Un poco de descanso⚠️(+18)
Habían pasado unos días, aunque Kenichi ya era un noble, no era mucho la diferencia, su pago de forma anual eran de 500 ecus, con eso podía vivir cómo y con el dinero que se ganó con lo de Tarbes y el extra de los trabajos que hizo, no le preocupa su situación financiera, aunque para recoger la doceava parte de su dinero, casi se arma una pelea con un noble que quería tomar su salario mediante excusas, Louise le preguntó si no iba a comprar nada, el Uzumaki solo compro materiales para cubrir el Caza Vikingo de la lluvia, aunque tenía suficiente dinero para comprar su propio transporte pero no lo veía tan necesario. Kenichi quería visitar la tumba de Colbert, pero le dijeron que Kirche se llevó su cuerpo, Tabitha también se fue, cosa rara pero el Uzumaki ya le preguntaría después por la ubicación.
Sin embargo, el hecho de que un familiar se convirtiera en un noble repentinamente, hubo diferentes reacciones, el director estaba alegre y felicitó al Uzumaki por tal hazaña, aunque le bromeó con respecto a casarse. Con la profesora Cheveruse, le recomendó que comprara libros, cosa que lo tomó muy en cuenta, pero necesitaba aprender la escritura de este mundo, en cuanto a los demás solo pasaban de lado de él mientras que pocos susurraban que no estaban de acuerdo con su promoción, sin embargo, eso no afectaba al Uzumaki. Lo mismo era con los estudiantes, un buen grupo se burlaba de eso, pero el pelirrojo ni se inmuta, otros le tenían miedo y otros lo trataban de forma indiferente, la mitad de los estudiantes en general le decían que sólo es un plebeyo y que no sea tan orgulloso, aunque no se lo decían en cara, hasta que tocaron el borde de la paciencia del pelirrojo.
Kenichi: Si tienen algo que decir, díganmelo en la cara. – dijo de forma desafiante y molesta, cosa que terminaba en un duelo, para la humillación, ni se tomó la molestia en entrar en fase saiyajín o usar la armadura de Incursio, hasta Guiche le dio más complicaciones cuando llegó, los que lo retaban, siempre se iban con moretones, con 12 estudiantes humillados nadie tuvo la osadía de retarlo de nuevo, incluso 3 pelearon contra Indra pensando que no tenía ninguna posibilidad, grave error ya que terminaron con un par de costillas rotas, aunque ellos se lo buscaron por lo que no le llegó ninguna penalización. Kenichi también estuvo examinando a Indra y era porque tenía un sello que Enju le colocó, era de supresión de su poder oscuro.
Indra: ¿Y qué tal va?
Kenichi: Bueno, no parece tener alteraciones, pero no debes confiarte, una vez que volvamos a Aiur, le pediré a Enju que examine a fondo, de todos modos, trata de no perder tus emociones.
Mientras tanto, en el otro mundo, Bardock estaba algo frustrado ¿Por qué? Pues, a pesar que ya tenían las piezas necesarias, recrear el portal ahora era difícil y eso es porque cuando Aultcray lanzó ese bombardeo, aparte del portal y varias herramientas, los planos tampoco sobrevivieron, por lo que era mucho más difícil.
Bardock: Maldito bastardo, incluso muerto sigues jodiendo. - además, ya pasó las festividades y Ayumi extrañaba mucho a su hermano mayor, la gente del país esperaban el retorno de Kenichi. Mientras que Gine, estaba cuidando la casa de su hijo y deseando verlo de vuelta, aunque tenía el presentimiento que cuando regresara, tendría más que una sorpresa, por otro lado con Enju y Shun, estaban ahora en África, buscando las últimas cosas y armados ya que eran zonas peligrosas.
Volviendo al mundo de Halkeginia, 20 días después de su ascenso, habían 2 personas listos para pelear, uno era Indra y el otro era el Uzumaki.
Kenichi: ¿En serio, es necesario?
Guiche: Por supuesto comandante, denos una demostración. – ambos levantan los hombros pero deciden dar un saludo de respeto, para sacar a Incursio y Grand Chariot. - ¿Listos? – ambos se preparan para atacar. - ¡Comiencen!
Ambos se lanzan al ataque, primero empezaban con ataques básicos, luego empezaron con ataques fuertes o giratorios, cosa que sorprendía y emocionaba a los espectadores, Indra tenía listo un ataque horizontal pero Kenichi lo bloquea y prepara un contrataque mientras seguían recibiendo ánimos de los espectadores.
Indra: Vamos que quiero tener otra victoria para mi marcador.
Kenichi: No lo creo, esta victoria va para mi marcador. – respondió con una sonrisa retadora y al siguiente choque de espadas, terminan enterrando sus pies.
Aunque la demostración también era para que aprendieran un poco más el manejo de espadas, todos los integrantes por ahora han recibido un entrenamiento físico, aunque agotador ya que Kenichi no era amable, al igual que Indra en el ámbito de la velocidad, pero tenían que prepararlos de forma correcta antes de que empiecen a usar espadas, y ante todo eso, a una pequeña distancia, estaban Louise y Montmorency que veían el enfrentamiento.
Montmorency: Vaya, aún después de la guerra, siguen con estas cosas.
Louise: Ambos son rivales, siempre compiten. – dijo con un suspiro mientras estaba concentrada en hacer un polo.
Montmorency: ¿Qué haces?
Louise: Preparando un regalo. – decía mientras hacía lo mejor que podía para hacerlo bien.
Montmorency: ¿No sería mejor pedir ayuda?
Louise: Quiero hacerlo por mi propia cuenta.
