Capítulo 5 "Manipulación"

Los primeros rayos del sol, comenzaban a filtrarse a través de la ventana del cuarto de Lincoln, golpeando con suavidad su rostro para levantarlo, poco a poco el chico se fue incorporando, mientras que sus ojos irritados de tanto llorar, se acostumbraban poco a poco a la luz, desde fuera de cuarto, podía oír como sus hermanas, ya se encontraban peleando por ser las primeras en entrar al baño, pero esto a él ya no le importaba, de hecho, no quería ser visto por ellas, pues sabía que cualquier descuido, por pequeño que fuese probocaria que estas se dieran cuenta, de las marcas en su cuerpo, cosa que quería evitar a toda costa, así que simplemente, se quedó sentado al borde de su cama en silencio, esperando a que el tiempo pasara, para poder salir sin ser visto. Por otra parte las chicas Loud, se encontraban ya formadas en frente de la puerta del baño, sin percatarse que su único hermano estaba ausente, fue solo Lori la que se extraño al ver que Lincoln, no estaba con ellas en ese momento.

Lori: Oigan chicas, por que Lincoln no está aquí?

Luna: No lo sé hermana, quizás solo se quedó dormido.

Lynn jr: O quizás está muy ocupado haciéndose cargo de su "amiguito".

Leni: Lincoln trajo a un amigo anoche?

Luan: Sí, quizás levantarse resultó ser la segunda cosa más "dura" para él hoy, entienden?

Las risas de las hermanas Loud no se hicieron esperar, siendo las únicas a las que no le hicieron gracia esos comentarios Lucy, Lisa y Lori, las cuales desde anoche ya sospechaban que algo malo le pasaba a su hermano, y la forma tan infantil y arrogante con la que el resto de sus hermanas, se estaban tomando la situación no hizo más que molestarlas un poco.

Lori: Habló en serio chicas! Lincoln ha estado actuando raro desde anoche, además él siempre es de los primeros en levantarse para intentar ganar el baño.

Luan: Vamos Lori te preocupas demasiado, seguramente sólo estaba más cansado de lo que pensamos ayer y por eso no se ha levantado aún.

Luna: Sí hermana relajate, digo que es lo peor que le pudo haber pasado, recuerda que ayer estuvo todo el día con Becky, así que no creo que le haya pasado nada grabe.

Lori: Quizás tengan razón, pero aún no puedo dejar de preocuparme por él, podrá ser más capaz de lo que pensamos pero sigue siendo solo un niño.

Lynn jr: Cómo sea, si tanto te preocupa por qué no le preguntas a tu amiga si sabe algo.

Curiosamente, la idea de la chica deportista no sonaba tan mal, de hecho parecía ser una buena idea, por lo que Lori se dispuso a hablar con su amiga pelirroja en cuanto la viera, pero por ahora, aún tenían que prepararse todas para poder asistir a la escuela, así que dejando el tema de lado, siguieron con su día, hasta que finalmente ya no quedaba ninguna de ellas en el pasillo, cosa que aprovecho el chico albino para por fin, salir de su cuarto darse un baño caliente, una vez que terminó, comenzó a cambiarse dentro del mismo baño, para no arriesgarse a ser visto por alguna de sus hermanas, teniendo cuidado de ocultar muy bien, todas las marcas de abuso de su cuerpo, una vez cambiado, fue hasta el cuarto de Leni y Lori, donde tomó algo de maquillaje de estas, para terminar por ocultar las marcas en su cuello, ya estaba listo para bajar y encontrarse con su familia, cosa que hizo viendo que todas sus hermanas y sus padres ya estaban sentados en el comedor desayunando.

Señor Lynn: Buenos días hijo, dormiste bien?

Lincoln: Sí, dormi bien.

Rita: Estas seguro hijo? Porque hoy te levantaste bastante tarde, ya iba a mandar a una de tus hermanas para que bajaras a desayunar.

Lincoln: Estoy bien, solo estaba algo cansado de ayer.

Lisa: Recuerda que el deshcanso esh algo necesario, para poder llevar a cabo lash funshiones biológicas de forma óptima a lo largo del día, shi tienesh problemas para dormir, podría fashilmente inventar una fórmula que acabará con tu shiclo anormal de sueño.

Lincoln: Gracias Lisa, pero estoy bien, tranquila.

