Una bienvenida violenta
https://youtu.be/a5l2OF1byrE
¡Chicos, esta es una buena oportunidad para recuperar nuestro honor! – el responsable de decir eso era Guiche.
¡Uahhhhhh! – Gritaron como guerreros los caballeros suspendidos.
Guiche: Nuestro honor cayó por ese incidente, decepcionamos a nuestro líder ¡Pero Dios no se ha olvidado de nosotros! ¡Hemos recibido una oportunidad para redimirnos!
Por favor, vicecomandante, díganos acerca de esta misión. – dijo uno de los miembros del Cuerpo de Caballeros de Espíritu del Agua, el rubio saca la carta que había dejado René, hace dos días el Uzumaki lo había leído y se lo entregó al rubio, por lo que decidió hacer una junta.
Guiche: *Lee la carta*
"Sr. Guiche de Gramont y Sr. Son Kenichi Chevalier de Uzumaki:
Por favor, escolten a la dama de la corte de la princesa, la señorita Louise de La Valière y la estudiante recién ingresada a la academia, Tiffania Westwood, a un viaje a Romalia, Imperio sindical vigente."
Guiche: ¡Caballeros! ¡Nuestra responsabilidad es proteger a la novia de nuestro líder, a su amiga y compañera nuestra a costa de nuestras vidas ¿Ha quedado claro? – todos levantan el puño en alto, cumplirían con la misión.
Un poco lejos de ahí, estaba Louise, junto con Colbert quien trataba de dirigir el Ostland y una Kirche pegada a él, además de que estaba Tabitha.
Kirche: Ellos te dicen qué hacer pero no el cómo.
Louise: No habría oportunidad sin el Ostland ¿O sí?
La expedición al este, algo que Colbert ansiaba y trajo el Ostland a los terrenos de la Academia de Magia y estaba lleno de suministros, aun así, el equipo no podría llegar por lo que le pidieron ayuda al profesor.
Kirche: ¿Hay algo que te molesta Louise?
Louise: ¿Eh...? Estoo...
Kirche: ¡Vaya! Estás soñando despierta...Yo decía que en realidad, los que están más arriba, están que escupen las órdenes y luego nosotros tenemos que limpiarlo.
Louise: Eso lo sé, pero tenemos que hacerlo. – mira a todos lados. – Por cierto ¿Dónde está Colbert?
Kirche: Jean está divirtiéndose con el objeto que le dio Kenichi. – dijo algo enojada.
Louise: ¿De Kenichi?
Kirche: Sí ¿Qué cosa era? Ah sí, era plano y rectangular. No sé qué es lo que le ve de interesante jugar con eso. – decía con un puchero mientras que la peli rosa recordó y entendió a lo qué se refería, era la laptop que le había mostrado al principio.
Louise: Bueno, al menos trató de animarlo. – pensaba con una leve sonrisa, aunque también tuvo un recuerdo en la noche que estaba bebida, pero no las palabras que le dijo al pelirrojo, pero sentía una felicidad profunda. – Disculpa, pero iré a conversar con él.
Mientras tanto, el pelirrojo estaba apoyado en la parte frontal del Ostland, observando la dirección a donde se iban, siendo acompañado por Indra.
Kenichi: A un nuevo país.
Indra: Esto se pone muy interesante. – dijo con calma mientras que el pelirrojo nota su expresión.
Kenichi: ¿Quieres que coloque energía en el sello?
Indra: No estaría mal. – el pelirrojo coloca sus manos y concentra su energía en el lugar, aliviando un poco al pelinegro con puntas azules. – Gracias.
Kenichi: De nada, sugiero que te tomes un descanso, esto tomará algo de tiempo.
Indra: El lado bueno, es que este barco es más rápido que cuando nos fuimos a Albion.
Kenichi: Eso no te lo niego.
Indra: Nos vemos luego. – después de hacer una serie de choques, se retira a la sala de descansos mientras que el pelirrojo seguía mirando el lugar.
Minutos después, Louise llega y se apoya al lado de él.
Louise: Hola Kenichi.
Kenichi: Hola Louise ¿Cómo te va?
Louise: Por el momento bien. – decía con una leve sonrisa. - ¿Estás emocionado por conocer un nuevo país?
Kenichi: No te niego, estoy muy emocionado, podré conocer el país faltante. – ella ríe levemente.
Louise: Pareces un niño con ganas de conocer nuevos lugares. – el pelirrojo se avergüenza pero ella coloca su cabeza en su hombro. – Pero eso me gusta, y siendo sincera. Yo también estaría igual cuando conozca tu mundo.
Kenichi: Me alegra mucho. – mira el horizonte.
Louise: ¿Qu-Qué te parece... si vamos a un buen restaurante para nosotros dos cuando lleguemos a Romalia?
Kenichi: Jeje, una cita, con gusto acepto. – la toma de la cintura y ella lo toma de la mejilla para besarse.
Louise: ¿Qué te parece si...? – se acerca y le dice algo al oído, sonrojando al pelirrojo con puntas negras.
Kenichi: ¿Es-Estás ...? – ella coloca un dedo en sus labios.
Louise: Sólo vamos. – lo toma de su gabardina y se lo lleva al su habitación.
//==Tres días después==//
El Ostland estaba llegando al puerto sureño de Romalia, Cittadella. El Uzumaki nuevamente estaba sorprendido por la destreza del barco de Colbert, si hubieran ido en un buque estándar, les habría tomado una semana.
Esta ciudad tenía un gran lago, útil para los barcos de mar y un puerto lo suficientemente grande a lo largo de la costa. Sin embargo, dado que el Ostland era una nave extraña, mucha gente se acercó alrededor del lugar, preocupando a la tripulación.
Kenichi: Disculpe profesor ¿Sí se sabía que vendríamos verdad?
