Capítulo Treinta: Austria. Tiroteos. Heridos. Muertos. Crimen organizado...


Capítulo treinta: Austria. Tiroteos. Heridos. Muertos. Crimen organizado. Schwarzenberg.

Valerie.


Muerdo mi labio sonriendo mientras veo cuan atractivo se ve Edmun en su traje gris y camisa blanca. Su cabello está peinado hacia atrás y hay una leve inclinación en la comisura de su boca que tomaré como una sonrisa.

—Ufs, todo eso te comes, amiga mía.

Rio y alzo mi cabeza. Krista está desde atrás viendo la foto. Breana, que acaba de terminar de comer, estira la mano hacia mí, deslizo mi teléfono.

—Él es muy sexy —garantiza—. Incluso con todo ese aire hostil.

—Lo trae loco —dice Elise pasando la página de la revista—. Ahora podría decir que está mucho menos tenso —Alza la vista—. La primera vez que vi a Edmun pensé que era un sexy hombre salvaje y que sería el tipo de cualquier mujer que quisiera un buen viaje y buen sexo. Porque debe ser muy bueno, ¿Cierto, Val?

—Oh, sí. Dame detalles. ¿Qué tan alto te hace gritar? —Pregunta Krista llevando una mano a su pecho de manera teatral y abriendo su boca como si hiciera ruidos silenciosos de placer. Me sonroja—. Ah, nene, si, un poco más ahí...Ah, ah.

—Para —pido riendo.

Elise choca su puño con el suyo, Breana se encoge de hombros y me devuelve el teléfono antes de tomar la revista que Elise ojeaba. Es uno de esos sábados en los que venimos a almorzar juntas. Falta Adelaide, pero ella está en un evento de su primo Brody, cantante actual que no deja de sonar.

—Pero ¿Te da buenos orgasmos? —pregunta Breana con una sonrisa pícara. Asiento y ella aplaude—. Increíble, eso es muy increíble, caramelo de miel.

—La vida es tan hermosa cuando se tiene buenos orgasmos —suspira Elise—. Por cierto, Val, deberías agradecerme.

— ¿Por qué?

—Porque gracias a mis creativos correos y al hecho de que traigo loco a Matthew, lograste conocer a su ermitaño amigo que ahora está loco por ti.

—Es un argumento válido —apoya Breana, lo cual no me extraña cuando ese par parecen ser socias del crimen.

—En ese caso, gracias —digo.

—Uh, mira nada más cómo sonríe —Krista desbloquea su teléfono mientras nos habla—. Me llena de satisfacción ver a mi Valerie así de feliz —Se gira hacia Elise sin alzar la vista del teléfono—. ¿Tendrá Matthew algun amigo para mí? Me apetece divertirme, un muñequito con el que pasar buenos momentos y me quite el estrés. No quiero citas.

—Tiene a Alex, pero tiene novia —informa Elise—. Además Alexa lo codicia.

—Uhm... —Breana da un sorbo a su jugo—. En realidad escuché que Alexa está muy molesta con él por la manera en la que está ignorando su química o algo así.

— ¿Lanzará la toalla? —Krista quita la vista de su teléfono—. No creo que sea de las que se da por vencida.

—Pero tampoco es de las que tira su dignidad —dice Breana—. Le dio suficiente tiempo de hacer las cosas correctas y nada sucedió, su pérdida, ahora ella puede avanzar si quiere.

Mi mirada va de Elise y Krista antes de volver mi atención a Breana. Bueno... No debo ser la única pensando que no solo estamos hablando de Alexa y Alexander en este momento. Krista me guiña un ojo mientras deja su teléfono sobre la mesa y le da su atención a Breana, golpea sus uñas contra la superficie de la mesa.

—Así que tengo un chisme fresco de nuestra familia...Se trata de Ryry.

—Oh, conozco ese chisme —dice Elise.

—Yo no —decimos Breana y yo al mismo tiempo.

—Parece que Rayan tendrá una cita con cierta mujer que conoció por Summer —anuncia Krista con una sonrisa—. Una joven maestra.

—Oh, ¿Ella? —digo con sorpresa.

— ¿La conoces? —pregunta Breana.

