Misión urgente ⚠️(+18)
Una semana había pasado desde aquel incidente y el grupo finalmente había regresado a la academia 3 días después del incidente, todo volvió a la normalidad, bueno, casi todo.
Kenichi: *Bebiendo* Lo bueno es que se siente la paz. Después de tantos problemas. – tanto él como su amigo estaban apoyados en la ventana.
Indra: Sí, tienes razón, todo salió bien y podemos descansar un poco. – procede a tomar un poco de cerveza mientras miraba el cielo.
Kenichi: Salud por la tranquilidad. – extiende su baso y el pelinegro con puntas azules hace lo mismo.
Pero en eso escuchan una conmoción y era porque sus compañeros estaban comentando con respecto a la misión de rescate, poniendo nervioso a ambos ya que había cosas que no debían exponerse.
Kenichi: Oye Guiche ¿Qué crees que haces?
Guiche: Sólo cuento la misión.
Kenichi: Mejor ten cuidado porque si dices más de la cuenta te mandaré a la máquina de gravedad. – eso asustó al rubio y asintió, pero ambos escuchan gritos.
¡ES TAN GENIAL MALICORNE-SAMA!
¡POR FAVOR CUENTANOS LA HISTORIA OTRA VEZ!
El grupo ve que Malicorne estaba usando un sombrero con pluma mientras vestía una camisa similar a la de Guiche.
Malicorne: Es vergonzoso, pero supongo que no se puede evitar. Verán, cuando fui al castillo de Alhambra y ¡Puse al comandante y sub comandante a dormir, cuando en eso aparece el elfo! ¡Yo no lo iba a permitir así que le dije "Oye orejas largas, si valoras tu vida, ¡Deja que la princesa se vaya o afronta las consecuencias!" – Tanto Guiche como Kenichi tenían una vena. – Fue alguien sencillo, logré esquivar su ataque ¡Y puf! Lo mandé a volar.
En eso se siente una presión, la borrachera de Malicorne se desvanece por completo, al igual que los demás miembros de la brigada del Uzumaki, ¿La razón? Pues Kenichi estaba con el cabello elevándose sin necesidad de cambiar a dorado.
Kenichi: ¿Eh? Creo que no escuché bien ¿A quién pusiste a dormir? Pero también quiero saber ¿A quién mandaste a volar? – la sonrisa que transmitía daba miedo.
Malicorne: Pu-puedo explicarlo...
Kenichi: Dame una razón para que no recibas el castigo que he dado. – Los de la brigada se asustaron porque el castigo era extremadamente doloroso y aquel que la reciba, terminará con un dolor muscular por completo.
Malicorne: Ve-verán, fue más difícil de lo que imaginé y él llegó a la batalla... - dado que los nervios no le permitían explicar bien, el Uzumaki sólo le da un golpe karate de forma discreta, dejándolo inconsciente.
Kenichi: Recuérdenme que para después le toca "El castigo". – todos asustados asienten, no iban a quedarse callados, la última vez que fingieron olvidarse todos recibieron "el castigo" y terminaron muy adoloridos. – Muy bien señoritas, dado que mi "subordinado" está muy borracho y se desmayó, procederé a explicar cómo fue esa experiencia.
Todas escuchaban atentamente la aventura arriesgada, el cómo se las arreglaron para poder dejar inconsciente al grupo que protegía a Tabitha, hasta el encuentro con el elfo que sinceramente, resultó ser un desafío, Indra escuchaba eso de forma atenta, jamás se esperaba que un elfo resultara ser muy difícil, aunque el Uzumaki en ese momento estaba en desventaja, tanto alimenticia o el hecho que no se transformara, ese relato dejó sorprendidas a las chicas.
Kenichi: Y así fue que gracias al trabajo en equipo pudimos derrotar al elfo, a decir verdad, estaba con energía baja por el viaje por lo que fue un buen desafío. – No quería quedarse con todo el crédito por lo que le comparte un poco a sus amigos.