Colbert: Tal parece que no lo hicieron oficial. – Con el fin de no atraer la atención, en especial con Galia, el viaje fue secreto y pasaron encubiertos hasta reunirse con la reina, aunque claramente esto tiene sus desventajas.
En eso, una persona de apariencia de funcionario observa el Ostland de forma sospechosa.
Estudiantes de la Academia de Magia de Tristain. Qué barco increíble están montando ¿Qué clase es este? – preguntaba el señor.
Era un barco único, tenía una envergadura de gran tamaño. Además de la cola y alas con un hélice de gran tamaño desconocidas por muchos. Ya sea oficiales o no, esto les era muy sospechoso.
Colbert: Oh, es un nuevo modelo de nave desarrollado en Germania.
Eso que es en la parte de las alas ¿Qué es eso en forma de torreta rara? – preguntaba de manera arrogante señalando con su varita.
Colbert: Es un dispositivo que otorga la propulsión a través de la fuerza del vapor conocido "Motor a vapor de Agua". – Sin embargo, el funcionario entrecerró los ojos.
Sin el uso de la magia bendita de Dios, te atreves a volar en el cielo con este dispositivo raro... ¿Esto no es una herejía? - el pelinegro con puntas azules y el pelirrojo con puntas negras ven al funcionario.
Kenichi/ Indra: ¿Qué carajos? – dijeron en su mente con un toque de enojo.
Con sólo la mención de esa palabra, aparecieron los ayudantes del funcionario, tomaron los objetos santos alrededor de sus cuellos y sus manos temblaban, definitivamente, todos eran clérigos, pero para Indra y Kenichi, era demasiado exagerado y tuvieron un deja vu.
Eso hizo que toda la conversación pusiera incómoda a Tiffania, pero se alivió ya que el Uzumaki estaba cerca y le dedica una sonrisa de confianza, aunque lo que preocupaba tanto a él como a Indra eran las orejas, dado que es un elfo, usaba un sombrero ancho para ocultarlos, sin embargo, uno de los oficiales se acerca.
Oye tú, déjame ver ese sombrero. – extiende la mano mientras que Tiffania temblaba con torpeza. - ¿Qué te pasa? He dicho que quiero ver ese sombrero ¿Acaso no escuchaste? – Indra y Kenichi se preparaban para golpearlo, pero escucharon un cántico en voz baja por parte de Tabitha, Kirche también estuvo atenta y se acercó a coquetearlo.
Kirche: ¡Oh, veo que eres todo un hombre!
¿Qu-Qué estás haciendo? – respondió el oficial.
Kirche: Usted hace un trabajo fabuloso ¿Verdad, sacerdote guapo?
En realidad no y de todos modos ¡Suélteme! ¡No seré corrompido!
Kirche: Hay un montón de cosas en este mundo que son más divertidos que rezar a un Dios ¿Lo sabías? – gracias a eso llamó la atención y Tabitha pudo terminar su hechizo sin movilizarse y el sombrero de Tiffania empezó a brillar y Kirche terminó de coquetear.
Kirche: Supongo que es como el señor oficial dijo, pudo ser corrompido. – el funcionario se aclaró la garganta y una vez más se dirige a Tiffania.
Su sombrero, por favor. – La rubia terminó cediendo y entrega el sombrero. – Hum, se ve más hermosa sin eso.
Tiffania: ¿Huh? – ella estaba confusa, creyó que la insultarían por sus orejas, pero al verse en un reflejo, sus orejas eran de un tamaño normal, por lo que mira a Tabitha, su destreza en hechizos, la terminó salvando.
Kenichi: Recuérdame que les debo una a ti y a Tabitha. – la pelirroja sólo da un guiño.
Parecía que todo iba normal, nada estaba fuera de lugar gracias a los documentos que fue emitido por Tristain y dado que estaba en orden, el funcionario dejó las preguntas, es decir, un peso menos, pero esto apenas era el comienzo.
Ahora tenían que irse de Cittadella hacia la capital de Romalia, cosa que les tomaría un día, por lo que se fueron en un carruaje, pero omitieron algo importante, de acuerdo a las costumbres a ese país, las varitas y armas tenían que ser guardadas antes de llegar a las puertas de la ciudad. Eso no le advirtieron a Kenichi ni a Indra, por lo que al momento de cruzar las puertas con sus respectivas espadas, causó que un guardia los detuviera.
¡Oigan, ustedes! – decía el guardia.
Kenichi: ¿Y ahora qué? -estaba algo impaciente para llegar mientras que el guardia se acerca y coloca su mano en su espada.
¿De qué pueblo atrasado vienen ustedes dos? ¡No puedo perdonar a alguien que descaradamente lleva un arma en esta ciudad! – eso enojó tanto Uzumaki como al Dragneel, tal vez estén lejos de su hogar, pero no dejaría que nadie se atreva a menospreciar o insultar su país.
"Tal parece que es un plebeyo." – pensaba otro mientras que, con una actitud pomposa, toma a Derflinger y a Incursio y lo tira al suelo. Lo mismo hicieron con Lostvaine y Grand Chariot, a Indra no le gustó para nada que tomen a Lostvaine sin permiso, pero trató de mantenerse sereno, pero su mirada era una enojada.
Kenichi: ¿Qué demonios estás haciendo? – exclamaba enojado mientras que el guardia miraba el manto del Uzumaki.
¿Qué? ¿Tú eres un noble? (...) Bueno, eso no importa ¿Por qué demonios llevan espadas en este país? ¿Qué pasa con los países del Norte? No tenía idea de que los "plebeyos" se les permita jugar a ser nobles. ¡Esto es una blasfemia a Dios! - exclamaba de forma altanera.
Kenichi: ... ¿Es en serio? – decía rodando los ojos al escuchar esto. - ¿Acaso no tienes a alguien más para molestar?
