Una nueva tormenta
https://youtu.be/VSqfdtSZf3s
Habían pasado 3 días en la aldea de Tarbes, Kenichi ha estado internado en una casa, con el propósito de recuperar sus heridas.
Kenichi: ¿Dónde estoy...? - se levanta de la cama, pero siente un dolor en su brazo izquierdo- Demonios, como duele.
El Uzumaki mira a su alrededor y ve a Louise dormida junto a él, el pelirrojo con puntas negras ve que los ojos de Louise estaban hinchados, seguramente por haber llorado, Kenichi lo comprendía, la había preocupado demasiado con la pelea que tuvo contra su amigo Indra.
Louise: ¿Hum? – preguntaba mientras abría los ojos y veía al Uzumaki que ya estaba despierto.
Kenichi: Buenos días bella durmiente. – Louise lo abraza con fuerza.
Louise: ¡Por fin despertaste! ¡Me había preocupado mucho por tus heridas!
Kenichi: E-estoy bien...pero...cuidado con mi brazo que du-duele. – decía tratando de aguantar el dolor, ese puñetazo que le dio Indra fue realmente doloroso, a pesar de su rápida recuperación, el dolor se sentía.
Louise: Idiota, te forzaste demasiado. – Decía mientras temblaba y lágrimas caían de sus mejillas. – Me preocupaste mucho.
Kenichi: Lo lamento. – Louise lo toma de la mano.
Louise: Pero, me alegra que estés muy bien. – dijo dándole una sonrisa, eso hizo que el corazón de Kenichi latiera con rapidez y sus mejillas se ruboricen. - ¿Pasa algo?
Kenichi: No te preocupes. – decía mientras se levantaba de la cama con algo de dolor.
Louise: Deberías descansar un poco más. – decía preocupada mientras lo tomaba del hombro.
Kenichi: No, le debo una explicación a la princesa. No debería hacerla esperar. – decía mientras se levantaba con algo de dificultad y ve su chaqueta destrozada. – Bueno, eso me servirá.
El Uzumaki toma su chaqueta y lo usa como cabestrillo, Louise lo ayuda para amarrarlo en su espalda y sale de la casa. Para sorpresa del pelirrojo con puntas negras, todos los habitantes lo reciben como un héroe, dejando en shock a Kenichi.
Kenichi: ¿Pero qué? – varios habitantes le daban felicitaciones, cosa que lo ponía nervioso, ni siquiera en Aiur podía con algo así.
Louise: ¡Cuidado! ¡Aún está herido! - Exclamaba enojada y preocupada a la vez, todos se disculparon, pero le dieron las gracias por salvarlos.
Siesta: ¡KENICHI-SAN! – decía alegre mientras se lanzaba a abrazarlo.
Kenichi: Me alegra que estés bien Siesta...pero...mi brazo...me lo estás apretando. - decía aguantando el dolor.
Siesta: ¡Lo siento mucho! – decía acariciando el brazo izquierdo. – Si que es fuerte para soportar esto.
Kenichi: Bueno, soy un saiyajín, debo acostumbrarme a golpes como estos. – decía rascándose la nuca, pero Louise estaba celosa. – De paso ¿Podría saber dónde está mi amigo?
Siesta: Se llama Indra ¿Verdad? Al principio estaba muy asustada porque te dejó muy herido, pero cuando la princesa explicó que estaba bajo control mental y que tú lo conocías, le dimos cuidados, sígueme.
Kenichi y Louise siguieron a Siesta a una habitación de otra casa, donde Indra estaba despierto y mirando la ventana.
Kenichi: Ha pasado tiempo Indra.
Indra: Lo mismo digo Kenichi, finalmente despertaste. - decía con una sonrisa.
Kenichi: Si, aunque el brazo me lo dejaste muy destrozado. – decía adolorido, pero se aguantaba.
Indra: Lo lamento, fue mi culpa, si hubiera evitado ese control mental...
Kenichi: Tranquilo, no fue tu culpa, sólo fuiste víctima de las circunstancias. ¿Puedes levantarte?
Indra: Si. – dijo mientras se levantaba.
