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Había pasado toda la noche pensando , pensando en la puta de mi hermano, en la rubia y en la ilusión que le haría que mi hermano le propusiera un buen polvo, pobre inocente Raúl, no entiende que mi hermano solo lo está usando como juguete. Aunque no sea mi puto problema, esa rubia no se merecía lo que mi hermano le había hecho ¿y sabes qué? Yo me lo merezco menos, la rubia me viene sin cuidado, pero mi problema es que yo soy el afectado en esta historia, y bueno, como hay otra víctima voy a hacerme el bueno por una vez con él y lo voy a tratar como un humano normal que es lo que se supone que es esa rubia (aunque sigo sin saber si se puede considerar humano normal con el micro pene que seguro me lleva)
Al ver que en mi teléfono marcaban las siete de la mañana, y que yo apenas había pegado ojo, decidí levantarme de una vez y ponerme a empezar el día. Me levanté, me estiré un poco porque el cuerpo me dolía como la mierda, me fui a dar una ducha, comí algo para desayunar en toalla, volví a mi cuarto, me vestí y por ultimo me volví a acostar. Cogí mi móvil para ver los mensajes y las notificaciones, di una vuelta por Instagram, luego le di un vistazo a YouTube, entre otras redes sociales. Para acabar, entré en WhatsApp para ver los mensajes que me habían enviado. Una larga revisión entre cadenas, mensajes estúpidos y otros encontré otro audio de mi hermano Iván.
Me quedé mirando un rato el teléfono, expectante, un audio bastante largo que me daba un escalofrío por toda la espina dorsal, mierda, que sensación tan horrible. Tragué saliva y sin pensarlo dos veces le di al play del audio.
Un puto audio de casi diez minutos de gemidos, gritos, ruidos, entre otros. No sé si cagarme en el creador del bloqueo del audio para que no tengas que apretar todo el rato para grabar y así solo dejarlo grabando o en mi hermano que cada día se pone más listo. Al final del audio se escuchó algo que ojalá jamás hubiera escuchado. Después de un grito y varios gruñidos y jadeos se escuchó a Raúl y a Iván hablando.
-Oye esto.... Ha estado muy bien, gracias- Dijo la rubia
-Sí, yo también pienso que ha estado muy bien, no hubiera estado nada mal si te hubieras quedado otro rato dentro de mí- dijo mi hermano para luego reír con Raúl.
-Iván, tengo que decirte una cosa importante...- dijo Raúl, dejando la frase a medias, mira que es nenaza, si querías decirle que le quieres y tal, solo díselo, igual te va a rechazar.
-¿Qué?- dijo suavemente Iván, joder, que putas arcadas me están dando, esto no es una puta película romántica o una historia romántica en wattpad de esas súper cutres que leen las niñas de ocho años para creer en el amor verdadero.
-La verdad es que estoy enamorado de ti- le dijo Raúl, me da risa ¿de verdad creyó que a Ivan le correspondería su declara....
-Yo también estoy enamorado de ti Raúl, tenía miedo de decírtelo por si me rechazabas y me ignorabas porque me gustan los chicos-....ción? ¿Mi hermano acaba de... aceptar su... su declaración?
Esto no puede ser real, no puede ser, mi hermano no ama a Raúl, ya lo sé, por algo fue conmigo al aula de música a follar salvajemente, no con la rubia, fue conmigo.
-E...eso es maravilloso...g... gracias... gracias-Se escuchaba a Raúl emocionado mientras a mí se me salían las lágrimas de dolor.
-No es nada Raúl, no es nada- le dijo Iván sonando feliz, cada palabra que salía de sus labios me destrozaba más y más, sentía mi corazón partiéndose poco a poco, sentía mi alma morir lentamente y yo no quería sentir eso, mi hermano me trataba como un sucio juguete usado que ya no le importaba una mierda.
-Voy un momento a ducharme, ahora hablamos- se escuchó el pequeño sonido de un beso y luego unos pasos que se alejaban, entonces un sonido de que alguien cogía el móvil.
-Te lo dije Iker, si no eres tú, será otro, no me importa a quien le tenga que abrir mis piernas, no te creas especial, ya encontré a tu sustituto, siéntete feliz cariño- y así fue como acabó el audio.
Está bien, me has hecho daño, me has hecho llorar, has roto mi corazón y ahora te ha vengado por una mierda que no tiene importancia. Está bien Iván, ya lo he dicho, en este juego tu no llevas el mando, yo soy el que mueve los putos hilos.
