Otro día más en aquella escuela.

Nos situaremos en un salón en específico, el cual, será la base de toda esta historia.

En aquel salón se oía muchas voces hablando, Totalmente normal en un día de mañana.

Y el centro de todo ese desorden, Era Ink.

Todos hablaban entre sí y de la nada también metían a Ink en la conversación.

Era el popular después de todo.

¿Quién no quisiera hablar con el popular?

—¡Silencio!— Decía el profesor desde hace media hora, Pero simplemente le ignoraban, pobrecillo, era un nuevo profesor.

—Oiga, cállese, no nos deja hablar.— Dijo Killer molesto.

—¿¡Como se atreve a decirme a mi que me calle?!— Dijo molesto el profesor.

Los del salón miraron a Ink, como dándole una indirecta que el es el que tiene que ponerle fin al pobre nuevo profesor.

—Mire, No nos moleste.—Dijo Ink.

Un sonido se pudo oír en el salón, seguido de muchas risas.

Sucedió que Blueberry estaba entrando al salón y le cayo una cubeta de agua en la cabeza al abrir la puerta, Llegaba tarde, y ahora encima, empapado.

Las risas no se hicieron esperar.

—¡Buena esa, Ink!— Dijo Killer chocando los Cinco con Ink.

—Sí, Si...— Respondió Ink.

En realidad, hubiese deseado no tener que llegar a hacer eso...

Blueberry rompió en llanto y salió del salón corriendo.

A Ink le hubiese gustado correr y consolarle, disculparse...

Pero no podía, no debía, solo podía permanecer allí tranquilo y con una sonrisa de soberbia.

Los murmullos de las sillas de adelante no se hicieron esperar.

Entre ellos estaban Outer, Dream y dos sillas  vacías  la cual una  era de Blueberry, en la otra nadie se quería sentar.

Obviamente Los murmullos no eran cosas buenas, más bien quejas.

Quejas que Ink podía oír.

"Es un asco".

"El no era así."

"Es una pena."

"¿Tan poco le importábamos?"

"Porqué tenía que meterse con Blue?"

"Como lo odio."

"Molesto."

La sonrisa de Ink iba desapareciendo, Más no podía poner una cara triste ni nada así, O las cosas saldrían mal.

—¡Oigan!— Dijo Murder pisando la mesa de la banca de Dream.

Oh, no.

—¿Creen que no de les oye, ratas?— Dijo Murder.

—Están hablando mal de ti.— Dijo Horror a Ink.

—¿Qué dices que les hagamos, Ink?— Dijo Murder mirando a Ink.

Ink no quería tener que responder.

Su respuesta dependía de su estatus.

¿Qué iba a hacer?

—Hey, deja a las ratas, suficiente con asustarlas como ahora.— Dijo Ink, en tono de burla, no tenía otra opción.

—Como gustes.— Dijo Murder dejando a los dos chicos de adelante.

Al final, el profesor pudo dar su clase , sin embargo la atención de los alumnos prestada a este era muy poca.

El día transcurrió.

Ink llegó a su hogar y por fin pudo respirar...

O eso creía.

—¡Ink!— Llamó su madre molesta.

—¿Sí?—

—¿Qué significa estas bajas notas en la escuela?—

Claro, lo había olvidado, para ser popular, no tenía que estudiar.

O sería un total nerd.

—Pues, ¿Qué tu crees?—

—¿Cómo te atreves a hablarme así?—

—Disculpa, pero tu me preguntaste.—

La madre le iba a dar una cachetada. Recapacito, Suspiró y puso una mirada triste.

—Como quieras.— Respondió esta para luego retirarse.

Ink también suspiró y bajo la mirada.

Ambos eran idénticos, aunque no lo pareciera.

Cargaban la misma condena.

Ink fue a su cuarto y se acostó mirando al techo.

Cerró los ojos y un recuerdo vago le llegó.

Un recuerdo que le amargó el corazón.

—¡Ink! ¿Estás Bien?— Dijo Blueberry viendo a Ink, el cual estaba tirado en el suelo con algunos moretones y sucio de tierra.

—E-Ellos...— Ink lloraba.

Luego llegó Dream y también vino a consolarle.

—¿Qué te pasó?...— Preguntó Ink preocupado viendo un moretón en la mejilla de Dream.

—Heh, bueno, después de que te golpearan, trataba de hacer que pagaran... Recordé que no soy bueno para eso, ¡Pero vale la pena intentar!—

Los tres rieron.

—Vamos a protegernos mutuamente siempre.— Dijo Dream.

—¡Será un gusto!— Dijo Ink.

—¡Acepto!— Dijo Blue en respuesta.

Los niños volvieron a reír, se levantaron olvidando aquellos golpes de los Bully's , y siguieron jugando.

Nada los iba a detener.
Nada los iba a separar.
O al menos así se decían....