Kenichi: Entonces deberíamos ir donde la princesa Henrietta, debo explicar lo sucedido. – dijo mientras extendía su mano y ambos hacen un saludo especial.
Louise: ¿Un saludo especial?
Kenichi: Así es, por cierto, deberías presentarte.
Indra: Seguro. - da una reverencia. - Soy Indra Dragneel, amigo y rival de Kenichi, mucho gusto.
Siesta: Soy Siesta, mucho gusto.
Louise: Y yo soy Louise Françoise Le Blanc de la Valiere, soy la ama de Kenichi. - dijo con los brazos cruzados, pese a que sabe que son amigos, estaba algo enojada por lastimar a Kenichi.
Indra: ¿Tu ama?- Preguntaba confuso.
Kenichi: Es una larga historia. ¿Cuando vamos?
Louise: Vendrá un carruaje a recogernos, iré a esperar.- Dijo mientras se iba.
Indra: ¿Explicaciones?
Kenichi: ¿Recuerdas cuando toqué eso y desaparecí?
Indra: Si, por curioso te jaló eso.
Siesta: ¿Te jaló Kenichi-san?
Kenichi: Bueno, me había llamado la atención y lo toque, pero me trajo a este mundo, Louise fue quien me invocó y bueno...- dijo mientras mostraba las runas en su mano izquierda.
Indra: ¿Que es eso?
Kenichi: Son las runas de Gandalfr, según me contaron, fue el familiar del fundador Brimir, con la capacidad de usar cualquier arma con facilidad y aumento de habilidades físicas.
Indra: Ya veo.
Kenichi: ¿Y nuestras armas?
Siesta: Tranquilo, tus espadas están guardadas tanto las de él como las tuyas.
Kenichi: Gracias Siesta.
Siesta: ¿Me acompañas un rato?
Kenichi: Seguro, nos vemos luego Indra.
Indra: Claro.
Kenichi estaba caminando por las calles de la aldea en reconstrucción y siendo saludado por los habitantes.
Kenichi: Jamás creí que algo así pasaría.
Siesta: Nos salvaste, arriesgaste tu vida por nosotros, todos te lo agradecemos, sobre todo yo.- dijo sonrojada.- Te quiero dar esto.
Kenichi se sorprende al ver que le da una bufanda blanca.
Kenichi: Está genial, gracias Siesta.- dijo con una sonrisa y nota unas marcas.- ¿Qué dice ahí?
Siesta: Dice tu nombre, lamento que sea algo largo.- Kenichi se acomoda la bufanda, quedando mejor.
Kenichi: Es cómodo y da suficiente calor.
Siesta: Me alegra mucho que te guste.- dijo tomándolo de la mano.- Lo hice de todo corazón.
Decía mientras se acercaba pero llega su hermano.
???: Hola Siesta, oh, tu amigo Kenichi ya despertó, nuestro padre quiere hablar con él.
Siesta: Entiendo, vamos Kenichi.- dijo mientras se lo llevaba donde su padre.
Padre de Siesta: Buenos días Kenichi-san.
Kenichi: Buenos días, le doy las gracias por su hospitalidad.
Padre de Siesta: Es lo mínimo que podíamos hacer por ayudarnos, también supimos que tu amigo era controlado.
Kenichi: Si, aunque de parte de el, pido disculpas por los destrozos causados.
Padre de Siesta: Eso es lo de menos, ya nos recuperaremos, sé que eres amigo de mi hija así que espero que la cuides.
Kenichi: Desde luego que si.
Padre de Siesta: Pero una cosa, lastimas a mi hija y te daré una paliza, no importa que seas un guerrero.
Kenichi: *temblando* Por supuesto, no lastimaré a su hija./ carajo, así que eso es instinto de padre protector, da miedo.
Lousie: ¡Kenichi! ¡El transporte ya llegó!
Padre de Siesta: Aquí están sus armas.
Kenichi: Muchas gracias.- dijo cargando con cuidado las 4 espadas.- Nos vemos.
El Uzumaki sale de la casa y se encuentra con Louise.
Louise: ¿Y esa bufanda?
Kenichi: Un regalo de Siesta.- eso sacó celos a Louise.
Louise: ¿Y tu collar?
