Un mal inicio

https://youtu.be/mRKZ7P79llw

Una vez que el caza vikingo había aterrizado un oficial fue a recibirlos y los envía a unos camarotes para empezar, Louise y Kenichi en uno mientras que Indra en otro para dejar su equipaje, el Uzumaki guarda su bufanda y luego se dirigen a la sala principal donde estaban los altos mandos. Mientras que Louise se sentía nerviosa Kenichi e Indra tenían una mirada seria, no se andarían con estupideces.

De Poitiers: Bienvenida al puesto de comandancia de la invasión de Albion, señorita Usuaria del Vacío., soy el comandante supremo De Poitiers, él es el jefe de estado mayor Wimpffen. – el mencionado asiente. – Y el comandante del ejército de Germania, el Marqués Handenburg. Muy bien señores, ella es la carta de triunfo que protege a nuestra Majestad, la usuaria del Vacío.

Esto hizo que miraran a Louise de forma suspicaz.

De Poitiers: Ella fue la que venció sola a la flota de Albion. – los altos mandos la miran con interés.

Kenichi: ¿Estás bien con eso?

Louise: Es la única forma, si no, no podría cooperar con el ejército. – Kenichi dio un suspiro, pese a que Henrietta le pidió no revelar el secreto, la peli rosa lo hizo, aunque tuvo que aguantarse la ira ya que los otros líderes dieron unas sonrisas falsas.

Aunque el Uzumaki le parecía una estupidez el hecho que estuvieran en un buque espacioso sin ningún cañón para defenderse y la causa estúpida es que no tenían espacio en otros buques.

Estuvieron explicando la situación, pese al ejército que tenían, tenían que despejar una zona o las tropas de Albion rápidamente los harían pedazos, tenían que desembarcar en Rosais, pero al hacer eso estarían completamente expuestos y el enemigo prepararía todas sus defensas al instante, así que su plan es hacer un engaño y desviar el ejército, haciéndoles creer que aterrizarían en Dartanes.

Handenburg: ¿Se puede esperar la cooperación de la usuaria del vacío? – decía mientras miraba a Louise. - ¿Podrías hacerte cargo de la flota de Albion? ¿Al igual que derribaste el Lexington en Tarbes?

Louise: Es imposible...gasté mucha energía para usar la explosión, no sé cuanto me tarde en recuperar esa energía.

Wimpffen: Entonces, con tal arma poco fiable, no puede ser llamada nuestra carta de triunfo.

Kenichi: ¡Oye! ¡Louise no es un arma!

Wimpffen: No eres nadie para hablar familiar plebeyo. – Pero se escucha un crujido, y el origen era que el Uzumaki apretó los puños en señal de amenaza, intimidando al oficial, y temblando a los otros, pero antes que se empeorara la situación, De Poitiers toma la palabra.

De Poitiers: Calma, nosotros nos encargaremos de la flota, mientras que la usuaria del Vacío puede usar una finta. ¿No es así?

Louise: Finta...

De Poitiers: Así es, al menos hacer creer al enemigo que iremos a Dartanes. – La peli rosa se puso a pensar al igual que el Uzumaki, ¿Habría un hechizo para hacer eso? Aunque gracias a Derflinger.

Louise: Mañana buscaré un hechizo para que sea utilizado. – el general De Poitiers esboza una sonrisa y el grupo se va de ahí.

Kenichi: Oh genial...- decía fastidiado.

Louise: Me ven como caballo de regalo.

Kenichi: ¿Y tienen ese rango? Porque como van, las posibilidades de ganar son del 10%.

Indra: Estoy de acuerdo, habría que hacer un reconocimiento, pero si se lanzarán a lo loco, no la tendremos fácil entonces.

Mientras caminaban alguien toca la espalda del Uzumaki, el pelirrojo con puntas negras al voltear, ve a 6 chicos de su edad, con varitas mágicas.

¿???: Oye tú.

Kenichi: ¿Qué?

Louise: Vámonos. – dijo con un susurro mientras tiraba de su manga.

¿????: Ven un rato.

Kenichi se lo piensa por unos segundos y se va con ellos, acompañados por Indra y Louise, hasta llegar al caza vikingo.

¿???: ¿Esto tiene vida? – preguntó avergonzado mientras lo señalaba.

Kenichi: No, eso no tiene vida.

¿????: Te lo dije, ahora denme un ecu. – Eso sacó una gota de sudor a los 3 y los chicos sonríen incómodos.

¿???: ¿Te hemos sorprendido? Si es así, lo lamento.

Kenichi: No, no hay problema.