Montmorency: Je, sigues con la terquedad, pero al menos lo haces por el hombre que amas.
Louise: Él me quiere como soy.
Montmorency: Lo sé, aunque es un milagro que lo admitas, creí que te tomaría más tiempo.
Louise: Lo perdí una vez, no quiero perderlo, no lo soportaría. – pensaba melancólica. – No podía esperar más, además, si Guiche estuviera en una situación similar, estoy segura que tú harías lo mismo. – le había dado justo en el blanco, dejando sonrojada a la rubia.
Montmorency: ¿Y qué pasará con lo que digan los demás? Digo, él es un héroe, pero lo siguen viendo un plebeyo, estarían dando sus comentarios.
Louise: Que lo hagan, total, no es asunto suyo.
Montmorency: Vaya Louise, tienes mis respetos. – la peli rosa sonríe levemente, además, aún asumiendo el cargo, siempre tiene tiempo para todo, deja que estudie durante el día, en la tarde, tanto Indra y Kenichi entrenaban al grupo Ondine y ya en la noche pasaban tiempo juntos, pero Louise practicaba en secreto el ki con tal de sorprenderlo. – Aún así no bajes la guardia.
Louise: ¿Por qué lo dices? – la rubia señala el lugar donde antes entrenaban, pues ahora una chica con el manto de color marrón (Primer año) y que anteriormente estaba con Guiche, estaba frente al Uzumaki con una mirada sonrojada.
Kenichi: Oh, ¿Pasa algo?
Katie: ¿Po-podrías tener esto? – el sonrojo estaba llegando al nivel del cabello del Uzumaki, Kenichi estaba confundido pero toma lo que le dio, una carta. – Yo...yo lo escribí.
Kenichi: Oh, una carta. / Maldición, lo malo es que no sé leer la letra de este mundo.
Katie: Es un poema, por favor léelo.
Kenichi: ¿Y por qué yo? - no quería ser grosero pero al menos es para esquivar un momento incómodo, las chicas se miraron entre sí y asienten.
¿???: Porque usted es genial, fue capaz de frenar al ejército de 70,000 y solo.
¿???: Cuando esté libre ¿Nos podría contar de lo que pasó en aquel momento?
Guiche: ¿Y no hay carta para mí?
Katie: Pero Guiche-sama, usted tiene a Montmorency.
Guiche: Pero ustedes son mejores. Montmorency es Montmorency, ustedes son ustedes. Un hombre valeroso sólo tiene amor por su valor y sus logros. Entiéndanlo. – Tanto Kenichi como Indra se palmearon la cara pero se asustaron un poco al ver que Guiche era envuelto en una esfera de agua. - ¡No...no puedo! ¡Re-respirar...!
Indra: Esto se puso incómodo, mejor vámonos.
Kenichi: Si, ya lo creo. – iba a seguirlo pero Katie le detiene, Louise veía eso y le daba un tic.
Katie: También te hice esto, no sé si se ajusta a tu gusto, pero las horneé para ti, por favor, pruébalas.
Kenichi: Oh, galletas. – toma la bolsa y las prueba, dado que no había algo así antes, el dulce era muy fuerte pero sólo da una sonrisa. – está bueno, con práctica llegarás muy lejos. - Esa sonrisa hizo que chillaran de alegría.
Indra: Menos mal que no soy famoso, no quiero lidiar con esto. – pensaba con una gota de sudor cuando en eso siente que alguien toca su espalda, resultando ser Louise. – Oh, Louise-san ¿Qué pasa?
Louise: Quiero que me hagas un favor. – dijo con los brazos cruzados mientras veía al Uzumaki acorralado con las chicas, ahora sus fans.
El saiyajin Uzumaki además de ser el exitoso príncipe de todo un reino, es un héroe, una leyenda en carne, era alguien bastante reconocido ya por todos sus logros, pero no era algo del todo feliz ya que no debemos olvidar que esto trae fangirls consigo y si se preguntan "¿Dónde está lo malo en ser popular con las chicas?", pues en tener novia, en especial una como Louise que es tan posesiva como ella misma, algunos conocen estos casos como novia tóxica y de echo es más o menos encajable con Louise ya que ella es posesiva con Kenichi, no haría alborotos como una mujer tóxica en público, pero claramente no estaría contenta con eso y es precisamente por eso que lo espera en su habitación con ciertos planes.
Tras un ajetreado día de entrenamiento y fangirls acosadoras salvajes haciendo inoportunas apariciones para el Uzumaki que se dio un buen baño tras todo eso y también para poder relajar los músculos, se encaminó hacia su habitación con nada más que una toalla alrededor de su cintura, entrando solo para encontrarse a Louise quien estaba sentada sobre la cama de su novio con la pierna derecha sobre la izquierda, cruzada de brazos y los ojos cerrados denotando seriedad.
Escuchó la puerta abrirse y supo que era el Uzumaki ya que nadie más debería de estar en esa casa a parte de ellos dos.
Louise: Llegaste -abriendo sus ojos que directamente vieron al Uzumaki-
Kenichi: Hola -saludó un poco incómodo por el repentino descubrimiento de la presencia de su novia en su cama ya que estaba con la guardia baja por estar en su hogar como para sentir las presencias que hay- esto es algo repentino... ¿no crees?
Se le hacía raro verla ahí como si lo hubiera esperado todo el día para este momento, planificando todo para que se dé este momento, viendo los altos y bajos posibles, los pros y los contras, hasta incluso lo que comerían al día siguiente.
Louise: Puede ser, pero necesitaba que estuvieras aquí -levantándose con calma, como si nada malo pasara.