—La conocí en un recital de Summer. La pequeña parecía quererla mucho —Hago una pausa—. Holden incluso se puso muy impertinente ese día porque ella es joven y bonita.

—Si Summer la aprueba, me parece que todo podría ir muy bien. Me derrito un poco ante la idea de que Ryry consiga a alguien —dice Krista—. Él es un sexy papi soltero, pero creo que es hora de que alguien caliente ese corazón. Casi quiero suspirar.

—Hazlo si quieres —dice Breana encogiéndose de hombros—. Espero y le vaya bien en su cita, también quiero que él sea feliz, que todos ustedes lo sean.

— ¿Imaginan cómo sería el sexo con Rayan? —pregunta Elise—. Todo ese cuerpo trabajado, mirada fija y contención puesta en ti. ¡Ufs! Debe ser un sexo esplendido. Apuesto a que es hablador, él tiene ese aura.

— ¡Elise! —Breana golpea su hombro.

— ¿Qué? Como si no hubieses soñado un montón con eso. ¿Te duele que no sea una realidad?

—Siempre me preguntaré cómo hubiese sido —admite Breana—. Nunca tuve la oportunidad, pero eso suele suceder en la vida y no perderemos nuestra amistad por ello.

—Discúlpame, pero esa amistad lleva meses, si no es que años, con grietas. No hay que ser un genio para darse cuenta que tu relación amistosa con Rayan ha ido cuesta abajo —dice sin arrepentimientos Krista—. No lo tuviste porque no quisiste.

»Si a mí me hubiese gustado Rayan, hubiese ido con él diciendo: siento cosas traviesas y no traviesas por ti, ¿Crees que hay oportunidad de que lo exploremos? —Da un sorbo a su trago—. Amiga, lo dice una de las frases más clichés del mundo "quién no arriesga, no gana." Por eso yo siempre me arriesgo para ganar, incluso si me quemo como sucedió con ese ex innombrable mío.

—Que llames innombrable a Garrett, solo le da poder. Di el nombre de ese bastardo, que no te pese. Fue su perdida —asegura Elise encogiéndose de hombros—. Vendrán mejores.

—Ustedes son muy francas —comento con lentitud—. Si es cierto que Rayan está teniendo citas con la maestra, espero y marche bien —Miro a Breana—. Estoy suponiendo que eres feliz con Gabriel, por lo que en ese caso animaré a que Rayan sea feliz con alguien más.

—Diplomática, me encanta esta chica —asegura Elise—. En fin, cambiando de tema, ¿Cómo está tu hermoso hermano, Val?

—Mich está bien, creo que ya está mucho más seguro sobre qué estudiar —No puedo evitar sonar como una madre orgullosa—. Puedo notar cómo se ha ido adaptando, no es tan asustadizo como cuando llego y sale sin miedo a algunos lugares, también habla más.

»Conoció a Alexa y parece que han estado intercambiando libros, él es un comprometido lector. Lo que más me encanta, es que lo noto más feliz y eso me hace sentir tan bien.

—Hiciste lo correcto al traer contigo a Mich —Me garantiza Krista—. Él es tan encantador.

—Es un buen chico, creo que será un hombre increíble —Hago una mueca—. Quiero hacer lo correcto también por mi pequeña hermana, pero todo parece tan complicado.

—Es menor de edad —Le explica Krista a Elise y Breana.

—Complicado —dice Breana.

—Lo es, no hay manera en la que Valter la dejaría a mi cuidado, no cuando ha dejado en claro cuánto desprecia el estilo de vida que llevo —Hago una pausa—. Valter es mi padre.

»No tengo en claro cómo ayudar, pero quiero que al menos ella sepa que estoy a su lado, incluso a la distancia, que estoy esperando por ella. No quiero que se sienta sola u olvidada. Sin embargo, no he podido comunicarme.

—Espero pronto puedas hacerlo —Elise me sonríe con simpatía.

—Yo también lo espero.

***

¿Por qué no estoy recibiendo respuestas de Edmun?

Más importante aún, ¿Por qué mis whatsapp ni siquiera parece llegarle? Mi respuesta a su foto así como la foto de mí que le envié, no se marca como recibidas, he intentado llamarle y me envía al contestador.

La boda tuvo que haberse llevado a cabo hace más de cinco horas, ¿Qué puede estar sucediendo para que no se encuentre disponible?