¿????: Es que sólo teníamos una apuesta.

Indra: Eso tiene sentido. – dijo con una cara chibi

¿???: Es que pensábamos que era un dragón.

Kenichi: Dudo mucho que un dragón así exista. Esto es una máquina de combate aérea, pero viene de mi hogar Aiur que está lejos. – los chicos estaban interesados.

¿???: Nosotros somos caballeros dragón. – y le explicaron la situación, ya que la mayoría de los caballeros habían muerto durante la invasión a Tarbes, tuvieron que integrar a los novatos.

¿????: Debe ser algo difícil convertirnos en caballeros dragón.

Indra: ¿Eso es verdad?

¿???: Sí, tener un dragón como familiar no es simple, complacerlos es difícil y ellos deciden elegir a los pilotos.

Kenichi: ¿Puedo intentarlo? – ellos asienten, el Uzumaki se acerca al dragón y le rasca el cuello, cosa que al dragón le agrada, el Uzumaki le daba cariño y el mismo animal deja que el pelirrojo con puntas negras se suba encima.

¿???: Lo logró, a la primera. - decía con la boca abierta.

Indra: Es porque Kenichi siempre se lleva bien con los animales. – dijo con los brazos cruzados.

Kenichi: Oye, esto es divertido. – Dijo alegre mientras acaricia la cabeza del dragón quien daba ruidos de comodidad. - ¿Por qué no lo intentas?

Indra: No, paso, además tú eres el carismático. – dijo alegre.

Louise miraba eso y estaba con algo de envidia, se llevaba bien con los caballeros dragón jóvenes.

Louise: Kenichi ¿Cómo puedes actuar con normalidad? ¿No se supone que tenemos una batalla para mañana? – Pensaba insegura y asustada. – Me gustaría que pasaras tiempo conmigo.

El Uzumaki mira a Louise, la notaba algo preocupada por lo que baja del dragón.

¿??: ¿Te animas a tomar?

Kenichi: Oh claro, pero primero iré a la habitación con Louise, debe descansar y yo tengo algo que puede darle un buen sabor a la bebida. – Louise lo mira y nota que el Uzumaki le decía en voz baja. – Sígueme la corriente.

Indra: Oh así que irás por esa botella que traje.

Kenichi: De paso. – dijo dando el pulgar arriba.

¿??: Oh, un trago distinto, sería interesante probarlo.

Kenichi: Nos vemos en un rato.

El Uzumaki lleva a Louise a la habitación y ambos se sientan.

Louise: ¿Cómo puedes estar tranquilo? Sabes bien que mañana tendremos un ataque. – preguntó entre enojada y preocupada.

Kenichi: A decir verdad, es para que a uno se libere de ese miedo, lo peor que puedes hacer es preocuparte.

Louise: Yo...

Kenichi. Tranquila Louise. – la de a un pequeño abrazo. – De eso se trata la guerra.

Louise: ¿Tú ya has pasado por eso entonces?

Kenichi: No, solo realizabas misiones como una que realizaba antes de ser invocado.

Louise: ¿Qué misión era? – preguntaba curiosa, aunque algo triste ya que lo sacó de su hogar.

Kenichi: ¿Recuerdas esas espadas que nos dan esa armadura? – Ella asiente. – Un desgraciado llamado Gendo robó eso, por lo que con Indra fuimos a recuperarlas, aunque justo antes de que volviera a casa...ya sabes lo que pasa después.

Louise asintió y mira hacia abajo, mientras se apega al Uzumaki.

Kenichi: ¿Ya estás mejor? – ella asiente. – Muy bien, entonces trata de buscar un hechizo, yo iré a beber.

Louise: Pero ten cuidado, se meterían en problemas si los oficiales los ven.

Kenichi: Descuida, vi mucha paja en el camino así que con unos señuelos bien hechos no pasará nada. – Ella abre los ojos y le da un fuerte abrazo. - ¿Eh?

Louise: Gracias, me has dado una idea. – dijo mientras se separa y abría el libro para buscar runas.

Kenichi: *Confundido* Bueno, me voy. – dijo mientras sacaba una botella y se iba.

Una vez que la puerta se cerró Louise toma una almohada y abraza con fuerza, se había aguantado el sonrojo, después de varios segundos, ella se calma y vuelve a leer hasta que las runas se iluminan y ella sonríe.

Louise: Gracias Kenichi... - dijo con mientras estudiaba.