Kenichi: ¿Para qué exactamente? -acercándose a ella tras cerrar la puerta sin voltear a ver para mantener su atención en la única maga, no más bien, la única mujer que ama- si es que puedo saber -tanto tiempo conociéndola le permite saber que si ella quiere algo lo logrará por lo terca y obstinada que es y si quiere mantener en secreto lo que hará para que sea sorpresa, pues el saiyajín flojito y cooperando.
Louise: Quiero que vayas a sentarte y cierres los ojos -cerró los ojos para hacerse a un lado de su camino que se encaminara hacia la cama, señalándola.
Kenichi: ¿Solo eso? -caminó con calma hasta la cama con su toalla bien sujeta a su cintura y se sentó cerrando sus ojos, tal y como se le fue pedido.
Louise: -buscando algo en el armario de Kenichi, aunque no entre sus prendas si no abajo que es donde escondería algo- No los vayas a abrir hasta que te lo permita ¿de acuerdo?
Kenichi: Está bien -respondió con algo de desgano por no entender lo que pasa y no recibir una explicación, de paso y se puso una mano encima para asegurar en caso de que tenga dudas de que no está viéndola.
No comprendía ni la más mínima parte de todo esto, primero la encuentra en su habitación como si fuera de lo más normal, aunque son novios y no deberían tener secretos entre ellos ya que ahora que se han jurado su amor para noviazgo son más confiables entre ellos, pero aun así tienes estos pequeños secretitos inofensivos como lo que Louise finalmente encontró y se colocaba mientras que Kenichi seguía con los ojos cerrados sin saber de lo que se trata la sorpresa hasta que Louise terminó de ponerse lo que sea que se esté colocando y habló luego de alrededor de dos o tres minutos de silencio en cuanto a palabras.
Louise: Bien, ya puedes abrir los ojos-nya~ - habló con ese pequeño acento que confundió a Kenichi hasta que destapó su vista de sus párpados y su mano, notando tenía que bajar su mirada para ver a Louise que estaba en cuatro patas y con la parte baja más cerca del suelo, viéndolo con una rara mirada ya que parecía mezclar perversión e inocencia de alguna manera.
Louise en estos momentos trae puesto un traje de gata negra, actuando como un sostén deportivo con escote ya que además de exponer el punto medio de su pequeño busto, exponía su delgado vientre, los extremos en los brazos y hacia su vientre también eran rosados, las orejas como una diadema, medias negras que alcanzaban sus muslos, muñequeras negras del tamaño justo con ambos extremos rosados, lo que usaba para cubrirse abajo parecían pantaloncillos que es donde está puesta la cola.
Decir que hubo un sonrojo era poco, hasta le sangró la nariz al pobre Uzumaki que no podía resistirse mucho a la sexy vista que tiene en estos momentos.
Kenichi: Lo-Louise, ¿Qué pasa con ese traje? -trataba de desviar la mirada, pero sus deseos carnales predominaban poco a poco en lo que quería hacer, evitando que le sea fácil dejar de verla y mucho menos con ojos lujuriosos, aunque Louise tiene más o menos esa misma mirada sobre él.
Louise: Pues quería modelarlo para ti-nya, dime ¿te gusta-nya? -se acercaba poco a poco en cuatro patas con la pervertida mirada de una depredadora hacia su presa.
Kenichi: Pues, estee-osea, yo... lo que quiero decir es... -no importaba, sea lo que sea, no tiene capacidades para hablar en estos momentos por los nervios ya que por cómo se ve el traje, ya puede deducir lo que pasará a continuación, el andar de la maga solo confirmaba sus sospechas.
Alerta de lemon.
Ni bien llegó hasta el Uzumaki se sentó como si fuera una gata, permaneciendo en el suelo con las manos frente a su entre pierna ya que sus rodillas se extendían hacia afuera y estaba sentada sobre sus tobillos y sus pies sobresalían de su trasero.
Louise: Cálmate -le bajó un poco el sonrojo y los nervios, además de que podía verla sin problemas o por lo menos no tantas dificultades como antes, a pesar de que ya la ha visto desnuda con total confianza y hasta se lo puso, pero el momento ya pasó, siendo este otro momento ya que lo que pasó, pasó.
Con sus pequeñas manos en los fuertes muslos del Uzumaki, le deshizo la sujeción a su toalla para que se extendiera por la cama a los lados, exponiéndole así su miembro el cual estaba duro como roble lo cual no la puso nerviosa ya que suponía que algo así pasaría y de todos modos ella quiere hacerlo, por lo que dejar que lo tenga flácido no sería algo bueno ya que los haría perder tiempo de lo bueno.
Si bien la peli rosa quería hacerlo, igual quería un poco de juego previo por diversión y con las puntas de sus dedos lo tomó para levantarlo y lamer el largo de este de abajo hacia arriba constantemente siendo vista atentamente por el Uzumaki que relajaba su rostro en su mayoría y disfrutaba de la felación dada, además mantener sus manos en la cama para darle una señal de que puede llevar el ritmo de que ella prefiera y aunque esa señal no fue captada la maga igual seguiría su propio ritmo, sujetándole la virilidad con su mano izquierda para masturbarlo, acariciarle, aplastarle levemente la segunda cabeza con la mano derecha y chuparle una de sus bolas, atrapándola con la boca para llevarla tan adentro de esta como le era posible.
Seguía por unos poco minutos con ese juego previo, masturbándolo de esa manera especial a la vez que le chupaba un testículo y que al separarse por breves momentos sonaba un sonoro pop y volvía en seguida para goce del pelirrojo con mechas negras que estaba mejor preparado para sentir placer por recordar las sensaciones, pero no servía de todo ya que aplicaba nuevas técnicas que aprendió y es raro porque este vendría a ser su segundo encuentro.