Los demás estaban algo nerviosos por cómo saldría, pero antes de que alguien diga algo, la espada sale de su vaina y exclama.
Derflinger: ¡OYE! ¿Por qué demonios lanzan a una persona..., no espada al suelo?
¿Y esto qué es? ¿Una espada inteligente? Bueno, cualquiera que sea la razón, no está permitido portarlas. Usted debe guardarla en su equipaje o colocarla en su caballo... en cualquier caso, ustedes dos vienen conmigo que parecen sospechosos. – antes de que el pelirrojo diga algo....
Derflinger: ¡Cállate idiota! ¡La protección de su maldita casa de oraciones estúpida, me vale un comino!
...Casa de oraciones estúpidas ¿Dices? – eso palideció al pelirrojo mientras que a Indra, le daba un mal presentimiento, si estos sujetos eran religiosos, entonces podrían meterse en grandes problemas.
Kenichi: Disculpe por lo que dijo esta espada idiota. – toma a Derflinger y trata de callarlo pero la espada estaba de tan mal humor por lo que no quería salir de su vaina. Unos segundos pudo guardarla al calmarlo un poco.
Kenichi: ¿Acaso no te dije que en lugar de ser grosero, deberías mejorar tu comportamiento?
¿CÓMO SE ATREVE ESA ESPADA A INSULTAR A LOS GUARDIAS DE ROMALIA? ¡ESTO EQUIVALE A INSULTAR A DIOS Y AL FUNDADOR BRIMIR! – Exclamaba furioso.
Indra: Oh, por favor, no exagere, apenas lo insultó a usted por creído. – dijo sin rodeos pero la espada vuelve a atacar.
Derflinger: ¡Oye idiota! ¿Ustedes qué saben acerca del fundador? Será mejor que te disculpes o empiecen a rezar? – Kenichi guardó la espada a la fuerza pero se escuchaban gritos.
"¿Qué?"
"¡ESTO ES IMPERDONABLE!" – más guardias llegaron y tomaron la empuñadura de Derflinger pero el pelirrojo ejerció fuerza.
Kenichi: ¡Oigan, ya basta!
¡Demonio! ¡Es momento de convertirte en un trozo de hierro ardiendo! – exclamaba uno mientras trataba de arrebatarle la espada a Kenichi pero el pelirrojo lo hace retroceder con un codazo.
Indra: No sé por qué esto se parece a los días de cuando se hicieron las conquistas. – Recordando la inclusión a la fuerza de la religión y quien se oponía, lo tachaban de demonio.
Esto estaba empeorando y los chicos de la academia estaban tensos y, de forma inevitable, esto se desataría en una pelea.
Kenichi: ¡Ya, lo siento, es una espada algo grosera!
¿Crees que disculparte bastará? He soportado gracias a la fuerza de Dios y al Fundador. ¡Pero pondremos fin a su blasfemia aquí y ahora! ¡HOMBRES! ¡SALID Y DETENGAN A ESTOS INDIVIDUOS SOSPECHOSOS! - Con ese grito, varios guardias los rodearon.
¡BLASFEMIA! – Exclamaban con furia y Kirche pudo reconocer las varas.
Kirche: Esto no es bueno, esos sujetos son paladines. – de forma inmediata, Tabitha llama a Sylphid, tanto ella como Kirche se suben al dragón, luego fue Tiffania pero Louise se coloca en frente de los paladines.
Louise: ¡Ya basta! ¡Nosotros somos del gobierno de Tristain y en estos momentos nos dirigimos hacia Su Majestad, la reina Henrietta, que se encuentra en este país! ¡Poner una mano sobre nosotros será un incumplimiento importante de la diplomacia! ¿Entienden lo que le digo?
Los paladines se miran entre sí por unos segundos.
¿Su Majestad, la Reina Henrietta? – dijo uno.
Louise: ¿Acaso no recibieron esta información? – eso le daba un mal presentimiento y ahora que recordó, la visita de la reina Henrietta era secreto. Pese a la alta jerarquía del gobierno, los de rango inferior, no sabían de eso.
Bastardos... Yendo tan lejos como para usar el nombre de la reina de Tristain... ¡Eso lo hace más sospechoso! ¡USTEDES HAN PROVOCADO EL JUICIO DE LA IGLESIA, ASÍ QUE PREPÁRENSE! – Uno de ellos, arroja un hechizo a quemarropa a Louise pero el Uzumaki se interpone y con Derflinger, parte el hechizo en dos, pero su expresión pasó a una muy enojada.
Kenichi: ¡Aquí los únicos bastardos son ustedes! – su cabello parpadeaba pero Louise lo toma del hombro.
Kirche: ¡Será mejor que nos vayamos! – toma a Louise. - ¡Jean, Guiche, todos nos seguirán! ¡Kenichi, Indra, vengan rápido!
El Uzumaki da un puñetazo hacia el suelo, generando una cortina de humo y se sube al dragón junto con Indra, inmediatamente Sylphid vuela a gran velocidad mientras que Colbert y los caballeros Ondine, usaron el hechizo volar y seguían a Sylphid.
¡LOS HEREJES ESTÁN ESCAPANDO! ¡TRAS ELLOS! – Para sorpresa de los extranjeros, ven que los caballos empezaban a salirles alas y los paladines rápidamente se montaron para seguir a Kenichi y compañía, que subieron de nivel, de "blasfemia" a "Herejes".
¡Son pegasos! – dijo uno de los chicos.
Provenientes de Romalia, el caballo santo con alas, era único en la fila de los paladines. Brillando con una luz blanca radiante y cada vez se acercaban.
Kenichi: Bueno, una fantasía cumplida. -Indra da un asentimiento, al menos pudieron presenciar uno en carne viva, pero el pelinegro con puntas azules nota a los estudiantes.
