

─Que se fastidien por cotillas. Mejor vamos a otro lugar, Wonyoung me contó que en estos días sueles estar cansado y hambriento, ¿es eso cierto? ─Jungwon asintió─. ¿Hay algo que quieras comer? Yo invito.

─¡Carne! ─exclamó con una contagiosa emoción que hizo sonreír a Jay.

Se veía tan lindo que no pudo resistirse, por lo que atrajo a Jungwon hacia él y dijo: ─Pensándolo bien, me apetece darles el gusto ─para luego sostener sus mejillas con delicadeza y unir sus labios en ese beso que ambos llevaban esperando desde hace varios meses. Tan suave y delicado que la inexperiencia apenas se notaba.

Fue algo sorpresivo, así que el castaño tardó un poco en reaccionar, pero al momento correspondió y cerró los ojos para dejarse llevar por el agradable tacto de esos abultados labios contra los suyos, olvidando por completo que había 3 personas viéndolos.

Sunoo soltó un exagerado 'Aawww' y Riki los miraba con orgullo para luego chocar los cinco con su novio. Ya sabía que esos dos llegarían a tener algo, y le alegraba mucho ver que Jungwon había encontrado a su media naranja, alguien capaz de amarlo y cuidarlo como merece.

Al pensar en ello no pudo evitar dirigir su mirada hacia Sunoo. Él también había encontrado a su media naranja, ama a Sunoo mucho más de lo que puede demostrar. Nunca hubiera imaginado que tanto él como Jungwon encontrarían el amor en un lugar tan prohibido para ellos como lo es la superficie, y no se arrepiente de haberse dejado llevar aquel día en el que casi impide a su hyung subir.

─Crecen tan rápido... ─sollozó Wonyoung, quien estaba conmovida por ver como todos esos meses siendo la confidente personal de Jungwon, animándolo cada vez que se sentía pesimista con respecto a su enamoramiento, finalmente dieron sus frutos.

─No seas dramática, todos estamos en el mismo rango de edad ─interrumpió Sunoo.

─Calla, hoy me siento vieja.

─Un saludo a la anciana que ya mero se muere ─bromeó Riki, recibiendo un suave golpe de parte de Wonyoung.

─Riki, ¿nosotros nos vemos así de lindos cuando nos besamos? ─preguntó el mayor con curiosidad al ver como Jay y Jungwon se habían separado completamente ruborizados ahora que recordaron que no estaban solos.

Riki no respondió, se había quedado ensimismado admirando el lindo perfil de su pareja, así que fue Wonyoung quien habló en su lugar.

─No, ellos son lindos, ustedes son unos babosos hormonales.

─Me ofendes ─dicho esto, Sunoo salió de su "escondite" y le tendió la mano al rubio─. ¿Vamos a nuestra cita? Planeé algo tranquilo para que puedas descansar.

No hizo falta decir nada más, desde que Riki tomó su mano comenzaron a andar fuera de la playa en dirección a una pequeña pradera donde les esperaban varias mantas y una cestita de pícnic llena de chucherías.

Ahora que se había quedado sola, Wonyoung caminó hasta la orilla del mar completamente seria.

─Hola, me presento, soy Jang Tercera-Rueda Wonyoung. Ya me cansé de ser espectadora, ¿cuándo me vas a dar a mi pareja acuática? ─preguntó mientras miraba el agua.

En respuesta, la marea dejó un alga justo en sus pies, haciendo que la chica comenzara a maldecir en alto porque eso no era lo que estaba pidiendo.

─¿Qué ocurrió mientras hibernaba? ─preguntó Jungwon al verla.

─También me gustaría saber ─respondió el mayor, pero cuando Wonyoung le dió una patada a una pequeña ola rectificó─. No, en verdad preferiría no saberlo.

El castaño dejó de atender a Wonyoung para observar a su ─ahora─ novio. Seguía sin creer que la persona que ama le pidió salir, era muy surrealista para él. Debido a todo lo que pasó en el mar, nunca se imaginó que llegaría a enamorarse, así que jamás fantaseó con tener una relación al tratarse de algo inalcanzable.

Está genuinamente alegre de que las cosas hayan tomado ese camino muy contrario a la vida de soltero que solía imaginar, y de verdad le resultaba imposible ocultar cuán emocionado se sentía, así que volvió a abrazar a Jay.

Su sonrisita se amplió bastante cuando Soo correspondió y le dió unas caricias en la cabecita, causando una agradable sensación de calidez que hacía a Jungwon querer llorar de felicidad. Aunque su cuerpito seguía temblando por el frío ambiente, y esto es algo que Jay notó, por lo que trató de colocarle mejor la chaqueta.

─Vamos a comer carne y luego descansamos ─soltó con el fin de llevarlo a un lugar más calentito viendo que la prenda no hacía gran cosa.

─¿Me dejarás acostarme en tu regazo?

─Por supuesto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top