En un pequeño pueblo de Maine llamado Storybrooke, vivía una joven llamada Rose, tenía los ojos castaños y el pelo negro, era una muchacha muy hermosa tanto por fuera como por dentro, pues ella era dulce, generosa, cariñosa, divertida, optimista e inteligente, ya que tenía 5 carreras universitarias (Historia, Arte, Música, Literatura e Ingeniería). Lo que más amaba eran los libros, ya que para Rose eran los mejores amigos que una persona podría desear, porque gracias a ellos podía viajar y soñar con cosas asombrosas. Su libro favorito era la historia de la Bella y la Bestia, pues desde que tenía uso de razón, siempre había sido su cuento favorito y soñaba con que algún día pudiera vivir esa historia.

Para Rose, su familia eran los seres más importantes del mundo, vivía con sus padres: el Sr Gold, un hombre misterioso y un tanto cruel, pero en el fondo Rose no podía desear un padre mejor, pues él siempre le daba todo lo que quería, a pesar de que Rose era una persona que creía que cuando uno desea algo siempre debe luchar por conseguirlo. Gracias a su padre, Rose decidió estudiar Historia y Arte, pues él era dueño de una tienda de antigüedades y de vez en cuando su hija le ayudaba a vender aquellos objetos que a pesar de ser raros para ojos ajenos, para ella eran maravillosos. Su madre Lacey era la mujer más bella del mundo, pues Rose siempre pensó que su madre era exactamente igual que Bella, pues a ambas les gustaban mucho los libros y nunca se fijaban en las apariencias. Lacey trabajaba en la biblioteca del pueblo y desde que Rose era pequeña siempre iba allí a empaparse de sabiduría y fue gracias a su madre, lo que incitó a Rose a que estudiara Literatura. Tenía dos hermanos varones: el mayor era Neal, estaba casado con Emma y tenían un hijo llamado Henry, el cual consideraba a Rose más como a una hermana que como una tía. Neal era muy sobre protector con su hermana y no consentía que ningún chico se acercara a ella. El hermano pequeño de Rose era Gideon, quien como Neal, también era muy protector con Rose.

En el pueblo, todos conocían a Rose, para ellos, ella era la chica más maravillosa que habían conocido, tenía muchas amigas que la querían tal y como era y muchos de los chicos del pueblo ya le habían echado el ojo. Se graduó en el instituto con 13 años y a los 16 ya tenía 3 de las 5 carreras universitarias, pues Rose era una niña superdotada, ya que había aprendido a leer y a escribir mucho antes de cumplir 1 año de vida, esto hizo que tanto sus padres como sus profesores la animaran a estudiar todo lo que deseara y al cumplir los 18 años, Rose les pidió a sus padres que la dejaran hacer un viaje por Francia, pues Rose acababa de descubrir gracias a su madre, que provenía de ascendencia francesa, pero su padre se negaba pues temía que su hija pudiera sufrir algún daño estando en el extranjero, al final el Sr Gold no tuvo más remedio que aceptar y Rose, emocionada, no tenía ninguna duda de que ese, iba a ser el viaje más especial y mágico de su vida.