Capítulo 4.
Un nuevo día llegaba en las tierras del reino Clover, Goku había despertado hace apenas unos minutos y ahora vestía una camiseta negra con unos pantalones verdes musgo dados por la familia Vermillion tras su ducha con el menor de los hermanos.
Aún era bastante temprano realmente, el sol ni rastros de su presencia daba, pero esta era la hora perfecta para el joven pelos puntas.
-Hmm, prefiero mi dogi, pero no puedo rechazar su amabilidad -mencionó Goku mirando sus ropajes que le quedaban levemente holgadas.
Con tranquilidad el joven se dirigió hacia una ventana que daba al costado de los terrenos Vermillion.
El la abrió y sin perder tiempo se arrojó a través cayendo a gran velocidad hasta aterrizar al suelo donde sus pies se clavaron con fuerza, aunque aquello no exaltó al joven.
El saiyan comenzó a realizar algunos movimientos que solía usar como calentamiento, tales como golpes, patadas, saltos, volteretas y demás.
Ignoraba que alguien lo estaba observando con mucha atención o al menos eso pensaba el que lo veía.
-Bien, entonces es hora de empezar -habló Goku cerrando sus ojos y dejando caer sus brazos.
El viento meció sus cabellos y su rostro se llenó de paz.
Inhaló una gran cantidad de aire para posteriormente exhalarlo.
-¡Hah! -exlamó justo antes de desaparecer de la vista de la persona que lo vigilaba.
Lo siguiente que se pudo oír en la zona fueron estallidos de sonido en el aire, una tras otra, de aquí allá, algunas veces más alto y otros más bajos.
-¡Oye Gokuuu! ¡¿Cómo estás haciendo eso?! -con fulgor y ánimo preguntó el menor de los Vermillion saliendo de entre unos arbustos con un enorme sonrisa, aunque algo nervioso viendo el cielo tratando de encontrar a su amigo.
-¡Vaya! Leo, por fin saliste -habló Goku apareciendo varios metros sobre el cielo con una gran sonrisa cayendo lentamente.
-¡Eh! ¿Entonces sabías que yo estaba aquí? ¡Increíble! -exclamó con animos el joven viendo a Goku.
"Clap"
-Sí, te había sentido ya hace un buen rato -respondió el joven esbozando una pequeña sonrisa.
-¿Cómo lo haces? -preguntó el otro acercándose a Goku.
-Con el ki -respondió con simpleza posando sus manos sobre su cintura.
-¡Impresionante! ¿Qué es eso? -preguntó con interés- ¿Es alguna magia o tipo de sentido extra que desarrollaste? -preguntó Leo sonriente.
-Hmmm, el ki es la energía que todos tenemos, todos los seres vivos e incluso las plantas -explicó notando el asombro del Vermillion- Yo en algún momento de mi vida logre ser capaz de percibirlo.
-Ya veo, ¿yo podría hacer eso? -preguntó Leo con emoción, sentía que así podría volverse más fuerte.
-Supongo que puedes, si yo lo hice por qué tú no jajaja -respondió riendo.
-Bien, en algún momento me gustaría aprender a sentir también el ki, pero antes... -murmuró el chico mirando a los ojos de Goku con emoción- Tú estabas entrenando, ¿verdad? -preguntó.
-Así es -respondió Goku con tranquilidad.
-¡Déjame entrenar contigo! Al menos un par de veces, tampoco quiero estorbar -pidió Leo esta vez cambiando su expresión a una más seria.
-¿Huh? -Goku levantó una ceja, pero notó aquella expresión en el joven que parecía arder en emoción y determinación de volverse más fuerte, y eso le agradaba- No le veo problema, ¿empezamos? -preguntó el chico dando un gran salto hacia atrás para posicionarse en la pose de la tortuga.
Leo abrió los ojos sin entender bien, pero no tardó en comprender lo que Goku trataba de decirle y haciendo que su grimorio se leve y al rededor suyo arda su magia sonrió.
-¡Vamos! -exclamó Leo.
Sabía de sobra que con Goku no debía contenerse ni un poco, ya que él derrotó a su hermana, quien era una maga al nivel de un capitan e incluso más fuerte que algunos de ellos.