¡Kenichi-dono es genial!
¡Es un verdadero caballero!
Guiche también recibió halagos, subiéndole los humos, además que su lado mujeriego se activó otra vez, pero Indra intervino para que no se le suba el ego, mientras que la chica castaña que conoció al principio hablaba con el Uzumaki.
Katie: Le digo algo Kenichi.
Kenichi: ¿Hum?
Katie: Hemos formado un grupo de apoyo, organizado por las chicas de primer y segundo año, dado que ustedes tienen mucha responsabilidad, decidimos darles ayuda cuando sea necesario.
Kenichi: Oh... me siento agradecido, pero no debieron molestarse. – dijo de forma respetuosa.
Katie: Para nada, además que les daremos alimento durante su entrenamiento. – iba a entregarle un táper, pero en eso la puerta se abre, ingresando a varias criadas, incluidas la amiga de Kenichi.
Kenichi: Siesta.
Siesta: Me había preocupado mucho de tu estado cuando regresaste, pero me alegra que estás mucho mejor. – procede a dejar alimentos para los caballeros pero las mujeres nobles empezaron a reclamar ya que ellas habían preparado comida también, empezando el conflicto, incluso los caballeros terminaron en medio y quedaron inconscientes, mientras que Indra y Kenichi salieron de ahí de forma disimulada.
Kenichi: Eso estuvo cerca.
Indra: Si, ni loco me iba a meter en eso.
Kenichi: ¿Y ahora?
Indra: Que se calme la situación supongo.
Todo eso era observado por Louise, Kirche y Montmorency.
Montmorency: Sabía que Guiche no cambiaría ¿Qué paso con "Yo voy a ser tu caballero"? – exclamaba molesta al ver la situación. – Además Louise, tu novio también es objetivo, no sólo de las sirvientas, también de las chicas de primer año, incluso las de segundo. ¿No harás algo?
Louise: Descuida, ya tengo algo en mente. – dijo con una sonrisa además que tenía un sonrojo, sorprendiendo a ambas.
Kirche: ¿Te sientes bien?
Louise: Claro que lo estoy, Kenichi es alguien de buen corazón y no anda tras otra chica como un perro. – la sonrisa no se le iba. – Pero bueno. Kirche, necesito de tu ayuda.
Kirche: Bueno... ¿Qué necesitas?
Louise: Algo para seducir a mi novio. – dijo con los brazos cruzados.
Kirche: Has venido con la indicada, además se ve que tu físico ha crecido un poco por lo que tengo opciones para que puedas seducirlo. ¿Te animas Montmorency? Al menos así Guiche pondrá más atención en ti. – ella sólo se ruboriza pero las acompaña.
Volviendo con el Uzumaki, él se había separado de la conmoción y ahora estaba en la biblioteca mientras que Indra fue a beber en otra parte, el pelirrojo con puntas negras revisaba todos los libros y la curiosidad le ganó al tomar uno.
Kenichi: Maldición, si pudiera leerlos. – estaba algo malhumorado, además estaba seguro que tarde o temprano le iban a pedir que lea en público y no iba a ser un hazmerreír, pero al mirar en una dirección, nota a Tabitha.
Tabitha: Hola.
Kenichi: Hola ¿Cómo has estado? – Dado que dejó a su madre en Germania, ella se regresó con el grupo y también sabe el hecho que ella era de la familia real, debe de estar pasando un momento duro.
Tabitha: Bien, al menos mi madre está mejor en Germania. – dijo calmada cuando mira con interés al pelirrojo. - ¿También lees?
Kenichi: No, no comprendo la letra de este mundo. Es extraño pero qué mas da. – ella se levanta y usa levitación a buscar algo. - ¿Qué haces?
Ella aterriza frente a él y le entrega un libro.
Tabitha: Esto debería ser sencillo. – Lo mira directamente. -Te enseñaré a leer.
Kenichi: ¿Estás segura? A lo mejor estás ocupada y podría quitar tu tiempo.
