Por un día...

https://youtu.be/a5l2OF1byrE

Dicen que la ira siempre tiene un detonador, un límite, varias personas prefieren evitar que detone esa bomba, sin embargo, la bomba, ha sido detonada.

Era de noche, todos los estudiantes que estuvieron involucrados en el espionaje estaban frente a Kenichi, acompañado por Indra, Louise y los estudiantes de primer año, alrededor de ellos, estaban las chicas que ya se habían puesto los uniformes y miraban con indignación a los mirones.

Kenichi: ¿Saben? Creí que un noble tenía principios, tenía valores. Pero jamás me imaginé que ustedes terminaran haciendo un acto tan...despreciable. – dijo con calma, pero era sólo una faceta. – Ahora quiero que me respondan ¿Por qué?

Los involucrados estaban temblando y con la cabeza baja, cosa que enojaba a Indra, pero Kenichi estaba temblando, así que el pelinegro con puntas azules hace retroceder a todos.

 Kenichi: Creo que no escucharon mi pregunta. – aprieta los puños, su cabello se hacía dorado y expulsa una fuerte ráfaga de ki, los demás excepto Louise e Indra estaban asustados pero sabían que estaba muy furioso. - ¿POR QUÉ MIERDA LO HICIERON? 

Los que estaban más cerca de él habían retrocedido debido a la expulsión de ki, pero nadie podía decir absolutamente nada, estaban completamente asustados, Indra en parte estaba sorprendido ya que por unos segundos, pudo divisar unos rayos rodeando al Uzumaki, pero, dado que los involucrados no respondían, procede a hablar.

Indra: ¿Por qué no responden? Tuvieron valor de espiar a las chicas ¿Pero ahora no tienen el valor para responder a esa pregunta? – Estaba con una mirada intimidante.

¡LO SENTIMOS! – todos se arrodillan mientras temblaban de miedo, esa fue la única respuesta que salió de ellos, el Uzumaki sólo apretaba los puños, sin embargo, desactiva su aura.

Kenichi: Me decepcionan, realmente me decepcionan, sobre todo tú Guiche, pasaste de ser un mujeriego a ser un mirón. – el rubio solo bajó la cabeza. – A decir verdad los habría usado como saco de boxeo. – eso asustó a los involucrados. – Pero no lo haré. Ni siquiera los enviaré a la máquina de gravedad.

Todos estaban dudosos pero Kenichi da su veredicto.

Kenichi: Por lo que haré eso...Yo, Son Kenichi Chevalier de Uzumaki, comandante del cuerpo de caballeros del Espíritu del Agua, os relevo de su cargo por tiempo indefinido. – eso era la mayor deshonra para ellos, ser relevado de un cargo importante por lo que querían pedir una oportunidad, pero el Uzumaki sólo hizo caso omiso. – Señoritas, ustedes le darán el castigo.

El pelirrojo se retira a su casa, no estaba de ánimos para nada e Indra suspira.

Indra: Sinceramente, el respeto que tenía por ustedes se había ido. – se va de ahí con total indiferencia mientras que las chicas se acercaban a castigar a los mirones.

Tras unos minutos Louise va a la casa a ver a su novio, sin embargo, Indra estaba saliendo.

Louise: ¿Cómo está? – el pelinegro con puntas azules niega con la cabeza.

Indra: No está de ánimos para nada y sugiero que le des algo de espacio por ahora.

Louise: Pero, no me gustaría dejarlo solo ahora.

Indra: No, en sí, eso sí fue un duro golpe para él, y te soy sincero, lo que ellos hicieron, en nuestro mundo, se castiga con el destierro.

Louise: Va-vaya, así de grave sería. -dijo sorprendida.

Indra: Sí. Pero volviendo al tema, será mejor dejarlo solo por esta noche. – ella no estaba de acuerdo pero termina aceptando, no sin antes mirar la casa por unos segundos.