En la academia, poco después que Kenichi se fuera, llegaron unos jinetes, que forman parte de las mosqueteras de Su Majestad, Osmond tenía un mal presentimiento ya que había escuchado de integrar también a las estudiantes femeninas a la guerra. Al mismo tiempo Colbert estaba dando clases, aunque Montmorency le preguntó el por qué no participa en la guerra, el maestro solo dijo que prefería cuidar a sus estudiantes y dijo ser un cobarde, sin embargo, su mirada representaba culpa, en eso, Agnes ingresa a la fuerza.

Colbert: ¿Qué pasa?

Agnes: Soy un mosquetero de su majestad, por órdenes de Su Majestad, se suspenden las clases, todas las estudiantes, vístanse y fórmense en el patio.

Las estudiantes estaban nerviosas, pero Colbert toma la palabra.

Colbert: Vuelvan a sus lugares.

Agnes: Es una orden directa de Su Majestad. ¿Acaso no lo escuchó?

Colbert: Aún me queda 15 minutos de clases, después de eso, usted puede jugar a la guerra después de eso.

Ese comentario no le agradó a Agnes y apunta con su espada el cuello del mago.

Agnes: Jugar a la guerra dice ¿Está en contra nuestra?

Colbert: No, claro que no. – dijo con un sudor frío.

Agnes: Tienes olor a quemado, eres un mago de fuego y yo los odio. – dijo con hostilidad. – guarda su espalda. – No se meta en mis asuntos. ¡Ahora todos salgan!

Todos se van mientras que Colbert respiraba agitado.

Al día siguiente, eran las 8 de la mañana, un estudiante de la academia, Malicorne, estaba en un buque que iba a la delantera.

Styx: Hace frío, tienes suerte gordito.

Malicorne: Por lo menos ya sale el sol, pero hay que tener cuidado, no sabemos cuándo empieza la lucha.

Styx: No hace falta esperar. – dijo mientras señalaba el frente, Malicorne palideció.

Malicorne: ¡Buque enemigo avistado!

5 minutos después, las noticias llegaron al buque Varsenda.

De Poitiers. Debí esperarme algo como esto.

Wimpffen: Son un grupo de bastardos.

De Poitiers: ¿Qué hay de la usuaria del vacío?

Oficial: Estuvo decidiendo el hechizo. El plan está a punto de iniciar.

De Poitiers: ¿Qué hechizo es ese? – el oficial le susurra el hechizo y él asiente satisfecho. – Interesante...sería un triunfo si lo logre. ¡Mensajero!

Mensajero: ¿Sí? – dijo a la espera de órdenes.

De Poitiers: Que la usuaria del vacío se despliegue. Su objetivo es "Dartanes" y será protegida por el escuadrón de caballeros dragón. – el mensajero asiente y se va.

En unos minutos, Louise, Kenichi e Indra reciben el mensaje y ven que una flota de Albion se acercaba.

Kenichi: ¡Vamos Louise!

Indra: Estoy listo.

Kenichi: Indra, tú quédate y da cobertura a las fuerzas que están en la delantera. – Indra asiente y extiende su puño.

Indra: Buena suerte. – Kenichi asiente y corresponde la despedida, para luego ver al pelinegro dar un fuerte salto hacia los demás buques sorprendiendo a los soldados.

Kenichi: *recibe un mapa del mensajero* Espera, yo ni tengo conocimientos de este lugar.

Mensajero: Estamos aquí y debe hacia esa posición. – dijo señalando el mapa. – Debe llevar a la usuaria allí, de todos modos, los caballeros dragón los guiarán.

Kenichi entiende y se sube al caza vikingo seguido por Louise que se sentó en sus piernas, para luego encender la casa y despegar.

Soldado: ¡Barco incendiario! - Kenichi observa barcos sin pilotos, pero con grandes cargas explosivas y explotó cerca del Varsenda, haciendo que se incline un poco y que el caza se caiga.

Kenichi: Maldición. – Louise lo abraza mientras que Kenichi buscaba estabilizarlo, pero seguía cayendo en picada. – Maldición, se supone que no debería usar esto.

El Uzumaki hace que las turbinas del caza se activen a toda potencia, estabilizándose y reuniéndose con los caballeros dragón que conversaron ayer, disminuyendo la velocidad para estar a raya, el pelirrojo con puntas negras los saluda, y los caballeros hacen lo mismo, tal vez sean de diferente clase social, pero están en guerra y no le ven la diferencia, por lo que ven al Uzumaki y a Dragneel como amigos.

Kenichi mira a la flota, al ver que ya empezó el ataque, desde la distancia se sentía el olor a la pólvora.

Kenichi: Suerte Indra. -dijo mientras se iba con los caballeros dragón a su objetivo.

