Capítulo 6.
Llego la noche y el azabache se encontraba en la entrada de la casa donde se estaba hospedando, observaba la noche junto a las estrellas.
Quería ir solo al bosque sin la compañía de nadie, cabía la posibilidad de que tal vez y encontrara a ese dragón pero podía de que no.
¿Quién será?
Se levanto y se transformo y salió volando al bosque, fue visto por varios de los aldeanos pero ninguno dijo nada porque el era el Alpha y podía pasearse por la Isla cuantas veces quisiera.
Al llegar al bosque aterrizó y comenzó a caminar, estuvo un rato así hasta que se recostó a descansar. Bajo su cabeza hasta el suelo y suspiro desanimado.
Luego de un rato escucho unos ruidos que lo hicieron ponerse alerta, levanto rápidamente su cabeza y comenzó a gruñir.
No veía nada, solo plantas. Y en una de ellas vio que se movían mucho, enfocó sus ojos en ellas y lo vio.
Vio sus ojos esmeralda relucir en aquella oscuridad, después dejo ver su cabeza; estaba camuflajeado.
Shadow de la emoción empezó a brincar de la emoción y a mover sus patas con rapidez dejando un poco confundido al dragón. Este al ver que estaba haciendo mucho ruido le gruño y Shadow se quedo quieto mientras se encogía.
El dragón se sorprendió por eso, el gran Alpha se encogió ante el. Lo bueno de todo eso es que aún no sabía quien era y eso lo tranquilizaba, así podría pasar tiempo con el sin miedo a que el se enteré de quien es en realidad.
Lo llamo en un pequeño rugido y se dio la vuelta empezando a volar en una dirección conocida para el siendo seguido por el azabache.
Estuvieron un rato así hasta que llegaron a una tipo playa, el azabache quedo atrás al ver la belleza en la que el dragón volaba. Aterrizó y miró al azabache extrañado, ¿a qué se quedo viendo?
El azabache aterrizó en una pequeña colina que había allí y por querer hacerse el encantador tomó una pose de dominante y dio un paso, pero la mala suerte estaba de su lado.
Al dar el paso resbalo con la arena que estaba allí al querer detenerse solo provoco que terminará cayendo dando vueltas, el dragón azul se movió para que el azabache no chocará con el.
Shadow logró ponerse en pie y miro al dragón azul este también lo miraba, agitó un poco sus alas y dio un pequeño brinco dando una vuelta alzando sus alas y trotando con sus patas. Al terminar se recostó y un pequeño rugido se escucho por su parte, incitando al azabache a hacer algo.
El azabache se había quedado embobado pero volvió a la realidad sacudiendo su cabeza, miró al dragón y este lo esperaba; no sabía que hacer. Agitó sus alas por unos segundos y miró al dragón feliz pero este estaba serio.
Era muy torpe en estas situaciones, agitó un poco más fuerte sus alas pero estas aletearon por sí solas como las de un colibrí. Por tanto movimiento comenzó a moverse y a levantar arena, el dragón no se movió de su lugar porque creía que el azabache lograría controlarse.
Pero no pudo y al estar cerca de el le aventó arena con ambas alas, este por instinto logró cubrirse con sus alas pero no fue suficiente. Su cara estaba cubierta de arena y estornudó por la que había entrado en su nariz.
El azabache hizo una mueca pero la quitó rápidamente, creía que con eso era suficiente pero por la expresión del dragón sabía que no.
Vio un pedazo de árbol y recordó lo que había hecho en su infancia, fue por el y comenzó a marcar la arena haciendo un garabato cualquiera, el dragón aprovechaba de la flexibilidad de su cuello y veía cuando el azabache lo rodeaba.
Lanzó su maullido característico y el azabache se le quedo viendo fijamente por un segundo y volvió a su labor, el dragón lo observo feliz.
Después de unos minutos el azabache terminó su obra, para los demás era un dibujo simple pero para Shadow, era la figura del dragón.
Este al querer acercarse a Shadow piso una línea por accidente, gruñó llamando la atención del dragón y éste le devolvió el gruñido más fuerte haciendo que el azabache soltará el palo y se quedara con el hocico abierto.
El dragón se sorprendió por ello pero no le tomo importancia, caminó hacía el esta vez sin pisar el dibujo. El azabache estaba apenado, jamás se había comportado así con nadie.
El dragón estaba cara a cara con el, hasta el azabache podría juntar su nariz con la del contrario si solo estiraba su cabeza un poco.
-«¿Quién eres?»
El dragón al escuchar eso negó con la cabeza y empezó a caminar.
-«¡Espera!, ¿por qué no quieres que sepa quién eres? -pregunto para saber la verdad.
El dragón volvió a negar, el sabía que si tan solo hablaba sabría quien es y era lo que menos quería. Comenzó a volar e hizo lo mismo que la vez pasada; desaparecer.
El azabache gruñó enojado pero después se recostó y chillo. Le dolía en el alma que se comportará así, ¿qué era lo que quería hacer?, ¿matarlo de amor o de desesperación?
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