En este momento, me gustaría tener uno de esas corazonadas que siempre veo en películas, en dónde la chica es capaz de percibir si su novio corre algún peligro. ¿Es exagerado que me encuentre preocupada de que mis mensajes no le lleguen? Ésta no soy yo siendo celosa, solo soy yo estando preocupada de que algo le pudo haber ocurrido.

—Creo que podrías abrirle un hoyo al suelo si sigues caminando de esa manera —La voz de Michelle hace que detenga la caminata que no sabía que estaba haciendo.

— ¿Has hablado con Dietmar?

—No desde esta mañana que me escribió diciendo que estaba feliz por sus hermanos —Se encoge de hombros.

—Escríbele.

— ¿Ahora?

— ¡Sí, ahora!

No parece muy convencido, pero toma su teléfono y me siento a su lado en el sofá viendo cómo le escribe un simple: "hola." El mensaje se marca como entregado, tal como lo hace con los que yo le envié, pero no responde. De hecho, la última conexión de Dietmar fue hace cuatro horas y medias. Mi preocupación es real y genuina.

—Qué extraño, normalmente me escribe por cualquier tontería o responde rápido. Tiene que estar disfrutando mucho de la recepción de la boda —Se encoge una vez más de hombros—. ¿Quieres hablar con Edmun?

—No he podido comunicarme con él en horas.

— ¿Y lo extrañas mucho? —Hay algo raro en su tono de voz.

Giro a verlo y noto que lo raro es que hay un brillo de diversión en sus ojos, se está divirtiendo a mi costa, ruedo mis ojos y con mi hombro golpeo el suyo.

—No es eso, solo es raro.

— ¿Tienes celos de que conozca a alguien?

—Edmun tiene demasiada mala actitud para conocer a alguien e interesarse de inmediato —señalo—. Y apuesto que la simple idea de ponerme los cuernos le fastidia porque tendría que compartir aire y saliva con otro ser humano.

—Eso es divertido de una manera extraña —señala—. Solo espera, tal vez sea cuestiono de horas para que te comuniques con él.

Asiento con lentitud y lo observo, él mira a su alrededor, como si buscara de confirmar que sí lo estoy viendo.

— ¿Qué sucede? —pregunta.

— ¿Qué sucede con la amiga de Denise?

— ¿Qué amiga? —Sin embargo sus mejillas se sonrojan.

—Esa amiga de la que me diste el número para contactar con Denise. Sabes que estoy hablando de Alicia.

—No entiendo tu pregunta.

—Estoy segura de que entiendes y solo pretendes fingir que no pasa nada —Frunzo el ceño—. ¿Por qué ella siempre suena ilusionada cuando llamo a Denise? Siempre enviándote saludos y abrazos, sonando muy emocionada con respecto a ti.

» ¿Eres consciente de que le gustas a esa chica? —Mira hacia otro lado pareciendo culpable—. ¿De qué se trata, Michelle?

Pasa las manos por su rostro y posterior a ello, por su cabello ocasionando un rotundo desastre en las hebras oscuras.

—Actúe mal —murmura en voz baja, pero logro escucharlo—. Estaba asustado sobre lo que sentía, mis deseos y pensamientos. Siempre supe que le gustaba a Alicia y nos llevábamos bien, pensé que podía curarme.

Lucho contra la frustración al escucharlo hablar de esa forma, pero entiendo que hasta hace poco le hicieron creer que estaba enfermo por los sentimientos que albergaba hacia alguien de su mismo sexo.

—Así que quise probar y sé que estuvo mal no decirle lo que hacía. Uhm... —Rasca su cabeza—. Hubo más que besos, pero no estaba bien y le dije que debíamos parar todo.

— ¿Por qué tengo la impresión que no fuiste del todo honesto cuando "paraste" todo? Esa chica está ilusionada contigo, no sonaba como alguien que acepta que se terminó. ¿Qué le dijiste?

—Que padre no me dejaría salir con ella, solo con la mujer que él escogiese.

Ahora lo entiendo. En la mente de esa chica, Michelle ya no vive bajo las reglas de Valter, por lo tanto, él es libre de elegirla. Tomo mi teléfono y se lo extiendo.

— ¿Qué?

