Capitulo III

Maya salió corriendo de su encuentro con Tom, las lágrimas caían por sus mejillas, las palabras de Tom la habían lastimado, ella sabía que no eran amigos íntimos ni nada por el estilo pero el punto de estar juntos un tiempo era conocerse, y que él le hubiera gritado significaba para ella que no quería que ellos dos se conocieran. Cuando miro la hora, se dio cuenta de que su periodo libre ya casi se terminaba así que se secó las lágrimas rapidamente y se encamino a su siguiente clase.

En él camino seguía sintiéndose mal por su pelea con Tom, pero logro no mostrar en su rostro lo mucho que le había afectado y secar las lagrimas que habían caído por su rostro. A ella le preocupaba su relación, aunque solo fuera de amistad era algo importante, era la primera persona con la que había hablado. Y ella estaba consciente de que Tom había pasado momentos difíciles solo con lo que sabía sobre el orfanato, pero eso no le daba el derecho de tratarla de esa manera.

La castaña por fin llego a su siguiente clase, que le tocaba con Orión, entro al salón temprano y se sentó en la parte de atrás del salón, unos minutos después llego Orión y se sentó a su lado

-Hola- saludo el azabache

-Hola- dijo la castaña con una sonrisa forzada, Orión frunció el ceño

-¿Qué paso Maya?- pregunto el azabache al darse cuenta del humor de la castaña

-Nada- contesto Maya intentando sonar normal

-Maya, dime que paso- insistió Orión, pues solo al darse cuenta que algo le molestaba, su corazón se había acelerado un poco al pensar que algo estaba mal

-Tom- fue lo único que pudo decir antes de que sus ojos se volvieran a llenar de lágrimas, pero cerro los ojos tratando de controlarse, no podía mostrarse así frente a su amigo, tenía que ser fuerte

-¿Otra vez?- dijo Orión molesto-¿Qué te hizo?- preguntó seriamente a su amiga

-El... Solamente fue sincero- dijo Maya con la voz apagada

-¿Qué te dijo?- insistió Orión apretando los puños, sabía que Tom no era sociable, pero que haya tratado mal a Maya no le parecía correcto pues con lo poco que llevaba conociendo a Maya le había tomado cariño 

-Nada malo- dijo Maya, Orión estaba a punto de reclamar cuando Maya lo interrumpió- y hay que dejar de hablar del tema, por favor- continuo cerrando así la conversación sobre Tom, sabía que si seguía hablando sobre ello acabaría llorando y no quería pensarlo de más o sacar conclusiones apresuradas solo por que sus emociones estaban frescas

El resto de la clase transcurrió en silencio, ninguno de los dos tenía realmente la atención puesta en las clases, Orión pensaba en tener una "conversación" amable con Tom sobre su amiga y Maya simplemente estaba pensando, tratando de evaluar lo que había sucedido más objetivamente. Terminando la clase, el periodo libre le tocaba esta vez a Orión así que Maya tomaría la clase de vuelo sola por lo que bajo hacia el campo para tomar la clase, que paso más lento que nunca.

El resto de las clases pasaron rápido, Maya evito a Orión en la clase de transformaciones ya que sabía que le haría más preguntas, incluso fue rápidamente al comedor para no encontrarse con ninguno de sus amigos cuando escucho una voz a sus espaldas.

-¡Maya!

Rápidamente reconoció la voz, era Tom, por lo que apresuro el paso para no tener que hablar con él, todavía no estaba preparada para eso, no había resuelto aún el como se sentía, no quería decir algo incorrecto y causar más problemas.

-¡Maya!

Volvió a escuchar la voz que la llamaba, por lo que acelero más el paso. Cuando ya estaba a punto de llegar a la puerta fue tomada de la muñeca y a pesar de su nerviosismo se dio la vuelta encontrándose con unos ojos cafés claro, ¿Realmente tenía que ser ahora?

- Que quieres- le dijo Maya sin mostrar expresión alguna tratando de controlar las millones de emociones que sentía en su interior

-Maya... yo- dijo Tom aún sin soltar su muñeca, pero fue interrumpido por Maya

-Tenías razón ¿sí?, si eso era lo que querías escuchar ahí está, si quieres dejo de hablarte pero ya no me vuelvas a gritar - dijo Maya explotando ante esos segundos de incertidumbre, y aunque inmediatamente se arrepintió de las palabras que salieron de su boca, se soltó del agarre de Tom y cambio de dirección hacía su habitación. Lo había arruinado de nuevo, sus emociones siempre la traicionaban en los momentos más importantes.