Con los barcos que iban a la delantera, estaban recibiendo cañonazos, todo era caos, humo, sangre y pólvora.

Styx. ¡Levántate! – decía mientras levantaba a Malicorne.

Malicorne: ¡Tenemos que mantener posición! – decía, pero estaba demasiado asustado.

Oficial: ¡Vamos! ¡No se queden ahí como idiotas! ¡Deben atacaaaaa...! - fue lo último que dijo ya que le cayó una esfera de fuego gigante.

Malicorne:¡Cuidado! – estaba asustado ya que una esfera de fuego iba a su posición cuando en eso alguien aterriza y con su espada dice lo siguiente.

Indra: Fullcounter. - gira la espada, y devuelve la esfera a su atacante, causando daños al buque enemigo también.

Malicorne: Eres...el amigo del familiar de Louise. – decía sorprendido, supo por Guiche que el pelinegro con puntas azules era tan fuerte como Kenichi.

Indra: Si tienen energías entonces peleen. – dijo con seriedad mientras saltaba hacia el buque enemigo y en el aire gritaba. - ¡GRAND CHARIOT!

Al aterrizar, ataca sin miedo a los magos y espadachines, hasta saca a uno del barco.

Indra: ¡Yo no estoy atrapado con ustedes en este barco! ¡USTEDES ESTÁN ATRAPADOS CONMIGO! – Gritó mientras seguía atacando a los oficiales, luego acumula pólvora en un punto vital del buque y sale de ahí mientras le arroja una esfera de fuego, haciendo que explote.

Mientras tanto con el grupo de Kenichi estaba avanzando con el escuadrón de dragones, pero otro grupo de caballeros dragón enemigos logra verlos y se dirigen a su posición, para su sorpresa sus compañeros no se prepararon para el ataque.

Kenichi: ¡A UN LADO! -aprieta el gatillo y dispara, dándole a 3 de ellos, pero la ametralladora dejó de disparar. - ¡Carajo, a la hora que se me acabaron las balas!

Pero se da cuenta que Colbert le agregó un par de cosas.

Kenichi: Hey Louise. – pero ella estaba concentrada. - ¡Tierra llamando a Louise!

Louise: *saliendo del trance* ¿Qué pasa? – decía algo preocupada.

Kenichi: Necesito que leas el libro que me dio Colbert.

Louise: Secreto de la serpiente de fuego. – Kenichi levantó una ceja. – Estimado Kenichi, al leer esto, asumo que...

Kenichi: ¡Deja el prólogo de lado! – decía fastidiado, ya que no contaba con las armas del caza y sólo depende de las cosas que colocó el profesor, lo peor es que el enemigo usaba dragones de viento.

Louise: Dice que presiones una palanca que está al lado del que aumentas la velocidad.

Kenichi: Empiezo a arrepentirme que le agregara cosas para mi avión. – dijo mientras hacía eso, del lugar donde solía sacar misiles, salió algo extraño que parecía una serpiente de juguete y animó tanto a Kenichi como a Louise. - *con una vena* ¿Qué diablos es esto?

No hizo absolutamente nada, y dado que algunos tenían dragones de viento, aumentó la velocidad de sus flechas, lo bueno es que el chapado podía resistir, pero no mucho, dado que era un prototipo, no era tan resistente, Louise continúa con la lectura.

Louise: Esa feliz serpiente de fuego les da coraje, ¡Vamos!

Kenichi: *con una vena* Ese calvo...- preguntaba enojado.

Louise: Cálmate por favor. Seguiré con la lectura... jala la lengua que sale de la pequeña serpiente feliz, atención, que tus aliados estén cerca.

Kenichi ve un tablero colocado en su cabina con tizas, y le pide a Louise que avise a sus compañeros, ella asiente y con el tablero, lo pone en la ventana y sus aliados se colocan en cerca del caza y el Uzumaki toma lo indicado.

Kenichi: Por favor, espero que no sea como esa estúpida serpiente. – tira la lengua de la serpiente, pero no pasó nada, enojando al Uzumaki. – ¡Maldita sea, cuando vea a Colbert le daré una paliza!

Pero en ese momento, varias cosas salen de la caja de misiles que tenía su avión y empezaron a brillar, Louise sigue leyendo el libro.

Louise: Mi talento es muy aterrador, son cohetes de metal y con polvos mágicos para rastrear la magia, serpientes voladoras, seguirán la magia de su enemigo, por esa razón tus aliados deben estar cerca, ese misil no reacciona a nada en un rango de 20 metros.

Kenichi: Misiles rastreadores, muy ingenioso, capaz de detectar la magia del enemigo, retiro lo que dije. – decía sorprendido.