—Llama a esa chica, discúlpate y hazle saber que el problema no es ella, que no va a suceder.

— ¿Por qué?

—Porque no es justo. Ella está esperando por ti, piensa que estarán juntos por el tipo de excusa que usaste, ella merece saber que no hay nada malo en ella, que tu corazón simplemente no está en ello. Es lo justo, ¿No crees?

—Pero...No quiero decirle —Su voz baja—. No quiero decirle que me gustan...Los chicos.

—No tienes que decirle precisamente eso si no te sientes listo, pero al menos, debes hacerle saber que no hay nada malo con ella y que encontrará al chico correcto.

—Pero...

—Michelle, no hagas lo que no te gustaría que te hicieran.

—De acuerdo.

Toma mi teléfono, busca el contacto y presiona llamar. Se pone de pie y se aleja cuando Alicia responde, entiendo que quiere privacidad. Mientras él se encarga de la situación, pienso de nuevo en Edmun, ¿Qué está sucediendo en Austria? Me preocupa porque además de ello, él sonaba tan serio sobre querer hablar conmigo al volver, sobre decírmelo todo y eso me tiene tan asustada. Constantemente estoy diciendo que no huiré, pero ¿Estoy realmente preparada para lo que sea que vaya a decirme?

Mi estómago suena haciéndome saber que aun con su preocupación, desea que le dé comida. Camino hacia la cocina y decido hacer una ensalada con pechuga de pollo, así que me pongo manos a la obra y admito que eso me ayuda un poco con mi preocupación por los austriacos.

Pasan muchos minutos antes de que Michelle vuelva con mi teléfono, lo deja sobre el mesón y me observa cortar en trozos pequeños la pechuga de pollo.

— ¿Y bien? —pregunto.

—Hice llorar a Alicia —informa pareciendo entristecido—, le repetí una y otra vez que el problema no era ella, que en realidad es una chica maravillosa, pero ella no me creyó, me siento muy mal, no quise lastimarla y aun así fui un horrible egoísta.

—Lo siento, Mich. Espero ella poco a poco pueda entenderlo.

—Yo igual —Mira hacia el mesón—. Denise está molesta, ella no sabía que había hecho esas cosas con Alicia, acaba de enterarse y pese a ser menor, me hizo sentir el hermano pequeño. Está muy enojada conmigo.

Dejo de cortar para obsérvalo con sorpresa.

— ¿Hablaste con Denise?

—Ella estaba con Alicia. Dijo que ha recibido todos tus mensajes, pero estaba castigada. Está agradecida por tu preocupación y está bien, que es lo importante.

»Ella es inteligente, Val, sabe cuál es su situación al ser menor de edad. Dijo que no le importa esperar siempre y cuando, al llegar el momento, estemos para ella, para ayudarla a empezar —Sonríe—. Luego me llamó idiota egoísta y colgó, eso solo garantiza que sigue siendo la misma Denise. Está bien.

Pese a que me hubiese encantado hablar con Denise y escuchar yo misma que ella se encuentra bien, me dan alivio las palabras de Michelle, además del hecho de que me asegura que ella sigue cuerda y que todavía mantiene consigo su determinación a sobrevivir y esperar por nosotros.

—Y también te llegó un mensaje de Dietmar.

Con las manos sucias y con rapidez, rodeo el mesón para tomar mi teléfono. Abro el mensaje de Dietmar.

Dietmar: la situación es complicada. No podemos hablar en este momento. No escribas a este número y no contactes a Moritz.

—Pero ¿Qué demonios? —musito.

— ¿Qué sucede?

Leo el mensaje dos veces y la preocupación en mi pecho aumenta. Una de las cosas resaltantes, es que no se siente como si lo hubiese escrito Dietmar.

Marco el número de Elise y me causa desesperación que no conteste, me envía directo al buzón de voz. Le escribo rápidamente un mensaje.

Valerie: por favor en cuanto puedas, envíame el número de Matthew, necesito hablar urgente con él.

Presiono enviar y de nuevo leo el mensaje de Dietmar. Esto se siente mal, mi preocupación no deja de incrementar.

***

19 de abril, 2016.

Parker va caminando frente a mí y se detiene de inmediato retrocediendo. Le devuelvo la mirada que me da.

