De Regreso a Casa
Sus hombres se encontraban ultimando detalles para el despegue cuando llego, sin saludar a sus hombres entro directamente al avión, se sirvió un trago de whisky y entro a una habitación, en uno de los compartimentos saco una bolsa, un conjunto gris, los zapatos negros, y una bolsita que contenia algunas de sus pastillas. Decidido a relajarse durante todo el viaje, saco dos de la bolsita. Sintio a su omega intranquilo pero como en la mayor parte de su vida decidió ignorarlo. Salio de la habitación con dirección a los asientos dispuesto a calmarse ya de una vez, pero evidentemente el destino tiene otros planes.
-Si señor, ya esta en el avión - escucho a uno de sus hombres hablar por teléfono - si, los estamos esperando.
!!!No puede ser!!! Putos traidores.
Sanzu extrajo el arma de la sobaquera, y el silenciador, procedio a unir ambas piezas, desactivo el seguro de su arma y disparo a la cabeza del subordinado, quien seguia al teléfono.
-Odio a los traidores - seguido disparo nuevamente hacia el celular.
Bajo del avión, sin que sus hombres le percataron de lo sucedido salió del hangar. Caminando unos cuantos metros a la calle, caminando tranquilamente por la acera, tomó un taxi que pasaba por el lugar.
-Al aeropuerto de Suiza por favor.
*****
-Tienes que admitirlo Rindou, es como Spirit, el corcel indomable - dijo Ran quien al bajar del auto, vio como los hombres de Sanzu bajaban los cuerpos del piloto y el copiloto de la aeronave - No importa que le pongas una correa, el mordera la mano de su amo.
-Difícil de tratar, busquen a alguien que pueda pilotear el avion y que alguien localice a mi omega y lo lleve a casa, demasiadas emociones por un día - ordeno cansado y estresado el pelilargo - Solo tenían una tarea, maldita sea.
*****
El pelirrosa bajo, del taxi y se adentro al aeropuerto, su atuendo y su apariencia hicieron que poner los ojos sobre el. Se fijo en el panel de viajes para encontrar el que estuviera más próximo de salir a Japón. Agradecía siempre estar preparado para estas situaciones, cuando tuviera que escapar como un civil cualquiera.
El vuelo saldría en ocho horas, lo que le permitia hospedarse en el hotel al lado del aeropuerto y por fin descansar antes de embarcarse.
No quiso divagar en el problema principal, tenia tantas preguntas en su cabeza, pero la principal era ¿quien le había dicho a los hermanos que el era un omega? y lo peor aún ¿donde se refugiaba? O ¿acaso lo andaban siguiendo?
Estaba harto, solo quería llegar y acurrucarse en su nido, consultarle a su Rey si podría golpear a esos estúpidos alphas.
-¿Porque tuviste que abandonarme Mutou? Maldito traidor.
Con el dolor físico y mental que atormentaba a su cuerpo, el dejó fluir las lágrimas que había reprimido en toda su vida, convivir con su Reina lo volvió un blandengue.
-Estúpido Takemichi, ojalá Mikey no te deje dormir.
Era mejor descansar, ya al llegar a Japón lidiaria con todos sus problemas.
*****
Eran cerca de la una de la madrugada y el Tercero al mando de Bonten, se encontraba organizando los papeles y tratando de mantener la organización a flote, actualmente era el único disponible de entre todos los ejecutivos. El drogadicto se encontraba realizando unos negocios en Suiza, los incestuosos por órdenes del líder fueron a modo de apoyo, lo siento por el drogadicto ya sabrá Dios porque lo odia tanto el destino que siempre tiene a los hermanos siguiéndole el paso.
Luego tenemos al líder, quien desgraciadamente esta lidiando con su lado animal que se salio de control. Su lado territorial y sobreprotector salio como mecanismo de defensa luego del rescate de su pareja, tomó a sus hijos y por desgracia a Kokonoi el encargado de administrar los negocios y el dinero de la organización, quién también es un omega de la manada, se encerró en el pent-house, con el objetivo de proteger a los miembros más débiles de su manada.
Que ironía el pobre Kokonoi debe estar irradiando de ira, pero eso no es tan grave. Lo que sí es grave es que esta solo, Kakuchou, quien iba a ir de vacaciones por fin al regreso de Sanzu, para pasar dos semanas relajadas con su futuro omega, ahora tenia que lidiar con los problemas generados por South Terano y con un detalle muy importante.