Louise: Veré cómo animarte. – Se va de ahí con preocupación, recordando su puesto de príncipe, de forma indirecta mancharon su nombre por tal acto, cosa que la hizo enfurecer con los mirones. – Estos idiotas, tal vez mi novio no los golpeará, pero yo sí. – aprieta los puños poniendo algo nervioso a Indra.

Media hora había pasado y Louise estaba en su habitación, buscando una forma de levantarle el ánimo, hasta que recuerda de 2 cosas, el bustier de hada negra, eso podría levantarle el ánimo, mientras que el otro recuerdo es que en la guerra supo que Siesta era pariente de Scarron y Jessica, por lo que tenía un punto a su favor y hablando de eso, Siesta ingresa.

Louise: Menos mal que llegaste.

Siesta: Señorita Valière ¿Qué necesita? – preguntaba curiosa.

Louise: Necesito el bustier de hadas, ya que eres pariente de Scarron y Jessica, podrías pedírselos.

Siesta: Oh, creo que no tendría problemas pero ¿Qué pasó?

Louise: ¿Supiste que hubo unos gritos de chicas hace rato? – ella asiente. – Pues Kenichi está desanimado y frustrado ya que parte del grupo de caballeros fueron los responsables.

Siesta: ¿Y Kenichi-san?

Louise: No ha salido de la casa después de suspender a los involucrados, a decir verdad, Indra me pidió que le dé espacio, pero quiero animarlo y pues...

Siesta: Está bien, yo conseguiré el bustier pero tengo una condición.

Louise: Sabía que sería así ¿Qué es lo que quieres a cambio?

Siesta: Un día a solas con Kenichi-san, mandaré la carta de forma inmediata, pero me dejarás pasar el día completo con él. – Louise se lo estuvo pensando pero quería ese bustier para animarlo, por lo que suspira y la mira.

Louise: De acuerdo, pasarás un día completo con mi novio. – Siesta se anima. - ¡Pero no te aproveches, nada de cosas pervertidas! – Siesta se maldice en sus pensamientos pero quería aprovechar la oportunidad.

Siesta: De acuerdo, mandaré una carta a mi tío, dado que les había ayudado en lo de la guerra, me deben un favor, por lo que no hay problema.

Louise: Entonces, mañana al amanecer hasta que se desaparezca el sol, tendrás el día libre. – da un suspiro, no quería hacerlo pero necesitaba esa ropa para levantarle el ánimo a su novio, Siesta se retira y prepara una carta.

A la mañana siguiente, Siesta estaba afuera de la casa de Kenichi e Indra, cargando su maleta, en eso, el pelinegro con puntas azules estaba saliendo y ve a la sirvienta.

Indra: Buenos días Siesta.

Siesta: Buenos días Indra-san, Louise me dio permiso de estar con Kenichi-san.

Indra: Entiendo, entonces te deseo suerte, lo que pasó anoche, le ha dejado con los ánimos bajos. – la maid asiente. – Yo iré a entrenar a los estudiantes que no estuvieron involucrados, nos vemos. – ella da una reverencia mientras que Indra se va de ahí.

Siesta ingresa a la casa y sube a la habitación del Uzumaki que estaba sentado en su cama, apenas se había cambiado pero no se ha movido de ahí.

Siesta: Kenichi-san. – el pelirrojo estaba con una mirada neutra. – Louise me dio permiso de acompañarle en todo el día, aunque también quiero levantarte el ánimo.

Kenichi: Gracias, supongo. – la voz era apagada cosa que le apenaba a la maid.

Siesta: Vamos, te prepararé un buen desayuno para empezar. – toma la mano del pelirrojo y lo lleva a la mesa. – Ponte a lavarte, yo haré el mejor desayuno para ti. – el pelirrojo con desgano se dirige a lavar su cara una vez mas mientras Siesta pone manos a la obra y usa la cocina, Kenichi le había enseñado el uso una vez por lo que no tenía problemas. En un maletín había una gran cantidad de ingredientes por lo que se dispuso a cocinar sin demoras.