Indra: Esto no es bueno, los estudiantes no podrán seguir el ritmo por mucho tiempo.
Kenichi: Oh genial ¿Y ahora cómo salimos de esta?
Kirche: ¿Por qué provocaste a los paladines? Si ellos dicen a alguien "Blasfemia", lo llevan de manera informal el juicio de la Iglesia y reducir la pena simplemente por eso.
El par recordó cuando se enfrentaron contra Beatrice, luego, el pelirrojo ve a Tiffania temblando. Escuchar la palabra "Juicio de la Iglesia", que pudo haber provocado ella por el conflicto por lo del sombrero.
Viendo las calles de Romalia desde una gran altura, parecía estar dividido en distritos y bien organizados de forma estricta. Sea distintos distritos, había una torre muy bien tallada que resaltaba por los demás edificios.
Kirche: En serio, insultar a los clérigos, en este lugar repleto de iglesias, es lo último que querría hacer. – el pelirrojo sólo mira a Derflinger. -
Kenichi: Oye, gracias por lo que hiciste. Deberías controlar tu vocabulario.
Derflinger: Bien, estar todo el tiempo dentro de la vaina, me dejó muy estresado. Pero lo que a mí me impacta es que este país, fue fundado por Felsandic y a esa persona lo aborrezco.
Kenichi: Eso ya se hizo hace años ¡Y ahora por tu regaño nos metimos en un problema muy serio! – tras regañarlo un poco más, guarda la espada.
Luego miran hacia atrás y ve que los caballeros Ondine, volaban muy lento, parecía que tuvieran turbulencia y no era de preguntar, usar ese hechizo consume mucha energía y se estaban cansando, pese a su mejora, aún no se acostumbran a volar a grandes distancia.
Tabitha: Taberna. – la pelirroja asiente y el dragón comienza a descender.
Kirche: Usaremos el bar como una sede de defensa. No hay forma de escapar, ser atrapados es lo último que quiero. Lo mejor será luchar y un bar sería un buen punto de defensa.
A gran velocidad, Sylphid, llega al punto indicado. Los peatones se sorprendieron por el dragón de viento llegar de forma repentino, la pelirroja salta del dragón e ingresa a la taberna. El dueño del bar dio la bienvenida, pero la pelirroja no tenía tiempo para rodeos observa a su alrededor.
Kirche: Mientras menos civiles involucrados, mejor.
¿Qué gusta ordenar señorita? – preguntó el encargado.
Kirche: Me quedo con la posada el día de hoy.
¿Eh? – Se sorprende al ver a varios nobles ingresando a su local. - ¿Qué está pasando? – la pelirroja no dice nada y le entrega un cheque.
Kirche: Tal vez no sea suficiente, pero cuando llegue el momento, puede pedir más.
¡Gracias! Aunque ¿Qué van a hacer, una fiesta? – preguntaba curioso.
Kirche: Algo así, pero los fuegos artificiales serán muy salvajes, espero que no le importe.
¿Fuegos artificiales? - ve que Tabitha daba instrucciones para hacer una barricada. - ¿Qué hacen?
Iba a preguntar cuando el pelinegro lo jala de su ropa, saliendo de una zona de impacto, ya que proyectiles atravesaron las ventanas, afuera, se veía a los paladines, listos para pelear.
¿Qué sucede? ¿Por qué los caballeros Santos están aquí? – se notaba algo de miedo.
Indra: De santos no tienen nada, son unos exagerados. – se dirigía hacia adelante.
¿Qui-Quién diablos son ustedes? – empezaba a temblar y Kirche sólo respondió.
Kirche: Agáchate, esto será peligroso. – decía con pena al involucrarlo, el pelirrojo dejaba a Tiffania en un lugar seguro, pero la vio muy asustada, estaba abrazándose con fuerza y no parecía moverse.
Tiffania: Kenichi.
Kenichi: Descuida, todo saldrá bien. Te estaré protegiendo, aunque me necesitan ahora. Sólo respira y mantente a salvo ¿Está bien? – ella asiente con algo de timidez. El Uzumaki desenvaina sus espadas y mira las ventanas rotas que fueron tapadas con mesas y sillas mientras recibían instrucciones de Kirche y Tabitha. Sólo había un cliente y se le ofreció salir por razones obvias, pero sólo respondió...
No hay mejor comida que esto. – respondió con una sonrisa mientras tomaba vino, no se le notaba el cabello o los ojos pero no si eso quería, entonces que así sea.
Kenichi: ¿Dónde escuché esa voz antes? – pensaba pero se acerca a los demás.
Colbert, miraba con cautela las acciones de los caballeros Santos por una de las grietas de una mesa. Prefería evitar una lucha pero en esta ocasión no se quejó. Kenichi nota eso y le daba un mal presentimiento, se aproximaba una batalla brutal.
Indra: ¿Cerveza? – el pelirrojo recibe una botella y toma, necesitaba un trago en estos momentos.
Kenichi: ¿Y ahora?
Kirche: ¡Bien, mis estimados caballeros, les describiré el plan de hoy! – todos estuvieron atentos a lo que iba a decir. – Hay que mantenerlos a raya el tiempo suficiente.
¿E-Eso es todo? – dijo uno y Kirche asiente.
Indra: Si hacemos eso, es posible que reporten al Papa y la reina Henrietta se entere de esto.
Guiche: Entonces, necesitaremos tiempo para eso. Pero ¿Y si no funciona?
Kirche: Bueno, habrá que salir y entregarnos. Fuimos culpables de insultar a un funcionario. Aunque no quiero que me decapiten por eso.
Kenichi: No Kirche, aquí el culpable fui yo junto con mi espada parlante, ustedes terminaron involucrados, así que voy solo.