—Eh... —Aclara su garganta—. ¿Estás bien, Valerie? Luces...Como si no hubieses dormido.

Porque no lo he hecho en dos días. Dos largos días en los que no he tenido noticia de Edmun o Dietmar. Me duele la cabeza a niveles exorbitantes y mis ojos arden, pero supongo que han ido aclarándose tras unas gotas que me ha dado Sara luego de armarme un regaño por el descuido en mi apariencia.

—Tengo algunas preocupaciones —digo con voz monótona.

— ¿Algo con lo que pueda ayudarte?

—Ojalá pudieras, Parker.

—Tu dulce rostro esta noche parece el dulce rostro de un mapache —Me asegura Derek llegando hasta nosotros y ofreciéndome una taza de café—. Parece que lo necesitas.

—Gracias —murmuro aceptándolo.

—Tú —Me llama Elise—, ven un momento, por favor.

Tardo en entenderlo, pero luego caigo en cuenta de que si me llama para hablar en privado, tal vez se trate de que Matthew, con quien comparto preocupación, sepa algo de Edmun. En este momento cualquier noticia es aceptable.

—Ahora vuelvo para que discutamos cómo llevaremos la sesión, Parker —Camino hasta Derek y beso su mejilla—. Gracias por el café.

—Siempre que necesites, preciosa.

Le doy una pequeña sonrisa antes de caminar hacia el camerino de Elise y Breana, ésta última no ha llegado todavía. Elise cierra la puerta detrás de nosotras.

—Tengo que admitir que comienzo a sentir genuina preocupación por Edmun —comienza—. Bien, sabes que Matthew estaba investigando sobre el paradero de Edmun basándose en su apellido...El verdadero. Hay unas pocas familias con ese apellido en Austria...

»Pero él ha recibido un escalofriante mensaje y estoy preocupada por Edmun, Val, de verdad que sí, pero no quiero que Matthew la pase mal —Suena como si se disculpara.

Luego de que hablara con Matthew hace dos días, aquella noche en la que le pedí el número de teléfono a Elise, ella estaba en nuestro encuentro y aunque en otra situación hubiese resultado divertida su expresión de sorpresa al descubrir que de hecho Edmun es el pintor austriaco, la preocupación no me dejó hacerlo. Incluso llegué a sentirme mal ante el hecho de que ella sabía algo que es tan personal para Edmun, pero Matthew me hizo saber que Edmun había dejado claro que el día en el que dijera su identidad se asegurara de que fuera alguien correcto o lo mataría. Sé que Elise sabrá guardar el secreto y en este momento, eso hace que ella pueda entender mi angustia y ayudarme.

— ¿Qué sucedió? —finjo tranquilidad mientras le doy un sorbo al café.

—Matthew recibió un correo de advertencia diciéndole que deje de buscar a la familia equivocada.

— ¿Qué?

—Fueron esas simples palabras, pero te prometo que tiene un gran impacto en mí. Algo no se siente bien sobre todo esto. Matthew dice que Edmun siempre ha mantenido sus secretos, que quizá todo es más complicado de lo que pensamos.

Dejo el café sobre el tocador y tomo profundas respiraciones. No dejo de sentir miedo, esto está mal, todo está absolutamente mal. ¿Amenazas a Matthew por investigar sobre la familia de Edmun? ¿Edmun y Dietmar desaparecidos? Nada está bien.

— ¿Qué voy a hacer? —susurro a Elise y parpadeo continuamente porque siento repentinas ganas de llorar—. No sé nada de ellos, no sé si están bien.

»Entiendo que la amenaza es real y Matthew no debe exponerse, que hay mucho más de lo que sabemos, pero ¿Qué hago? No puedo fingir que no me importa y que no estoy muriendo de la preocupación. No puedo comer ni dormir, todo lo que quiero saber es que ellos están bien.

Elise me atrae hacia un abrazo, dejo caer lágrimas de tensión y preocupación mientras me aferro a ella.

—No sé dónde están, no sé qué sucede. La preocupación me está volviendo loca, Elise.

—Lo sé, cariño, nosotros también estamos preocupado por ellos.

— ¡Valerie! ¡Elise! Vengan a ver esto —grita Jocker.

