Sans no era precisamente alguien destacado, aunque siempre fuera el objetivo de los monstruos por la posición de su hermano. El solía ser muy frío frente a su hermano y a los demás para que no lo trataran de débil, los insultos eran su medio de defensa hasta que tuviera que recurrir a la violencia. Estaba al tanto de la no correspondida relación que Mettaton tenía con su hermano, no entendía bien porque se esforzaba tanto pero le daba puntos por ello. El solo se sentaba a observar el esfuerzo del robot en vano ya que siempre le rechazaba, se marchaba dolido pero siempre regresaba. En un punto comenzó a pensar que tal vez era la forma en la que se relacionaban y así se entendían ambos.

En fin eso no le interesaba ni un poco al final Papyrus siempre conseguía lo que quería, cuando quería y como quería. Caminando en snowding a su casa pudo ver al robot intentando una vez más, esta vez tenía un ramo de flores. Solo sonrió levemente, tenía una gran insistencia, si tuviera esa misma forma de pensar conmigo? -Sus pensamientos habían divagado mientras los miraba-

Sin ningún respeto por el regalo Papyrus comenzó a pisar aquellas flores con desprecio, algunas lágrimas salieron de los visores del robot hasta que este se detuvo. Sus pares de ojos estaban desbordantes de lágrimas y se marchó corriendo intentando contener ese dolor que sentía, el esqueleto solo lo vio irse en silencio. No podía hacer nada, los débiles debían ser destruidos y Mettaton estaba demasiado blando. Sans se acercó y levanto con cuidado las flores del piso.

Que mierda estás haciendo... - afirmo el esqueleto furioso sin motivo-

Conozco tu forma de pensar pero, fuiste un poco demasiado duro con el...- trato de rescatar aquellas flores las cuales no estaban mal-

Tú no te quedas atrás, ambos son igual de blandos.... -cruzo su brazo rechazando una vez más aquellas flores-

Entonces no te importa si me voy con él, quien sabe... -sonríe y se aleja con las flores-

Vete si quieres!!! No me interesan ninguno!!!... -estaba molesto pero consigo mismo por no aceptar al frágil robot-

El esqueleto mayor ya sabía dónde el robot solía esconderse y fue, estaba allí llorando, sufriendo solo en la profundidad de las flores. Podía oírse a las flores llorar a su alrededor ya que repetían lo último que habían oído, el robot estaba aferrado a sus piernas sin poder controlar su llanto.

Hey!...-trataba de animarlo- sabes que mi hermano es un idiota, porque sigues insistiendo...-con sus manos en sus bolsillos-

Sans...-lo miro, su expresión se veía destruida. Aquella mirada tan triste llena de lágrimas hizo latir el alma de Sans-

Debes calmarte, eh... -trataba de no mirarlo directo ya que aquella dolida mirada le hacía sentir blanda su alma-

Lo siento... solo estoy... muy cansado...-susurro apoyando su cuerpo sobre la fresca tierra y cerrando sus ojos-

No estaba bien aprovecharse de la situación, el realmente estaba mal aunque porque no... Sans se acercó a este y se sentó con las rodillas hacia adelante apoyando la cabeza del robot en su regazo.

Sans?...-susurro- quédate... por favor... -con sus visores cerrados-

Cuando lo necesites hojalata... - el robot levanto un poco su cabeza y beso su mejilla para luego abrazarlo como si de una almohada se tratara. Al ver que estaba dormido acaricio su flequillo, el esqueleto estaba completamente rojo y así se quedaría. La flores echo ahora susurraban su charla, Sans quédate...por favor... eso hacia estremecer el alma del esqueleto. No estaba pidiendo por su hermano, estaba pidiendo por él, era una confusa y extraña sensación que a la vez era agradable. Ambos se quedaron dormidos entre las flores abrazados, se protegerían mutuamente además no tenía nada de malo ser blando a veces...