Si nos acercamos hacia la caja donde estaba el traje ahora mismo Louise lleva puesto, veremos cómo hay un libro de tapa naranja que decía "Icha-Icha paradise" y se notaba de que el libro dejó de ser virgen porque ya lo habían leído y sus páginas se denotaban que fueron movidas constantes veces de tanta lectura.
Pero si volvemos a lo principal entonces nos daremos cuenta de que la disfrazada de gata se subía con ayuda del Uzumaki hasta quedar sobre su fuerte y desnudo regazo con las rodillas a los lados de él y abrazándole el cuello mientras le sonríe pícaramente.
Louise: Creo que ya sabes que quiero hacerlo contigo-nya, pero no creo que sepas la razón-nya -comentó coqueta sentándose sobre la virilidad que acaba de volver a saborear luego de su primera vez mientras hacía círculos imaginarios en su forzudo pecho con su dedo.
Kenichi: ¿Tiene que ver con toda mi fama? -tenía la corazonada de que se debía a eso, pero quería escucharlo de su propia boca para entender mejor la motivación detrás de todo esto.
Louise: Así que si lo sabes-nya, aunque quizás solo lo dijiste al azar para adivinar-nya, pero es básicamente eso, quiero que recuerdes que eres mío-nya -lo miró dominante pero con un constante y pervertido brillo en sus ojos.
Kenichi: Jamás dejarás de serlo Louise, eso lo tengo más que claro -abrazándole la cintura siendo capaz de mantener la calma ahora mientras que Louise levemente se mostró sorprendida pero sonrió cálidamente y con ternura para acercarse y besarlo.
Louise: -al separarse del beso- ¿Así que eres mío-nya? -haciéndose una imagen mental masoquista con Kenichi al dejar volar excesivamente su imaginación.
Kenichi: Creo que lo interpretaste muy a tu manera -sudando por la cara que hacía Louise al fantasear mientras lo miraba- pero créeme que jamás dejaré de amarte y que no te abandonaré por nada en el mundo.
Louise: -su sonrisa se amplió mientras tenía un sonrojo un poco más notorio pero seguía demostrando su amor en esa sonrisa tan pura- Nunca dejas de hacer que te ame todavía más -se acercó y lo volvió a besar cariñosamente mientras lo empujaba para hacer que se recueste mientras que ella meneaba su trasero para que Kenichi se sintiera estimulado, cosa que funcionaba ya que su miembro, expuesto por los movimientos de Louise que removió la tolla, se levantaba fervientemente y listo para la acción.
Rompieron el beso con Louise frotando su trasero contra el duro miembro saiyajín que estaba listo para partirla en dos de tan duro que le iba a dar, aunque acomodándose un poco, lo que frotaba el miembro era la intimidad de la chica y Kenichi meramente descansaba sus manos en los muslos de la chica hasta separarse poco a poco para que una de las finas manos de Louise acomodaran la parte baja del traje exponiendo su intimidad para frotarse más mientras lo lubricaba con sus fluidos desbordantes y chorreantes de tanto que lo deseaba en ese preciso momento.
Para Kenichi se le volvió difícil contenerse y con la sujeción sobre sus muslos la hizo bajar para empalarla sin piedad pero atinándole al agujero correcto que ya no era virgen porque si no tomaría otra virginidad aunque sería demasiado más dolorosa y si bien no lo han hecho muchas veces, el dolor era muy pequeño porque Louise venía preparada con su calentura para esto y la transformación de dolor a placer fue casi inmediata.
Louise: ¡AAAAH~-gimió con los ojos cerrados mientras sonreía y un hilo de saliva iba desde su boca hacia su barbilla-, increíble-nya, aunque solo hemos tenido dos rondas~ en total durante nuestra primera vez-nya, se siente tan bien como si siguiera virgen y me dieras todo de ti~nya! -expresó con gran éxtasis por el placer emitido pero sin olvidarse de su personaje felina mientras abrazaba la cabeza del Uzumaki y lo apegaba a busto menor.
Kenichi: (¿Tan pervertida se volvió en seguida cuando solo lo hicimos en nuestra primera vez?) -la miraba de reojo a la vez que tenía esas dudas mentales y correspondía a su abrazo al estarle rodeando la espalda baja con sus brazos- (Pues ya que) -resignado a como se pondría, se acomodó y le sujetó con firmeza sus caderas para hacerla subir y bajar de su virilidad que ya estaba brillando de tantos jugos que tenía encima.
Sacó su lengua mientras miraba excitada a la nada, la maga peli rosa era una ninfómana pervertida en estos momentos o quizás lo es a tiempo completo como un trabajo que dura todo el día y agota más, pero la gran diferencia recae en que Louise no se cansa porque de tanto que disfruta hacerlo con él que parece ser el doble o hasta triple de Uzumaki de lo que es él.
Louise: ¡Ah~ ah~ ah~ ah~ ah~ -gemía sin parar mientras era controlada en sus movimientos- es tan bueno, se siente tan bien -llegó a sacar la lengua del placer por dejarse de llevar, ¿acaso se inyectó afrodisiacos en algún momento o es que le hacía falta volver a experimentar esto por lo mucho que le gustó la última vez- me llenas hoda con zolo hazer ezho, AH~ ME VUELVES TAN ADIGTA -sus palabras a penas se entendían por tener la lengua afuera y babeando-!
