Vuelo de Pájaro está más enojado que de costumbre. Pensó Zarpa de Luna con miedo.

El gato movió la cola con furia. —Ve a buscar fárfara para Niebla Nocturna. La muy inútil comió demasiado rápido y eso le ha hecho mal a su respiración.

—Claro. —se apresuró a decir la aprendiza, sin tener idea de como era la fárfara. ¿Que hago si no sé cómo es la fárfara?

La gata salió corriendo de la guarida, con preocupación. Era por eso que la guerrera tosia cuando le había preguntado sobre Ala de Fénix.

¡Ala de Fénix! Chilló Zarpa de Luna en su cabeza.

Para su sorpresa, la voz del guerrero respondió instantáneamente. ¿Que demonios necesitas?

Pasando por alto el malhumor del gato rojizo, la aprendiza le dijo lo que necesitaba.

¡No era curandero! ¿Cómo quieres que lo sepa? Lo único que se es que es una flor, pero nada más.

Zarpa de Luna salió del campamento, buscando con la mirada un pequeño agujero en el suelo. Lo había visto la primera vez que había salido del campamento, y sabía que, si seguía derecho en la dirección del hueco, encontraría el Río Plateado, que, según Zarpa de Tórtola, era una de las tantas fronteras con el Clan del Manzano. Pensar en el aprendiz marrón le dio una sensación cálida.

Cuando llegó a la gran corriente de agua, vió un par de arbustos que estaban llenos de florecillas. ¿Eso era fárfara? Vuelo de Pájaro le había dicho que cerca de la frontera estaba ésta planta, pero no estaba segura y no quería equivocarse, porque podría poner la vida de Niebla Nocturna en peligro.

—¡Oye! ¿Que haces tu aquí, de nuevo? —preguntó una voz, con tono burlón.

Zarpa de Luna se volteó con la velocidad de un rayo. Se encontró con unos ojos verde oscuro que la miraban con gracia.

—¡Esperaba que esta vez estuvieras de nuestro lado de la frontera! —maulló. Era una gata negra que le resultaba muy familiar.

—¿Tu eras... Estrella-Zarpa de Acebo? La que estaba con Zarpa Caída y con la otra gata. —preguntó la aprendiza de curandero. La había reconocido.

Zarpa de Acebo ronroneó. —No eras tan tonta como parecías, ¿eh? —de pronto, pareció alarmada. —Mira, si mi mentor me encuentra ahora mismo, me convertirá en presa de tejón.

A Zarpa de Luna le pareció muy graciosa la comparación, pero no dejó hablar a la gata. —¡Alto! Necesito fárfara. ¿Sabes si éstas flores lo son? —señaló el arbusto con la cola.

Zarpa de Acebo asintió con la cabeza, pero puso cara de extrañeza. —¿No te lo han enseñado? Zarpa Caída me dijo que eras aprendiza de curandera.

—Si, pero Vuelo de Pájaro no me enseña nada. Se enoja conmigo y me daña. —replicó con un poco de temor. La gata negra la miró sorprendida.

—¡Avísale a tu líder!

Zarpa de Luna hizo una mueca, como cada vez que alguien mencionaba a Estrella Melada. Zarpa de Acebo pareció notar lo que pensaba, porque no habló. Quedaron unos segundos en silencio, hasta que la gata negra se levantó como si le hubieran dado una descarga eléctrica.

—Zarpa de Luna —empezó. —Esto es importante, ¿Cuántas lunas tienes?

¿Por qué me pregunta eso? Es obvio.

—Cinco, claro. ¿Por qué? Acabo de empezar mi entrenamiento.

Zarpa de Acebo la miró con incredulidad. —Imposible. —luego movió la cabeza. —No importa. Escúchame con atención. Mírame.

Zarpa de Luna la observó. —¿Qué?

La gata negra hizo un gesto que abarcaba todo a su alrededor. —¿Dónde estoy?

¿Es acaso una pregunta con trampa?

—Eh... ¿Estás frente a mi...?

—No. Me refiero a... ¿En que territorio estoy? —preguntó la gata.

—Estás en el territorio del Clan de la Colina. —dijo, dudando la aprendiza.

—¡Si! ¡Ese es el punto! —maulló la gata negra. —¿Te parece normal que yo, una gata del Clan del Manzano, este aquí?

La gata plateada se dió cuenta de lo que quería decir la aprendiza del otro clan. —No deberías estar aquí... —murmuró entre dientes. —No es tu territorio.

—¡Eso es lo que no entiendes! ¡Has dejado entrar a una gata enemiga!

—Pero tu no eres mi enemiga. —replicó confundida Zarpa de Luna.

—¡Si! Así lo indica el código guerrero. Mira, Zarpa de Luna. No puedes entrar al territorio del Clan del Manzano cuando quieras. No deberías haberme dejado quedarme aquí, hablando contigo como un par de veteranas. ¿Entiendes?

