Nada más salir de los aposentos de la Bestia, Rose vio cómo los objetos estaban ansiosos por saber lo que había ocurrido:

-Tranquilos amigos, vuestro amo me ha dado permiso para ir a la aldea y encontrar a la joven que romperá el hechizo- contó la muchacha con una sonrisa.

Al oír la buena nueva, Lumiére se acercó a Rose para darle las gracias:

-Oh mademoiseille, no sabe cuán felices estamos de saber que aún hay gente buena en el mundo.

-Vamos Rose debes ir cuanto antes a la aldea para encontar a nuestra salvadora- dijo Plumette mientras la empujaba hacia la puerta.

Pero antes de poner un pie en el primer escalón, la Señora Poots dijo:

-Esperad querida no podeís salir con esos ropajes.

Entonces Rose se dio cuenta de que que la tetera tenía razón, no podía presentarse en el pueblo llevando una camiseta, unos pantalones vaqueros y unas zapatillas deportivas.

-Pero es que no tengo nada que ponerme- contestó Rose.

-No te preocupes, la esposa del Maestro Cadenza, Madame de Garderobe, te prestará todo lo que necesites- respondió Chip mientras la guiaba hacia la habitación.

Al entrar en el cuarto, Rose vio que al fondo había una cama y un tocador, pero nada más girar la cabeza hacia la derecha, vio un gran armario de color azul con detalles dorados.

-Madame de Garderobe despierte, tenemos una visita- dijo Din Dong a la vez que se acercaba al gran mueble.

De repente, las puertas del armario se abrieron muy lentamente, como si el objeto estuviera despertándose de una larga siesta.

-Desde que se produjo el hechizo Madame de Garderobe duerme casi 18 horas diarias- contó Lumiére mientras Rose veía con asombro el armario.

Una vez despierta Madame de Garderobe, Rose vio que su interior parecía un escenario de una ópera.

-¿Quién es esa visita de la que hablaís?- preguntó Madame de Garderobe.

-Es nuestra nueva amiga Rose, necesita llevar ropa apropiada para ir a la aldea y encontrar a la muchacha que romperá el hechizo- contestó Plumette.

El armario empezó a acercarse a Rose con tanto entuasmo, que no tardo en acariciar las mejillas de la joven con sus asas doradas.

-Oh mi querida niña no sabes lo feliz que me haces, por fin podré confeccionar mis creaciones- respondió Madame de Garderobe.

Eso último alarmó bastante al resto de los objetos de la habitación, pues a pesar de que Madame de Garderobe tenía un gran talento para el canto, no lo tenía para hacer trajes, pues el vestuario que ella creaba era bastante extravagante para algunos.

-No Madame, Rose debe ir vestida de campesina para que no llame la atención en la aldea- contó Din Dong.

Pero para evitar ofender al armario Rose le preguntó:

-Disculpe Madame, yo no suelo ser muy llamativa pero, ¿podría hacer un vestido sencillo por favor?.

-Claro que puedo hacerlo cariño, a ver déjame ver... tienes unos ojos llenos de sabiduría, bondad y humildad, ¡ya sé!- dijo Madame de Garderobe a la vez que varias cintas de colores salían de su interior y rodeaban a la joven.

En cuanto las cintas desaparecieron, los objetos se quedaron embobados al ver que Rose ya no llevaba sus extraños ropajes, sino un vestido sencillo de campesina de color rosa pálido y unas bailarinas de color negro.

-Vaya me encanta, muchas gracias Madame- agradeció Rose encantada con su nuevo vestuario.

-No hay de qué mi niña- contestó el armario con una sonrisa.