Elise deja de abrazarme y limpia mis lágrimas, respira hondo conmigo y luego nos dirigimos hacia el estudio donde todos parecen estar observando algo en una computadora.

— ¿Qué sucede? —pregunta Elise.

—Una noticia de última hora. Parece que algo estaba ocultándose —dice Holden—. Parece que se llevó a cabo un tiroteo en algun evento privado, hubo heridos y muertos.

—La noticia fue escondida aunque algunos de los heridos fueron tratados en el hospital —agrega Parker.

— ¿Por qué se sabe ahora de este suceso? —pregunto, la periodista en mí en busca de información y unir cabos.

—Porque se abrió fuego dentro de las instalaciones del hospital hace pocas horas. Hay nuevos heridos y muertos —dice Jocker sin despegar la vista de la pantalla mientras parece estar leyendo—. Se presume de toma de rehenes, pero eso no es confirmado.

»Parece que no es un atentado público o acto terrorista. Se especula que está relacionado a problemas entre familias.

— ¿A qué te refieres? —pregunta Elise. Jocker se encoge de hombros.

—Familias vinculadas con el crimen organizado, mafia, todo lo que conlleve a actos delictivos. Por ello se ocultaba la información. Hay un absoluto caos en este momento.

— ¿La fuente es confiable? —pregunto rodeando a los demás, me agacho a su lado para leer el artículo.

—No podemos decir que es verídica, pero tampoco que sea falsa —Me dice.

—Tal vez un 50% por ciento es real. Pero la noticia no está tardando en extenderse en otros portales de internet, sea real o no —dice Holden.

Me encargo de dejar el artículo en el inicio mientras voy bajando a medida que leo. No hay datos sobre los heridos o muertes, no hay pruebas que verifiquen este suceso y por ahora no hace más que lucir como una especulación. Me detengo abruptamente cuando llego a una palabra.

— ¿Por qué este apellido está aquí? —susurro.

— ¿Cuál? —Jocker se inclina y señalo con mi dedo—. Ah, es una familia influyente en Austria a la que muchas veces se ha vinculado con actos delictivos, pero no hay pruebas sobre ello. Poniéndolo en un panorama simple: es algo que se comenta, pero que nadie confirma.

— ¿Actos delictivos? —repito.

—Crimen organizado, Val —Me responde—. Parece que están involucrados en todo esto, pero de nuevo, esto no es fuente confiable y normalmente cuando se les vincula en algo, nunca hay pruebas de ello.

»Son zorros astutos que logran lavarse las manos. Particularmente, pienso que son culpables de cada crimen y delito del que se les acusa, pero hay que tener mucho cuidado cuando se habla de familias de este tipo, sobre todo esta a la que se le tiene especial respeto en Austria.

— ¿Cómo sabes? —susurro intentando procesar todo esto.

— ¿Recuerdas que hice un estudio sobre el crimen organizado? Me Enfoqué particularmente en otras regiones, pero de manera superficial toqué Austria y Alemania —Hace una pausa—. A tu novio pareció gustarle, me felicitó por ello.

— ¿De qué apellido hablan? —Elise se acerca a nosotros. Señalo y ella lo lee en voz alta, se paraliza tras unos segundos.

—Irónico, el mismo apellido que tu pintor, ¿Eh, Val? Muy austriaco —comenta Derek.

—Necesito ir al baño —anuncio poniéndome de pie de manera torpe.

Prácticamente troto hasta el baño, escucho a Elise llamarme. Cierro la puerta detrás de mí y sostengo mis estomago con mis manos porque siento náuseas y que todo se tambalea. Sudor frío comienza a acumularse en mi frente.

Austria. Tiroteos. Heridos. Muertos. Crimen organizado. Schwarzenberg.

—Me estoy volviendo loca y estoy sacando conclusiones apresuradas —murmuro para mí misma, ignorando los toques de Elise en la puerta.

Me dirijo al lavamanos y arrojo agua fría a mi rostro, me observo en el espejo, soy un desastre. Estoy increíblemente pálida y mis ojos están muy abiertos, mi labio inferior tiembla.

—No es posible, es una simple coincidencia —Me digo.