Con tristeza, la gata asintió. Zarpa de Acebo asintió también, como cerrando un trato. Caminó un par de pasos hacia la frontera, pero se volvió cuando Zarpa de Luna le hizo una última pregunta.

—¿Por qué has preguntado cuantas lunas tenía? Sabías que había empezado mi entrenamiento y que por ello, debía tener cinco lunas. Tu también tienes cinco, ¿verdad?

La gata negra negó lentamente con la cabeza.

—El tener cinco lunas para empezar el aprendizaje... Es una tradición común entre los proscritos.

...

—¿Has traído la fárfara? —preguntó el curandero. —No trajiste bayas, ¿Verdad?

Zarpa de Luna negó con la cabeza y dejó las flores sanadoras en la entrada de la guarida. —¿Necesitas algo más?

Vuelo de Pájaro la miró examinándola. —No por ahora. Necesito que hagas una cataplasma de caléndula para Pluma Mojada, que se ha raspado con una roca demasiado afilada. Luego le llevarás dos semillas de adormidera a Lengua Afilada y otras dos a Estrella Melada.

La aprendiza asintió, feliz. Le gustaba que Vuelo de Pájaro le diera trabajo. Mascó la caléndula hasta formar una pasta, y aplicó la cataplasma en el corte de Pluma Mojada, que iba de la cabeza hasta la pata delantera derecha.

—¡Guau! Gracias, Zarpa de Luna —dijo agradecido el lugarteniente, suspirando. —¡supongo que tendré más cuidado la próxima vez!

La gata plateada le guiñó el ojo y fue a llevarle las semillas a la reina y al líder. Ambos habían tenido un buen día, y le agradecieron tan cálidamente como Pluma Mojada, lo que significó un gran cambio para Zarpa de Luna.

Ya el cielo se estaba oscureciendo. La aprendiza se dirigió hacia la maternidad: quería despedirse de los cachorros antes de irse a dormir. Entró suavemente, para no despertar a Lengua Afilada, pero se sorprendió cuándo vio que la reina, despierta, hablaba con Estrella Melada.

—¡...avisarles! Ésta es tu últi... —la gata se frenó cuándo notó que Zarpa de Luna estaba en la entrada.

El líder anaranjado la miró con tranquilidad. —No tienes que preocuparte, Lengua Afilada. Zarpa de Luna, ¿No deberías estar en la guarida de los aprendices?

La gata plateada miró sus patas con incomodidad. —Quería saludar a los cachorros... Ya me voy. Que tengáis unas buenas noches. —inclinó la cabeza respetuosamente y caminó lentamente hacia el arbusto de los aprendices.

Cuando llegó, buscó algún lecho para ella, que no tenía porque siempre había dormido en la guarida de Vuelo de Pájaro, pero no había. ¿Tendría que ir a buscar musgo? A decir verdad, no le apetecía mucho ir a recogerlo en ese momento. Tenía mucho sueño.

Vió a Tigrina, que estaba enroscada cómodamente en un lecho. No estaba Zarpa de Tórtola, y la aprendiza de curandero se preguntó donde estaba. Estaba a punto de despertar a la gata atigrada para preguntarle si sabía donde había musgo, pero observó con sobresalto como Tigrina abría los ojos de repente.

—¡Si, Nubarzo, ya voy! —maulló Tigrina en voz más alta de lo necesario. Luego se dió cuenta de la presencia de su compañera y se dió unos lamentones rápidos en el pecho, avergonzada. —Lo siento, Zarpa de Luna... ¿Buscas musgo? Zarpa de Tórtola dijo que hoy iba a traer un poco.

¡No voy a esperar a Zarpa de Tórtola! Gruñó mentalmente la aprendiza. De pronto, vió un lecho armado en el fondo de la guarida. —¿Y ese de quién es?

La aprendiza atigrada reparó en lo que estaba diciendo y carraspeó. —Ese lecho era de Zarpa de Águila... Mi hermano. Él... Ha muerto. —le temblaron las comisuras de los labios.

—Oh... —la gata no sabía que decir. No le pareció adecuado dormir en el lecho del difunto hermano de la aprendiza, por lo que salió de la guarida, dispuesta a conseguir más musgo.

Chocó de lleno con Zarpa de Tórtola, que venía distraído con un material color amarillo, además del musgo prometido. —¡¿Pero que demonios...?!

—¡Lo siento! —masculló la aprendiza plateada. Rápidamente, recogió lo caído y formó un lecho con él. Se recostó y lamió sus patas sin muchas ganas. Apoyó la cabeza en el musgo y se durmió, sintiendo el aroma de Zarpa de Águila.

1409 palabras!!!! Por el big starklan! No fue a propósito, terminé de escribir y dije: ¡¿WTF?!

El siguiente cap es el número 15!! Wow, no pensé que llegaría :'D
Haganle preguntas a los personajes! No actualizo hasta tener cierta cantidad de preguntas, ok? Si las respuestas dan mucho spoiler, bueno... Ya se verá 7u7

Wow, capítulo 15 y el segundo que subo en tres días... Wow