Cuando Martha miró el acantilado, notó algo que nunca había visto antes. Había personas, pero se suponía que era un área restringida. No le habría importado, si no hubieran sido niños, y más importante, por su físico, ella pensó que tenían 6 años.

Martha decidió ir con los niños y tan pronto como ella se acercó a ellos, ella se dio cuenta de que eran gemelos. Ellos estaban sentados en el borde del acantilado mientras el sol se estaba poniendo, ella rápidamente sintió el viento frio en su cara. Estaba decidido, ella tenía que llevar a los niños a la policía lo más rápido que pudiera.

–Cup, Cup, ¡Mira el cielo! Es naranja. – Un niño dijo mientras señalaba con su dedo.

–Es hermoso en cualquier lugar al que vayamos, pero prefiero la noche. – Dijo el niño, aparentemente llamado Cup. Él se estaba recostando lentamente en la tierra cuando vio a la mujer atrás de él. –Osiris...

–¿Qué? – El miró hacia atrás y abrió sus ojos asustado. –Si tocas a mi hermano, ¡te morderé! – Osiris se paró viendo a la chica con sus ojos verdes enojados.

–Espera. – Martha retrocedió 3 pasos, ella no quería que los niños sintieran miedo o enojo. –Solo quiero ayudarlos, no necesitan amenazarme.

El odio en los ojos de Osiris disminuyó un poco, pero el otro niño la miró con un montón de miedo, era como si ella lo hubiera castigado.

–No necesitamos tu ayuda. – Finalmente, Cup hablo otra vez, él estaba hablando con miedo.

Ella estaba frustrada, ¡solo era una adolescente y una adolescente que no quería tratar con niños! Se había tomado un descanso cuando vio a los gemelos y quiso ser amable, pero no lo era en opinión de ellos. Ella suspiró y se sentó en la tierra, ella no se preocupó por sus jeans y lo que su madre le diría porque ensuciara estos.

Una vez más, tomó un poco de aire e intentó relajarse, solo eran niños, era mayor y su madre le enseñó cómo hablar con un adulto o cómo hacer algo en situaciones como esa. Pero no podía regresar a la ciudad por la policía, si fuera a la ciudad, probablemente, los niños escaparían del lugar.

–Bien, haremos esto. Estoy sentada aquí y no dejaré este lugar, ¿está bien? – Ella realmente trató de calmar a los niños. Los minutos pasaban lentamente, el silencio era incómodo hasta que Cup y Osiris caminaron y se sentaron frente a la chica.

–Mi nombre es Habacuc. – Susurró el gemelo tímido mientras abrazaba el brazo de Osiris.

"Bueno, esto es un avance", Pensó Martha. Entonces, ella no sabía qué hacer con los chicos castaños. Sin embargo, ella comenzó a sentirse nerviosa porque los gemelos la habían estado mirando por un corto tiempo.

–¿Y bien?

–¿Bien qué?

–¡No nos has dicho tu nombre! Tú ya conoces nuestros nombres. – El gemelo valiente decidió tomar el borde de la sudadera de Martha. –Y... De verdad quiero saber, ¿por favor? – Eso hizo sonreír a Martha. Él era lindo cuando quería.

–Martha. ¿Puedo preguntarles algo? – Los gemelos estaban callados; ella tomó su silencio como una respuesta afirmativa. –¿Qué están haciendo ustedes dos aquí? ¿Dónde está su mamá?

Los gemelos intercambiaron miradas, en ese instante, ella recordó algo que la gente solía decir cuando ellos estaban hablando de hermanos y gemelos. La gente decía que los gemelos y hermanos o hermanas inseparables podían comunicarse con los ojos. Estos chicos, Habacuc y Osiris, eran el mejor ejemplo para ella.

–Estamos en una misión. – Okay, ella esperaba algo más. Perpleja, abrió los ojos en grande. Ella no quería creerlo, pero... Los niños frente a ella eran raros y, ¿Cómo estaban dos niños pequeños en el acantilado cerca del bosque? Ella decidió no creer. Pero, quizás ella podría seguir a los chicos a su "misión" y entonces ellos podrían seguirla a la ciudad. Esa era una buena idea en mente. – ¡Pero shhh! Es un secreto.

–Creo en ustedes. – Ella mintió – ¿Cuál es la misión, Osiris?

Habacuc y Osiris sonrieron, sus ojos estaban tan brillantes, en esos momentos Martha se sintió enferma por mentir cuando ellos estaban tan emocionados por lo que ella les dijo.

