cuarenta y dos
Esa noche, nos sentamos junto a la ventana que daba al balcón.
Miramos las estrellas, tapados por unas cobijas.
E hicimos el amor.
En el sentido más hermoso que pudiera tener aquella frase.
Lo hicimos con tan simples cosas, ¿o es que el amor nos hace tan simples a nosotros?
No hizo falta quitarnos la ropa, tampoco tumbarnos en la cama o besarnos.
Porque me regalaste una madrugada a tu lado, llena de tus metas, ilusiones, sueños y miedos.
Me perdí en tus grandes ojos azules, y respondí para mi mismo cada acertijo del por qué quiero hacerte feliz.
Y confirmé aún más que quiero estar contigo.
Que quiero ver mucho más allá de tu mirada, escuchar más allá tus palabras.
Maratón 7/10
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top