A la mañana siguiente.

Shadow despertó después de haber soñado con aquel dragón azul, era simplemente increíble que hubiera huido de aquella manera al ver a su hermano.

¿De qué tenía miedo?

Ya que eso fue lo que pudo ver en los ojos del dragón cuando vio a Mephiles, miedo.

Se enderezó y estiró para sacarse todo tipo de flojera, vio que su mascota ya estaba despierta así que lo saco de la jaula para que anduviera por la habitación.

Entro al baño y se dio una ducha, después de salir se seco y se puso sus guantes junto a sus anillos, se sentó en la cama para poderse colocar sus air-shoes.

Al terminar de alistarse bajo al piso de abajo con el ave detrás de el. Pudo ver a su hermano y a los guerreros en la sala.

Se dieron cuenta de su presencia y rápidamente comenzó el interrogatorio.

-Así que ya encontraste a tu otra mitad -dijo con curiosidad un equidna de color rojo.

-Si, ya lo encontré. Pero no salió como esperaba -aclaró cabizbajo.

-Ánimo hermano, lo podrás ubicar hoy. Reconocerás su aroma cuando salgamos a buscarlo.

-Espero y sea de aquí. Porque al desaparecer, su aroma también se desvaneció. Y si no es de aquí tendría que ir a buscarlo intentando seguir dificultosamente su aroma para saber si lo logro encontrar o no -dijo apresurado mientras respiraba con rapidez.

-Oye tranquilo amigo, lo más seguro es que sea de aquí de no ser así los centinelas se hubieran dado cuenta y lo hubieran traído ante el líder para interrogarlo pero no fue así. Tu mate, vive en esta Isla -comentó un erizo verdoso con un rasguño en su pecho.

-Vamos a buscarlo Shadow. Tal vez y esta afuera, lo reconocerás por su aroma -dijo su hermano mientras se levantaba del sillón en el cual estaba sentado.

-Bien, ustedes vayan y ayuden con la guardia de la Isla, mientras Mephiles y yo buscamos a mi mate.

-Entendido Shadow -dijeron ambos al unísono.

-Espera, ¿e Infinite? -pregunto el equidna.

-Me comentó que de más rato vendría, solo se ocuparía de algunas cosas en el Santuario y vendría para acá.

Ambos asintieron y salieron de la casa seguido por los hermanos. Y cada dúo tomo su propio camino.

-Bien ahora has lo tuyo, y Fire se encargará de buscarlo también.

Shadow solo asintió y comenzó a caminar olfateándo el aire en busca de su otra mitad. Fire volaba por los cielos intentando encontrar a su, próximamente, dueño. Sabía quien era y ya había convivido con el.

Estuvieron así por un rato hasta que se escucho un sonido del Fénix, ambos voltearon a verlo y vieron que estaba con el mismo erizo que le había dado las moras.

Shadow se acerco y empezó a oler disimuladamente.

-Hola pequeño.

-H-Hola Alpha -saludo nervioso.

-¿Qué te hace mi ave? -pregunto riendo al ver que se ponía nervioso cuando el Fénix se acercaba a el.

-N-Nada, solo se acerco a mi y ya. Le juro que ahora no tengo moras -aclaró rápidamente.

-No te preocupes, yo se que no es así.

Estuvieron por un rato así pero el azabache no había olido nada.

-Bueno, ¿cómo te llamas?

-S-Sonic Alpha, me llamo Sonic.

-Bien Sonic, me tengo que ir pero espero volver a hablar contigo; me has caído bien.

El cobalto sonrió, eso mismo había hecho él con el.

-Vámonos Fire, deja de molestarlo.

El ave empezó a resongar pero hizo caso y se fue con su dueño. Y el cobalto solo pudo soltar un suspiro pesado, se había puesto completamente nervioso.

-Oye tu, ¿me vas a ayudar con los libros?

-Perdón Rookie, ya voy.

Con el azabache.

-¿Estás seguro qué no era el? -pregunto dudoso Mephiles.

-Estoy seguro, no es él. Olí y olí pero no olía como él, no se porque Fire se puso así. Lo más seguro es que querías moras verdad y ahí voy yo como estúpido a hacerte caso -dijo enojado mirando a su ave.

-Oye cálmate, tal vez tengas razón pero no es para que te pongas así búscalo hoy en la noche en el bosque; tal vez y lo encuentres pero, ve transformado así te reconocerá.

El azabache solo pudo asentir, estaba muy desesperado quería encontrar a su mate para poder conocerlo, saber como es, saber quien es más que nada.

Si no lo encontraba, se volvería loco.