–¡Quiero explicar, Iris! Hace 3 días leí algo en la habitación de nuestro tío. Él es policía, pero... – Su sonrisa se desvaneció y miró hacia otro lado, Martha puso su mano en la cabeza del chico triste, pero sin previo aviso, Osiris la mordió y eso la hizo gritar de dolor.

–¡Te dije que no tocaras!

–¡No tienes por qué morder a las personas!

–Y tú no tienes que tocar a mi bebé gemelo. – Estaba de mal humor otra vez y la paciencia de Martha también estaba en el límite. Cómo la última vez, iba a tomar aire, pero sonó la risa del bebé gemelo. Eso fue suficiente para su corazón.

–¡No sean tontos! Me están haciendo reír y no puedo terminar de explicar.

–Perdón. – Ambos dijeron al mismo tiempo, Con eso, su pequeña pelea terminó.

–Bueno ... estaba hablando de lo que leí ... ¡Leí acerca de una niña que vive en una cueva en el bosque! ¡Tiene que estar muy triste porque está sola! – Lo primero en la mente de Martha fue que los niños estaban locos y en peligro.

–Podemos ayudarla. Pero necesitamos ir a la ciudad.

Osiris miró lentamente el bosque cerca de ellos. Pero estaba raro en opinión de Martha, lo conoció hace unos minutos y supo que el niño estaba planeando algo en ese momento.

–Nadie quiere ayudarla. – Ella no entendió nada con eso y para ese entonces ella tenía más preguntas que respuestas.

¿Quiénes eran ellos? ¿Qué querían lograr? ¿Quién era su tío? ¿Había realmente una chica viviendo en una Cueva en el bosque? Y si eso era verdad, ¿por qué no querían la policía y el gobierno hacer algo al respecto?

–Mi mama nos forzó a aprender cosas que nosotros no necesitábamos saber en estos momentos porque ella quería que estuviéramos bien. Yo entiendo que quieres hacernos dejar el acantilado.

Eso fue malo para Martha, Osiris era inteligente y obstinado, no dejaría el acantilado. Ella pensó más rápido que cuando tenía que decir una excusa a su maestra o su madre. Por supuesto, no tenía excusas esta vez.

–Y mi mamá me enseño que tengo que proteger a los niños, tenemos que irnos, quizás otro día puedan volver con adultos y ayuda o solo hablar con adultos responsables. Prontamente, va a ser de noche.

Habacuc solamente observaba que pasaba, demasiado aburrido para él, al mismo tiempo Osiris se levantó tomando la mano de su hermano.

–Bien, iremos a casa.

–Pero, Osiris, nosotros hemos estado planeando esto por semanas. – Su tono de voz era preocupado, pero también sonaba traicionado.

–Habacuc, es más fácil para los adultos, solo piensa. Eres pequeño... – Esta vez, ella usó sus dos manos, una en la frente de Osiris para detenerlo, no quería otra mordida y la otra mano en la mejilla de Habacuc, y luego ella tenía un Habacuc ruborizado y un Osiris enojado por tocar a su hermano. –Si tuvieran 12 años, iría con ustedes, pero no.

–Espera, ¿qué? Tenemos 8 años, ¡solo por 4 años! – Finalmente, Osiris le quitó la mano y comenzó a caminar con los otros 2 detrás de él. Estaba pegada a ellos. Realmente, no los dejó solos porque decidió dejar a los gemelos en su casa. En realidad, ella iría con ellos otro día, quería saber todo y por qué eran así.

Días después, Martha estaba leyendo las noticias en Internet cuando vio algo que la dejó completamente helada y perpleja. La última novedad, una niña fue encontrada muerta por campistas en el bosque, más específico: en una cueva. Habría dicho que era una coincidencia si el bosque de las noticias no hubiera estado cerca del acantilado dónde se encontró con Osiris y Habacuc, los gemelos, raros e inteligentes.

Sintió que su cuerpo temblaba, lloró porque tenía miedo. Los niños tenían razón, una niña solitaria estaba en una cueva en el bosque, pero en ese entonces, ella y los gemelos tenían que aguantar con el peso de su muerte. Pero, si ella hubiera decidido ir con los niños, ¿habría vivido la niña? ¿O habrían muerto en el intento? Ella no sabía qué cosa creer. ¿La policía la dejó morir como Osiris le dijo? ¿Era la razón de la cara rara que hizo el niño? Ella nunca tendría respuestas para sus preguntas.