Gracias a eso, la mitad de lo que quedaba fueron derribados y los otros perdieron valor por lo que se fueron, Louise abrazó a Kenichi y él correspondió, pero su sonrisa desapareció ya que al disiparse el humo había una centena de jinetes dragón de Albion dirigiéndose a su posición.

Kenichi: Maldita sea, este chapado no aguantará sus ataques. – decía preocupado, además si usaba todo el combustible no sería de utilidad en ataques próximos.

En eso, varias flechas mágicas y esferas de fuego iban directo al caza, el Uzumaki iba a preparar para desviarlo con su ki, pero vería algo que lo haría recordar aquella misión, un dragón de su equipo se puso en medio y recibió el impacto.

Kenichi: *Temblando* ¿Qué hacen? – dijo mientras recordaba esa misión en la cual sus amigos Takao y Satoshi terminaron malheridos.

Derflinger: Oh, ya entiendo lo que pasa.

Kenichi: Habla. – decía tratando de calmarse.

Derflinger: Para que logres llegar a Dartanes, si ustedes llegan será un éxito, por lo que las órdenes a los caballeros es protegerlos incluso sacrificándose.

Eso no le gustaba nada al Uzumaki, una esfera de fuego se acercaba y otro caballero dragón se pone en medio, recibiendo el impacto.

Kenichi: No...- dijo mientras temblaba más y volvían a su mente ese ataque. - ¡Por favor...deténganse! ¡Alto!

El Uzumaki estaba en shock por lo que Derflinger toma la palabra.

Derflinger: Oye señorita, presiona ese botón que está al lado mío. – Louise asiente y lo hace, haciendo que aumente la velocidad. – A mi señal tirarás de una palanca, es lo último que Colbert instaló.

Dado que el avión aumentó la velocidad, el Uzumaki vio a los jinetes separarse y uno levanta su brazo en forma de despedida mientras le sonreía, de entre el grupo que conoció la noche pasada, él fue el más amable, tanto con Indra como con el pelirrojo con puntas negras, Louise miraba con preocupación.

Kenichi: Debo dar la vuelta, aún hay oportunidad. – Louise lo detuvo por petición de la espada.

Derflinger: ¡Ahora! – la peli rosa tira de la otra palanca y un barril sale del caza.

Eso produce un humo azul en todo el lugar, pero Louise se asustó cuando Kenichi iba a dar la vuelta.

Derflinger: ¡No hagas eso compañero!

Kenichi: ¿Pero por qué hacen esto? ¡Apenas nos conocimos ayer y están haciendo esto!

Derflinger: La misión es hacer que la chica llegue a Dartanes para hacer ese hechizo, ellos fueron enviados a protegernos, si volteas ahora, todo será en vano. ¿Acaso quieres que su sacrificio no tenga sentido?

Kenichi apretó los dientes y volvió a activar la turbina, para avanzar mucho más rápido, lo peor es que ni siquiera sabía sus nombres, estuvieron avanzando hasta llegar al sitio indicado.

Louise: Ya llegamos...elévanos. – dijo con suavidad, estaba preocupada y hablaría una vez que hayan terminado esto, ella levanta la ventana y se sienta en los hombros del Uzumaki, luego abre su libro y empieza a realizar el cántico. – Ilusión.

De pronto el cielo apareció una gigantesca flota encima, tras unos minutos, un general, que estaba dirigiéndose a Rosais, recibe un mensaje.

Hawking: ¿Qué? ¿Qué la flota llegó a Dartanes? ¡Maldición! ¡Media vuelta ahora! – los 30 soldados que dirigía dan media vuelta y se dirigen a Dartanes, habían caído en la trampa.

Academia de Magia de Tristain, 4 horas antes.

Fouquet, Wardes y Menvil estaban llegando con algunos mercenarios y estaban ingresando a la academia, el plan era tomar a las estudiantes de rehenes, aunque Menvil tenía deseos de matar.

Tabitha despertó y ve a unos intrusos, la peli celeste sale de su habitación y se dirige a la de su amiga Kirche, ella también saca su varita y se van en silencio, evitando a los encapuchados, otra que se salvó de los atacantes, la comandante de mosqueteras Agnes.

Kirche: ¿Estás bien?

Agnes: Sí. – dijo guardando su pistola y su espada. – Deben ser perros de Albion.

Kirche: Esto no es bueno. – dijo mientras veía a las estudiantes ser enviadas a la fuerza al comedor, Agnes no se lo pensó 2 veces y fue a ese lugar junto con unos pocos mosquetes que se salvaron de un ataque sorpresivo y mataron a algunos atacantes.