Tabitha: No hay problema, además, no tengo nada que hacer. – ambos proceden a ir a una mesa. – Este es un libro de alfabeto, A ... - empieza a darle clases mientras que el Uzumaki estaba atento, si se tomó la molestia de enseñarle, no iba a fallarle.
Había pasado cerca de 3 horas y Kenichi había aprendido a un buen ritmo, gracias a Tabitha no era tan difícil, ahora estaba leyendo textos cortos.
Tabitha: Aprendes rápido.
Kenichi: He sido uno de los 10 mejores estudiantes en mi mundo, por lo que esto no es un desafío.
Tabitha: Tu mundo... ¿Te gustaría regresar?
Kenichi: ¿Eh?
Tabitha: ¿Te gustaría regresar a tu mundo? ¿Con tu familia?
Kenichi: Sí, realmente extraño mi hogar, pero estoy seguro que regresaré, no te conté que Indra llegó este mundo debido a la tecnología de mi hogar, aunque tardarán más tiempo.
Tabitha: Entiendo.
Kenichi: Aunque, empecé a tomar cariño de este mundo, lo he considerado como mi segundo hogar. He formado lazos, a pesar que al principio tuve ciertas complicaciones con algunos. – recuerda su duelo contra Guiche.
Tabitha: ¿Crees que pueda conocer tu hogar?
Kenichi: Claro. – le dedica una sonrisa, ruborizando a la peli celeste.
Tabitha: Eres genial. – dijo en voz baja pero el Uzumaki no logra escuchar.
Kenichi: Bueno, muchas gracias por enseñarme, ahora te dejaré leer tranquila.
Tabitha: Aún no, falta una lección y estaré supervisándote. Además que también debes estudiar las runas. Eso sí es desafiante.
Kenichi: Lamento quitar tu tiempo.
Tabitha: No tengo problemas. – saca otro libro y sigue enseñándole.
Ya era de noche y Kenichi estaba regresando de la biblioteca, en tan sólo una sesión aprendió mucho.
Kenichi: Qué día, al menos podré sorprender a Louise con una carta. – dijo animado mientras se iba a su casa, topándose con Indra en el camino. – Oh, hola Indra.
Indra: Hola, seguiré supervisando la sede de los Caballeros por lo que volveré más rato, de paso me topé con Louise, me pidió que vayas lo más rápido posible.
Kenichi: De acuerdo, hasta luego. – acelera el ritmo a la casa pero al ingresar, procede a darse una ducha rápida y se dirige a la habitación, pero esta vez, estaba con olor a incienso, para ver a Louise con una bata y echada a la cama.
Louise: Bienvenido querido.
Kenichi: Gracias Louise, lamento haberte hecho esperar. – ella se levanta de la cama y se acerca para darle un beso. – Esto me trae recuerdos.
Louise: Sí, cuando tomé esa poción. – el Uzumaki asiente. – Pero esta vez, hago esto porque quiero. – ella lo abraza y le muerde el cuello.
Kenichi: Tsk... - esa sensación lo debilitaba, Louise cierra la puerta y jala a su novio a la cama para luego tomarle de la cola. – Lo-Louise...
Louise: *sonriendo* Me gusta esa reacción tuya, te vez... adorable y vulnerable. – ella se sienta encima de él y vuelve a besar su cuello para que caigan encima de la cama. – He esperado esto, te dije que te iba a dar una recompensa, además que es tu regalo de cumpleaños pendiente.
Inicio del lemon.
Kenichi: ¿Mi regalo? - ella se retira la bata, mostrando su traje de bailarina y ella se pone a bailar, moviendo sus caderas, el cabello ondeaba.
Louise: ¿Te gusta? – Tenía una sonrisa seductora mientras ahora movía sus caderas en forma de círculos. – Esto es sólo para ti.
Kenichi: Ahora que me doy cuenta. – ve que el cuerpo de su novia se estaba desarrollando más, lo más resaltante son sus caderas y sus pechos.
