"...Tantas veces decidí callar...tantas veces que te vi feliz y silencie...pero hay un punto...que no pude dejar guardado esto que siento por ti..."

La silla del escritorio pulcro del Kazekage giraba sin cesar, algo extraño hasta para él mismo, sobre la mesa yacía un mapa de todas las aldeas cercanas e incluso de la aldea de la hoja, era un elemento de vital importancia, que incluso podía causar algún conflicto en ellas, ya que se tomaría como espionaje, pero él se encontraba asordo en sus pensamientos, miraba por su ventana en el paisaje en medio de las dunas del desierto, no tenia mas opciones de búsqueda y aun no se rendiría ¡tendria que encontrarla! Al menos para pedirle alguna explicación, después de 5 largos años aun le pesaban, no podía ver a su primer amigo en toda su vida a la cara después de lo que ocurrió, aunque jamás fue señalado como culpable, simplemente tubo que disimular, su dolor, angustia y confusiones sobre la decisión de la femina que lo tenia en ese estado ahora, jamás la olvido y se juro así mismo que jamás lo haría, porque ambos se sacrificaron y eso era lo mas injusto que podía reclamar en toda su vida

No le importaba tenerla aunque sea un segundo a su lado, al menos el ultimo aliento de su alma, su vida rodeada de personas que le estimaban se encontraba vacía, su corazón y la palabra en su frente se habían extinguido, una tormenta azoto nuevamente la aldea y con ello sus pensamientos fueron mas y mas abrumadores, lo peor que por mas quisiera jamás le confesaría lo que sucedió a sus hermanos, quizás con un poco de suerte no lo juzgarían, pero lo que vio con sus propios ojos le hizo dudar

Fue juzgada por toda la aldea como una vergüenza, una desertora y ni si quiera sabían porque, solo lo que vieron aquel día, ese día en que desapareció y jamás la volvió a ver sin ninguna explicación, sin ver a Hyuga Hinata

Aun recordaba el rostro de su amigo Naruto al ser dejado en el alatar y lo peor el dolor que él mismo le había ocasionado, sabia que era su culpa pero jamás creyó que ella tomaría esa decisión, amaba a la prometida de su mejor amigo, fue una noche donde olvido quien era, quienes eran, el único momento en su existencia donde se sintió completamente libre, hubiera arriesgado todo por ella, su puesto como líder de Suna, como ninja, como amigo, pero ella era de las personas que jamás permitiría sacrificios por ella, su corazón noble le impedía pensar en su propia felicidad, y tomo una decisión difícil incluso para ambos sin saberlo, lo decidió

No lo podía aceptar, en secreto envió a Baki en su búsqueda, era el único que sospechaba lo que realmente había pasado entre ellos, pero guardo silencio ante la lealtad entre ambos, al cabo de los meses eran mas difíciles, tanto Suna como Konoha juzgaban a la oji perla por dejar al héroe de la cuarta guerra dejado en el altar, su hermana menor jamás dudo de ella, pero se vio obligada a afirmar todo lo que decía su padre, Kiba y Shino la buscaron por todos lados por ellos mismos hasta que el cansancio y todo el mundo en su contra desertaron de esa situación, comprendiéndolos, estaban atados de manos, eran ellos dos solos contra el mundo y él sin decir ni si quiera una palabra, no podía ayudarlos o todo seria peor

Cinco años mas tarde se sentía tan culpable como el primer día, ¿estará bien? ¿Por qué no hui con ella? ¿Por qué no renuncie a todo por ella? ¿Por qué me di el lujo de ser un cobarde?, la puerta de la oficina se encontraba abierta, Kankuro nuevamente ingresaba con documentos, viendo a su hermano menor enfrascado por la ventana, no entendiéndolo que le pasaba, para el castaño todo iba de maravilla, la aldea estaba prospera, su hermana se había casado con su novio vago y era feliz en al aldea vecina, su amigo se había casado una chica llamada Shion, y habían tenido un hijo, pero él seguía allí estancado mirando hacia la ventana como si el paso del tiempo no le importara, el consejo enviaba seguidamente candidatas para contraer matrimonio, sin embargo, este las rechazaba diciéndole que ya tenia novia, pero esta nunca apareció, fue tal la desesperación y la presión que se vio obligado a casarse con Matsuri, pero este no duro mas que unos meses quedando completamente anulado ya que no habían consumado su enlace matrimonial

Su joven aprendiz no comprendía lo que pasada, pero cada vez que intentaba que su relación marchase bien, lo veía mirando la luna, comprendiendo que la chica Hyuga tenia algo que ver con ese comportamiento y que era un sentimiento mas grande que ella misma podía ofrecer y sin mas, decidió la anulación, ya que tampoco se permitiría perder el tiempo en una causa perdida

-Gaara, te traje algo que tienes que ver con urgencia –pronuncio el castaño haciendo que él girara la silla la posición correcta para concentrarse en el papeleo

-¿Qué es esto?

-no hay niños

-¿Qué?

