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Acababa de gritarle a uno de mis mejores amigos, estaba delatando mi amor por mi propio hermano gemelo, estaba cometiendo un error un poco bastante grande, y por si no fuera poco, le he pegado un puñetazo muy fuerte con todo mi ultra instinto. Ya nada puede ser peor.

-¿¡Que haces!?- gritó Iván, vaya, si puede haber algo peor, mi hermano estaba enfadado conmigo.

-No... No es nada Iván, es broma, ya sabes, no hace falta que te preocupes por ello- dijo enfadado Raúl, se separó de mi desganado- hablamos luego Iván- le miró sonriente y luego me lanzó una mirada asesina- Íker- se fue hacia clase.

No se porque me da la sensación de que no le ha parecido bien lo que he hecho, no se porque.

-Oye Iván, mira.... lo siento, soy idiota- dije, no quería que me odiara aunque no me arrepintiese de lo que hice, yo igual creo que lo que hice fue algo normal de instinto.

-¿pero en que estabas pensando?- me dijo, estaba muy enfadado conmigo.

- En Que, tal vez, no se, a lo mejor es una suposición, ¿!te estabas besando con otro?!- señalé por donde Raúl se había ido, ahora me estaba enfadando yo.

-¡Hago lo que me da la gana!¡¡No puedes decirme que hacer!!- me gritó, aunque lo decía como adulto, sonaba como niño pequeño de 4 años que no le quiere hacer caso a sus padres o hermano mayor.

- Si bueno, puedes hacer lo que te de la gana, eres adulto, pero no es mi culpa que vayas de puta por la vida, venga dime ¿que será lo próximo? ¿te vas a poner en la esquina o vas a conformarte con chuparnos la polla a los dos?- le dije bastante brusco, tal vez me he pasado.

-¡¿Perdona?!- me dijo- !¿!¿eres imbecil o que te pasa?!?- me gritó enfadado a punto de echar humo por las orejas.

-Soy bastante cuerdo la verdad, al menos no me quiero tirar al primero que pasa y luego subir videos porno en internet, ah no perdona, que lo haces en directo ¿te pone más ver cuantos te ven a la vez o que?- le dije acercandome serio imponiendo respeto.

-Te odio- me dijo con cara de asco.

-Pues yo estoy enamorado de ti- le dije.

Él se quedó callado mirándome, yo seguía serio porque lo decía muy en serio, estaba enamorado de él. Apartó la mirada de la mía.

-¿Qué te has creido?- susurró mirando al suelo.

-Tu amo y señor todo poderoso- le dije encogiendome de hombros.

-¿¡NO PUEDES TOMARTE NADA EN SERIO?!- me gritó desesperado y yo solté una risa.

-Venga Iván, lo digo en serio- le dije intentado hablar con suavidad.

-No eres mi amo y señor- me dijo cruzandose de brazos indignado.

- No, eso no, digo que de verdad te amo, estoy enamorado de ti Iván y verte con él......- me callé mordiendome el labio inferior, no tenía ganas de hablar de eso.

-Oh vamos, ¿en serio? Siempre con tus bromitas pesadas, déjalo ya- me dijo dándo un paso hacia mi

-¿Cres que bromeo?- le dije y di un paso hacía delante, quedando pegados.

Nos quedamos mirando, yo estaba serio y él intentaba estarlo mucho más que yo, pero no podía. De pronto nos lanzamos al otro, el abrazandome del cuello y yo abrazandole de la cintura mientras nos comíamos en un beso salvajemente desesperado, le comencé a acariciar la espalda con una mano y con la otra le acercaba más mientras que él se echaba hacia atrás mientras me tiraba con él.

-¿Y eso?- le pregunté cuando nos separamos, nos volvimos a incorporar mientras estábamos pegados.

-Callate, me voy a clase- me dijo separándose de mi, estaba un poco rojo y me parecía muy lindo, comenzó a caminar pero yo fui más rápido y le cogí de la muñeca deteniendole.

-¿Qué prefieres?- le pregunté

-¿Que?- me miró-¿a qué te refieres?- preguntaba confundido- ¿cómo que que prefiero?

-¿Qué prefieres? ¿irte con él y hacer clase o venir conmigo y pasarla bien?- le dije.

-¿Que? No me hagas elegir eso idiota, no voy a hacerlo- me dijo.

-Yo sólo digo, que tengo que ir a por una cosa en el aula de música- baje algunos escalones para ir a la planta subterránea donde se encontraba el aula de música- ya sabes, un aula donde no se escucha nada porque, bueno, no hay nadie a esa hora en ese pasillo- seguí bajando- ya sabes, nadie escucharía- le eché una mirada- a ti cantando, o a ti gritando o.... a ti gimiendo- sonreí.

Se quedó callado mirando como bajaba las escaleras, daba miradas arriba y luego volvía a mirarme a mi, no sabía si hacer lo correcto o tentarse a hacer algo malo.

No tenía miedo porque él me iba a seguir...

















...¿verdad?

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