Kenichi baja al comedor y ve una gran cantidad de platos, sorprendiéndolo levemente mientras que Siesta estaba con una sonrisa.

Siesta: Está listo Kenichi-san, adelante. – el pelirrojo se sienta y se sirve el primer plato.

Kenichi: Gracias. – da la primera probada y le gustó, sin embargo, debido al mal ánimo que tenía, no dijo nada y seguía comiendo de forma estoica, poniendo un poco triste a Siesta.

Siesta: Definitivamente, su ánimo está por los suelos, espero que la señorita Valière se haga cargo de esos responsables.

Al mismo tiempo, Louise estaba pisando la espalda de uno de los mirones.

Louise: ¡Castigo divino! – dijo enojada.

¡LO SIENTO! – Dijo con un gran dolor.

Indra, quien estaba entrenando con los de primer año, terminó con un sudor de los nervios ya que Louise no estaba de buen humor, su cabello flotaba, expulsaba su gran aura y todos los castigados estaban rogando para no ser el saco de boxeo.

Indra: Recuérdenme que no haga enojar a Louise. – los chicos y Reynald asienten asustados.

Volviendo con el par, Kenichi había terminado de comer su desayuno, lamentablemente, apenas abrió los ojos de sorpresa ya que los platos eran buenos, pero, a diferencia de otras veces que decía o cuando comía con ganas, esta vez no demostró eso.

Kenichi: Gracias por la comida. – se levanta y se va a lavar los servicios.

Siesta: Espera, yo lo haré.

Kenichi: Te tomaste la molestia de cocinarlo, en agradecimiento, lavaré los servicios.

Siesta: Entonces hay que hacerlo juntos. – le da una sonrisa.

Kenichi: Supongo que no tengo de otra. – ella sonríe y se ponen a lavar, en un acto de broma, Siesta salpica un poco de agua. – Wow, ten cuidado.

Siesta: Vamos Kenichi-san, usted hace las cosas muy animadas. – le sigue salpicando agua haciendo que Kenichi sonría un poco y le salpica también. - ¡Kya!

Kenichi: Contrataque. -Siesta sonríe y siguen salpicándose con el agua mientras que seguían avanzando con el lavado de los platos.

Siesta: Lo hicimos.

Kenichi: Sí, pero nos mojamos más de lo que recuerdo. – ve que su polo estaba marcado los músculos, sonrojando a Siesta.

Siesta: Se-será mejor que se cambie antes de que coja un resfriado. – dijo nerviosa y el Uzumaki asiente.

Mientras que Kenichi fue a cambiarse de polo, Siesta ve a sus familiares afuera de la casa, por lo que abre la puerta y va a atenderlos.

Scarron: Hola mi linda sobrina. – le da un abrazo a Siesta siendo correspondido.

Jessica: Hemos traído lo que pediste. – le entrega el bustier de color negro.

Siesta: Muchas gracias. – recibe con gusto mientras que Jessica tenía una sonrisa traviesa.

Jessica: Así que un día con él. Trata de aprovechar. – eso sonrojó a la maid.

Siesta: Bueno, pasó algo y está muy desanimado.

Jessica: ¿Tiene algo que ver con Louise? – Siesta niega. - ¿Entonces?

Siesta: Algunos estudiantes del grupo que él lidera hicieron algo malo, cosa que le afectó.

Jessica: Mmmm ¿Qué tal si ...? – Le susurra algo a Siesta quien se sonroja pero asiente.

Scarron: Oh, espero que le vaya bien a mi sobrina. – Jessica asiente y se esconden.

Kenichi estaba bajando con un polo limpio mientras que Siesta estaba quitándose el sonrojo.

Kenichi: ¿Pasó algo? – pregunta curioso pero ella mueve la cabeza.