Kenichi: ¿Eh?- empieza a buscarlo en su cuello pero no estaba.- Pero ¿Y mi collar?
Louise: *extendiendo su mano* Lo encontré ya que durante tu pelea se te había caído.
Kenichi: Muchísimas gracias Louise.- dijo mientras se lo colocaba.
Indra: Hola.- dijo llegando.
Kenichi: Ya estás aquí, entonces supongo que nos vamos.
Louise: Si, por eso te buscaba, el carruaje ya llegó.
Los 3 se suben y se van rumbo al palacio, dado que era un viaje largo, Indra se durmió.
Louise: ¿Y bien?
Kenichi: ¿Y bien qué?
Louise: ¿Me cuentas un poco de tu amigo?
Kenichi: Es mi mejor amigo y rival.
Louise: ¿También es de Aiur?
Kenichi: Si, ahora que me acuerdo ¿Cómo hizo para llegar?
Louise: Es verdad si no fue invocado.
Kenichi: Ya le preguntaré.- decía mientras bostezaba.- Si tardará unas horas entonces me voy a dormir.
Louise: Kenichi espera.- pero el Uzumaki cerró los ojos.- Este chico...bueno, no lo culpo, está cansado y su brazo seguro que le duele. Pero...yo quería hablar más con él.
Louise apoya su cabeza en el hombro del Uzumaki y se quedó dormida.
Unas 2 horas después el carruaje llegó al palacio, los 3 caminaban por los campos hasta encontrar a la princesa quien abrazó a Louise.
Henrietta: Que bueno que hayas venido lo más pronto posible.
Louise: Bueno, yo le dije a Kenichi que esperara un poco más, pero insistió en venir. De paso les doy felicitaciones por la victoria.
Henrietta: ¿Bromeas? Fue gracias a ti y tu compañero Kenichi que ganamos.
Louise: Pero yo no hice nada.- Henrietta le entrega un informe de todo lo acontecido ese día.- ¿Investigo todo eso?
Henrietta: Son los resultados de la batalla, no debo pasar nada por alto.- luego mira a Kenichi.- Usaste la coraza de dragón y te luchaste contra ellos a pesar de la desventaja numérica, además de la pelea que tuviste y el ejecutar al traidor.
Kenichi: Bueno, había hecho un juramento cuando escapó, se lo merecía por lo que le hizo al príncipe.
Henrietta: Muchas gracias, te daré un título de noble.
Kenichi: ¡Espere! ¡No será necesario algo como eso!- decía nervioso, hasta Indra estaba sorprendido.
Henrietta: Pero fuiste el héroe.
Kenichi: No me considero uno.- dijo con humildad.- Bueno, supongo que tengo que contar algo de mi.
Henrietta: Por favor, tomen asiento.- dijo mientras los invitados se sentaban.
Kenichi: Bueno, para empezar me llamo Son Kenichi Uzumaki, soy de Aiur, una tierra distante al este.- Indra supuso que era lo mejor.- soy un saiyajin, una raza de guerreros con cola de mono y mi amigo presente...
Indra: Yo soy Indra Dragneel, mejor amigo, rival y compañero de pelea de Kenichi, también soy de Aiur, es un honor conocerla princesa.- dijo dando una reverencia en señal de respeto.
Henrietta: Oh, no tenía conocimientos de ese lugar, pero les doy las gracias. Ojalá pudiera hablar algún día con su líder.
Kenichi/ Indra: Si supiera que es mi padre/ su padre.- pensaban nerviosos.
Henrietta: ¿Y esa energía que desprendieron?
Kenichi: Es el ki, una fuerza de energía vital, muy difícil de aprender, además no tenía conocimientos de la magia de estos lugares.- era una verdad, aunque supuso que si aprendían magia podrían aprender lo otro.
Henrietta: Ya veo, eso es todo por ahora.- dijo dando una sonrisa, tanto Indra como Kenichi asienten.
Louise: A propósito, princesa, cuando acerqué el rubí de agua en el libro de oraciones, salieron algunas runas y pude leerlas. Esto había sido escrito por el fundador. ¿No es así?