Leopold reforzó su cuerpo con ayuda de magia y sin pensarlo ni un poco se arrojó contra Goku cargando en su mano una gran llamarada de fuego.
El saiyan vio aquello con una sonrisa y solo esperó el ataque.
-¡Toma esto Goku! -exclamó el Vermillion acercándose a gran velocidad a Goku.
El resultado fue bastante obvio, incluso para los hermanos mayores de Leo, quienes estaban viendo desde cierto punto aquel encuentro.
Goku había tomado la muñeca de Leo, donde tenía su ataque, y posteriormente lo estiró con fuerza para conectar un codazo al estómago del chico peli-naranja.
-¡Caugh! -escupió saliva, pero no se rindió y rápidamente llevó su otra mano al abdomen de Goku- ¡Aún no termino! -exclamó y de esa mano una gran ráfagas de fuego salió.
-Golpe directo -habló Fuegoleon al lado de su hermana cruzado de brazos, aunque su hermano mostró demasiados puntos abiertos en su ataque al menos logró su objetivo.
Ella en cambio no dijo nada más solo esbozó una sonrisa.
Volviendo a la pelea, Leo se sentía alegre de haber impactado su ataque, pero había algo que lo ponía nervioso y lo mantenía alerta y eso era que en ningún momento Goku aflojó su agarre sobre su muñeca.
-Oh no, esto es malo -habló Goku que al parecer soltaba un suspiro.
-"¿Le ha afectado el ataque?" -se preguntó Leo un poco más aliviado.
-La ropa que me dieron se terminó quemando y solo porque quise probar tu fuerza -habló con inocencia Goku mientras el humo formado por el potente ataque de Leo se esparcía.
Y allí estaba Goku sosteniendo la muñeca del chico noble, sin la camiseta negra mostrando partes de su torso algo quemados, pero nada grave.
-¡I... imposible! -exclamó Leo con nervios, nervios que compartía con su hermano mayor.
-Sigamos -habló Goku divertido para arrojar fuertemente a su rival que voló a lado contrario a gran velocidad.
El joven muchacho de la familia Vermillion miraba a Goku con cierto temor, estaba seguro que le dio a plena potencia, pero allí estaba él, tranquilo y apenas quemado.
-¿Qué pasa Leo? ¿eso fue todo? -preguntó Goku levantando una ceja.
El mencionado dio unos pasos hacia atrás con precaución, pero se detuvo cuando recordó algo.
-"¡No! ¡¿Qué rayos estoy haciendo?! ¡Yo fui el que le pidió entrenar, no puedo retroceder!" -se dijo a sí mismo con unas cuantas gotas de sudor en su rostro- "Además apenas iniciamos" -pensó esbozando una sonrisa de emoción apretando sus puños que se rodeaban en fuego.
No, este no era su límite, no podía ceder. Si quería volverse más fuerte, Goku era un obstáculo o motivación más para ello.
-¡Bien! -Goku era un chico de pocas palabras cuya mayor meta en la vida era superarse y entendió como se sentía Leopold.
Ese rostro le mostraba que este joven era alguien que se volvería fuerte, muy fuerte.
-¡Haaa! -el muchacho nuevamente se arrojó contra Goku rodeado de sus intensas flamas.
Ambos conectaron su puño en el del otro, obviamente Goku se estaba conteniendo bastante pues quería disfrutar de la pelea, además le gustaba ver la emoción de su rival por la pelea.
Goku desapareció de la vista del Vermillion apareciendo detrás de él conectando una patada en su espalda que el otro logró amortiguar usando su fuego e impulsándose hacia Goku siguiéndolo por todas partes mientras conectaban sus golpes.
-¡Esto es muy divertido! -exclamó el pelipuntas sonriente deteniendo una patada con antebrazo.
Los hermanos mayores veían todo aquello con una sonrisa.
-Esto es mucho mejor de lo que me esperaba -habló Fuegoleon alegre de ver a su hermano luchar así buscando superarse.
-Hmmm, supongo que luego de Leo iré yo -habló la mujer tronando sus dedos y cuello con una sonrisa bestial causando los nervios de su hermano menor.
-Me preocupa como terminará el terreno luego de todo este alboroto -habló el hermano del medio suspirando- Justo hoy recibiríamos una visita dentro de un rato -habló cerrando sus ojos.