Ese detalle estaba en el sótano del edificio, torturando al desdichado de turno. Sinceramente no estaba preparado para todo lo que vivió hace dos días, y sinceramente no deseaba que llegara el drogadicto, porque si actualmente las cosas van mal, no quería presenciar una catástrofe.
Salio de su oficina y se encaminó al ascensor, necesitaba dar un paseo por la ciudad y tal vez fumar un cigarrillo. Mientras esperaba que se abrieran las puertas busco la cajetilla, cuando se abrió la puerta, allí estaba lo que mas temía.
-Hola Kakuchou, necesito hablar con Mikey ¿Los Haitani aún no han llegado? - entro caminando rápidamente en dirección a su habitación - Perdi mi celular por eso no pude contactarme en estos dias...
El pelirrosa seguía hablando mientras caminaba apresurado, el alpha no presto atención a lo que decía, se quedó tieso en su lugar mientras el otro se alejaba.
Decidió detenerlo rápidamente, fijándose en el estado del pelirrosa, se veía ojeroso, más pálido y tenía un fuerte olor impregnado en su cuerpo, en realidad dos muy familiares.
-Oye Sanzu, no deberías... -el beta se deshizo rápidamente del agarre y se alejó del contrario.
-Suéltame Kakuchou, por favor no me toques si quieres seguir conservando la mano - el pelirrosa estaba temblando mientras tenia sus manos en la pistola que llevaba oculta bajo el traje.
-Espera Sanzu, tranquilízate... respira un segundo - El pelinegro se mantuvo a una distancia prudente del inestable beta.
-¿Dónde esta Mikey? necesito hablar con el - su respiración agitada y los ojos rojos indicaban que estaba a punto de entrar en pánico.
-¡Oye amigo tranquilizate! - Hablo lo mas calmado posible, no sabia que había sucedido con Sanzu, pero evidentemente no fue nada bueno - Mikey esta encerrado con Takemichi y sus cachorros en su habitación, no deja que nadie entre, El perdió el control y ahora es su lado alpha el que lo controla.
-¿Por qué mierda Mikey perdió el control? ¿Donde esta Kokonoi? necesito hablar con el - questiono apresurado caminando hacia su habitación.
-A el también se lo llevo Mikey, sabes lo que pasa cuando un alpha de manada es atacado, entra en crisis y toma a todos los miembros mas débiles y los resguarda en su territorio - Siguio los pasos del pelirrosa, manteniendo su distancia para no provocarlo.
-Escucha Kakuchou no tengo tiempo ni la cabeza para ponerme al dia con lo sucedido - ¿pero que mierda le había pasado a Sansu como para no priorizar a su Rey? - Necesito irme antes de que lleguen los hermanos... ¿Dónde mierda deje el dinero de reserva? Maldita sea, sin Koko a mano tu tendras que prestarme dinero.
-Espera un momento Sanzu, no se que paso, pero debes calmarte - Trato de persuadir al pelirrosa.
-Una mierda Kakuchou, necesito irme ahora, te contactare cuando averigue quien mierda envio a los Haitani tras mis pasos - "Ok, ahora sabia que el problema era en torno a ellos, algo hicieron contra Sanzu para alterarlo de esta manera" el bolso que tenía en manos se veía muy cargado.
-Espera un momento Sanzu -esta vez tomó del brazo del pelirrosa quien lo empujó fuertemente, pero aun asi no pudo deshacerse del agarre del alpha -Fue Mikey quien los envió.
Parecía que hubo un cortocircuito en la cabeza del pelirrosa quien se detuvo abruptamente, cuando anteriormente se movía frenéticamente tratando de alejarlo. Sus ojos conectaron, parecía que el trataba de encontrar alguna mentira o tal vez esperaba que sea un chiste.
-Lo que dices... - trago profundamente sin cortar el contacto visual - ¿El?
Soltó la bolsa de viaje que no recuerdo en qué momento tenía con el. Y luego simplemente se dejó caer, aún sostenía fuertemente su muñeca.
-Fue Mikey- parecía tratar de comprender, entender o tal vez creer lo que su mente sea lo que sea que este maquinando - el... yo... ¿Porque?
Parecía no comprender, yo tampoco entendía que pasaba, pero notaba a través del contacto que aún mantenía con el, que estaba temblando, estaba balbuceando incoherencias. Nunca lo había visto tan vulnerable, pero traté de apoyarlo, sea lo que sea por lo que haya pasado.