Louise: ¡Eso sí que no! ¡Si te vas, yo iré contigo! ¡Aunque seas un caballero y mi novio, eres mi familiar! ¡Y tu responsabilidad también es la mía!
Kenichi: Louise.
Louise: Como maestro, tengo mis responsabilidades y no dejaré que vayas solo. – lo abraza y el pelirrojo corresponde el abrazo.
Kenichi: No lo haré solo.
Louise: Tú y yo somos uno solo. – Lo mira a los ojos y justo cunado estaban a punto de besarse...
https://youtu.be/ws9UHWfnZcA
Indra: No quiero interrumpir a los tortolitos, pero este no es un momento para sus momentos de romance. – ambos se sonrojan y miran a otro lado por la vergüenza.
Kirche: Aunque traten de entregarse, no funcionaría.
Reynald: Además, si eso pasara, todos saldríamos afectados. – los caballeros en operación y suspendidos asienten.
Malicorne: Técnicamente, no me agradan los guardias de Romalia.
¡Los paladines son crueles y sólo alardean! Yo he querido dar una idea de quién es el verdadero héroe. – ese comentario hizo eco en el local y tal parece, salió desde lo más profundo del corazón.
Kenichi: Aunque por otro lado, yo no sé nada de esta religión, pero incluso en mi mundo, se han causado muchas batallas por esas diferencias. Y ahora todo el mundo está diciendo lo que estuvieron conteniéndose. – decía con algo de preocupación, pero nota que el único cliente estaba tranquilo a pesar de toda la conmoción, el sombrero que usaba era ancho y cubría su rostro y sólo se le notaba la sonrisa.
Eso que has dicho, fue muy interesante. – tanto él como Indra levantan una ceja.
Indra: Juraría escuchar esa voz en otra parte, pero no me acuerdo de quién. - el tono era distinto, pero estaba seguro de lo escuchó antes.
Kenichi: Dejando eso de lado, la situación se está haciendo peligrosa, así que sugiero que te vayas. De paso, lamentamos por los problemas que estamos causando.
No, me gustaría quedarme y observar. – se mantenía firme a lo que decía, el par sólo da un suspiro y vuelven al asunto.
Kirche: Qué raro, no han atacado ahora.
Desde el momento que las ventanas fueron rotas, no han hecho ningún movimiento, sólo las rompieron para comprender la situación.
Después de unos minutos, uno de los paladines sale de la formación, a simple vista, tenía una expresión irritante para aquel que lo vea, negando la cabeza tantas veces, como si pareciera estar disgustado con todo el incidente.
Kenichi: Es como Guiche, pero 10 veces peor.
Guiche: Oye. – reclamaba enojado.
https://youtu.be/AINcGl9l57o
El paladín que se acercaba tenía un cabello negro y con una expresión de alguien gentil. El sujeto hizo una reverencia cortés y exclama en voz baja a las personas que se encerraron en la posada.
Soy el capitán de los paladines, Carlo Halksidic Arnold y tenemos la taberna completamente rodeada. Si son siervos humildes de Dios y de nuestros antepasados, no quiero librar una batalla sin sentido. Así que ¿Están dispuestos a rendirse con honestidad? – Kirche es la responder.
Kirche: Estaríamos encantados si nos garantizan nuestra seguridad.
Carlo: Sinceramente lo haría, pero por el momento estamos manejando otro caso y he aceptado una orden para arrestar a cualquier persona sospechosa y ponerlo bajo su juicio. Si usted puede demostrar su inocencia a Dios, entonces podemos discutir más detalles. – Tanto Indra como Kenichi rodaron los ojos.
Kenichi: Entonces, sólo porque tenemos una apariencia sospechosa ¿Nos quieres meter a la cárcel? No estés molestando.
Indra: Además, tus hombres empezaron a molestarnos ¿Qué querías, que nos quedáramos callados e insulten de dónde venimos? – los demás se unen.
¡Además, no somos herejes! – dijo uno.
¡Nosotros somos nobles reales de Tristain! – reclamó otro.
Carlo: Si ustedes son nobles de Tristain, entonces demuéstrenlo. No hay nada de malo en usar su cuerpo para usar su inocencia. Si usted no puede hacer esto, entonces no tenemos más remedio que tratarlos como tal.
Indra: Ya tuve suficiente. – se levanta y patea la puerta, Kenichi también estaba enojado, eso último hizo recordar a las épocas oscuras de Europa.
Kirche: ¡Chicos, esperen! – Pero Kenichi e Indra no hicieron caso y se quedaron observando al paladín.
Kenichi: Mira, vinimos de buen humor a Romalia por peticiones superiores, todo era tranquilidad hasta que tus hombres empezaron con pretextos de "blasfemia", "herejía" y estupideces más,luego, se atrevieron a insultar el lugar de donde venimos y lo pasamos por alto ya que no quería usar la agresión, así que, si tanto duda ¿Por qué no le preguntan a Su Santidad el Papa? – trató de responder de la forma más amable posible.
Pero el paladín hizo oídos sordos y cruza los brazos de forma despreocupada, en eso, uno de sus hombres se acerca y le susurra algo.
Carlo: Bueno, en vista que son tan tercos para rendirse, los arrestaremos a la fuerza ¡Es una pena, habrá sangre derramada innecesariamente el día de hoy! ¡O será que es un entrenamiento dado por Dios! – de forma descarada levanta la cruz en su pecho y lo apega a su frente. Una vez realizado esto, su rostro apacible es convertido a uno con sed de sangre.
Carlo: ¡PALADINES! ¡COMO CREYENTES Y SIERVOS DE DIOS Y EL FUNDADOR BRIMIR! ¡ELIMINEN A LOS HEREJES! – Los paladines concentran su magia.
