Quiero encontrar mi destino

-"Ánimo Rose, sólo tienes que pedirle permiso a mamá y a papá para que te dejen ir a Francia"-pensaba la joven mientras bajaba las escaleras para encontrarse con sus padres.

En aquel momento, el Sr. Gold y su esposa Lacey se encontraban en la cocina preparando la cena y en cuanto oyeron los pasos de su hija, ambos se giraron para saber si necesitaba algo.

-Hola cariño, la cena estará lista en un momento- informó su madre al mismo tiempo que volvía a sus tareas.

-Gracias mamá, pero en realidad quería preguntaros algo- dijo Rose un poco nerviosa.

-¿El qué cielo?- preguntó el Sr. Gold.

-Veréis, ya sabéis que mi mayor deseo ha sido viajar a Francia y ya que soy mayor de edad me gustaría mucho que me dierais permiso para ir- explicó Rose confiando en que sus padres aceptaran su petición.

-Cariño es una idea maravillosa, ¿cuándo te irías?, hay que preparar las maletas seguro que en esta época del año hará mucho frío- contestó Lacey mientras abrazaba a su hija.

Para Rose, Lacey era la mejor madre del mundo, siempre la animaba a probar cosas nuevas, incluyendo además, viajar por todo el mundo, pero el problema era que su padre no quería que su pequeña se fuera a un país desconocido, con gente que podría engañarla o dañarla de alguna manera u otra.

-Me temo querida que nuestra hija no irá a ningún sitio- respondió su padre mientras se acercaba a ellas.

-Papá escucha, sé que tienes miedo de que me vaya a un país extranjero, pero entiende que yo quiero es encontrar mi destino y para poder hacerlo necesito que confíes en mí y me dejes ver el mundo con mis propios ojos- respondió Rose mientras su padre la miraba con detenimiento.

El Sr. Gold meditó durante unos minutos mientras su esposa y su hija le miraban suplicantes, entonces, una pequeña sonrisa empezó a dibujarse en el rostro del hombre.

-Ya veo que has dejado de ser mi niña Rose, estoy muy orgulloso de ti y para demostrarte que tengo confianza en ti, te dejaré ir a Francia- dijo el Sr. Gold.

-¡¿Enserio?!, gracias papá, gracias- gritaba Rose entusiasmada mientras abrazaba a su padre y le susurraba al oído.-Siempre seré tu niña.




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top