No siguió mucho con sus expresiones ya que los instintos carnales de Kenichi tomaron posesión de su cuerpo por lo bien que se sentía escuchar como gemía y hablaba aún a pesar de esto, pero la emoción es porque estos instintos animales querían escuchar más y para ello la sometió en la cama, sujetándole aún sus caderas y teniéndoselas arriba mientras que sus piernas se mantenían también suspendidas porque las flectadas piernas del Uzumaki las mantenían así, asimilando a la segunda posición que usaron en su primera vez, ya que Louise se sujetaba de las sábanas y se dejaba dominar por el saiyajín que aprovechaba su pequeño cuerpo junto con la gran fuerza de este para manipularla a su gusto penetrándola todavía, como un pequeño juego sexual.
Era cierto, ellos se aman profundamente, pero el calor del momento puede llegar a dar esa idea solo por lo calenturientos que se ponen al ser su segunda vez ya que el sexo se parece haber convertido en una adictiva droga solo porque les gustó tener su primera vez y querían más, algo irremediable en aquellos que son adictos, aunque no se volverán adictos hasta que el útero de Louise se vuelva negro, pero si se darán placer amorosamente, aunque es la segunda vez que Kenichi embiste a Louise para inundarla en placer, pero no significa que sea la última, ya que obviamente lo harán en su luna de miel cuando oficialmente sean marido y mujer, además del gran día donde se propongan a tener pequeños magos monitos con cabellos de tonalidades rojas y mechas negras o con características físicas similares a esas, nadie sabe acerca del incierto futuro.
Ni bien los jugos de Louise se disparaban incesantemente cuando Kenichi aumentó su ritmo al penetrarla con mayor constancia y por lo mucho que ya de por si salían no era algo que no llegase a suceder, aunque lo que si no se veía venir tanto es cambiar de posición ya que ahora la maga de poco talento estaba acostada de lado con una pierna siendo levantada por mano del poderoso guerrero que la embestía más todavía, siendo que alcanzaba más profundidad en la peli rosa.
Louise: ¡HHIIIIII, sugoi-nya, está llegando más profundo, siento como me revuelve las entrañas~nya -ni por expresar las fuertes sensaciones que la llenaban dejaba de usar el tic verbal del nya-!
Ambos tenían sonrojos expandidos por sus rostros mientras seguían fornicando sin pena alguna ya que los sonrojos era por el constante afecto que se tienen y que se lo puedan demostrar de esta manera que es la más avanzada al confiarle su cuerpo al otro, cediendo a volverse uno con esa persona más amada pero que no es biológicamente cercana a ti, es de lo más increíble que puede sucederle a alguien.
Los jadeos eran constantes así como las embestidas que aumentaron todavía más hacia Louise que apretaba las sábanas fuertemente con sus manos que le permitían apaciguar el leve dolor que todavía sentía y así podía dejar que todo fluyera siendo nada más que placer puro para ella, porque para Kenichi nunca lo ha dejado de ser, porque ser exprimido ahí abajo no es algo que le disguste debido a la sensación de las paredes internas de Louise que eran lo que tanto querían o sacarle la leche o mantenerlo adentro en vez de que llegue a siquiera deslizarse ligeramente hacia afuera.
El límite de Kenichi estaba cada vez más próximo porque sus instintos le dicen que lo libere todo, aunque en realidad solo le hablan a la nada ya que no es Kenichi, es el lívido saiyajín y Uzumaki lo que tiene la posesión del cuerpo con la virilidad que tanto hace estremecer a Louise sin dejar de correrse, normalmente una mujer que llega a su orgasmo estaría sensible queriendo descansar, pero Louise está en un éxtasis extremo como para siquiera pensar en tomarse un descanso, por pequeño que sea. Esa energía y ánimo le están costando al pelirrojo ya que no deja de apretarlo constantemente y a causa de eso siente como se llena el cañón que va a disparar.
Kenichi: ¡Louise~ yo ya...! -había dificultad en su hablar pero se hacía escuchar solo para alertar a la libidinosa maga de pocos talentos en caso de que quiera tomar una decisión en cuanto a eso.
Louise: ¡Dispáralo afuera~, báñame~nya, quiero tenerlo sobre todo mi cuerpo~nya! -suplicaba a viva voz demostrando que lo deseaba y mucho, además de que pudo contenerse para dejar de tener la lengua afuera durante su petición porque en seguida volvió a sacarla mientras gemía.
Ni bien escuchó su petición arremetió con fuerza una última vez antes de retroceder para salir y sacarlo, volver a avanzar y dispararlo todo sobre ella bañándola por completo a la vez que soltaba un chillido porque soltó todavía más de sus fluidos sin reprimirse bañando los testículos de Kenichi y la parte baja de su cañón disparando que con un último disparo, dejó de liberar semen, dejando que todo quede sobre Louise que sentía con cada fibra de su ser el delicioso líquido que la cubría.
Louise: Se siente cálido~nya -se lo frotaba por su cuerpo con ayuda de sus dedos y al tener una cierta cantidad entre estos y se los llevó a la boca para saborear mientras que su pierna era devuelta a la cama y se relajaba saboreando para limpiarse, siendo vista por su único espectador que se mantuvo duro al ver esa escena, la cual lo excitaba, pero prefería dejar que Louise se tomara su tiempo para relajarse y seguir consumiendo su semen a gusto- que rico -expresó eróticamente lo cual hizo que la dificultad para Kenichi de no saltarle encima y hacerla suya aumentara, pero lo lograba porque su voluntad es muy fuerte y está determinado a resistir hasta que sea un momento oportuno, además de que Louise podría enfadarse si no hace lo que él quiere.
