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Zarpa de Luna miró a Estrella Melada —Me niego a ser aprendiza de Vuelo de Pájaro —maulló.

Estrella Melada movió las orejas. Sus ojos brillaban con tristeza fría. Pero no le hizo caso a la aprendiza.

—¿Eso es lo que quieres, Nariz Frondosa? —preguntó el líder. Su cara denotaba todos sus sentimientos.

La antigua lugarteniente enseñó los dientes en un bufido.

—Antes muerta —masculló— prefiero morir antes de servirte. —miró a los gatos allí reunidos— No abandonaré el clan, si es lo que estáis pensando. Pero no seguiré secundando mentiras.

Todos los gatos del clan estaban en silencio.

¡Cobardes! ¡Deberiais todos ser proscritos! ¡Replicad!

Una fuerza oscura recorrió el manto de Zarpa de Luna de la cola hasta las orejas. Sacó las garras, pequeñas por su corta edad.

¡Oh, un alma nueva se une! La aprendiza escuchó una voz extraña. No era suya, pero estaba en su cabeza.

¿Quién está hablando? Preguntó mentalmente.

¡Un gato, mi querida, y me temo que uno muy, muy malo! Fue la aterradora respuesta.

Zarpa de Luna se estremeció. Cuando alzó la cabeza, notó que su madre se había ido. El líder la miraba desaparecer por detrás del arbusto.

Vuelo de Pájaro miró a su aprendiza. Sus ojos brillantes irritaron a la gatita.

¡Mátalo! ¡Es un curandero! No te dañará... Creo. Tiene peor humor que un zorro... O mi madre. Como sea, ¡mátalo!

Esa estúpida voz de nuevo. La oferta sonaba tentadora, pero Zarpa de Luna era una gata de Clan, y matar a otro gato rompía el código guerrero, por lo que mantuvo su cabeza firmemente arriba.

Niebla Nocturna le dirigió una mirada inquisitiva desde la roca en la que estaba sentada. Ella también estaba ladeando la cabeza, como si estuviera escuchando algo.

Zarpa de Luna probó algo que tenía pocas posibilidades de éxito.

¿Niebla Nocturna? Preguntó ¿Eres tu?

La voz mental volvió a la carga ¡JA! ¿Yo, Niebla Nocturna? ¡No soy mensajero, por el amor de los campañoles que faltan aquí!

Zarpa de Luna volvió a mirar a Niebla Nocturna. Se la veía molesta, pero trataba de enderezarse, disimulando.

¿A qué te refieres con mensajero? ¿Cómo te llamas? ¿Por qué...?

—Entonces, Zarpa de Luna, espero que aprendas sobre la medicina y lo que Vuelo de Pájaro te enseñe. Ahora eres, oficialmente, su aprendiza. Empieza tu entrenamiento con valor. —maulló el líder con voz cascada. Intentó darle un lametón respetuoso a Zarpa de Luna, pero ésta lo esquivó. Los gatos dieron un respingo.

Estrella Melada no hizo nada, salvo mirarla con tristeza.

***

—¡Aprendiza! —llamó Vuelo de Pájaro. La llamaba así a propósito, sabiendo que Zarpa de Luna odiaba su entrenamiento.

—¿Qué pasa, Vuelo de Pájaro? —la gata gris, obligándose a usar un tono respetuoso, aunque apretando los dientes. Habían pasado tres atardeceres desde que se nombrara aprendiza a Zarpa de Luna. Habían sido tres atardeceres terribles: la gata gris había sufrido el sarcasmo y el mal humor de su mentor.

Si tan solo... La gata no encontraba consuelo alguno. Entonces apareció el curandero. Parecía molesto.

—Pluma Gris está esperándote. —masculló el gato. Movió la cola y se fue.

Pluma Mojada era el nuevo lugarteniente del clan. Sabio y leal, aunque joven, el gato negro era el ideal para el puesto. Era muy amable con ella y con el otro aprendiz, Zarpa de Tórtola.

Zarpa de Luna se apresuró a ir a la guarida de los guerreros. Un gato llamado Salto Salvaje la saludó con un movimiento de la cabeza.

—¿Se encuentra aquí Pluma Mojada? —preguntó la gata.

El gato rojizo se quedó en silencio, pensando, pero lo interrumpió un gato atigrado claro. Su nombre era Onda de Sal.

—Lo he escuchado hablando con Estrella Mojada —la aprendiza hizo una mueca. Agradeció con un gesto y se dirigió a la guarida del líder.

En el camino, escuchó una fuerte discusión. Curiosa, asomó la cabeza por un arbusto de acebo. Dos gatos, demasiado lejos para reconocerlos, estaban yendo hacia el Sauzal Empinado, el bosque más cercano que tenían.

Los seguiré, decidió la aprendiza. Si se peleaban con garras y dientes, ella podría separarlos. Se internó en una grieta en las rocas, su salida secreta del campamento. Lo había encontrado mientras buscaba milenrama para su mentor. Pluma Mojada puede esperar.

Cuando se acercó más a ellos, percibió sus olores: Niebla Invernal y Pluma Mojada. Zarpa de Luna movió la cabeza, desconcertada. ¿Qué hacía allí el lugarteniente?

729 palabras ewewewewe.

Como que cada vez escribo más :v

Se me ocurrió la historia de CADA UNO de los personajes que van apareciendo. Todos tuvieron un rol importante es sus respectivos relatos. Pueden pedir.

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