Louise: *sentándose sobre él* Lo notaste ¿Eh? ¿Acaso quieres que me retire esto? – toma su dedo en medio de su pecho, con la intención de quitarse la prenda superior.
Kenichi: Y-yo ... - le sorprendía que tartamudeara mientras que Louise da una risa ligera y tome la mano de su novio y la coloca en su pecho.
Louise: Ahh... - dado que la mano del pelirrojo estaba algo fría, terminó con un gemidos, excitando al Uzumaki, pero ella besa su cuello, haciendo que el pelirrojo de suspiros. – ¿Quieres tocarlos? – su novio con un fuerte sonrojo asiente y Louise se retira el sostén. – Vamos, tócalos, son tuyos.
La lujuria se sentía en el lugar, Kenichi extiende sus manos y las coloca en sus pechos para proceder a darle masajes, eso hace que su novia tiemble.
Louise: Aa...Ahh.! ¡Tus manos están frías! – Kenichi no hace caso y sigue acariciando sus pechos para luego besar sus pezones. - ¡AHHH! ¡S-se siente bien!
Instintivamente Louise abraza la cabeza del Uzumaki para que no se separe, su novio entiende lo que quiere y sigue chupando sus pecho, la peli rosa siente que el miembro de su novio estaba tocando su intimidad por lo que empieza a moverse, excitando a ambos. Pero Louise quería tomar la iniciativa por lo que lo empuja a la cama.
Louise: Esto apenas es el principio de tu regalo. - lentamente le retira las prendas inferiores. – Sí que estás duro aquí abajo.
Kenichi: Con lo mucho que me provocas.
Louise: Esa es la idea. – mueve sus caderas haciendo que ambas intimidades rocen. - ¿Se siente bien?
Kenichi: Ah...Louise...- ella lo besa con intensidad de paso deja chupetones en su cuello.
Louise: *retirando su prenda íntima* Ahora, el evento principal. – ella empieza a introducir el miembro de su novio. – Ah...AHHH! – lentamente empieza a subir y bajar sus caderas.
Kenichi quería levantarse pero Louise toma su cola tomando control total.
Kenichi: En serio Louise... tienes algo en contra de mi cola ahora que me doy cuenta. – dijo adolorido por eso pero Louise lo besa.
Louise: Es tu regalo, tú solo disfruta y deja que me haga cargo. – sigue moviéndose y besa con lujuria.
Las caderas no dejaban de moverse de arriba y abajo, mientras que la peli rosa se separa del beso, dejando un hilo de saliva, los sonidos de choque siguieron por varios minutos. El Uzumaki sentía que su cola ya no era sujetada por ella por lo que toma sus caderas y empuja más profundo.
Louise: ¡KYAAAAAHHHH! – saca su lengua por la excitación. – ¡S-Se-...a-ahhhhh! ¡Ke- Kenichi... SE SIENTE BIEN!
Kenichi: ¡Ahora es mi turno! – se pone a besar los pechos de su novia mientras con sus manos, movía sus caderas de arriba y abajo, haciendo que se excite más.
Louise: ¡AHH QUEHHH RI-RICOOH! – la intensidad era más y más fuerte pero ambos estaban disfrutando de este momento, a tal punto que Louise enterraba sus uñas en la espalda, pero dado que el pelirrojo estaba concentrado en hacerla sentir bien ignoró ese dolor. - ¡AH...M-ME VO...VOY A VE...VENIR!
Kenichi: Aún no. – frena y sólo la besa.
Louise: *respirando de forma agitada* ¿P-Por qué ...te detuviste?
Kenichi: Falta un poco más. - La carga de sus caderas y se dirigen hacia la pared, para empezar con las embestidas una vez más.
Louise: ¡KYAHHHHHHHHHH! – estaba desprevenida y su interior estaba siendo llenado por el miembro de su novio. - ¡TA-TAN DE REPENTE...! – por instinto ella cruza sus piernas alrededor de la cintura de su novio, sus brazos igual rodeaban los hombros. - ¡SHIIII, SIGUEEEE!