Ni bien tomó todos fluidos blancos que se rociaron sobre ella como si de un aspersor regando césped se tratase, se dirigió hacia el Uzumaki para empujarlo hacia la cama, tumbándolo y de inmediato le sujetó la cola, quitándole de inmediato casi toda su fuerza para que aún pueda permanecer consciente mientras la maga rebota sobre él.
Kenichi: ¡kkkgh! -se quejó mientras tenía a Louise sentada sobre él- eso no era necesario ¿sabes? -aunque no es la primera vez que le hace esta jugarreta para dominarlo, aun así le parece un poco molesto ya simplemente puede pedirle que se acueste para montarlo, pero bueno, en este estado la razón y la lógica no son cosas existentes, desde hace mucho que no lo son en realidad, más o menos desde que Kenichi llegó a su habitación para encontrársela.
Louise: Si lo era~nya, quiero que sepas quien manda aquí~nya -el intenso calor del momento la hace motivarse más a usar el "nya" con tal de excitarlo, lo cual funcionaba, pero por la sujeción en su cola, ya no tanto.
Como ya se mencionó antes, frente a Louise, Kenichi solo puede estar flojito y cooperando a lo que ella quiere, aunque por lo general tiene la disposición de ponerse así en vez de que tengan que someterlo a través de su cola, pero si Louise se anda con estas cosas, entonces no hay de otra, ya que si bien esta faceta está siendo vista recién por segunda vez ya es costumbre de alguna manera, tanto así que el Uzumaki ya sabe cómo reaccionar a esto, dejándose llevar por lo que la peli rosa, como si fuera un uke.
Ni bien se posicionó lo suficientemente bien, se levantó para de inmediato empalarse a sí misma la gran virilidad, cuidando de no apretar de más la cola de su novio ya que quedaría inconsciente y eso no sería bueno para todo lo que estarán haciéndolo como si fuera el último día de su existencia, ya que el éxtasis de Louise están descontrolados y pronto los instintos de Kenichi también lo acabarán estando, pero como no tiene fuerzas para contradecir a lo que ella dice y quiere, tanto de voluntad como física, pues le tocó estar como un caballo.
Louise: ¡HIIIIIIIIIIIIIII! -chilló audiblemente apenas chocó con la pelvis del pelirrojo y la cabeza de su miembro tocaba la entrada hacia su cámara de bebés que era su punto más sensible y como está demasiado caliente, también el más placentero- ¡está llegando hasta lo más profundo de mi~nya! -no se tardó en levantarse y volver a caer, empezando de inmediato con sus constantes rebotes que la llenaban de más placer, además de lo llena que ya se sentía por tenerlo dentro de ella y también cuando este se corría en su interior como si fuera un cañón disparando-
El dolor de ser estrujado para Kenichi era mínimamente sentido debido a que igual disfrutaba la sensación de penetrarla con el esfuerzo de ella por montarlo como a un toro desbocado, no obstante, lo que ella no sabía era que este toro desbocado pronto la iba a puntear a ella con su "cuerno", pero teniendo la lengua afuera y la mirada perdida demuestran que ni siquiera se le pasa por la cabeza, solo seguía mojándose sin parar, dejando que salpicaran esos fluidos y que el olor a sexo se propagara por la habitación cual desodorante ambiental.
El coito es uno de los mayores placeres de la vida como bien sabrán, pero hay quienes pueden tener lujos no muy placenteros por ser de la clase alta y no muy bien vistos por tener placeres, el coito también entra en esa categoría, porque de hecho Louise está perfectamente consciente, o lo estaba antes de empezar a follar con él por segunda vez en toda su vida amorosa, de que sus acciones serían muy mal vistas y podrían traerle repercusiones en su vida y posturas económicas, sociales, políticas, etc. Todo puede verse afectado por ser vista en este sucio depravado e inmoral acto junto a un simple plebeyo, ya que héroe o no, sigue siendo alguien de clase baja para los magos, siendo solo un familiar, aquello que es completamente reemplazable para los magos.
Kenichi: Quién diría que la gran maga, Louise de la Valière sea tan sucia y pervertida -se intentó burlar mientras usaba la poca fuerza que tenía por el agarre en su cola, aunque le podría traer consecuencias si la mencionada no se lo tomaba del todo bien y decidía estrujarle más la cola, lo cual lo dejaría inconsciente, pero la lujuria estaba de su lado-
Louise: ¡Al carajo con quienes lo digan~nya, ESTE ES MI CUERPO Y YO DECIDO QUIEN ES EL DUEÑO DEL PENE QUE PUEDE ENTRAR EN MÍ~NYA! -no había ni un poco de duda en esas sucias palabras que no serían muy bien escuchadas por la sociedad, pero como su casa está preparada para no dejar escapar ni un poco de sonido, entonces no hay ningún problema con lo que se ponga a gritar- ¡ERES MI FAMILIAR, MI NOVIO Y DEBERÁS CUMPLIR LOS DESEOS DE TU AMA~NYA, SI ENTRE ELLOS ESTÁ METERLE EL PENE HASTA LO MÁS PROFUNDO DE ELLA~NYA, PUES TE CALLAS Y OBEDECES~NYA! -era más como un juego sexual que la verdad, ella no lo haría por pervertida para saciar sus deseos carnales, lo haría solo con quien más ama como para que pueda llamarlo su compañero de vida o compañera en su defecto de que acabe batiendo para el otro lado, pero dado que no es el caso, pues ya vemos lo que sucede-
Se motivaba todavía más, sentía que de rebotar dependía su vida desde ahora... bueno no, simplemente quiere hacerlo por lo bien que la hace sentir con cada sentón que le da, aunque le es difícil no apretar demás su cola, así que la soltó para que sus dos manos queden sobre el pecho del saiyajín al cual fallaba en demostrar que lo apretaba por la dureza de ese trabajado, esforzado y forzudo cuerpo saiyajín que ha experimentado cientos de peleas para protegerla a ella que califica entre sus seres más queridos.