-¿Visita? ¿quién rayos vendrá? -preguntó algo molesta la mujer pues si ese era el caso la pelea con Goku se pospondrá.
-¿Hm? ¿no te lo había mencionado? -preguntó Fuegoleon con una pequeña sonrisa.
_______________
Goku y Leo ya habían terminado su pelea, la cual duró bastante tiempo en realidad gracias a los constantes picos de motivación que tenía el joven Vermillion y que, claramente, Goku se había contenido bastante.
Aunque igual se asombró por el increíble esfuerzo que ponía su nuevo amigo durante su pelea.
Los dos estaban allí, en medio de todo el terreno destruido y quemado, recostados mirando el cielo, ambos con una sonrisa pegadas al rostro.
-Fue una buena pelea Goku, estoy alegre de que seas mi amigo y rival -habló de la nada el Vermillion el cual tampoco tenía la parte superior de su ropa y se encontraba bastante más desgastado que Goku, además de tener más heridas, aunque ninguno era grave.
-Jajajaja, yo también estoy bastante alegre -respondió Goku, aunque se confundió un poco cuando Leo extendió su puño hacia él aún recostado.
-Superemos nuestros límites juntos -habló con algo de cansancio Leo.
-Claro, hagámoslo -respondió chocando su puño contra el de su amigo con una gran sonrisa característica de él.
-Ciertamente esa fue una gran pelea -el capitán de los leones carmesí habló acercándose al duo de jóvenes acompañado de su hermana.
-Oye, contuviste mucho tu fuerza mocoso -Mereoleona habló agarrando de la cabeza a Goku para alzarlo hasta su altura.
Leo no se sorprendió por eso, en cambio Fuegoleon se golpeó el rostro por la poca delicadeza de su hermana mayor.
-¡Algún día haré que Goku pelee contra mí sin contenerse! -exclamó el menor de los hermanos determinado.
-Jejeje, sí, era muy divertido pelear contra él, así que quise alargarlo -respondió Goku sonriente- Oh, por cierto, lamento mucho haber roto las ropas que me prestaron -se disculpó Goku con algo de nervios.
-¡Ja! Me esperaba una respuesta así -habló la temible leona soltando a Goku.
-Será mejor que se den una ducha y se pongan ropa limpia -dijo Fuegoleon con tranquilidad.
-¿Huh? ¿por qué hermano León? -preguntó el saiyan curioso.
-Vendran algunas personas dentro de un rato, debemos estar presentables pa -iba a decir, pero las grandes puertas dentro de los altos muros fueron abiertas llamando la atención de todos, aunque no tanto la de Goku.
-¿Ya llegaron? -preguntó Mereoleona con tranquilidad.
-Al parecer sí -respondió Fuegoleon mientras su hermano y Goku miraban a ver quienes entraban por la puerta.
Dos jóvenes bastante similares ingresaban viendo los alrededores con asombro quizá por tal cantidad de destrucción.
-¿Qué pasó aquí? Esto no es para nada bello, contrario a eso, se aleja de la hermosura -habló un chico acariciando dramáticamente su pelo el cual era largo con raya lateral que está atado con una trenza que atraviesa la línea del cabello y una banda delgada alrededor de su cabeza. Tiene dos pendientes colgantes oscuros y luce la túnica del pavo real coral- No es una buena forma de recibir invitados -terminó cerrando sus ojos indignado.
-¿Podrías parar de decir tantas tonterías, hermano? -habló con irritación la chica la cual tenía baja estatura, de pelo anaranjado el cual le llega hasta los hombros, vestida con una blusa blanca con unas sandalias marrones.
Ella incluso tenía algunas venas resaltante sobre su frente forzando una sonrisa.
-Esa no es forma de hablarme mí, tu hermano mayor, Mimosa -habló el chico suspirando con dolor.
-Al parecer llegaron, sean bienvenidos Mimosa, Kirsch -habló Fuegoleon seguido por sus hermanos y detrás de Mereoleona estaba Goku el cual estaba algo distraído teniendo otra cosa en mente.
-"Luego de ese calentamiento con Leo tengo hambre, ¿qué hora de come en este lugar?" -de preguntó sin fijarse tanto en los recién llegados.
