Aún dormida, podía sentir que había algo que tenía que hacer, pero sus ojos no cedían, no querían abrirse, el sueño era mayor a su fuerza para levantarse hasta que de pronto, escucho a la distancia un sonido. Al inicio era un leve tintineo en sus oídos pero poco a poco pudo escuchar más claramente hasta que pudo distinguir lo que era.

— ¡ Maya ! — escucho que le hablaban pero no pudo reconocer quién era 

— ¿ Mhm ? — dijo Maya aún un poco adormilada

— ¡ Maya ya es tarde ! — dijo la misma voz

Inmediatamente al escuchar eso abrió los ojos y se incorporó, con un poco de esfuerzo enfoco sus ojos al reloj que tenía en la mesilla al lado de su cama. Eran las 8:00 am. , diablos, ya había pasado la hora del desayuno, y las clases estaban por empezar.

Cuando por fin cayo en cuenta, salió disparada de su cama como un rayo, ni siquiera pensó en darse una ducha, pues apenas y llegaría a su primera clase, así que únicamente se colocó la túnica encima de la ropa y tomo los primeros zapatos que encontró.

— ¡ Gracias ! — dijo Maya a quién sea que la hubiera despertado y sin esperar respuesta salió corriendo a su clase

Mientras corría por los pasillos noto que las pocas personas que caminaban por los pasillos se le quedaban mirando, aunque al inicio la pareció un poco extraño, pensó que podría ser que se hubiera puesto un par de zapatos de un color muy brillante y por eso la veían tanto así que le resto importancia , además estaba corriendo por los pasillos a toda velocidad, ¿cómo no seria eso extraño?, pero no importaba,  no iba a llegar tarde a su primera clase del día.

Entro a toda velocidad al campo y conforme se acercaba  a donde  estaban sus compañeros disminuía su ritmo, cuando estuvo lo suficientemente cerca para acomodarse sigilosamente, camino tratando de no hacer ruido y  puso en fila esperando a que el profesor de la clase no se diera cuenta de su llegada.

— Entonces, se pondrán en equipos de dos personas y se lanzarán una quaffle, mientras vuelan en la escoba — termino el profesor

Después se concentro en formar los equipos y Maya casi pudo respirar con tranquilidad, pues el profesor no le dijo nada,  pero antes de terminar se volvió a escuchar la voz del profesor.

— Señorita Poulston, sería para todos los presentes un placer que fuera a ponerse la ropa adecuada para la clase — Dijo mirándola con reprobación

Maya confundida agacho la cabeza para observar el vestuario que traía puesto, checando lentamente cada cosa en su cuerpo y no noto nada extraño hasta que llegó al pantalón de pijama, inmediatamente sus mejillas se pusieron rojas. Sus compañeros reían en silencio a sus costados, y Maya quería que la tragara la tierra, había estado tan apurada por llegar a clase que había olvidado cambiarse la ropa, ni siquiera tenía el uniforme adecuado. A pesar de la vergüenza asintió a lo que dijo el profesor y pidiendo permiso se retiro para ponerse la ropa adecuada. 

Llegando a su habitación se cambió su pijama y se vistió con él uniforme correcto para su clase, aunque al terminar de hacerlo sus ganas de entrar a la clase eran nulas, no quería volver a que sus compañeros se burlaran nuevamente de ella. Así que solamente se sentó en su cama a esperar unos minutos más antes de volver, ya podría poner alguna excusa cuando volviera, pero cuando se sentó noto que había un pequeño pedazo de papel en su buró.

La nota....

Diablos, tuvo que haberse encontrado el día anterior con Orión, y no había podido ir...  Aunque sabía que podría hablarlo con su amigo en cualquier momento, se sentía un poco culpable de haber arruinado el momento que había preparado cuidadosamente. Ahora tendría que pedirle perdón por dos cosas, por no haber ido y por haberse ido de la clase.

Odiaba que se le olvidaran las cosas, odiaba decepcionar a las personas que quería, pero ya que había sucedido lo mejor sería hablar con él, por lo tanto tomo valor y decidió que se apuraría a clase y trataría de acabar rápido sus ejercicios para poder hablar con Orión. Salió de su cuarto y camino hasta la clase, donde todos ya estaban practicando, pero antes de entrar estaba Orión sentado en el pasto afuera, y al verla acercarse se paro rápidamente y le hizo una seña para que se acercara a el en silencio, parecía que se estaba ¿escondiendo?

— Señorita Poulston, por fin se digna a regresar — dijo Orión usando un tono similar al que el profesor había usado unos minutos atrás y  mirándola divertido con una media sonrisa

— Lo siento señor Black pero tuve unos problemas para regresar — dijo Maya tratando de sonar normal pero nerviosa por tener que disculparse

— Oh claro, el señor Flojera y la señora cama se metieron en su camino, como lo lamento — río Orión haciendo una voz sofisticada

Esta vez Maya no pudo evitar que una risa brotara de sus labios.

— Esta bien, lo siento, me tardé un poco, pero ya regrese — sonrío Maya a Orión

— Perfecto, porque le dije a el profesor que estabas enferma y vamos a irnos de aquí — dijo Orión levantándose del piso y tomando la mano de Maya haciéndola caminar hacia afuera del campo totalmente desconcertada

— ¿ Qué ? — dijo Maya apenas procesando la información

— Veras Maya, hoy no tengo ganas de entrar a clases, y creo que tú tampoco, así que le dije a el profesor que estas enferma y que necesitas ayuda, así podemos pasar un día juntos — dijo Orión muy lento como si le hablara a un niño pequeño 

— ¡ Hey ! , eso sí lo entendí — dijo golpeando el brazo de Orión — solamente que... ¿ Qué piensas hacer ? — pregunto Maya mirándolo

— Pues no se, simplemente pasear, o así, y... ¿ Sabías que no pegas duro ? — le dijo Orión riendo

Maya quería reír, pero en lugar de eso decidió molestarlo un poco, puso carita triste y lo miro tiernamente, mientras se cruzaba de brazos.

— No es cierto hermosa — dijo Orión abrazándola para que no se enojara con él, esto tomo por sorpresa a Maya, había dicho ¿Hermosa?, sus mejillas se tiñeron un poco de rojo

— Bien, pero si me sacaste de clases espero que tengas un día planeado — dijo Maya quitando su puchero e ignorando lo caliente que estaba su rostro

Y así fue como el día de los dos chicos apenas estaba empezando...