Henrietta: Si, ¿Sabes Louise? Él había entregado los anillos a los 3 niños de las familias reales, en nuestro caso, es el rubí de agua y también nos dió el libro de oraciones.
Louise: Ya veo.
Henrietta: Eso fue entregado generación tras generación en la familia real.
Louise: Pero no soy de la familia.
Henrietta: ¿Que dices? Tu ancestro era hijo ilegítimo del rey, tu eres hija del duque, por lo tanto, tienes sangre de la familia real.- Kenichi estaba sorprendido, no se esperaba una noticia como esa, cuando en eso, Henrietta toma con cuidado la mano izquierda del Uzumaki.- Y estas son las runas de Gandalfr.
Kenichi asiente, supuso que Osmond se lo contó.
Louise: Así que soy una usuaria del vacío.
Henrietta: Así es y lamento no poder recompensarte.
Kenichi: Ya lo entiendo.
Louise: ¿A qué te refieres?
Kenichi: Louise, con tu magia del vacío, yo, no solo como Gandalfr, sino también un saiyajin con técnicas diferentes y ahora mi amigo Indra que está involucrado.
Indra: Es verdad, es mi amigo pero él es mi superior.
Kenichi: No sólo los enemigos, también los mismos aliados, hay gente que haría provecho de eso, seríamos armas vivientes.- Eso asustó a Louise, Kenichi tenía razón, con tal revelación, sería un arma.
Henrietta: Tiene razón, Louise, esto no se lo muestres a los demás, tu secreto está a salvo conmigo. – Pero Louise no quería quedarse como una inútil.
Louise: Pero princesa ¡Quiero dedicar mi Vacío a usted!
Henrietta: No Louise, debes olvidar ese poder tan pronto como sea posible.
Louise: Pero...quiero ayudarla. – su orgullo estaba dominando. – Yo siempre quise dedicar mi poder y cuerpo a la princesa y a la madre patria. A mí me enseñaron eso, creí en eso y crecí con eso. – Kenichi nuevamente sintió enojo, además se estaba comprometiendo y de forma indirecta, a él también. - Siempre fui tachada La Zero, sacudida por burlas e insultos. Sin embargo, fui otorgada por tal poder. Yo...yo pienso usarlo, pero si usted dice que no es necesario, entonces debo regresar mi varita.
Henrietta: Entiendo Louise. – dijo mientras la abrazaba mientras que Kenichi estaba molesto, comprometiéndose sin pensar, Indra veía eso y lo entendía, además también estaba involucrado por lo que estaba molesto. – Dejo el libro de Oraciones del Fundador en tus manos, pero no uses tu poder imprudentemente.
La princesa saca un pergamino y empieza a escribir para luego dárselo a Louise.
Henrietta: Ten esto, es mi permiso oficial. Con esto, tendrás autoridad suprema mi dama de corte. – Louise estaba sorprendida y la princesa junta unas monedas en una bolsa de tela y se la da a Kenichi. – Te pido que sigas cuidando a Louise, mi persona más importante.
Kenichi: Princesa, no puedo aceptar esto.
Henrietta: Por favor, acéptalo. Dándote esto como una señal de Chevalier, es lo menos que esta reina sin poder puede hacer, sé que eres de otro mundo, pero mostraste lealtad a mí y a la madre patria. No debería quedarse sin recompensa. - dijo con ojos sinceros.
Kenichi: Louise ¿Podemos hablar mientras damos un paseo? – decía con una falsa sonrisa.
Louise: Claro. – dijo algo sorprendida.
Henrietta: Indra podrá estar aquí hasta que regresen, tómense su tiempo.
Kenichi: Gracias, vamos Louise. - dijo mientras se iban.
Había un gran silencio en las calles, mientras Louise estaba algo nerviosa, hasta que Kenichi rompe el silencio.
Kenichi: Te gusta prometer muchas cosas.
Louise: ¿Qué quieres decir?
Kenichi: ¿Por qué te comprometiste a ayudar a tal extremo? Técnicamente nos involucras, tanto a Indra como a mí. A este punto no podré ir al este.
Louise: No puedes irte sin mi permiso, nos quedaremos así que no te quejes.
Kenichi: ¿Acaso no quieres que regrese o qué?