La fuerza de Kenichi poco a poco regresaba ya que no había nada ni nadie apretándole la cola, por lo que volvía a tener sus capacidades, poco a poco, pero lo hacía y Louise no era consciente de ello, aunque no era consciente de nada más que los sentones que no deja de aplicarle ni un solo segundo, casi hasta hacía pensar que su resistencia era superior a la del Uzumaki quien es una bestia de la resistencia por los genes identificables gracias a ese mismo apellido y al de su raza guerrera que se la pasa entrenando, pero lo cierto es que hizo a un lado la sensación del cansancio y de estar en su límite solo para seguir, aunque puede sentir los llamados de atención que son dados por su cuerpo, elige ignorarlos para seguir forzándose a brincar interminablemente sobre su novio.
Lentamente las manos de Kenichi le respondían con más fluidez que hace un segundo antes de notar que se movía mejor hasta que pudo depositarlas sobre los muslos de Louise y descansarlas ahí además de acariciar mientras la maga rebotaba sin prestar atención a ese contacto debido a que el Uzumaki recupera sus fuerzas, solo bota y bota encima de él para penetrarse más gimiendo sin para con la lengua afuera y que el sudor que se formase saliera volando disparado por la velocidad al bajar y detenerse para volver a subir con tal de empalarse más al Uzumaki en ella hasta que no tuvo la oportunidad de un previo a viso y disparó su semilla que afortunadamente le dio en un día seguro de no quedar embarazada, llenándola por completo ya que en vez de simplemente caer se tiró hacia abajo para dar un sentón más fuerte que los demás el cual Kenichi lo llegó a sentir en los huesos del fuerte impacto contra su pelvis pero que no lo detuvo de seguir corriéndose dentro hasta terminar.
Relajó el agarre sobre los muslos de la peli rosa que se dejó caer sobre la cama jadeando pero sintiéndose sexualmente satisfecha y jadeando mientras tenía la mirada perdida, sin embargo no esperó que el pelirrojo también hiciera jugarretas de las suyas, ya que se vio como sus manos fueron hacia su pequeño cuerpo para que ahora notemos que Louise era cargada por un arrodillado Kenichi que le tenía las piernas sobre sus musculosos brazos a la vez que le sujetaba la espalda y la veía directamente.
Louise: ¿No has tenido suficiente acaso? -se sentía agotada ya que se relajó y dejó que la sensación del cansancio la alcanzara, pensando que habían terminado y a causa de ello dejando de usar el nya, porque pensaba que solo quería molestarla o hacerle una broma.
Kenichi: Puedes llamarlo venganza -no demostraba ánimos por querer divertirse teniendo más sexo con ella, aunque mentiría si dijera que no hay al menos una parte de su ser que no tiene ganas de hacerlo otra vez- luego de que te aprovecharas de mi debilidad en mi cola de esa manera, mereces un castigo y aunque no soy de ese tipo de persona, me encargaré de que aprendas tu lección -le hablaba con algo de seriedad ya que abarcaba su imponencia sobre ella, quien no podía reaccionar porque con solo escuchar se sentía dominada y eso hacía que su calentura y excitación volviera como si nunca se hubiera ido.
Le gustaba montarlo y dominarlo, era algo así como un fetiche recientemente desarrollado lo de tenerlo a su merced, pero no quería oponerse ni un poco a ser dominada por él o al menos no por ahora que va a empezar a hacerlo ya que durante la mitad del coito y lo ha empujado para montarlo, aunque no lo han hecho muchas veces como para decir que es algo que pasa seguido, si pueden decir que ha pasado en caso de que alguien quiera contradecirlos en ese punto, pero eso no tiene mucha relevancia ahora, porque Kenichi ya está dentro de Louise que la hizo gemir de por sí con eso y más todavía cuando se empezó a mover sin esperar a que ella le diera su permiso en caso de que no se sienta muy dispuesta a hacerlo en seguida.
Los gemidos eran lo que llenaba el constante vacío que antes gobernaba la casa ya que no había mayor placer que pudiera experimentar, como si hubiera sido drogada para convertirse en una ninfómana al 100% en tiempo completo, aunque esta con suerte es su segunda vez, pero debido a lo mucho que disfrutaron hacerlo durante su primera vez pues la segunda es casi como la primera, solo que con menos virginidades a tomar y más placer debido a que el dolor no se siente tanto como antes porque la virginidad ya fue arrebatada y ahora esto es más como una actividad diaria.
Louise: -gimiendo mientras tenía la lengua afuera y miraba al Uzumaki con la mirada perdida además de llorosa por lo bien que se siente- (¡Es tan grande y fuerte, tan viril, este no es cualquier hombre, es el mejor!) -esos eran algunos de los pensamientos que su mente ocupaba con respecto al Uzumaki mientras permanecía con su mente aún capaz de procesar pensamientos ya que se va nublando su juicio y pensamientos de moralidad por pensar en todo el tiempo que puede pasar junto a su novio que tanto placer le otorga, el cual ella, como si no fuera digna y tuviera que resignarse, aceptaba- (¡Está llegando tan profundo, siento como si pudiera quebrarme de tan profundo que llega en mi interior!) -aunque eso llegara a ser cierto, enrolló sus piernas en la cintura de su contrario para que no se alejara y le siguiera dando como cajón descompuesto.