-Me violaron - murmuró levemente.
Tal vez si no hubiese estado arrodillado frente a él tratando de apoyarlo, no hubiese escuchado aquellas palabras.
-¿QUE? - podríamos ser despiadados criminales, llevar una vida llena de promiscuidad, pero nunca al menos en todos los años que habíamos convivido como socios, habían cometido al menos ese tipo de crimen.
-Ellos... - no podía hablar, pero no era necesario, eso explicaba el fuerte olor sobre el cuerpo del beta - me marcaron.
No sabía que responder, no estaba preparado para un escenario como este. Sabía, tenia conocimiento del interés de ambos alphas sobre el desquiciado beta, nunca se espero que ellos podrían llegar tan lejos.
-El también me traicionó- pequeñas gotas resbalaban por su rostro, sinceramente no sabía cómo reaccionar -Solo el sabía lo que era.
-No entiendo lo que dices, pero levántate - el simplemente se dejó levantar, no era el perro rabioso que llego atropellando todo a su paso hace unos minutos atras -tienes que irte antes de que ellos lleguen.
Sanzu parecía no reaccionar, sus movimientos eran lentos, parecía en trance, pasé su brazo por encima de mis hombros, con mi mano derecha lo sostuve de la cintura para ayudarlo a caminar, con la izquierda el bolso que había preparado. Cerré la habitación nuevamente con la llave que había dejado puesta.
Camino por el pasillo, nuevamente con dirección al ascensor, presione el botón del subsuelo, necesitaba buscar mi auto y llevar a Sanzu a un lugar seguro. Los segundos parecían interminables y aun faltaban diez pisos para que llegara el puto ascensor.
-Kakuchou, el les contó mi secreto, el los envió-No entendía a que se refería, pero sabía que el culpable principal era el Jefe, ahora la cuestión era saber a que se refería.
Al fin el timbre que anunciaba la llegada del ascensor sonó, apenas las puertas se abrieron, Sanzu se soltó del agarre y retrocedió precipitadamente. El fuerte aroma a vinagre lleno el pasillo, era evidente que Rindou estaba enojado.
Lo peor de todo era la expresión relajada con la que ambos hermanos se encontraban. Se notaba la tensión, Sanzu estaba evidentemente acorralado, ya que minutos antes el había cerrado con llave la habitación del anterior. El ver como ambos simplemente salían del ascensor ignorandolo, para caminar en dirección a quien era objeto de su enojo.
-Muy divertido el juego del gato y el ratón querido - habló Ran, su voz que acostumbraba a escuchar con ese timbre jugueton, ahora era plano - pero nosotros- estiró el brazo y atrajo al pobre a un abrazo, quien solo temblaba de miedo - tenemos mucho de que hablar.
-Haitani - habló fuerte Kakuchou llamando la atención de ambos hermanos - Lo que sea que tengan que hablar con Sanzu, deberían hacerlo luego, el está entrando en pánico.
-Maldita sea Kakuchou, deja de meterte en los asuntos de los demás - grito Rindou.
Como si eso hubiera activado una alarma, el pelirrosa comenzó a pelear nuevamente con el alpha que lo apresaba entre sus brazos, gritando, removiendose cuál lombriz.
-Sueltame Ran - los gritos y los golpes que estaba tirando al azar tratando de soltarse lo habían alarmado.
Rindou tomó ambas manos de Sanzu tratando de retenerlo por la espalda, pero fiel a su nombre del bajo mundo con un movimiento hacia arriba de su hombro golpeó la mandíbula de rindou quien se mordió la lengua, esto provocó que soltara a Sanzu, quien cayó al suelo trayendo consigo a Ran, oportunidad que aprovecho y conecto un rodillazo en el estómago del mencionado. Rápidamente se arrastró y trató de levantarse para ser atrapado por el tobillo por Ran, provocando que cayera nuevamente, trato de volver a patear a Ran, pero en algún punto Rindou puso una de sus rodillas sobre la espalda del pelirrosa y con una de sus manos apretó su cabeza al suelo.
-¡¡¡Ayudaaaaaa!!!
La posición causó un grito en Sanzu, y no era uno cualquiera. Era un llamado de auxilio.
-QUEDATE QUIERO OMEGA - Sanzu dejó de luchar, y empezó a llorar, destrozado y resignado.
El pelinegro presenció toda esa lucha, y tal vez al fin pudo comprender todas las cosas que Sanzu había estado balbuceando durante su intento de escape.