Louise: ¿Eh? – estaba en un lío interno. – No quiero que te vayas, no puedo dormir sin ti y quiero saber estos sentimientos.
Kenichi: Ya veo, si yo me voy, entonces te será más difícil ayudar a la princesa.
Louise: No, no es eso, sé que quieres volver a tu mundo, pero, me duele, me duele sólo escuchar eso, yo...yo te...- pero su orgullo atacó. - Así es, no me preocuparía por un familiar como tú de otra manera.
Kenichi: Así que era eso...-dijo con una mala mirada, Louise se dio cuenta que la malogró, se dejó llevar por su ego y lo ve caminar.
Louise: Espera...-lo sigue, pero había mucha gente. – Muévanse.
Pero en medio de eso, chocó con un mercenario, estaban celebrando la victoria, tomando y estaba borracho, Louise quería alejarse, pero el mercenario la toma de la mano.
Mercenario: Espere señorita, debe disculparse por chocar con alguien en medio de la calle. - dijo exigente, pero ve el manto. – eres una noble. Hoy es el festival para celebrar la victoria de Tristain y el rango se deja de lado, todos somos iguales ¿Qué tal si toma conmigo como disculpa?
Louise: ¡Déjame ir! ¡Bruto!
Mercenario: ¿Qué cosa me has dicho? ¿Acaso no sabes quiénes fueron los héroes de la pelea contra Tarbes?
Louise: ¡Suéltame que me lastimas! – el mercenario la iba a golpear pero Kenichi atrapa su puño.
Kenichi: Déjala en paz. - dijo con una voz tan fría.
Mercenario: ¿Qué? ¡Largo de aquí niño! - iba a sacar su arma pero Kenichi lo mira y por unos segundos, sus ojos zafiro se pusieron de color esmeralda y su cabello a dorado, dando una apariencia intimidante, el mercenario soltó la mano de Louise y retrocedía con miedo, tanto él como sus hombres se fueron a otro lado.
Kenichi toma la mano de Louise y caminan por las calles, aunque el corazón de la pelirosa latía con fuerza, estaba arrepentida por culpa de su orgullo, pero quería hablar con él.
Louise: ¿Estás enojado?
Kenichi: No, no lo estoy.- respondió bruscamente.
Louise estaba con la cabeza baja pero siente que Kenichi aprieta un poco el agarre, sus mejillas empezaron a arder.
Louise: Kenichi ¿Acaso sientes lo mismo? - pensaba internamente, pero no podía verlo a los ojos.
Ambos caminaban por las calles, que estaban llenas de vida, puestos de comida, ropa, accesorios, Louise no vio algo así antes dado que era la hija de un duque, jamás se metía a eventos así.
Kenichi: Demasiado ruido ¿No lo crees?
Louise: Lo sé. – dijo felizmente.
Kenichi: Me recuerda a los festivales de mi mundo.
Louise: ¿En serio?
Kenichi: Sí, es casi igual, los puestos de comida, hamburguesas, pizzas, crepés, helados entre otras cosas, tenían muchas cosas. qué recuerdos. – decía con nostalgia.
Louise: Sé que el día que Kenichi e Indra vuelvan a casa llegará, pero yo...quiero pasar más tiempo con Kenichi, quiero que me abrace...que me mire...- pensaba con un sonrojo, definitivamente, ella estaba enamorada, pero había un pequeño problema.
"El orgullo"
Cuando en eso Louise ve algo que le llamó la atención.
Kenichi: ¿Qué pasa? - Kenichi da la vuelta y ve un local donde vendían ropa y accesorios. - ¿Quieres echar un vistazo? – Louise asiente con las mejillas sonrojadas.
Louise observaba los collares y se fija uno de color blanco, tallado en forma de una concha, había joyas a su alrededor, pero si se le ve de cerca, era cristal barato, pero, a pesar de eso, Louise le gustaba.
Comerciante: Oh, tiene un buen ojo señorita.
Kenichi: ¿Lo quieres?
Louise: Pero no tengo dinero.
Comerciante: No hay problema, le dejo a cuatro ecus.