Teléfono en mano, llame a la persona que menos esperaba llamar jamás.
-Hola ¿Cómo estás?- dije yo, sonando medianamente feliz.
-Am... ¿bien creo? ¿Qué haces llamándome?- preguntó
-Venga Raúl, somos amigos- le dije yo en un tono casual.
-Si bueno, supongo que sí que lo somos, pero que me llames.... Es raro, lo siento- me dijo en un tono de confusión.
-Tengo que hablar contigo de algo importante ¿está mi hermano contigo? – le pregunté
-No, en realidad, se acaba de ir hace apenas unos minutos- me confirmó Raúl, cada vez sonaba más confundido
-Bien, vente a mi casa, tenemos que hablar cara a cara de este asunto- le dije yo de una manera seria e imponente, tenía que hacerle ver que esto era importante de verdad y teníamos que hablar.
-....- se quedó callado unos momentos antes de responder- si claro, está bien, dame una hora.
Después de despedirnos, colgué la llamada y esperé a que llegara a mi casa, así que me senté en la cama pensando cómo demonios le iba a explicar algo así a Raúl. Supuse que tendría que ser directo pero suave, no todo el mundo puede asimilar esto tan rápido.
El timbre de mi casa sonó después de una hora y fui a abrirle la puerta a la rubia, también conocida como Raúl.
-¿Se puede saber qué era eso tan importante Iker?- me preguntó apoyándose en el marco de la puerta principal.
-Tu entra y siéntate, esto va a ser duro- le dije yo mientras le hacía un gesto con la cabeza de que entrara, caminé hacia mi sofá- ¡cierra la puerta por cierto!- le grite mientras me tiraba sentándome en el sofá.
Escuché el sonido de la puerta cerrarse, pasos acercándose y vi a la rubia llegar al mismo lugar donde yo estaba.
-¿Qué?- me preguntó.
-Joder, siéntate y cálmate, hoy no te he llamado para matarte- le dije yo mientras palmeaba el lugar de mi lado dándole a entender que se sentara.
-Eso no me tranquiliza ¿sabes?- me dijo mientras se sentaba a mi lado.
-Bueno, la verdad te he llamado para hablar de Iván- le dije serio mirándole.
-¿Cuál es el problema con él?- dijo muy a la defensiva, como si estuviera acusando a su familia de un crimen o algo así.
-Solo te voy a avisar, Iván no es quien te crees que es, no es ese niño bueno y tierno que te dice que te ama y esas gilipolleces ¿entiendes?- le dije yo intentando explicarme.
-¿Y quién es entonces?- me preguntó confundido Raúl.
-Es una puta vestido de ángel- Raúl estaba a punto de protestar pero seguí hablando- mira, sé que quieres gritarme que es mentira y eso, pero es verdad, te lo juro, te voy a explicar lo que tú no has visto de Iván.
Le comencé a explicar todo, la página de PornDirect, le enseñé su canal y todas las donaciones, visitas, comentarios entre otros que la gente hacia. Le expliqué que le chantajeaba para que hiciera todo lo que yo le pedía. Que me di cuenta que mi amor por él no era solo sexual sino que también habían sentimientos. Le expliqué lo que hicimos en el aula de música, le expliqué mis celos sobre él y su amistad tan cercana con mi hermano y que Iván había hecho lo imposible para ponerlo celoso. Le conté lo que pasó la noche anterior con pruebas de los audios y todo, y también le dije que lo que le dijo sobre que le amaba, era falso. Raúl se veía muy dolido, tenía ganas de llorar o eso era lo que me decían sus ojos empañados en lágrimas que quería oculatrme.
-¿Estas bien? ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Aire fresco?- le pregunté preocupado al verlo tan roto, supongo que la rubia es más sensible de lo que aparenta.
-Un abrazo está bien- se lanzó a mis brazos abrazándome para superar el shock de su romance fallido- a mí de verdad me gustaba.
-Nos engañó a los dos amigo, a mí también me engañó por completo, si lo hubiera sabido antes....
-Jamás me habría fijado en él- acabó Raúl mi frase.
Se separó un poco de mi para mirarme, yo le miraba de vuelta y por alguna razón, me abalancé a él besándole apasionadamente. Al acabar ese beso tan necesitado le miré de nuevo.
-Oye... siento lo que Iván te hizo- le dije en un tono bajo. Él me cogió suavemente del mentón.
-Yo también siento lo que te hizo, tuvo que ser duro- me dijo compadeciéndose de mí.