El resto de la mañana transcurrió de forma normal y tranquila, hasta que llegó el momento de ir a la escuela, una vez que ya todos estuvieron listos para irse, el señor Lynn dejó a cada uno de sus hijos en sus respectivas instituciones, para Lincoln la escuela jamás se había sentido tan segura y acogedora como en ese momento, se sentía como un lugar seguro, además de poder estar con sus amigos, los cuales de cierta forma, lo ayudaban aunque fuese solo un poco a ignorar sus pensamientos, sobre todo al poder estar con Clyde y Ronnie Anne, pues debido al alivio momentáneo que sentía el chico albino, había olvidado por completo las amenazas de Becky, sobre mantenerse alejado de la chica Latina, cosa de la cual afortunadamente par él, pensó que la chica pelirroja no se daría cuenta, hasta que en medio del receso, su celular comenzó a zonar, en cuanto vio de quien se trataba sintió que su sangre se helaba, y que él tiempo se había parado a su alrededor, era ella, él no quería contestar la llamada, pero sabía que no podía hacerla enojar, así que antes de contestar, se alejo de sus amigos con la excusa de ir al baño y una vez que estuvo lo suficientemente lejos como para no ser escuchado, contestó la llamada.

Becky: Hola conejito, dime por qué tardaste tanto en contestar?

Lincoln: Ho-hola Becky, y-yo lo siento, es que, estaba con mis amigos, y no quería que nos escucharán.

Becky: En serio? Espero que no me estés mintiendo conejito, recuerda que es lo que pasará si le dices algo a alguien.

Lincoln: No! Y-yo... te juro que no dije nada, por favor, no subas esas fotos.

Becky: Tranquilo conejito, solo estaba jugando contigo, es que eres tan lindo cuando estas asustado, que me dan muchas ganas de poder estar ahí contigo, para poder divertirnos como ayer, lo recuerdas?

Luego de decir eso, la chica pelirroja comenzó a soltar unas leves risitas, a la vez que el albino podía escuchar su pesada respiración desde su celular, en ese momento sintió unas ganas inmensas por colgar la llamada, y arrojar muy lejos su teléfono para no tener que volver a hablar más con ella, pero no podía hacerlo, por lo que simplemente siguió con la conversación.

Lincoln: Qu-que es lo que quieres Becky?

Becky: Qué acaso no puedo llamar a mi pequeña mascota para ver como esta?

Dijo la pelirroja con un tono burlon y pícaro.

Becky: Aunque admito que sí quiero algo de ti conejito, quiero verte, quiero poder tenerte aquí conmigo, aunque sea solo en una fotografía.

El chico comprendió entonces, que era lo que la chica pelirroja quería de él, cosa que no le agradaba en lo más mínimo y no dudo en hacérselo saber.

Lincoln: No, no pienso hacer eso, no voy a mandarte una fotografía mía, simplemente no voy a hacerlo.

Becky: A caso estas reusandote a obederme? Es que acaso, ya se olvidó lo que puedo hacer si me haces enojar? O quizás ya olvidaste lo que hicimos ayer? A caso olvidas que no usamos protección? Que crees que pasaría si me llegarán a encerrar, en serio serias capaz de dormir tranquilo, sabiendo que tu hijo está ahí fuera solo?

Si bien las palabras de la chica no eran más que una gran farza, un chantage para persuadir a Lincoln y manipularlo, pues ella había tomado una pastilla antes de lo que pasó y después esa misma mañana, para evitar presisamente que pasara lo que ella estaba diciendo, el chico albino no sabía esto, razón por la cual las palabras de su agresora, se sentían como un una peñalada en el pecho, como si su corazón estuviese siendo estrujado y desgarrado dentro de su pecho, finalmente el remordimiento y el miedo, fueron tales que el chico, simplemente no se resistió en lo más mínimo.

Lincoln: Está bien, l-lo haré, dime, co-como quieres que lo haga?

Becky: Lo ves? No te cuesta nada ser obediente, conejito. Ahora escucha, quiero que vayas a un lugar privado, y entonces me llames, si no lo haces bueno, creo que no hace falta repetirte lo que va a pasar.

Con resignación, el chico albino se dirigió hasta los baños de su escuela, para luego encerrarse dentro de uno de los cubículos, así asegurándose de que nadie lo molestaría o lo vería, luego de eso, marcó el número de la pelirroja, la cual no tardó nada en contestar.

Lincoln: Becky escucha, no podemos hacer mucho ruido, estoy en el baño y si alguien me escucha hablando contigo, pueden atraparme.