El ADN saiyajín de Kenichi tomaba forma en su aspecto más pervertido, carnal, lujurioso, como le quieran llamar, debido a lo mucho que le sigue dando y no consejos, llenando el silencio de la habitación con los gemidos audibles de la peli rosa, con las pieles chocando como constantes aplausos a una obra teatral, llenando el olor con la fuerte fragancia de sexo que provocan cual esporas generadas de puntos infecciosos en el medio ambiente para una pandemia mundial, contemplándose el uno al otro en ese sudoroso estado tan lujurioso que los llevó a besarse con desesperación.
La saliva de ambos se mezclaba en el beso con sus bocas bien abiertas que les permitía encontrar sus lenguas para hacerlas bailar con constancia en una perfecta coordinación y sincronía, sintiendo todo del otro, desde la cálida piel del otro hasta la más pequeña gota de sudor recorriendo sus cuerpos que se mezclan entre sí como las babas de sus bocas al mantener el húmedo beso que se separó sin mucha lentitud y rompiendo en poco tiempo el hilo de saliva que aún los unía.
Otra vez Kenichi estaba creciendo dentro de ella, ambos sabían lo que se avecinaba, pero solo uno tomó la iniciativa ya que la maga está siendo sujetada para recibir los fuertes y constantes embates de su contrario que sin pena le revolvía constantemente sus entrañas de tanto empujar y moverse dentro de ella.
Ni bien dio una estocada más poderosa y veloz que todas las anteriores que no había dejado de dar, se corrió dentro de Louise quien gimió poderosamente en su orgasmo elevando su mirada mientras era llenada hasta la última gota del esperma saiyajín que le llegaba hasta su útero pero que por ser un día seguro de no embarazarse, no causaría ningún efecto secundario, por lo que se dejó llevar en la sensación de su orgasmo mientras Kenichi permanecía quieto y la dejaba tener sus espasmos mientras lo abrazaba con brazos y piernas.
Fin del lemon.
El rato del clímax cesó cuando se acostaron tras hacer a un lado las sucias sábanas que se mojaron y mancharon de sus fluidos que denotaban que estuvieron haciéndolo salvajemente por todos los que había, aunque era evidente que no fueron muchas veces, pero el punto es que nuevamente Louise usaba de almohada al Uzumaki quien la abrazaba con ambos brazos al dejarla estar sobre él.
Louise: Bueno, logré mi cometido -además de una sonrisa de satisfacción sexual, sonreía victoriosa, como si hubiera ganado una competencia.
Kenichi: ¿Tu cometido? -la miró confuso, puesto que solo recordaba que hablaron sobre sus fangirls y que le joderían mucho con noviazgo, pero que solo es de Louise.
Louise: Le dejé en claro al mundo que eres mío, ya que haces estos juegos sexuales conmigo mientras me dominas y me dejas montarte -señaló sus orejas al hablar de juegos sexuales y volvió a apoyarlas sobre el bien esculpido abdomen del Uzumaki que la miraba con una gota de sudor.
Kenichi: Si, claaaaaro, dejarme -comentaba con sarcasmo mientras desviaba la mirada con incomodidad- bueno, supongo que lograste lo que querías y pasamos un buen rato -volvió su vista hacia ella- fueron dos pájaros de un tiro -comentó sonriente porque si se sintió bastante bien, aunque fue un poco rudo y sorpresivo que tuvieran tan pronto su segunda vez, pero de todos modos el ciclo infinito de tener sexo como animales salvajes en celo con el deseo de aparearse y dejar tanta crías como el mundo soporte inició cuando tuvieron su primera vez, solo ellos deciden cuando continuarlo y cuando darle un descanso, porque definitivamente no se cansarán del otro.
Louise: Claro que si, además de que me ayudaste en mi objetivo al tenerme a tu merced, así que estoy feliz -se relajó sobre su torso frotando levemente su cabeza- pero no solo por eso, estoy feliz de poder estar contigo, de esta manera, como dos personas que se aman y que pueden hacer estas cosas con total libertad.
Kenichi: Pues claro que sí, aunque sería más cómodo si te quitaras el traje de gata y lo guardaras para otra ocasión -agregó un tono levemente burlón a sus palabras mientras que su novia no se vio ni un poco ofendida e hizo caso quitándoselo y tirándolo a un lado para volver a relajarse estando sobre él.
Louise: Listo, ahora si es más cómodo -su sonrisa de satisfacción no desaparecía porque le gustó conocer la ruda faceta sexual del pelirrojo.
Kenichi: Entonces descansemos, debes reponerte en caso de no ser muy capaz de caminar y no podemos dejar que se enteren ni por la más mínima sospecha, para ellos ya es mucho pedir que seamos novios y no nos dejarían hacerlo sin jodernos eternamente -añadió molestia a su voz, expresión y pensamientos, pero se fueron cuando escuchó un gemido de comodidad por parte de Louise que encontraba calidez en él y un gran relajo en escuchar sus latidos.
Louise: Descuida, prometo que todo estará bien, así que descansemos ¿sí? -ya se estaba quedando dormida por el trance de calma en el que se está viendo sometida y ni siquiera lo volteó a ver por tener los ojos cerrados al relajarse para dormir.
Kenichi: Claro, descansa mi amada -le siguió acariciando la espalda encontrando comodidad en esa acción y en la cama donde lo estuvieron haciendo desenfrenadamente, hasta que ambos terminaron profundamente dormidos como dos pesados troncos.
Fin del capítulo.
Espero les haya gustado...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.
P.D: Nuevamente doy las gracias a AshuraKure
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