-Sí, así es. Vinimos para conocer al invitado aue mencionaste primo -respondió el llamado Kirsch buscando algo con la mirada, aunque no pudiendo encontrar a Goku que estaba detrás de los tres hermanos perdido en sus pensamientos- ¿Y dónde está? ¿es hermoso? -preguntó curioso.
-¿Sigues con esas cosas de hermosura? -preguntó Leopold algo nervioso.
-Sí, lamentablemente -respondió Mimosa alejándose lentamente de su hermano, sentía que si seguía a su lado estallaría- Pero en realidad yo también estoy interesada -siguió con una tierna sonrisa.
-Pues es este mocoso -habló Mereoleona sin darle tantas vueltas al asunto usando su garra de fuego para poner a Goku en frente de ellos- Vamos, presentate rápido -ordenó Mereoleona palmeando la cabeza de Goku que asintió.
-Está bien, hola, soy Son Goku, pero pueden decirme solamente Goku -dijo con tranquilidad y claro, su gran sonrisa que causo distintas reacciones en los hermanos.
-"¡Qué tierno!" -pensó algo anonadada la joven viendo fijamente a Goku- "Incluso es un poco más bajo que yo y..." -siguió analizando al chico con interés, aunque su rostro rápidamente tomó un color rojo al notar que Goku no tenía nada que cubra su torso.
-Vaya forma de presentarse, hmpf, no es para nada bello -habló Kirsch acomodando su pelo soltando un suspiro- Aún así decidieron ponerlo bajo la guarda de los Vermillion eh, debe tener algo especial -habló nuevamente con una mirada más seria.
Él no era tonto.
-Así es, pero tampoco es como si estuviéramos buscando su aprobación -habló Mereoleona intimidando al chico quien negó con sus manos.
Obviamente Fuegoleon pensó que debía informar a los demás miembros de su familia, al menos para que estén al tanto y eso hizo.
Aunque tampoco debían saberlo todo.
-¡Cla...claro, Mereoleona-sama! -exclamó nervioso- Sabemos que todo lo que usted haga lo hace por una razón y tiene su belleza.
-Oye Leona, yo les dije mi nombre pero ellos no, ¿cómo se llaman? -preguntó Goku llamando la atención de todos.
-Tienes razón, ustedes deberían presentarse también -dijo la mujer, aunque Mimosa parecía no estar prestando tanta atención- Hooo -ella entrecerró sus ojos al notar la expresión de su prima.
-Kirsch Vermillion, un gusto Son Goku -se presentó acomodando su cabello... otra vez.
-Mi...Mimosa -la bella joven se presentó con bastantes nervios.
-Oye Mimosa, me he enterado que tienes magia de curación, ¿puedes hacer algo con esto? -preguntó Leopold mostrando algunos de sus moretones con una sonrisa- Ah, y a Goku también aunque no esté herido -habló el chico mirando a Goku que se rascaba la nuca resaltando un poco más sus músculos en desarrollo.
-¿Magia de curación? ¿como las semillas del ermitaño? -se preguntó Goku mirando con interés a Mimosa que le desvió la mirada.
-Clar...claro, puedo curarlos, no parece ser tan grave -respondió la chica mirando el suelo chocando sus deditos recibiendo la mirada confusa de todos.
-En ese caso, ¿por qué no nos adelantamos mientras ellos son curados? -preguntó Fuegoleon mirando a Kirsch quién asintió.
Yéndose de allí ellos junto a Mereoleona pues esta última era la que debía explicar la situación de Goku.
-B...bien, comencemos -habló Mimosa algo roborizada decidiendo que Leo sería el primero en ser curado.
-¡Claro! -exclamó el menor sentándose en el suelo con las piernas cruzadas mientras el grimorio que tenía la chica salía de su funda y ella extendía sus manos
Goku se asombró bastante cuando vio aquel hermoso brillo verdoso en las manos de la chica que curaban las heridas de su amigo.
-¡Eso es genial Mimosa!-exclamó sumamente emocionado Goku acercándose a ella sin pensar mucho observando con atención el proceso de curación.