Kenichi: Fuimos por las buenas... – se quita la manta y chaqueta Louise lo atrapa.
Indra: Pero ustedes se lo buscaron. – se retira su chaqueta siendo atrapado por Kirche, esto se iba a poner peor.
Carlo: ¿En serio? ¿Piensan que ustedes dos podrían hacernos frente?
Kenichi: Eso podría demostrarse ahora. – cruza sus brazos y da un fuerte grito. - ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!
El Uzumaki es envuelto en un aura dorada y su cabello pasó a ser de color amarillo, pero aún no terminaba ya que da un grito aún más potente e hizo que su cabello se erizara aún más y sea rodeado de rayos.
Indra: Bien, es momento de ponerse serio. – cierra los ojos por unos segundos y una marca sale en su frente, pero, en lugar de que sea en un punto en la frente, era en todo el lugar.
Esto era algo nuevo para los paladines, presenciar a dos sujetos con poderes distintos.
Carlo: ¿Qué son ustedes?
Kenichi: ¿Nosotros? – ambos intercambian miradas y esbozan una sonrisa y se presentan.
Kenichi: Yo soy un saiyajín, de un mundo lejano llamado Aiur, un guerrero que a pesar que fue categorizado de clase baja, soy uno de los más fuertes, además, soy familiar de una tierna pero temible maga y por último, un Chevalier de Tristain y comandante del escuadrón de caballeros Ondine, mi nombre es Son Kenichi Uzumaki. – se coloca en guardia.
Indra; Y en cuanto a mí, podrían decirme el demonio de la ira, compañero de batalla u mejor amigo de este guerrero, el guerrero de la oscuridad y mano derecha de mi comandante (y futuro rey de Aiur), Indra Dragneel. – aprieta los puños y se coloca en posición de batalla.
La simple mención de "demonio" hizo que los paladines concentren más su magia, al punto que concentraron sus hechizos en su varita, resultando ser un dragón de fuego, pero no terminó ya que esos dragones se formaron en uno solo.
Indra: ¿Pero qué?
Tabitha: Es un coro de alabanza. Un hechizo que los paladines se ajusta mejor a la situación.
Kenichi: ¿Y quieren arrojarlo contra la taberna? - pero ven que el dragón, es lanzado hacia la Taberna. – Indra...
Indra: Bien. – prepara su espada y da un salto, quedando frente al dragón de fuego. - ¡FULLCOUNTER!
Desvía el dragón en el suelo, haciendo que el daño de la explosión empuje a los más cercanos, trataron de levantarse, pero el Uzumaki salta y deja inconscientes a dos de los paladines derribados.
Los que seguían en pie generan hechizos de viento, pero ambos dan un salto y el pelirrojo da una fuerte patada a los pies de Indra, mandándolo contra el suelo, pero era para generar una onda de impacto con sus espadas.
Tabitha genera estacas de hielo e Indra las fluye con sus llamas púrpuras, una mezcla algo extraña, pero funcionaban como flechas de fuego, haciendo retroceder a los paladines, los paladines generan otro dragón de fuego en conjunto, pero la peli celeste genera brillantes partículas de hielo a su alrededor, era una tormenta de hielo y la envuelve en el dragón, generando una cortina de niebla pero el hechizo de concentración era mucho.
Tabitha: Sin energía, tengan cuidado. – eso hizo que los caballeros estuvieran nerviosos pero fueron a respaldar a sus superiores.
Esta vez, siguiendo una estrategia que el pelirrojo les enseñó desde el principio, se colocaron en semi círculo, para hechizos ofensa/ defensa.
Carlo: Vaya, aún siendo herejes, lo hacen muy bien, aunque tendrán que explicar de sus habilidades. – el Uzumaki sólo frunce el ceño.
Kenichi: Eso no es asunto tuyo. – Carlo sólo sonríe y prepara un hechizo, esta vez era un hechizo de agua, concentraron más magia y salieron flechas de hielo.
Indra: ¡Kenichi!
Kenichi: ¡Pared de tierra! ¡Ahora! – Guiche y los experimentados con el hechizo de tierra, generan un muro grueso, haciendo que las flechas no impacten en la taberna, mientras que la zona libre fue bloqueados y destruidos por Indra y Kenichi.
Se aproximaba otra lluvia de flechas, pero una serpiente de fuego termina desintegrando el hechizo siendo Colbert el responsable.
Colbert: Yo se los dejaré a ustedes. – Se va a la parte trasera.
Esta pelea hacía que las personas se reunieron y abuchearan el alboroto, pero sintieron el verdadero terror, ver a los paladines amenazar a la gente "En nombre del Papa", no es algo que se ve siempre.
Carlo: Maldito tiempo. – se torcía el bigote.
Pero los caballeros notan que se estaban recuperando y su siguiente ofensiva sería más peligroso por lo que el Uzumaki se acerca a Louise.
Kenichi: No hay de otra que lo uses. – la peli rosa asiente.
Era momento, el as bajo la manga, una magia que sólo el fundador era capaz de utilizar. Los caballeros no tenían idea del hechizo de Louise, mientras que los caballeros Ondine, conocían los daños que podría causar.
¡Por favor, envíalos a volar! ¡Nosotros protegeremos el lugar! – gritaban los estudiantes y Kenichi se coloca frente a Louise, la peli rosa concentra su magia del vacío.
En eso un hechizo de viento de clase hexagonal pero Indra extiende sus brazos y los convierte en alas oscuras, contrarrestando un poco el viento, para luego, desviar lo que quedaba con un Fullcounter al cielo.
Otros hechizos se acercaban, pero Kenichi usa sus manos y repele los hechizos con explosiones de ki, así estuvo hasta que Louise terminó su hechizo.