Siesta: No te preocupes, no es nada. – dijo con una sonrisa.

Kenichi: ¿Y bien qué sigue?

Siesta. ¡Hagamos un juego de rol! – Kenichi levanta la ceja pero levanta los brazos.

Kenichi: Bueno, no hay problema. – ella se va a cambiar mientras que el Uzumaki se sienta en el sofá, colocando algo de música relajante. – Por cierto ¿Qué rol haremos?

Siesta: ¡Una vida de casados!

Kenichi: ¿Eh? – voltea y ve a Siesta usando solamente una ropa más casual.

Siesta: Sí, una vida de recién casados. Yo como esposa y tú como el marido.

Kenichi: Algo como el juego de la casita. – Esa declaración hizo que Siesta se ruborizara.

Siesta: S-sí, pero sólo es Kenichi-san y yo ya que no hay niños. – Eso sonrojó al pelirrojo. – Por el momento, te llamaré "cariño".

Kenichi: De acuerdo.

Siesta: Entonces, cariño ¡Bienvenido a casa! – Esa sensación de estar de vuelta en Aiur, Kenichi recordó esa frase tanto de su madre, de sus hermanos, aunque ahora, esperaba que Louise le diga esas palabras, por lo que sólo da una ligera sonrisa y responde...

Kenichi: Estoy en casa. – para su sorpresa, Siesta se le fue el aire por unos segundos. - ¿Estás bien?

Siesta: Mi respiración se detuvo por un momento. – dijo con timidez haciendo que Kenichi esboce una sonrisa.

Kenichi: Tómatelo con calma.

Siesta: Cla-claro. ¿Qué deseas comer cariño? O ¿Tal vez querrás un baño? O ¿Puede que ...?

Kenichi: Dije con calma, no con atrevimiento. – en eso escucha un ruido, haciendo que ambos reaccionen y noten que no había nada, por lo que Siesta pregunta de nuevo.

Siesta: Entonces ¿Me prefieres a mí?

Kenichi: Para empezar, me gustaría comer, me dio un poco más de hambre. – Siesta da una tierna sonrisa y asiente.

Siesta: Entonces conseguiré unas cuantas cosas más para que tengas el mejor banquete. – procede a retirarse.

El Uzumaki se apoya en la mesa y mira por la ventana.

Kenichi: Me pregunto ¿Qué estarán haciendo?

Mientras tanto Indra estaba disfrutando de una buena bebida fría y unos pasteles.

Indra: Esto está delicioso, muchas gracias. – algunas estudiantes estaban dándole eso como premio.

Por cierto ¿Dónde está Kenichi? Queremos darle un poco a él también. – preguntó Beatrice con curiosidad mirando a todos lados.

Indra: Sate sate sate, ¿Así que quieres darle uno especial para mi amigo? - la chica de coletas se sonroja y desvía la mirada con los brazos cruzados.

Beatrice: ¡No malinterpretes, sólo que hice un pastel y quería que él lo probara! - Indra sólo da una risa leve.

Indra: Bueno, está tratando de animarse en casa, después de lo de anoche no ha estado de buenas.

Así que fue por culpa de ellos. – dijo otra mirando con enojo a los mirones, aunque los involucrados estaban con moretones y heridas. ¿El motivo? Una Louise furiosa, que se metan con ella o con su novio, ella no lo va a tolerar, por lo que les dio su propio castigo.

Hablando de Louise, ella estaba en su habitación tomando una taza de té mientras veía como animar a su novio, aunque estaba segura que Siesta también estaba buscando la forma de ayudarlo, cosa que se lo agradecería después.

Louise: Oh príncipe mío, cómo me gustaría hacer que todos los días sea alegre...No, ni siquiera rima. – borra lo escrito y suspira. – En serio se me dan mal hacer estas cosas, pero quiero que sea algo que le agrade.

En eso siente una sensación de incomodidad y casi se le cae el colgante que le regaló su novio.