-Gra...gracias Goku-san -respondió tragando seco- Muy cerca... -murmuró la muchacha avergonzada sintiendo como su cuerpo temblaba levemente.
-¿Hah? ¿qué pasa Mimosa? Tu rostro está muy rojo -habló Leo mirando de reojo a su prima.
-¡Na...nada! -exclamó rápidamente- "Sí, ¿Qué me está pasando? ¿por qué reacciono así?" -se preguntaba mirando de reojo al pequeño saiyan que solo estaba interesado en la curación.
Apenas lo había conocido, pero igual estaba de esta forma, aunque contrario a lo que su hermano dijo, Goku era bastante atractivo a su parecer, incluso le parecía tierno que fuera un poco más pequeño que ella.
En cambio, el joven saiyan miraba algo confuso a la chica similar a su amigo Leo que levantaba una ceja por el actuar de su prima.
No duró mucho para que la chica termine de curar a su primo, y de forma muy nerviosa, pasar a Goku que no se encontraba muy dañando.
-¿Có....Cómo es que se hicieron todas estas heridas? -preguntó con curiosidad y vergüenza la chica tratando de no centrarse en el cuerpo del pequeño Goku.
-Ah, eso fue entrenando con Goku, te puedo asegurar que es alguien muy, muy fuerte -respondió Leopold sonriente mostrando uno de sus comillos.
-¿Con Goku-san? ¿Una pelea? -preguntó la chica con curiosidad y confusión.
Confusión a que se debía a una cosa bastante peculiar y eso era la nula sensación de mana que transmitía Goku, algo de lo que se había percatado ahora al instintivamente tratar de sentir su poder.
-¿Cómo es eso...? -la pregunta no fue soltada por completo, ya que pensó que aquello era algo muy personal como para preguntar.
-Oh, sé que eres bastante buena al sentir la magia, Mimosa -habló Leo recostándose en el pasto sin dejar de sonreír, aunque esta ocasión demostraba confianza y socarronería.
-¡H..Heh!
-"Vaya, esta magia de curación es muy buena, mis rasguños y pequeñas quemaduras que me causó Leona han sanado casi por completo" -pensaba Goku distraído e ignorante de la conversación entre los primos.
-Jé, al parecer Goku no tiene nada de magia -habló Leo alegremente por lo peculiar de su amigo, esto causó, en cambio, causó gran sorpresa en la muchacha que quedó atónita- Incluso así y aunque te cueste creerlo, él derrotó a mi hermana mayor -terminó confiado, aunque tenía una pequeña gota de sudor que caía sobre su mejilla, sabía mejor que nadie lo terriblemente poderosa de la mayor de los Vermillion.
Mimosa estaba tiesa en su lugar, ¿Mereoleona Vermillion había sido derrotada por este joven tan tierno? Y más aún, ¿sin magia?
Eso tenía que ser imposible, ella tenía el nivel de un capitán, y no cualquier capitán, de los más fuertes, se rumoreaba incluso que era más fuerte que su hermano Fuegoleon.
Tragó seco mirando al confuso Goku directo a sus ojos.
-¿Qué te pasa Mimosa? -preguntó Goku, pero no obtuvo respuesta, cosa que lo preocupó un poco- Oe, ¿estás bien? -volvió a preguntar, pero tampoco obtuvo respuesta.
Un leve recuerdo de algo que su abuelo solía hacer con él cuando se encontraba indispuesto pasó por su cabeza.
-¡¿Hah?! -Leopold- ¡¿Qué haces Goku?! -exclamó completamente asombrado.
-¡Hieee! ¡Goku-saaaan! -el rostro de Mimosa tomó distintos colores de rojos en menos de unos cuantos segundos al ver y sentir como Goku pegaba su frente con la suya propia.
La misma veía fijamente los ojos azabache llenos de inocencia de Goku no pudiendo reaccionar de ninguna forma.
¿Era esto buena suerte o mala suerte? Bueno, ella podría tener respuesta para eso.
--Fin del capítulo--
Espero que lo hayan disfrutado, les agradezco una vez más por el tremendo apoyo que le dan a la historia y lamento mucho la demora.
Comenten, dejen sus opiniones y críticas o lo que gusten ;).
Para el próximo capítulo pido unos 125 votos, si pueden claro jeje :D.
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