-No necesito tu lastima rubia- le dije yo serio.
-Pero la necesitas- me quedé en shock ante lo que dijo, se acercó a mí y comenzó a besarme, iniciando dulce, suave, perfecto, luego avanzando y acabando salvaje, húmedo y apasionado. Por aluna razón no se sentía ni tan mal. Sus manos bajaron a mi cintura acercándome más a él, haciendo que sintiera su calor corporal a través de su ropa, sintiendo los latidos rápidos de su corazón. Las manos que antes estaban en mi cintura, de la nada, se metieron debajo de mi camiseta acariciando mi espalda con cuidado, como si mi piel fuera delicada y si la tocaba de manera errónea me rompería, acariciándome con cuidado, con amor, con cuidado, todo lo contrario que yo, yo era salvaje, era rudo y no me preocupaba nada más que mi propio placer, en cambio él tocaba con tanto cuidado, con tanta suavidad que hacía que mi piel se erizara.
Mientras nos besábamos, Raúl me sentó encima de sus piernas a lo que me abracé a su cintura con mis piernas como si fuera un pequeño koala, esta situación era rara, demasiado ¿alguien me puede explicar cómo he acabado así? Porque me gustaría saberlo. Él seguía jugando con mi espalda a lo que me separé.
-Eres demasiado delicado rubia- le dije entre risas de burla, me quité la camiseta- ¿Ahora mejor?- le dije riendo tirando la camiseta al suelo.
-Sí, la verdad, pero no quería que pensaras que estoy, no sé, desesperado- dijo en medio de una risa nerviosa.
-Nah, a mí eso me da igual ¿sabes? Suelo actuar de manera desesperada, así que no me importa mucho- le dije poniéndole la mano en su mejilla izquierda y acariciándola con el pulgar.
-Esto... ¿esto está bien?- me preguntó
-Mierda no, pero te voy a decir una cosa- le quité la camisa para ver su pecho al descubierto- lo que está mal siempre es más divertido- le lamí el pecho des del vientre hasta la clavícula.
-Está bien- volvió a besarme, esta vez cogiendo con firmeza mis nalgas, hizo un pequeño movimiento para tumbarme y él quedar encima de mí. Mientras nos besábamos apasionadamente le desabroché el pantalón al igual que él desabrochaba el mio, comenzó a bajar sus besos a mi cuello, mordiendo, chupando y dejando marcas sin ninguna vergüenza.
-¿Esto le hiciste a mi hermano?- le pregunte entre risas mientras le bajaba el pantalón con los pies y apoyaba mis manos en sus hombros girando la cabeza para que siguiera mordiendo y marcándome.
-No, tu hermano quería ir directamente a la penetración, no quería que jugara un poco- dijo antes de morderme y meter su mano en mi ropa interior.
-Pues que aburrido es mi hermano mierda, esto es mejor que ir directamente- dije entre jadeos y algunos suspiros. Se separó de mí para mirarme directamente, en lo que yo aproveché para bajar su bóxer y su puta madre, su miembro no era lo que yo tenía en mente, quería seguir pensando que era un micro pene, pero bueno, la situación me ha hecho descubrir que es más grande que el mío.
-¿Algún problema?- me preguntó entre risas al ver que no apartaba la mirada de su pene.
-Que es grande, no es justo, es más grande que el mío- le dije yo
-Veamos...- bajó dando besos por mi clavícula, chupando mis pezones, lamiendo mi abdomen, besando mi vientre, bajando mi pantalón y luego el bóxer. Mi miembro no estaba muy despierto en ese momento -Vaya, parece que algo aquí necesita un poco de ayuda- metió un dedo dentro de mí a lo que yo arquee un poco la espalda, mordí mi labio inferior y me cogí de la tela del sofá, mi miembro se levantó un poco, esto es raro, normalmente solo se levanta cuando pienso en Iván, supongo que la rubia sabe lo que hace.
Después de eso, al ver que reaccioné tan "bien" metió otro dedo dentro de mí haciendo que tirara la cabeza hacia atrás. La rubia sonreía ante mis espasmos de placer y como mi pene subía con cada movimiento. Comenzó a moverlos lentamente, penetrando mi entrada con sus dedos, joder, que bien lo hacía. Suspiraba al sentir el movimiento suave pero extraño en mi parte posterior. De la nada separó los dedos en tijera y solté un gemido muy fuerte. Me tapé la boca intentando creer que no había chillado tan fuerte ante aquello, pero cuando vi a la rubia con una pequeña sonrisa supe que no era así.