Agnes: ¡Alto! ¡Somos mosqueteros de Su Majestad! ¡Un batallón los tiene rodeados, así que ríndete y libera a los rehenes! – aunque los atacantes se rieron.

Menvil: Bueno, ya que están aquí quiero que llamen a Su Majestad.

Agnes: ¿Y eso por qué?

Menvil: Así es, deseo que las tropas que van a Albion se retiren, mi cliente parece odiar que su nación sea ensuciada por sus zapatos.

Agnes estaba frustrada, en la academia había 90 estudiantes nobles, sin contar al profesor y a los encargados del lugar. Estaban bajo su responsabilidad, una de las mosqueteras le susurra pedir refuerzos.

Menvil: Oigan, más les vale no llamar refuerzos, sólo quiero que venga Su Majestad o el cardenal, además si no hay respuesta cada 5 minutos, mataré a un rehén. – dijo con una sonrisa psicópata mientras que ella se reúne con las demás.

Colbert: ¿Qué está pasando?

Agnes: ¿No lo ves? Tus estudiantes están siendo retenidos por las tropas de Albion. – Colbert se sorprende al ver al líder que los atacaba. - Ahora aléjese.

Kirche: Señorita mosquetero, tengo una idea. – le susurra a la mosquetera y ella ríe.

Agnes: Suena divertido.

Habían pasado los 5 minutos, y Menvil prepara su bastón.

Menvil: No me tengan rencor, esto son negocios. – dijo con descaro.

Osmond: ¡Basta! ¡Si vas a matar a alguien, mátame a mí!

Menvil: Lo siento, pero tú eres necesario para la negociación. – en eso unos globos ingresan levitando al lugar, estaban confundidos cuando empiezan a brillar, cegando a los atacantes, gracias a eso, las mosqueteras, Kirche y Tabitha ingresaron a la habitación, creyendo que el ataque sorpresa sería un éxito.

Pero....

Varios proyectiles de fuego fueron hacia Kirche, saliendo herida al estar demasiado confiada, pero lo peor es que esa ráfaga encendió la pólvora dentro de la pistola y explotó, haciendo que la mano de la mosquetera saliera volando y gritara de dolor.

Kirche estaba levantándose algo adolorida y ve a Menvil cerca de ella.

Menvil: Así que una trampa para cegar...penoso. – empieza a reírse, cuando Kirche nota algo, sus ojos no se mueven en lo absoluto. – Mis párpados se quemaron y no puedo ver la luz.

Kirche: ¿Cómo? – preguntaba asustada.

Menvil: Una serpiente encuentra a su presa por temperatura. – ella lo entendió ahora, será ciego, pero detecta a sus enemigos por el calor de su cuerpo. - Soy un experto mago de fuego, sensible a la temperatura, puedo saber su ubicación, incluso reconocer a personas si conoces la temperatura. Quiero oler...

Kirche: ¿Eh?

Menvil: Quiero oler tu aroma a quemado. – Kirche sintió el verdadero terror, estaba a punto de ser carbonizada.

Sin embargo, cuando Menvil tenía listo su hechizo, lo arroja a una llamarada que iba directo a él.

El responsable no era otro que Colbert, quien tenía una mirada fría.

Kirche: ¿Maestro?

Colbert: Aléjate de mis estudiantes. - dijo con voz fría y Menvil sonríe.

Menvil: ¡Esa temperatura...esa voz! ¡Eres Colbert! - pero el profesor seguía con su mirada seria. - ¿No me recuerdas? ¡El comandante Menvil! ¡En serio, cuánto tiempo! ¡Han pasado 20 años!  Pero no me lo puedo creer ¿Pasaste de ser "La Serpiente de Fuego" a ser un simple maestro? ¿Qué rayos enseñas? ¡Jajajajajajaja!

Nadie entendía nada, ¿De qué se conocen? ¿Serpiente de Fuego?

Menvil: Les explicaré, solían llamar a este hombre la Serpiente de Fuego, el capitán de un grupo especial que atacaba todo, incluso mujeres y niños....¡Y él fue quien me dejó ciego!

Kirche miraba en shock a Colbert, incluso Tabitha, nadie sabía de ese pasado oscuro, además, Colbert dejó esa faceta amable que tenía, ahora parecía que lo rodeaba una llamarada y si lo tocabas, arderías hasta morir.

Colbert: Señorita Zerbst ¿Recuerda el propósito del fuego?

Kirche: La pasión y la destrucción.

Colbert: Hace 20 años, yo sólo pensaba que el único propósito del fuego es para la destrucción.