Louise: ¡Eso es mucho! - decía sorprendida, pero Kenichi suspira y saca la bolsa que le dio la princesa, sacó unas cuatro monedas de oro y se lo entrega.
Comerciante: Muchas gracias por su compra. – dijo mientras le daba el collar a Louise quien estaba sorprendida y sonrojada.
Louise: Lo primero que hiciste con el dinero fue comprarme un collar. -la pelirosa estaba muy feliz y su corazón latía más rápido, entusiasmada, procede a colocárselo en el cuello.
Kenichi: Te queda muy bien. – dijo con una sonrisa, sonrojando a Louise, ella quería que la mire, pero el Uzumaki mira la mercancía y se sorprende de algo del botín de guerra.
Había una ropa que usan los estudiantes de su mundo y se imaginó a Siesta, por lo que procede a preguntar el precio, el comerciante le dijo que eran 3 ecus, el Uzumaki paga por 3 conjuntos, pero Louise estaba confundida, pagar por ropa de segunda mano.
Kenichi: Creo que ya es hora de volver. – dijo mientras trataba de llevar la ropa, pero Louie se ofreció llevarlo. - ¿Sabes Louise?
Louise: ¿Qué?
Kenichi: Me gustaría que conocieras mi hogar, te va a gustar.
Listo, sentimientos aclarados, Louise estaba ruborizada y abraza a Kenichi, ignorando su lado orgulloso, aunque se arruinó ya que no notó que también estaba aprisionando el brazo izquierdo, cosa que le dolía mucho a Kenichi.
Louise: ¡Perdón!
Kenichi: No te preocupes, no es nada. – dijo adolorido mientras caminaba hacia el palacio.
Los 3 regresaron en un carruaje, cortesía de la princesa y llegaron al anochecer.
Kenichi: Ahora que me acuerdo ¿Dónde vas a dormir?
Indra: ¿Crees que sólo vine con las espadas? – Preguntaba con una sonrisa mientras de su bolsillo sacaba una caja con 5 cápsulas.
Kenichi: *sorprendido* Acaso...-Indra asiente. – entonces hay que buscar un lugar para instalarlo.
Louise: ¿Qué es eso?
Kenichi: Lo mejor de la tecnología de Aiur, cápsulas de almacenamiento.
Osmond: Oh, señorita Valiere, joven Kenichi, ya volvieron, supe de lo que hicieron en Tarbes, fue arriesgado, pero os felicito. ¿Y quién es el muchacho?
Kenichi: Se llama Indra Dragneel, un amigo mío, director ¿Habrá un territorio para instalar algo sin tener problemas con estudiantes o maestros?
Osmond: Hummmm, si hay un lugar, síganme. – Los 3 siguen al director hasta llegar a un lugar espacioso.
Indra: Ok, traten de no asustarse. – presiona un botón y tira una cápsula al suelo, apareciendo una cortina de humo y al disiparse, se ve una casa.
Louise/ Osmond: ¿Pero qué?
Kenichi: Perfección.- dijo una sonrisa.
Louise: ¿Cómo es que...?
Kenichi: Como dije, es una cápsula de almacenamiento.- dijo mientras abría la puerta.
Indra: Oye Kenichi.- el pelirrojo lo mira y Dragneel arroja una cápsula más.
Kenichi: Oh si.
Louise: ¿Y eso?
Kenichi: Una cápsula de gravedad, me ayudará mucho en mi entrenamiento.- dijo feliz.
Indra: Lamentablemente me olvidé la de recuperación, las otras 3 son suministros.
Kenichi: Descuida, ya mañana estaré mejor.
Osmond: Vaya, si que tienen trucos bajo la manga, los jóvenes de hoy en día, pero no hay problema, pueden usar este lugar para quedarse, avisaré a Colbert. - dijo mientras se iba.
Kenichi: *ingresando*Al fin, algo de mi hogar, además del caza Vikingo, por cierto Siesta dijo que lo traería mañana.- Indra asiente.
Louise: *siguiéndolo* ¿Me guías un poco?
Kenichi: Bueno, esta es la entrada, deja tus zapatos aquí, es más cómodo.- dijo mientras ingresaba al pasillo.- La sala con su entretenimiento.
Louise: ¿Esa no es como la pantalla de tu computadora?