Dijo el chico albino con una voz muy baja, casi susurrando.

Becky: Está bien conejito, prometo no ser ruidosa, por cierto, acabo de mandarte algo, para ayudarte a ponerte de humor.

El chico vio entonces su celular, había recibido una notificación de un mensaje, él ya se intuía lo que era, pero de todas formas lo abrió y se encontró con lo que se esperaba, era una foto de su agresora, la cual aparentemente, estaba metida también en los baños de su escuela, en la foto, la chica estaba levantando su prenda superior, exponiendo así sus pechos, quizás en otras circunstancias, aquel hecho hubiese sido algo incluso, de lo que se hubiera alegrado, pues era un chico después de todo, pero con todo lo que había pasado y la manipulación de la cual estaba siendo víctima, aquella imagen no hizo más que causarle repudio, pero lo que para él era lo peor de todo, es que por más que su concsiencia le dijera que todo en aquella situación estaba mal, su cuerpo lo traicionaba, pues su miembro comenzá a ponerse erecto con aquella imagen, fue solo cuando Becky volvió a hablar, que el chico pudo salir de sus propios pensamientos.

Becky: Espero que te guste conejito, pero ahora es tu turno, quiero que te quites la camisa y me dejes ver tu cuerpo.

El chico albino no contestó ni siquiera una sola palabra, solo se limitó a hacer lo que la que la chica pelirroja le pedía, por lo que con sus manos temblorosas, se desprendió de su prenda superior, dejando al descubierto su torso desnudo y lleno de marcas de abuso por todos lados, como mordidas, rasguños y chupetones, los cuales le había dejado su agresora el día anterior, su cuerpo comenzó a estremeserce, no por frío, si no por una combinación de miedo e ira, miedo por temor a ser descubierto si alguien entraba, pues aunque estuviera enserrado en el cubículo, sentía que en cualquier momento alguien entraría y lo vería, ya fuese por encima o por debajo del susodicho cubículo e ira, por la impotencia que sentía, de no ser capaz de resistirse a las peticiones de su agresora, así que sin perder más tiempo, tomó la primera foto, y se la mando por mensaje a la pelirroja, quien no tardó en verla.

Becky: Dios, como es que eres tan lindo conejito? Y veo que hice un buen trabajo marcando mi propiedad.

Dijo antes de empezar a reír levemente otra vez.

Becky: Bueno conejito, ahora quiero que te quites los pantalones.

El chico albino se estremeció violentamente ante aquella petición, sentía como un escalofrío recorría por completo todo su cuerpo, todo producto del asco que le provocaba la sola idea de hacer semejante cosa, pero una vez más, no le quedó otra opción que obedecer sin poder resistirse, así que lentamente comenzó a bajarse los pantalones, hasta quedar completamente expuesto, entonces tomó una segunda fotografía, la cual envió una vez más a Becky, que de nuevo no tardó en responder.

Becky: Eres tan lindo conejito, a pesar de que te ves tan patético, sigues siendo tan adorable, eres tan perfecto, que me vuelves completamente loca, bueno, ahora quiero que te des vuelta y me dejes verte de espalda.

El chico obedeció una vez más, dándose la vuelta para tomar una tercer foto, esta vez, dejando ver su espalda, que estaba igual de marcada por rasguños y mordidas como su pecho y abdomen, también dejando ver sus glúteos. Luego de unos momentos, el celular del chico comenzó a vibrar, mostrando un mensaje en la pantalla que le indicaba, que la chica pelirroja deseaba iniciar una videollamada, por un momento el albino dudo sobre contestarle, pero como no quería hacer enojar a su agresora, decidió contestar la llamada, grande fue su sorpresa cuando lo que vio fue a Becky, sentado en uno de los retretes del baño, mientras de daba placer a sí misma.

Becky: Puedes ver lo mucho que te amo conejito? Esta es la forma en la que me haces sentir, ahora por que no te me unes? Quiero ver tu lindo rostro mientras te masturbas pensando en mi.

Lincoln: Pe-pero Becky, no puedo hacer eso aquí, qu-que tal si alguien entra y m-me escucha?

Becky: A caso crees que me importa? Ya oíste que es lo que quiero, así que hazlo.