Louise: ¡EXPLOSION! – Apunta con su varita el centro del enfrentamiento y mientras que los paladines salieron hacia atrás, Kenichi genera una cúpula de ki con mayor potencia, aunque salió algo herido por el fuego aliado, sus habilidades son más de ofensiva.
El pelirrojo levanta el pulgar y Louise hace lo mismo pero se tambalea un poco, usar la magia del vacío es mucha concentración de magia y enfocar en el objetivo, además que quería controlar el radio de la onda expansiva contra los paladines, por lo que cuenta el doble de esfuerzo.
Kenichi: Lo hiciste bien, recupera tus energías. – ella asiente y se levanta.
Indra: Pero apenas los hicimos retroceder, mira. – ve que los paladines usaron un muro de tierra para protegerse, frustrando un poco al pelirrojo, cuando en eso, un fuerte martillo de viento, empuja a los estudiantes y a los guerreros, aunque estos últimos se cubren con los brazos y salieron arrastrados.
¡UWAAAAAAAAA! – varios fueron al fondo al no frenar, con Louise habría sido lo mismo de no ser porque atrapó la espada Grand Chariot y la entierra al suelo para frenar.
Kenichi usó a Derflinger para repelerlo, aunque el hechizo era muy fuerte e impactó contra una columna, rompiéndola. Una vez que hicieron eso, los paladines dejaron la espera y sosteniendo su varita, hacen otro hechizo, haciendo que colores, rojo, azul y blanco salgan de la punta de sus varas.
Kirche: Espadas. - mientras que el líder sacaba un escudo.
En efecto, estos paladines también eran habilidosos en el manejo de las espadas, por medio de magia, sus espadas eran coloridas, aunque también había un efecto distinto.
Kenichi: Si eso quieren. – Louise pasa Grand Chariot a Indra y de paso desenvaina a Lostvaine, lo mismo hacía Kenichi con Incursio y Derflinger.
Con Carlo en la delantera, los paladines se lanzaron al ataque, al igual que Kenichi e Indra junto con sus compañeros y así es como empezó el segundo asalto, los gritos de batalla, el choque de espadas se escuchaba en el lugar, para sorpresa de los paladines, los jóvenes estudiantes no se intimidaban, pero los más destacados era Indra y Kenichi, ya usaban hasta los puños y patadas para mantenerlos alejados, gracias a su, el escuadrón Ondine era capaz de mantenerlos a raya.
Los paladines trataron de herir a los que inspiraban a los caballeros Ondine, pero los subestimaron, Indra y Kenichi mostraban un trabajo en equipo muy sincronizado, cubriéndose las espaldas.
Kenichi: ¡Indra! – El pelinegro con puntas azules da un salto y arroja una llamarada al suelo mientras que el Uzumaki, con gran fuerza, golpea las espadas en el suelo, haciendo una onda de viento mezclada con fuego, aumentando el daño, pocos soldados terminaron por recibir el daño y quedaron fuera de combate.
Poco a poco, los presionaban y la taberna se convirtió en el campo de batalla, las mesas y las sillas terminaron por destruirse en medio del combate, Guiche, Malicorne, Gimli, Reynald y los de más, trataron de mantenerlos a raya pero la desventaja es que los paladines tenían experiencia, por lo que retrocedían a lo más profundo de la taberna.
Kirche: Esto es muy caro ¿Verdad?
¡No, no, todos son hechos de buena madera, señorita!
Kirche: No se preocupe, haré que estos paladines paguen por los daños.
Louise estaba algo frustrada, la desventaja de su magia era el tiempo de canalización y si hace eso, la energía restante para el manejo de ki que posee le sea más difícil, en eso nota a un paladín acercándose a su novio pelirrojo, pero ella da un salto y le conecta una patada en la cara y derribarlo con un codazo.
Kenichi: Gracias.
Louise: Juntos codo a codo. – aprieta los puños ataca a otro paladín mientras que el pelirrojo corre a gran velocidad, da un salto y le una fuerte patada y luego, le golpea en el pecho con el mango de su espada en el estómago, el soldado trató de levantarse pero lo noquea con Incursio.
Kenichi: Otro menos. – Pero ve que Guiche estaba siendo atacado por Carlo quien destruía los golems. - ¡Guiche!
Guiche: Estaré bien, sigue peleando. – choca armas con el paladín, pero recibe un hechizo de viento, estrellándolo con su columna. - ¡Ughhh!
Kenichi: ¡Guiche! – siente la punta de una espada aproximándose pero la bloquea con rapidez.
Carlo: Tú eres el siguiente, Son Kenichi Uzumaki, viéndolo bien, tu nombre es muy raro.
Kenichi: Cállate enfermo religioso. – el noble se echa a reír al escuchar eso, a pesar que su varita era de 30 centímetros, la espada mágica era alrededor de un metro.
Carlo: Tienes muy mala suerte hereje, te juro que me llevaré tu vida.
Kenichi: Inténtalo. – aprieta las empuñaduras de sus espadas y el paladín se arroja al ataque, su velocidad era alta y su manejo con la espada, era de un profesional, además que la mayoría de sus ataques eran a matar, pero el Uzumaki da un giro rápido y con ambas espadas, ejerce presión y da una fuerte patada, pero el paladín, salta hacia atrás y se cubre con su escudo.
Carlo: ¿Realmente eres un plebeyo?
Kenichi: Sólo soy un guerrero con el título de Noble. – eso hizo que la varita se hiciera más brillante, cegando levemente al Uzumaki.
Carlo: ¡Ja! – eso lo usó a su favor para atacar a Kenichi, pero el pelirrojo recupera su visión y logra golpear su antebrazo con el mango de la espada, para luego acercarse y golpearlo.
Tras darle un fuerte combo, el Uzumaki conecta un Yamatzuki, impactando en la cara y abdomen y estrellándolo contra unos paladines, un par se lanzan contra él completamente enojados.