-Gaara, estos años ha habido pocos niños que han nacido, por ende no hay mucho estudiantes en la academia, por eso tenemos que buscar niños de otras aldeas escondidas para que sean parte de Suna y así nos representes en los próximos exámenes chunnin o que defiendan la aldea

-ya veo, hay que buscarlos- dijo con tranquilidad -¿necesitas algo mas?

-si, sobre los mismo-Kankuro se rasco un poco la nuca –Naruto te enviara una invitación para que vayas a la aldea

-¿Qué?

-si, al parecer va a ser padre nuevamente – contesto

-esa es una buena noticia- contesto – pudo tener una vida...

-¿dijiste algo?

-no, nada, en cuanto llegue la invitación, la responderé- dijo poniéndose de pie- preparare todo para partir

-¿partir?

-voy a buscar a los próximos estudiantes de Suna

(...)

-¡Hanna!- la voz cálida de su madre la hizo desconcertarse para dejar caer la arena en el suelo de su habitación

-¡ya voy mami!- dijo desde su habitación, bajando las escaleras con una sonrisa-¡buenos días mami!

-buenos días-contesto su madre sirviéndole el desayuno

-mami...pues...te quería preguntar algo –dijo la niña con un leve sonrojo en su rostro

-dime pequeña ¿Qué pasa?

-pues...me gustaría viajar a...Suna...- termino de decir bajando la cabeza, mientras que su madre no estaba muy diferente a su hija ¿Qué podía decirle? ¿Qué escusa le inventaría esta vez?, sentándose a su lado – mis amigos van a ir a Suna con sus padres para conseguir algunas cosas que aquí no hay, pero yo quiero....ir...a conocer al Kazekage...

-¿Por qué quieres conocerlo?-pregunto algo inquieta

-es genial, es el mejor de todos- pronuncio la niña con una enorme sonrisa- además sabe manejar la arena como yo, ¿no es genial? ¡es el mejor Kage de la historia de Suna! Shukaku me habla mucho de él y lo admiro

-mi pequeña-beso su cabeza- hay temporada de tormentas de arena allí, es peligroso que vayamos solas –respondió

-entonces le pediremos a tio Sasuke que nos lleve –contesto con simpleza –siempre viene

-Hanna..., eso...no es tan simple, Sasuke viene de vez en cuando...para ver como estamos, pero no podemos pedirle esa clase de favor

-pero si le digo yo no se negara- pronuncio algo decepcionada-quiero mostrarle al Kazekage mi libro, o tal vez me desmaye, pero quiero que vea que lo admiro mucho al igual que mi papá-los ojos de la oji perla se cristalizaron en lagrimas – papá debe ser alguien admirable, tan fuerte como el Kazekage ¿no?, siempre esta en misiones y nunca lo he conocido ¿Por qué la misión que esta ha durado años? ¿es tan difícil?

-si...- la acogió entre sus brazos- tu padre esta en una misión muy difícil...

-entonces cuando sea grande, lo buscare para ayudarlo y regresar a casa con él ¿verdad?-su madre solo sonrió –mamá ama a papá porque siempre lo esperas ¿no?

-si...

-mami...- dijo algo acomplejada- ¿tio Sasuke te gusta?

-¿Qué?-aquella pregunta la tomo por sorpresa, durante los cinco años de su desaparición el fue el único y quien menos imagino, cuidándolas desde lejos, aunque no hablaba mucho, de vez en cuando las visitaba para saber si todo estaba en orden, nunca le pregunto porque su ayuda, ¿será verdad lo que dice su hija?, pensar en una nueva vida para ella era difícil, no solo por su corazón, no se sentía merecedora del amor, había dañado dos mas bien tres corazones, el de Naruto, Gaara y la de su hija, su cabello rojo acariciaba recordando la suavidad de las hebras carmesí del Kazekage, su corazón ya era suyo, pero no podía sacrificar todo lo que él lucho, porque su vientre llevaba a su hija, el fruto del amor y la traición que la obligo a irse de su aldea natal, y no se arrepentiría de ello, los primeros meses fueron mas difíciles de lo que imagino, maleantes buscando la cacería de sus ojos tratando de cuidar no solo de ella también del bebe en camino, por una extraña razón controlaba la arena hasta que su hija nació, y supo inmediatamente de tendría la habilidad de su padre, pero para su sorpresa heredo sus ojos, por lo que prefirió quedarse a vivir en aquella pequeña aldea olvidada de los mapas, no podía ir muy lejos o llamaría mucho la atención y seria un blanco permanente, sin imaginarse que Sasuke la encontraría, sin decir nada la había ayudado con el secreto, y ayudando a su pequeña a manejar su línea de sangre, solo era cuestión de tiempo para que Hanna preguntara por su padre, diciéndole que él se encontraba en una misión muy difícil que le llevaría años regresar y hasta el momento había funcionado

-no..., él es un buen amigo, amo a tu padre, además ...-tomo sus mejillas- jamás me olvidare de él porque tengo un pedacito conmigo justo ahora

-¡creceré y lo traeré de vuelta para que vivamos los tres juntos como siempre lo desee mami!

-si, pequeña, se que lo lograras...

************

Holaaa espero que les haya gustado este primer capitulo, muchas gracias por leer, mil abrazos!!!

proximamente.........................Capitulo 2 Encuentro...