El vuelo duraría como 4 horas, agarre mi teléfono tenía como 40 mensajes de Stefan y muchas llamadas pérdidas decidí no responder a nada sinceramente sentía algo de culpa pero lo hecho hecho esta, dormí 3 horas ya faltaba poco para llegar.

Ya estaba en el aeropuerto esperando a mis hermanos Bryam y Santiago.

—Hola, chicos.— salude con una sonrisa.

—Hola Ashly ¿quieres que nos vayamos a casa o vamos a comer algo?

—Si tengo mucha hambre.—dije

Raramente desde pequeña podía leer las mentes de las personas sentir sus sentimientos pero, aquella noche cuando Stefan se beso con Vanessa no pude oír ningún pensamiento de el y eso me dejaba aterrorizada por alguna razón.

Desde que tengo 14 años viví con mis hermanos, nuestros padres murieron en un accidente y desde entonces mis hermanos me sacaron adelante.

Subí a su eclipse negro ya que ambos trabajaban en la empresa que mi padre nos dejó a los tres.

A penas solo tenía 21 años trabajada en vez en cuando ya que gracias a ellos el dinero jamas faltó nací aquí, amaba este lugar y cuando mis padres fallecieron y me fui a vivir a Inglaterra por unos días cuando tenía 15 años ahí conocí a Stefan era muy genial pero, no estaba segura de lo que pasaba en ese lugar mire muchas pero muchas raras.

—¿Ashly estas bien?.

—Ehhh si.—dije saliendo de mis propios pensamientos.—solo un poco distraída nada mas Santiago tranquilo.

—Estas mintiendo lo veo en ti.— rayos mi hermano podía sentir si mientes o dices la verdad todo relacionado con los sentimientos todo esto lo heredamos de nuestros difuntos padres.—Hey hola que sucede mujer cuenta nos ¿Porque Stefan no vino contigo?.— no podía mentir seria un grave error pero a la chingada todo le diré.

—Termine con el ¿feliz?.—dije apretando la mandíbula algo enojada por recordarlo de nuevo.

—¿Que? Debes estar bromeando.— lo mire con la peor mirada mostrando tristeza y arrepentimiento.—¿Que paso? ¡dime!—dijo exigiendo como solía hacerlo, suspire y quite mi escudo sobre mis pensamientos le dije todo con mis pensamientos.

En ese momento apareció Bryam con una bandeja en sus brazos con unas hamburguesas, mirándonos con los ojos casi abiertos el tenía casi mi misma habilidad y cómo quite los escudos de mi mente escucho todo.

—Q-Que ¿Como que terminaste con Stefan?—dijo con él ceño fruncido.

Ya estaba cansada no quería recordar eso solo me lastimaba a mi misma ¿o no? me levante, agarre mi bolso y les hice una mirada para que no siguieran insistiendo que no me siguieran.

Agarre un taxi y me fui para mi departamento muy grande, ya me conocían pues tenia un departamento rentado hace mucho.

—Hola señorita.— dijo Karla la chica que siempre me daba las llaves solía salir con ella a veces es una buena amiga.

—Hola Karla.

—Estas bien te notó un poco pensativa. Me alegra que vuelva.

—Siempre lo estoy, bueno un gusto en verte después de mucho tiempo.

—Igual Ashly.

Me dio las valles y subí al elevador. Sentí mareos y todo se movía a mi alrededor. Un calor extraño estaba en mi pecho. Sacudí la cabeza un poco extrañada. Y los mareos se fueron.

Suspire, mis hermanos querían mucho a Stefan aún no entiendo porque, los amo a los dos pero a veces se meten por donde no los llaman y eso me fastidia. Apreté mis puños y entre al departamento, solía odiar mi vida, entonces conocí al estúpido de Stefan ese chico de ojos cafés, que no podía salir de mis pensamientos. Intente dormir para olvidar y si no funcionaba tal vez iría a drogarme dicen que te hace olvidar las cosas jamas lo e intentado. No ni loca.

A veces es feo oír los pensamientos de las personas, escuchar lo que realmente piensan de ti, en serio es horrible, fue por eso que me enamore de Stefan el pensaba que era lo mas hermoso del mundo, aunque pensaba que fui muy difícil de conseguir.

Agarre un poco de agua y me fui a dormir tranquilamente. Dejándome llevar por la morfina del sueño...