Kenichi: ¡Korui nuki! – conecta los pies en la cara de los paladines que sea cercaban, mandándolos contra una pared, luego de ese ataque, se acerca al líder de los paladines quien lo miraba con furia.
Carlo: Tú... Bastardo. – decía con impotencia.
Kenichi: Por una última vez, habla con su Santidad el Papa y así sabrás lo que pasa antes de que termines en una peor regaño.
Carlo: ¡Las palabras desvergonzadas de un hereje son despreciables! ¡Mejor pregúntate esto! ¡¿Por qué razón tú y tu grupo, secuestrarían a Su Santidad?! ¡¡APUESTO QUE LO TIENEN EN ESA NAVE DE ASPECTO EXTRAÑO!! ¡RESPONDE! ¿EN DÓNDE ESTÁ?
Kenichi: ¿Qué?
Indra: ¿Qué?
Louise: ¿Qué? – La mayoría no entendía de qué hablaba el paladín.
Malicorne: Tal parece que nos confundió.
Louise: ¿Secuestro del Papa? ¿Qué está pasando aquí?
Carlo: ¡USTEDES SON SECUESTRADORES HEREJES! – El Uzumaki sólo le da un fuerte puñetazo en la cara.
Kenichi: ¡Que hayamos venido hoy a Romalia no significa que secuestramos a su superior, pedazo de imbécil. – pero la mayoría de los paladines lo miran como si ellos fueran los responsables.
Indra: ¿Qué clase de idiotas son estos? – los gritos siguieron por unos segundos, hasta que escuchan una risa.
Carlo, buen trabajo, pero el Papa no fue secuestrado. – el hombre mira a los paladines, ellos muestran su cruz y se inclinan ante él.
¡CHESARÉ! – Decían mientras seguían inclinados.
Kenichi/ Indra: Un momento. – ya recordaron ese apellido, el sujeto que los acompañó en Albion, ven que el chico deja su voz falsa y saluda a ambos.
Julio: Soy el director de orquesta de la iglesia. Por favor, soy bastante bueno fingiendo voces aunque casi lo descubren. ¡Jejejeje! ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que nos reunimos la última vez, Kenichi? ¡Desde que te fuiste en el campo de batalla en Albion y me impresiona que hayas sobrevivido!
Ambos estaban sin palabras.
Julio: ¿Qué pasó con esa expresión? Ha pasado tanto tiempo que no nos reunimos otra vez y digo lo mismo de ti Indra-san y ahora se ven tan pálidos como fantasmas.
Carlo: ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué significa esto? – preguntaba con algo de enojo mientras que Julio se ríe más fuerte.
Julio: Eso Carlo, yo propagué los rumores de que Su Santidad fue secuestrado. Esta gente no es sospechosa, son nuestros invitados.
Carlo: ¿Huh? -Kenichi iba a golpearlo pero se detuvo al escuchar la parte "propagar rumores".
Julio: ¿Cómo no iba a saber que vendrían? Aunque sería muy aburrido si llegabas a la Catedral sin ningún problema ¿No? Así que, preparé un evento agradable para todos. Esparcí rumores de que el Papa fue secuestrado y luego observa los resultados. Y justo como lo planeé, fuiste el primer sospechoso y en cuanto a mí, te seguí por todo el camino y al saber que mantendrían posición ahí, vine lo más rápido posible. Estaban tan preocupados con los Paladines y no notaron que los seguía, aunque me preocupé un poco. Bueno...yo diría que se salió un poquito de control las cosas.
¿Só-Sólo por eso? Todo fue por nada. – dijeron los paladines, aunque uno no tuvo la suerte y recibió un puñetazo por parte de Indra, aunque Kenichi estaba temblando.
¡IDIOTA, POR TU ESTÚPIDA BROMA, ESTUVIMOS A PUNTO DE MORIR! – Gritaban los caballeros furioso.
Julio: ¿Qué? ¿Por el juicio religioso? Las cosas que vendrán pronto, harán que reconsideren algunas cosas. No todas las misiones se hacen con espadas o magia o tus técnicas distintas, también hay que usar la mente en lugar de la fuerza bruta.
Indra: A ver idiota. Haces un falso rumor y estos tarados nos insultan de la nada, luego nos tachan de sospechosos, algunos de los caballeros Ondine iban a morir ya que usaron la fuerza letal ¿Y nos vienes con esta excusa de ...? – no continúa ya que recibe un fuerte dolor en la cabeza mientras el sello se alteraba un poco pero el Uzumaki se acerca y canaliza su energía, haciendo que el sello vuelva a la normalidad y de paso a su forma base.
Kenichi: Tú cálmate... - luego mira a Julio y trata de lanzarse pero Guiche y los demás lo sujetan con fuerza mientras que Julio se acerca a Louise y Tiffania para inclinarse con elegancia.
Julio: Señoritas, perdónenme por ser tan grosero en su llegada. No esperaba que nuestro encuentro sea en este... - recibe un puñetazo por parte de la peli rosa.
Louise: Tu "bromita" nos dejó un susto de muerte y si Kenichi no te golpea, yo si lo haré. – decía con un enojo mientras que Tiffania estaba detrás de ella, aun temblando.
Julio: Me lo merecía. – decía mientras se sobaba la mejilla.
Kenichi: Louise ¿Quieres golpearlo por favor dos o tres veces más?
Louise: Tus deseos son órdenes. – levanta el brazo con fuerza.
Julio: Espera, espera, lo siento por ... - pero la peli rosa sólo sonríe y se prepara para abofetearlo con todas sus fuerzas, escuchándose un fuerte eco y que la mayoría se sobe de forma involuntaria las mejillas.
FIN DEL CAPÍTULO.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.
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