***

Después de que Maya se fuera Tom se quedó en medio del pasillo sin saber qué hacer, solo vio a Maya alejarse. Se quedo así otros 5 minutos hasta que por fin reacciono, ¿Qué demonios acaba de pasar? se sentía contrariado, creía firmemente que lo mejor era alejarse de la joven, pero algo dentro de él no lo dejaba sentirse en paz con lo que acababa de suceder por lo que en sus clases no pudo poner atención.

Lo reprendieron varias veces e incluso casi le imponen un castigo, pero como todos los profesores tenían cierto cariño hacia el pelinegro por su buen desempeño escolar no le ponían castigos. Al terminar su última clase fue directo a el gran comedor, después de haberlo estado pensando tenía que encontrar a Maya, la iba a alejar, pero no de esa forma, desde que le había gritado tenía una sensación de nerviosismo, nauseas, no quería sentirse de esa forma. Por lo que camino dispuesto a encontrar a la chica, y cuando estuvo cerca del comedor vio a la distancia a Maya. De pronto todas las nauseas desaparecieron, y en cambio empezó a sentir como si fuera atraído hacia Maya, quería estar más cerca, pero ¿por qué?, aun no entendía que era lo que estaba pasando, pero tal vez si evitaba las causas podría... ¿pasar tiempo con ella?

-¡Maya!- gritó el pelinegro antes incluso de darse cuenta, pero al parecer ella no se percató de que le hablaba, la adrenalina se acumulaba en su interior-¡Maya!- volvió a gritar pero ella solo acelero al paso para llegar al gran comedor

No podía permitir eso, si ella entraba no podría hablar con ella, ni deshacerse de la terrible sensación que lo perseguía, corrió hacia Maya y antes de que entrara la tomo de la muñeca de una forma firme pero sin lastimarla, no iba a permitir que esto siguiera así, cuando finalmente la detuvo sintió como ella se tensó a su toque, y aunque su primera reacción era soltarla, se mantuvo firme.

-Qué quieres- dijo Maya de una forma un poco brusca, pero no la culpaba, y no tenía efecto alguno en él, cuando se trataba de ser distante, era el mejor.

-Maya... yo- dijo tratando de ordenar sus pensamientos. No sabía bien que debía decir, no sabía si quiera que era lo que esperaba de no estar peleado con la joven. ¿Había algún beneficio? ¿Por qué? ¿Por qué estaba haciendo esto?

-Tenías razón ¿sí?, si eso era lo que querías escuchar ahí está, si quieres dejo de hablarte pero ya no me vuelvas a gritar- dijo Maya desviando su mirada, lo que hizo sentir a Tom una punzada cerca del corazón, ¿le había lanzado algún hechizo? frunció el ceño, ¿Qué clase de sensación era esta?

La vio de nuevo irse y su cuerpo no respondió de nuevo, Tom se sintió impotente pero no había nada que pudiera hacer, o tal vez sí, pero tendría que pensarlo más primero. Lo único que pudo hacer fue ir a cenar, cenó en silencio, luego se fue a su habitación y se acostó en su cama.

Le habían pasado muchas cosas estos dos días y tenía mucho sueño, pero había algo que había descubierto mientras pensaba y re analizaba todo lo que había vivido con Maya. Se fue a dormir con solo un pensamiento en la cabeza: Quería conocer más a fondo a Maya Poulston.

***

Maya llego corriendo a su habitación y se acostó en su cama, entero su rostro en las sábanas, no sabía que hacer, esa situación la hacía sentir muy débil, odiaba sentirse así, la única vez que se había sentido así fue una terrible época y recordar eso solo hacía que más lágrimas se acumularan en sus ojos, pero no quería volver a vivir momentos que pudieran arruinar su felicidad, no dejaría que esos sentimientos la tiraran al suelo.  Se miró en espejo que había junto a su cama y sonrió

-Esto lo hago por tic- dijo Maya sosteniendo fuertemente el collar que colgaba se su cuello, se acostó de nuevo en la cama y se quedo dormida

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