Louise: Más te vale que no le hagas algo a mi novio.

Con el Uzumaki, él estaba leyendo un libro y escuchaba algo de música de fondo en su celular.

Kenichi: Mmmm, me gustaría tener más libros. – suspira cuando Siesta nuevamente ingresa.

Siesta: Hola cariño, lamento la demora, en seguida iré a cocinar. – dijo con una sonrisa y el pelirrojo asiente.

Kenichi: Tómate tu tiempo.

Había pasado unos 30 minutos aproximadamente y el Uzumaki estaba terminando de leer otro capítulo de libro.

Kenichi: Siesta ¿Necesitas a...yu...da...- al ir a la cocina queda en shock ya que Siesta estaba usando solamente un delantal. – Pe-pero ¿Por qué estás así?

Siesta: E-es que hace calor.

Kenichi: Bueno, es cierto que hace calor, sin embargo. Estamos en primavera.

Siesta: Hace calor. – Kenichi decidió quedarse callado, pero se sentía incómodo, ese delantal sólo cubría su delantera y su zona íntima, lo demás podía ver, por lo que desviaba la mirada con un fuerte sonrojo.

Tras unos minutos, Siesta llega con varios platillos, todos deliciosos, haciendo que el estómago del Uzumaki diera un rugido, avergonzado al pelirrojo y dándole una risa a Siesta.

Siesta: Estoy segura que te va a gustar. Pero, yo te alimentaré. – Se toma una cuchara, recoge algo de comida y alimenta al Uzumaki. - ¿Y qué tal cariño?

Kenichi: Está delicioso.

Siesta: Me alegra mucho que te guste cariño. Yo también comeré. – ella va a sentarse pero le a propósito deja que el Uzumaki vea su espalda desnuda, sonrojándolo y desviando la mirada. – Me sentaré a tu lado.

Kenichi: ¿Eh? Oh claro. / Cálmate Uzumaki, sólo es un juego de rol, además Louise es tu pareja. - Siesta estaba alimentando más al pelirrojo, sin embargo, se le mancha un poco los labios.

Siesta: Oh, lo siento cariño, yo lo limpio. – se acerca y lo limpia, pero mostraba más su escote, poniendo nervioso al Uzumaki, y hace que se le caiga el cubierto.

Kenichi: Se cayó un tenedor, yo lo levantaré. – se agacha y busca el tenedor, Siesta quería aprovechar para levantar un poco su delantal pero nota una presencia y era Louise que estaba en la ventana, cosa que la puso nerviosa ya que pudo leer los labios.

"Te estoy vigilando, así que no profanes a mi novio"

Kenichi: Lo tengo. – se levanta pero se golpea con la mesa. - ¡Owww! ¡Eso duele!

Siesta: Ten cuidado cariño. – acaricia suavemente la zona donde se golpeó, aunque de reojo, mira a la ventana pero no había nadie.

Kenichi: Iré a lavarme. – se dirige a la cocina a lavarse las manos mientras que la maid estaba suspirando.

Después del almuerzo, ella estaba lavando los platos, se sentía feliz de darle de comer al hombre que tanto quiere, si bien lo ama, ella mínimo respeta la relación, no como cierta realeza, la maid estaba terminando con un tarareo, hasta que recuerda algo.

Flashback

Ella se había reunido con Scarron y Jessica cuando fue a conseguir algunos ingredientes.

Jessica: Ya que estás haciendo un rol de casado ¿Qué tal si usas esto? – le da un pequeño frasco con un líquido rosado. – Uno de los clientes quiso hacer que me bebiera eso, pero yo le confisqué.

Siesta: ¿Entonces es una poción de ...? -Jessica tapa su boca.

Jessica: Sabes que eso es ilegal así que baja la voz. – le da de forma discreta. – El efecto es apenas de unas horas, pero no sé qué tan fuerte puede ser, sólo te lo doy para que puedas aprovechar.