Pero entonces algunas cosas tendrían sentido: su anonimato, el por qué es tan discreto y receloso sobre dar información sobre sí mismo, el cambio de nombre, su relación con sus hermanos, la manera en la que aquella vez me dijo que en su casa lo enseñaron a mentir, el modo en el que se trataron cuando se reencontraron. Esa habilidad para arrojar el cuchillo, la repentina aparición de sus hermanos y esa seriedad al teléfono cuando decía que era mi decisión si quería quedarme con él luego de escucharlo decirme todo.

—Oh, Dio. Estoy enloqueciendo —Paso las manos por mi cabello y lo alejo de mi rostro cuando la bilis sube y termino vomitando en el lavamanos.

— ¡Valerie! Abre la maldita puerta ¡Carajo! —grita Elise.

— ¿Qué sucede? —escucho la voz de Holden.

—Derriba la sucia y maldita puerta en este momento, Holden —grita Elise.

Cierro mis ojos y mis manos se sostienen con fuerza del lavamanos. La realidad en este momento me pesa demasiado, todo es caótico. Puedo notar el ruido viniendo de afuera, mi nombre siendo repetido una y otra vez en distintas voces.

Austria. Tiroteos. Heridos. Muertos. Crimen organizado. Schwarzenberg.

— ¿Quién eres Edmun? ¿Qué te rodea? ¿Quién eres? —susurro.

Él es el hombre hosco, directo y dulce que me enamoró. Es él, tiene que ser él. Tiene que haber una explicación, él tiene que tener una.

Pero entonces, ¿Cuándo la obtendré? Y caigo en cuenta de algo que mi cerebro no quiso procesar: hubo heridos y muertos, no sé nada de él o de Dietmar. Abro los ojos y doy arcadas, pero solo logro escupir, mis ojos están enrojecidos cuando me miro al espejo.

—Estoy en conflicto contigo por mi pasado, por lo que me hicieron creer —susurro a un ente que no puedo ver—. A veces me cuestiono si existes y me siento mal por dudar, hace mucho no te hablo, pero si me escuchas, si de verdad me escuchas, no sé si Edmun es...Es eso, pero independientemente de ello, por favor, que él esté bien —Me mantengo con la vista en el espejo y luego una risa brota de mí—. ¿Qué está sucediéndome? Estoy fuera de mí, me estoy volviendo loca.

»Puede que sea una coincidencia, una horrible coincidencia —Veo cómo las lágrimas caen y mi cuerpo se sacude con espasmos—. ¡Es una coincidencia! No se trata de él. Ellos están bien y no tienen nada que ver con eso...No son ellos.

—Val —escucho la voz de Elise antes de que me abrace.

Mi cuerpo se estremece mientras sollozos escapan de mí, me giro y la abrazo. Dejo mi peso flojo y caemos de rodillas al suelo, ella maldice y siento su mano acariciar mi cabello.

—Me está volviendo loca, esto me está superando.

Escucho murmullos afuera, muchas de esas voces de mis amigos, pero me centro en el apoyo que Elise me está dando.

—Esto no va a superarte, Valerie. Estoy aquí contigo y podremos con esto.

Austria. Tiroteos. Heridos. Muertos. Crimen organizado. Schwarzenberg.

¿Quién eres Edmun...Moritz? ¿Y por qué aun así todo lo que puedo pensar es en que estés bien? Estás enloqueciéndome.




Bueno jejejej holissss. Espero se encuentren bien :*

Vamos a hacer un rápido conteo:

1)Charla de chicas InfoNews.

2)Valerie y Michelle (toda la escena).

3)El mensaje de Dietmar.

4)El mensaje para Matthew y la preocupación de Elise.

5)Esa bomba estallando en la parte final del capítulo.

6) este es un plus para decir que amo el hecho de que Jocker cerebrito parece saberlo todo sobre ese mundo.

Recuerden que si tienen fanarts o quieren saber cuando se actualiza (a veces Wattpad no avisa) la historia tiene página de facebook: Saga InfoNews de Darlis Stefany. Los adelantos en mis redes: instagram storie (DarlisStefany) y stories de facebook en la página Darlis Stefany. Mayormente para contestar, en el tiempo que trato de dedicar para ello, me encuentro más en mis mensajes privados de Instagram y en Twitter Darlis_Steff, porque se me hace más cómodo por esos medios.

Espero les guste.

Un beso.

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