ochenta y cuatro
"Está bien, Ciel. ¿Quieres dormir una siesta? Pareces cansado", propuse.
La verdad, quien deseaba dormir era yo.
Aparentaba estar calmado sólo por ti, no quería sumarme a la lista de tus infinitos problemas.
Pero, no podía lidiar con tantas preguntas en mi cabeza.
Para mi buena suerte, tú accediste rápidamente.
Te recostaste sobre mi pecho, y tus pequeños brazos me rodearon.
Luego de una breve sesión de dulces besos, mientras pasaba mis dedos por tu pelo, te quedaste dormido.
Y no pasó mucho tiempo, cuando te seguí yo.
Las preocupaciones que pretendía hacer desaparecer, aumentaron cuando desperté.
Ya era de tarde, el sol se ocultaba en el horizonte.
Y no podía sentir el peso de tu cuerpo, sobre el mío.
Porque, efectivamente, tú ya no estabas en la cama.
Ni en el departamento.
La historia acaba en el capítulo cien, eso significa que quedan menos de veinte!!
Debo admitir, no quiero que termine :'(
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top