Siesta: Kenichi-san.... – se imaginó con él en la cama a punto de hacer cosas nada santas, pero espabila. - ¿Es buena idea?

Scarron: Sólo son por unas horas.

Jessica: Así es, pero es tu elección, yo sólo te estoy dando el impulso.

Fin de flashback.

Ella estaba con el frasco en la mano, el tiempo de efecto era corto, pero era muy fuerte, Siesta estaba a punto de abrirlo, sin embargo, ve al Uzumaki dormir con una sonrisa, sin que se diera cuenta, ella levantó los ánimos, por lo que sólo esboza una sonrisa y guarda esa poción.

Siesta: Kenichi-san, realmente te quiero, tal vez no sea tu pareja pero velaré por tu felicidad. – le da un tierno beso en la mejilla y procede a cambiarse.

Al caer el sol, el Uzumaki despierta y ve a Siesta quien estaba sentada y dormida, ella con cuidado levantó la cabeza del Uzumaki y la colocó en su regazo, como si fuera una almohada, pero al moverse, ella despierta.

Siesta: Hola cariño ¿Dormiste bien?

Kenichi: Sí, muchas gracias. – ella le da una sonrisa.

Siesta: El sol se ocultó por completo. – le da unas últimas caricias. – fue un gran día cariño, realmente lo disfruté.

Kenichi: Me alegra mucho. – se levanta y ella da una reverencia.

Siesta: Procederé a retirarme, Louise-san vendrá en unos minutos. – el Uzumaki asiente. – Nos vemos Kenichi-san. – estaba algo triste pero lo disimuló con una sonrisa y se retira de la casa.

Kenichi: Fue un buen día, pudo animarme un poco.

Con Siesta, ella estaba alejándose de la casa cuando se topa con Louise que estaba por la entrada de la academia.

Louise: Oh Siesta. – ella le da un abrazo.

Siesta: Cuídalo mucho por favor. – Louise estaba algo confundida hasta que descifra el mensaje y sólo entrecierra los ojos con una sonrisa, además que le dio unas palmadas en la espalda.

Louise: Te lo prometo. – ambas se separan pero no notó que Siesta tenía una lágrima traicionara.

Siesta: Iré por el bustier negro, espere por favor. – Louise asiente y ella se va por unos minutos, en eso llega Indra que estaba con un trozo de pastel.

Indra: Hola Louise, ¿Irás a ver a Kenichi? – la peli rosa asiente. - ¿Podrías mandarle esto? Las chicas nos ofrecieron pastel, pero en vista que él no estaba todo el día, entonces guardé su porción.

Louise: No hay problema. – Indra le entrega una caja. - ¿Pasarás la noche en la base?

Indra: Sí, no tengo problemas, así que ve. – se da media vuelta. – Nos vemos.

En unos minutos Siesta llega con el uniforme, Louise le da las gracias y de paso les manda saludos a sus parientes, para buena suerte de la peli rosa, el Uzumaki había salido unos minutos, cosa que ella sonríe e ingresa. Mientras tanto con Kenichi, él había ido a tomar algo de aire, se sentía relajado, así estuvo por unos minutos, hasta que procede a regresar.

Kenichi: Nada mejor que dar un breve paseo por la tarde. – camina con tranquilidad a casa pero nota que estaba prendida. - ¿Quién habrá ingresado?

Al momento de ingresar, nota que Louise estaba usando el bustier de hadas y le daba una sonrisa cálida.

Louise: Bienvenido a casa...querido.

Esas palabras hicieron que el Uzumaki diera una gran sonrisa y procede a ingresar.

Kenichi: Estoy en casa. – procede a cerrar la puerta mientras se iba a besar a su novia.

FIN DEL CAPÍTULO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO Y SU ESTRELLITA, SIN MÁS QUE DECIR, HASTA LA PRÓXIMA.

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