Llego a la casa transformado en erizo, entro cerrando la puerta con la punta de su pie. Suspiró con fastidio, era increíble que aquel dragón no le dijera quien es.

¿Por qué no quiere que sepa quién es?

No le diría nada, ni lo juzgaría. Lo amaría tal y como es pero no puede hacer mucho si el no ponía de su parte.

Llego hasta su recámara y se dio cuenta que Fire ya estaba dormido, se metió entre las sábanas y se arropo con ellas. Y durmió, con el recuerdo de su primer acercamiento.

Al día siguiente.

Despertó y se arreglo como un erizo normal y corriente, salió de la casa sin siquiera desayunar ya que no tenía apetito. Al llegar al centro escucho los gritos del pueblo, rápidamente se acerco y pudo observar que todos apuntaban hacía el cielo.

Los centinelas se prepararon para atacar y volaron hacía el cielo en son de atacar, Shadow se dio cuenta y rápidamente se transformo volando. Los habitantes escucharon un sonido muy raro y pudieron ver que de la casa del Alpha salía el Fénix volando a máxima velocidad.

En el aire transformo sus plumas y dejó que ardieran, Shadow lanzó un rugido deteniendo a los centinelas. Fire llegó a su lado y voló con el.

Los habitantes se dieron cuenta que era un dragón blanco con la diferencia de que llevaba un collar de oro en su cuello; entonces supieron de quien se trataba.

—«Valentina, ¿qué haces aquí? Te dije que no quería que vinieras y que me dejaras solo en esto —dijo de manera seria mientras ambos se quedaban en el cielo aleteando.

—«Yo no voy a dejar que alguien más te aparte de mi lado, recuerda que tu papá nos comprometió así que no tienes que venir a buscar a tu "mate". Así que vas a regresar conmigo al Santuario y no quiero que te vuelvas a ir hasta que termine nuestra Luna de miel» —comentó enojada mientras gruñía.

El azabache le dio un rugido que hizo que retrocediera asustada.

—«No iré a ninguna parte Valentina, ya encontré a mi pareja y te recuerdo que mi padre dijo que si no encontraba a mi pareja me casaría contigo pero ya no se va a hacer nada. Ya mandé a uno de los guerreros a informarle a mi padre así que no puedes hacer nada« —le aclaró alejándose de ella —. «Así que te pido por favor que te retires y regreses al Santuario y no vuelvas, o de lo contrario, tendré que tomar medidas extremas»

—«¡Esto no se va quedar así Shadow The Dark, de una u otra forma te casarás conmigo!» —dijo para después irse volando de regreso al Santuario.

El Fénix quiso volar detrás de ella pero Shadow lo detuvo con un gruñido.

—«No irás a quemarla, ya sabes como se pone cuando alguien daña sus escamas»

El Fénix vio como se alejaba y regreso hasta donde estaba Shadow.

—«Hay que regresar abajo y calmar al pueblo, ya podrás hacerle lo que tu quieras cuando me lleve a mi pareja al Santuario, mientras no»

Fire asintió desanimado, le encantaba molestarla amaba cuando se enojaba y hacía sus berrinchitos quejándose de que sus escamas ya no eran perfectas y pasaba horas y horas, acicalándose para que al final; este igual como siempre.

Ambos regresaron al suelo y Shadow les explico todo, después cada quien volvió a sus labores.

Shadow fue a volar un poco alejado del pueblo, se adentro en las nubes oscuras que habían allí. Fire se encontraba a su lado volando mientras no hacía ningún ruido, sabía que su amo estaba enojado pero no con su padre sino con su "prometida".

Desde hace mucho que ella ya había encontrado a su mate pero al no ser su amo lo rechazó y por suerte, no murió de tristeza.

Sigue al lado de su amo, apoyándolo en cada decisión que toma y se le presenta.

El azabache se dio cuenta que había movimiento a su lado izquierdo, entrecerro sus ojos tratando de ver de quien se trataba.

Después de un minuto, sonrió feliz al ver de quien se trataba. No sabía como o porque pero ese dragón; siempre lo encontraba.