Las lunas se cubrieron bajo la nube, el ambiente hostil se sentía, Menvil apretaba su vara, recordando esa vez que Colbert le quemó y le dejo ciego, perdió por su inmadurez, pero esta vez, no sería así.

Colbert: ¡Toma a tu amiga y váyanse de aquí! - Menvil arroja una llamarada pero Colbert con su báculo, genera una esfera de fuego, logrando mantenerlo a raya.

Pero Menvil parecía jugar ya que empezó a arrojar más hechizos de fuego y Colbert empezó a esquivarlos y pocas veces contratacaba, en eso un ataque de Menvil logra quemar un poco la túnica de Colbert.

Colbert prepara un hechizo fuerte y lo arroja a su oponente quien sonríe, lanza una llamarada y desaparece en medio del choque.

Menvil: Aquí estoy.

Colbert empezó a salir al patio, trataba de ponerse en un lugar seguro, pero el problema es que Menvil detectaba la temperatura.

Colbert: Menvil, hazme un favor, ríndete, yo decidí no matar a nadie con mi magia.

Menvil: ¿Acaso perdiste el juicio? Se supone que eres un mago de fuego sin piedad. - decía con disgusto.

Colbert: Yo sólo lo suplico, es la verdad. - dijo arrodillándose, cosa que no le agradó nada a su oponente.

Menvil: Yo... he seguido a un cobarde... por 20 años, no dejaré que hagas esto, te quemaré.

Dijo mientras empezaba a hacer un cántico y una poderosa esfera de fuego se hacía presente, listo para matar a Colbert, sin embargo, lo que no se espero Menvil es que Colbert tenía listo un hechizo de contraataque, cuando Menvil seguía haciendo el cántico, de repente se quedó sin oxígeno.

Colbert: Parece que no te convertiste en una serpiente después de todo.

Menvil había caído, fue una derrota humillante, pero no había terminado, las mosqueteras que quedaban, Kirche y Tabitha se enfrentaban a los secuestradores, pero Agnes era la que más corría peligro ya que el último mago enemigo preparó flechas mágicas directo a su espalda, pero alguien se interpuso.

Colbert cayó al suelo malherido y Agnes estaba apretando los puños.

Agnes: Así que tú eres el líder de ese grupo experimental de investigación mágica ¿Verdad?  Rompiste esa lista militar. - el maestro asintió. - entonces debo decirte algo, yo soy una sobreviviente de D'Angleterre.

Colbert: Ya veo.

Agnes: ¿Por qué destruiste mi ciudad natal?... ¡RESPONDE!

Montmorency: ¡Detente! ¡Él está herido!

Pero Agnes no escuchaba, estaba esperando su respuesta.

Colbert: Fue una orden...

Agnes: ¿Orden?

Colbert: ...se informó de una epidemia. Para evitar su propagación, se nos ordenó incendiarlo, aunque fue a regañadientes.

Agnes: Imbécil, eso era mentira.

Colbert: Yo también lo averigüé, fue culpa de la caza de la nueva religión. La culpa me atormenta cada día....Menvil lo dijo, quemé mujeres y niños... Pero yo...renuncié, juré no usar el fuego para destruir otra vez...pero la culpa me atormenta.

Agnes: Aún así...

Todo era un problema, las heridas de Colbert no parecían sanar y las mangas de agua estaban agotada, lo peor era que Agnes sacó su espada, lista para matar a Colbert, pero Kirche lo cubre.

Kirche: ¡Ya basta!

Agnes: ¡Largo! ¡He estado viviendo para este día! ¡ESPERÉ 20 AÑOS PARA ESTE MOMENTO!

Kirche: ¡NO LO HAGAS!

Agnes: ¡Lárgate!

En medio de esto, Kirche tomó la muñeca de Colbert y su mirada se puso sombría.

Agnes: ¡He dicho que salgas de ahí!

Kirche: Baja tu espada... Está muerto...

Esas palabras, hicieron que Agnes perdiera toda su fuerza, soltó su espada, cayó de rodillas y empezó a temblar.

Kirche: Odialo si quieres, pero rece, aunque fuera su enemigo, él dió su vida para protegerla, la salvó...- dijo mientras empezaba a llorar.

Agnes estaba temblando de la furia, levanta la espada nuevamente, Kirche cerro los ojos pero ve que entierra la espada al lado del maestro y se va de ahí.

Kirche trata de llevarse a Colbert pero un rubí, rojo como el fuego, brillante, el maestro le había dado unos días antes, eso la hizo llorar.