El chico albino completamente resignado, comenzó a hacer lo que la pelirroja le había dicho, mientras no dejaba de enfocar la cámara de su celular sobre si mismo, dejando ver a Becky todo lo que él hacía, la chica por su parte, estaba disfrutando cada momento de aquello, haciendo su mejor esfuerzo por contener su voz, mientras se autocomplacia, mirando como su víctima hacia todo lo que ella le pedía, sin embargo, aquello era demasiado para el pobre albino, quien acabó antes que su agresora, lo que decepcionó a la pelirroja, pero esta está tuvo una nueva idea, de como divertirse con su desafortunada victima.

Becky: Estoy tan desepcionada de ti conejito, pero esta bien, puedo perdonarte, si juegas algo más.

El chico sabía a lo que ella se refería, pero no quería hacerlo, simplemente se quedó en silencio mientras que las lágrimas comenzaban una vez más a salir de sus ojos, cosa que no le agrado a Becky, quien lo amenazó una vez más, finalmente el chico albino, comenzó a introducir lentamente uno de sus dedos a través de su retaguardia, mientras se lo mostraba todo a la pelirroja, la cual sólo veía atenta mientras respiraba de forma agitada y pesada, aquella acción era bastante dolorosa para Lincoln, pues jamás había hecho algo así, o si quiera se le había cruzado por la cabeza hacerlo, sentía ardor y dolor por aquel acto, lo que solo hizo que las lágrimas, comenzarán a salir con una mayor intensidad de sus ojos, por un momento sintió alivio, cuando escucho la campana de la escuela que anunciaba el final del receso, igual que desde su celular, se podía oír la misma campana, pero de la escuela de Becky, sin embargo esta lo obligó a quedarse en ese lugar hasta que ella acabará para sentirse satisfecha, y así lo hizo hasta que finalmente, la chica pelirroja había terminado, dando así fin a su enfermizo juego, del cual había obligado a Lincoln a ser participe.

Becky: Lo hiciste muy bien conejito, bueno no quiero que te metas en problemas, así que date prisa y ve a clases.

Dijo la chica pelirroja para luego colgar la llamada, dejando solo de nuevo a un Lincoln humillado, que se sentía asqueado con si mismo, el cual no dejaba de sollozar dentro de aquel cubículo mientras que comenzaba a vestirse nuevamente, sin embargo, una voz interrumpió sus lamentos.

Clyde: Lincoln, estas aquí? La señorita Johnson me mandó a buscarte.

El albino, lleno de pánico, limpio rápidamente sus lágrimas antes de salir del cubículo para encontrarse con su amigo, el cual lo vio con preocupación al notar que este, había estado llorando.

Clyde: Que pasa amigo? Estas bien? Paso algo malo?

Lincoln: Estoy bien, solo... solo vamos a clases.

Clyde: Amigo, si te pasa algo malo puedes decírmelo, sabes que te apoyo.

Lincoln: Estoy bien Clyde, solo, vámonos por favor.

Clyde: Lincoln, en serio que es lo que está pasando?

Dijo el chico afroamericano, mientras ponía su mano sobre el hombro de Lincoln, acción que el albino no se tomó nada bien, volteando se para encarar a su amigo.

Lincoln: Ya te dije que estoy bien!! Dejame en paz quieres!?

Dijo mientras empujaba a su amigo, cosa que asustó y desconcertó al joven de pelo negro, el cual solo miró con preocupación como Lincoln, comenzaba a alejarse con rumbo al salon de clases, dejándolo atrás en aquel lugar, mientras que por su parte Becky, ya se encontraba en su salón de clases, disculpándose por su tardanza, y tomando lugar en su asiento del salón, mientras no paraba de sonreír de forma burlona por lo que había hecho, pues no sólo había obligado a Lincoln a hacer todo eso, en contra de su voluntad, si no que además, había grabado toda la conversación y ahora la tenía guardada en su celular, lo que ponía a Lincoln en una posición aún más delicada, de la que estaba originalmente, demostrando lo mucho que amaba no sólo abusar del pobre albino, si no además atormentarlo.

Fin del capítulo 5.

Bueno ahí lo tienen, la quinta parte de esta historia, que será lo que le pasará a nuestro albino a partir de ahora? Pues si quieren saberlo tendrán que seguir leyendo, así que les pido que sean pacientes, mientras trabajo en la siguiente parte para traerselas lo antes posible, así como también recordarles que pueden apoyar este pequeño proyecto, votando por esta historia, siguiendome, compartiendo la historia con sus amigos y comentando, que yo con mucho gusto estaré leyendo todo lo que tienen para decirme, ahora sí adiós.

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