-Ni una palabra rubia o te mato- dije mientras pataleaba un poco.
-Tranquilo, tranquilo, la verdad es que sonó muy bien así que yo no voy a ser quien se queje- se acercó a mí para besarme mientras introducía el tercer dedo y los movía, mientras que yo abrazaba su cuello para que no se apartara de mí y reprimía mis gemidos en medio de aquel beso. Me sentía tan sumiso que no podía evitar seguir todo lo que él hacía.
Mi miembro estaba tocando mi vientre de lo levantado que estaba y la maldita rubia no tuvo mejor plan que bajar de nuevo, cogiendo mis muslos, besándolos y lamiéndolos y entonces, sin previo aviso, se metió mi miembro en su boca. Sentía como mi miembro no paraba de palpitar queriendo correrse en cualquier momento. Sentía su lengua lamiendo alrededor, sentía su húmedo y caliente aliento en mi miembro, sentía su boca subir y bajar sin cesar, aumentando la intensidad. Yo gritándole que siguiera, que no se detuviera, que quería más, mi mente estaba nublada y solamente quería pensar en esto, ni con quien ni como, solo en lo que estaba a punto de pasar.
De pronto no aguanté más y me vine en su boca, dios ¿en serio hice algo como eso?
-Qué asco- dijo entre risas Raúl, podrías haber avisado cabrón- se acercó a mí para mirarme sonriente- Es mentira, ha estado bien tragarme tu corrida.
-Que puto asco Raúl, por favor- le dije yo tapándole la cara y riendo.
-Lo que pasa es que te pone que me trague tu semen- le quité las manos y le miré serio.
-Oye, te voy a decir esto muy en serio- le dije yo.
-¿Qué?- me preguntó acercándose a mí y besando con cuidado mi cuello.
-Yo no soy mi hermano ¿entendido? Si haces esta mierda, por tu bien será que no pienses en esa puta ¿entendido?- le dije con una mirada amenazante.
-En ningún momento he pensado en tu hermano al hacer esto, pensaba en ti Iker- dijo lamiendo mi cuello y una de sus manos jugando con uno de mis pezones.
-Si bueno, no te pongas romántico que me da puto asco- rió y giró mi cuerpo para que quedara en cuatro, apoyándome en mis rodillas y mis antebrazos, me cogió de la cintura y entró lentamente, se quedó quieto hasta que me acostumbré y comencé a mover mis caderas buscando más.
Comenzó a embestirme fuerte y rápidamente, llegando a mi próstata. Mi profesora de biología tenía razón, este era el punto G de los hombres, porque la verdad, ya me quería correr solo de una estocada en ese lugar. Mientras se movía besaba mi cuello, mi espalda, mordía a su antojo y yo apretaba la tela del sofá moviéndome a la vez que las embestidas. Sudando, cansado y a punto de explotar me corrí al sentir todo su miembro entrar dentro de mí con fuerza arrasando mi próstata. Mis paredes internas se apretaron ante la reacción de la corrida, apretando a Raúl dentro de mí, exprimiéndole, hasta el punto donde no pudo aguantar el movimiento y se corrió dentro de mí.
Todo quedó en un sumo silencio, ya no estaba el choque de nuestros cuerpos, mis gemidos ni sus gruñidos, ya no estaban mis gritos por más ni sus susurros en mi oreja, solo quedaban jadeos de cansancio. Raúl salió de mí lentamente dejándome una sensación de que me estaban dejando vacío, como si a un puzle le quitaras la última pieza, joder, se sentía demasiado bien en mí y ahora... Qué asco joder.
Se estiro a mi lado a lo que di media vuelta para verle.
-Dios- dijo la rubia.
-Lo mismo digo- dije yo respirando hondo.
Mi mente volvió a la realidad y me puse a pensar, acababa de hacerlo con la persona que hace menos de veinticuatro horas se acababa de tirar a mi hermano, acababa de tener sexo con mi rival, acababa de ser el puto sumiso, el maldito pasivo de esta sesión de sexo pero... no me ha importado una putisima mierda. Se ha sentido realmente bien, aunque él sea un capullo y tengamos nuestras diferencias he conseguido algo que no esperaba conseguir hoy y menos con la rubia, acababa de conseguir lo mejor que jamás hubiera deseado.
Mi venganza a partir de sexo con la rubia.
¿Quién se ríe ahora Iván?
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