Actualidad

En el ataque de la flota de Tristain, lograron ganar, aunque perdieron un buen número de buques y tropas, pese a los esfuerzos de Indra, las bajas eran algo que ni él podía evitar.

Ahora estaba sentado, tomando un poco de su licor fuerte, aunque no se emborrachaba, para él, el alcohol no suele afectarle, Malicorne le dió las gracias y le pregunto que si quería algo pero Dragneel dijo que nada, sólo esperara a llegar a ese puerto y reunirse con su amigo y superior.

El rubio gordito miraba esto, pero no podía considerarlo victoria, veía los restos de la batalla, fuego, madera destrozada el número de armas Navales fue reducido a la mitad, no esperaban que el enemigo tuviera más barcos incendiarios.

Styx: ¿Lo conoces?

Malicorne: Es el amigo del familiar se Louise, no lo ví en combate antes, pero me sorprendió de esa habilidad que tenía.

Styx: Ya veo, por cierto, el oficial dice que nos reagrupemos.

Malicorne: *asiente* ¿No irás también Dragneel-san?

Indra: No, yo no soy un soldado de Tristain, soy un soldado de la lejana tierra de Aiur y el único que me da órdenes ahora, es mi amigo, el familiar de la señorita Valière.- dijo para volver al buque porta dragones.

Styx: Me olvidé darle las gracias.

Malicorne: Igual yo.

Mientras tanto con Kenichi y Louise, después de haber sobrevolado por Dartanes por unos minutos, siguieron con el plan y fueron a reunirse con la flota.

Louise miraba los ojos del Uzumaki, veía dolor, desde que usó el hechizo ilusión, no ha hablado, todo intento de comunicación con él era inútil, la peli rosa estaba preocupada cuando nota una carta en el cuaderno.

Louise: Encontré una carta.

Kenichi: ¿De quién es?

Louise: De Colbert ¿La leo? - el pelirojo asiente.

- ¿Ha sido de ayuda mi invento?
Si es así, me alegro. A decir verdad, quería ser útil, no sólo con mis maestros, también con mis amigos. Sabes, escribí esta carta para hacer una petición y no es por dinero.
Me dijiste que habían cosas que en tu mundo funcionan con tecnología, me gustaría observarlas.
Pero también, quiero pedir perdón, ya que en el pasado....hice algo terrible.
Un crímen demasiado grande y no será perdonado. Para redimir mis pecados, decidí enfocar mi vida en la investigación, aunque...mi crímen jamás será perdonado. Aún si hago inventos útiles para los demás, eso no borrará mis pecados.
Kenichi, tanto tú cómo tu amigo irán a la guerra, estoy seguro que pasarás por cosas difíciles, pero...
No te acostumbres a esto.
No te acostumbres a ver morir a la gente.
No lo veas como algo natural

Ambos ven un rato la flota de Tristain y Germania, para sorpresa del Uzumaki, los buques se redujeron y los que quedaban, tenían daños moderados, pero Louise siguió leyendo la carta.

Bueno, mi petición llega a su fin.
Recuerdo lo que me dijiste, que vienes de un mundo distinto, hay máquinas terrestres y voladoras para poder explorar ¿Verdad?
Me gustaría verlo, me gustaría usarlo en mi investigación.
Por lo que....cuando regreses a Aiur, quiero ir contigo y lo digo en serio.
Así que por favor, no mueras. Regresa con vida, aún si yo no puedo ir.

P.D:

- ¿Hay vehículos de diferente diseño? ¿La humanidad logró llegar a la luna? Ese aparato pequeño que me enseñaste ¿Es capaz de hacer comunicación a distancia?
Hacer eso sin magia es increíble, deseo conocer tu mundo, tu hogar.

Louise: Eso es todo, el profesor Colbert es extraño pero si que quiere conocer tu mundo.- dijo con una sonrisa triste, aunque en el fondo, ella también quería conocer su hogar.

Kenichi: *con los cabellos cubriendo sus ojos* Muchas gracias. - dijo mientras las lágrimas se notaban.

Louise: No llores.

Kenichi: Lo siento, pero no puedo evitarlo. - dijo temblando y ella nuevamente lo abraza.

Louise: Muchas cosas pasaron ahora, pero descansaremos cuando regresemos al barco. - dijo con tristeza, aunque también, quería saber qué le pasó, le preocupaba la reacción al ver el sacrificio, tal parece que ya vio algo así antes y lo dejo marcado.

El Uzumaki logra ver el Varsenda y dirige el caza hacia ahí, necesitaba descansar un poco.

Fin del capítulo.

Espero les haya gustado...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.

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