Kenichi: Así es, pero es una televisión, puedes ver varios programas, también hay libros.- dijo señalando un estante, siguen caminando hasta llegar a la cocina.- Bueno, la cocina nunca falta y el comedor.
Louise: Supongo.- luego suben al segundo piso.
Kenichi: El baño, y la ducha, aunque si puedo recargar agua, tiene su tanque.- siguen caminando.- Finalmente las habitaciones, son espaciosas.
Indra: yo pido el de la derecha.- dijo entrando.
Kenichi: Entonces este es el mío.- dijo abriendo el suyo, el cual era una cama grande, su armario con un par de ropas más.- Prueba del colchón.
El Uzumaki se lanza a la cama y sonríe.
Kenichi: Esta cama si que es cómoda.
Louise: Si claro.- dijo mientras se echaba pero se sentía relajada.- Tienes razón es cómoda.
Indra: *tocando la puerta mientras se apoya* Y lo mejor, paredes a prueba de sonido, al igual que las ventanas, por si están cerradas.
Kenichi: Privacidad, lo mejor.
Louise: Ahora que me doy cuenta ¿Cómo fue que llegaste a este lugar si también eres de Aiur?
Kenichi: Es verdad, ¿Cómo es que llegaste a este mundo?
Indra: Bueno, desde que desapareciste, tus padres se enfocaron en tu rescate, en especial tus hermanos Shun y Enju y contruyeron un portal.
Kenichi: ¿Eso quiere decir que ya hay boleto para volver?- preguntaba emocionado, aunque Louise se sentía angustiada, pero nota que Indra baja la cabeza.
Indra: Quisiera decir que sí, sin embargo no es así.
Kenichi: ¿Qué quieres decir?- decía levantándose de la cama.
Indra: Verás, cuando la máquina ya estaba lista, sólo hacía falta una recarga para conectar este mundo como un puente y ...
Kenichi: ¿Y?
Indra: *suspira* ¿Recuerdas de los conflictos con Aultcray?
Kenichi: Si ¿Que tiene?
https://youtu.be/ATTCaQt4-wQ
Indra: Pues envío unos bombarderos a atacarnos y en el caos, escombros cayeron encima del portal una vez que yo había pasado y fue destruido, varias piezas fueron muy difíciles de conseguir, por lo que pasaremos otra temporada.
Louise no estaba feliz, Kenichi tenía una oportunidad pero se fue de forma inmediata, la pelirosa ve al Uzumaki salir de la casa y mira hacia el cielo.
Kenichi: *aprieta su puño derecho* Justo cuando tenía una oportunidad.
Louise: Kenichi.- ve que el Uzumaki aumenta su poder.
Kenichi: ¡MALDITA SEAAAAAAA!
Louise estaba en un lío, pasaría más tiempo con él, pero también le daba pena que una oportunidad le fuera arrebatada así, sólo se acercó y le dió un abrazo, sentía las lágrimas caer.
Louise: Tranquilo, estoy aquí.
Indra miraba eso y apretaba los puños, Aultcray pagaría caro.
En el otro mundo.
En Aiur, Bardock estaba mirando a su ejército.
Bardock: ¡Muy bien hijos de Aiur! ¡Hora de demostrar al bastardo de Aultcray y su gente su maldito error!
Todos los soldados levantaron los puños y dieron un grito de guerra.
Bardock: ¡PREPAREN LAS NAVES, ATACAREMOS AL ALBA!- todos asienten y se van a preparar los transportes y las armas.
Gine: Y ustedes, deben conseguir las piezas, sé que están furiosos pero tanto Kenichi e Indra están en otro mundo.
Shun: De acuerdo madre, conseguiré las piezas, aunque no me esperaba que me dieran un poco de la compañía que le pertenece a mi hermano.- dijo viendo a unos soldados en armadura diferente.
Enju: Pero con eso podremos completar las misiones rápidas.- dijo mientras se colocaba su traje de batalla.
Gine: Ojalá mi hijo esté bien..
Shun: Descuida, mi hermano estará bien.
Dijo mientras se preparaban para partir.
Fin del capítulo.
Espero les haya gustado...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.
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