-Si Kakuchou, lo que sea que estas pensando es cierto -dijo Ran una vez se puso en pie -Sanzu es un omega, uno demasiado Salvaje.
-Mierda - el hermano menor dijo al ponerse de pie y escupir sangre -Solo queremos ayudarte.
-Kakuchou ayudame - murmuró bajito Sanzu, mirándolo con súplica.
-Mueves un solo dedo, y a tu omega mañana le llegará la información de que está saliendo con uno de los criminales más buscados de Japón - ver a ambos hermanos arreglarse el traje y el cabello parecía una burla.
-Lo siento Sanzu... -sinceramente no deseaba permitir que los hermanos se llevarán al pelirrosa, pero tampoco podía permitir que su futuro omega se enterara de los trapos sucios que tanto se ha esmerado por esconder.
El tenso ambiente que se vivía en el pasillo de repente fue cortado cuando las puertas de las escaleras de emergencia se abrieron y por ella entró una mujer. Los hermanos se quedaron petrificados al ver a una mujer más alta que ellos, de largos cabellos negro, facciones finas y el rostro ovalado con unos impactantes ojos verdes, quien vestía una camisilla de tiras negra, una chaqueta blanca atada a su cintura, un jogger verde con demasiados bolsillos y unas pesadas botas que resonaban con su caminar, sus manos envueltas en vendas, las cuales se veían ensangrentadas.
-¿Oye Kakuchou sabes cuando podre ver a Sanzu? - la mujer recorrió con la mirada el pasillo para ver los nuevos rostros, cuando conecto miradas con el pelirrosa en el suelo.
-El está ahí en el piso, aunque no es buen momento... -hablo el mencionado, fijándose como los hermanos estaban marcando territorio con sus feromonas.
Nuevamente ignorado, necesitaba esas vacaciones urgentemente. La pelinegra lo ignoro y simplemente camino hacia Sanzu, de repente un nuevo olor comenzó a interponerse sobre el de los hermanos, pero era extraño, tan fresco.
Esto no era normal. Porque Sanzu a pesar de estar bajo el mando de voz se estaba arrastrando hacia la alfa quién lo miraba de forma extraña. Todo se detuvo en ese momento.
-Cachorro - dijo antes de caer desmayado.
El silencio volvió a tomar lugar en el pasillo, Kakuchou vio como la mujer se acercó al cuerpo inconsciente de su amigo. La alpha lo acomodo en su regazo, con la cabeza apoyada en el hueco se su cuello, cerca de sus glándulas olfativas y la pierna a ambos lados de sus caderas para así sujetarlo con un brazo y con el otro tomar el bolso a un lado de Kakuchou.
-Intuyo que esta bolsa es de el -Dijo para tomarla y caminar hacia el ascensor está vez.
-Espera - Rindou reaccionó - no puedes llevarte a Sanzu de esa manera.
-Si puedo, ademas intuyo por su olor que el no quiere estar con ustedes - la respuesta fue contundente.
-Bajalo en este momento si quieres salir con tus extremidades intactas - fue el turno de Ran.
La alpha suspiro fuertemente de espalda a ambos hermanos, soltó la bolsa con las pertenencias de Sanzu, se giro y sonrio sadicamente, mientras ejecutaba dos disparos impecables.
-¿Y que van a hacer? Dulces sueños idiotas.
El ascensor se abrió y ella dio una patada con el talón al pequeño bolso, y retrocedió entrando al ascensor, y posteriormente presionó el botón para que las puertas se cerrarán.
Kakuchou fue un simple espectador. No reaccionó cuando la mujer salió de su vista, pero tampoco se preocupo por lo que ella haría, estaba seguro que no le haría Daño a su amigo, ahora se debía encargar de los dos imbéciles que estaban en el piso.
Verifico que solo estaban inconscientes, lo que les disparo fueron dardos para dormir monos.
Ironías de la vida.
Simplemente el pelinegro encendió un cigarrillo, dio una calada profunda y se dispuso a llamar a algunos subordinados para que lleven a los hermanos a su habitación, dejara que su yo del futuro se encargue de los problemas.
Se encerró en su habitación apago su celular y decidió entregarse a la voluntad de Morfeo.
*****
Pero bueeeh... como fluye la inspiración en este septiembre sin Fap.
Mañana corrijo los errores y capaz explique que mierdas paso jajajajajaja
Buenas noches.
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