Las embestidas nuevamente siguieron, mientras aumentaba más el ritmo, el Uzumaki la besa y ella responde, intercambiando salivas, hasta el punto que sus lenguas empiecen a batallar, las salivas empezaban a derramar de sus labios, el ambiente dentro de la habitación era muy ardiente, indirectamente Louise había seguido las recomendaciones de Kirche y estaba hundida en el placer.
Louise: ¡VO-VOY A...ME VOY A ...! – Pero antes de que llegue al clímax Kenichi retira su miembro, deteniéndola otra vez.
Kenichi: No, aún falta para el evento final.
Louise: *respirando más agitada que antes* N-no...no seas ...malo... - lo mira con ojos tiernos.
Kenichi: Esa mirada...- la besa con cariño. – De acuerdo. Ya te he torturado lo suficiente.
Él la lleva a la cama nuevamente pero ahora él estaba encima de ella, para proceder a embestirla nuevamente. Louise lo enrolla con sus brazos y sus piernas a su novio mientras seguía con sus embestidas.
Louise: ¡KE-KENICHI! ¡ES-ESTÁS LLENDO TAN PROFUNDO...! ¡SE SIENTE BIEEEEN! – de tanta la excitación sigue presionando sus uñas en la espalda del Uzumaki, pero ambos estaban excitados que ni cuentan se daban.
Ambos perdieron la noción del tiempo, las embestidas seguían sin parar, los besos, dejaban hecho un desastre, el armario, la mesa, las sábanas estaban desordenadas, ahora la pareja estaba tomada de las manos y no querían soltarse.
Louise: ¡N-NO...NO TE DETENGAS...
Kenichi: ¡Ah...! ¡L-Lo-Louise...! ¡Yo...ya estoy ...llegando a mi límite!
Louise: ¡AD...ADENTRO... HASHLO ADENTRO...ONEGAI! – Kenichi la embestía con más rapidez. - ¡ESTOY A PUNTO DE...!
Kenichi: ¡Y-yo...yo también!
Louise: ¡HAGÁMOSLO JUNTOS...! – abraza a su novio con fuerza. - ¡ME VENGOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHH...!
Ambos llegan al orgasmo, Louise estaba soltando sus fluidos mientras que Kenichi llenaba su interior, haciendo que su vientre se infle un poco, Louise gritaba con fuerza pero Kenichi la besa, siendo correspondido.
Tras un par de minutos Kenichi retira el miembro del interior de Louise, haciendo que un poco de su carga derrame, la peli rosa estaba con una sonrisa exhausta.
FIN DEL LEMON.
Louise: Eso...no fue como me lo esperaba... ¿Te gustó? – le costaba respirar.
Kenichi: Fue lo mejor, aunque sí que me pasé un poco con no dejar que alcances tu orgasmo.
Louise: No te preocupes...en parte era por las veces que tomaba tu cola. – Kenichi sólo acaricia su mejilla.
Kenichi: Sólo te permitiría a ti que tomes mi cola. – le da un beso en sus labios para después acomodarla en la cama y se cubrían con las sábanas mientras que Louise colocaba su cabeza en el pecho de su amado.
Louise: Mi hermoso príncipe. – el pelirrojo acariciaba su cabello, haciendo que ella tenga una leve risa. – Eres tan cómodo.
Kenichi: Sí que te gusta que yo sea de almohada. – ella sólo juega con sus dedos.
Louise: Cuando te dije que te usaría de almohada la primera vez, sentí tranquilidad y desde ese momento no dejé de dormir en tu pecho. – baja la cabeza. – Aunque cuando te despedí... me costaba dormir.
Kenichi: Eso quedó en el pasado. Ahora estamos juntos. – besa su mejilla. – A todo esto, no me sé ¿Qué regalo puedo darte por tu cumpleaños?
Louise: Mmmm, déjalo pendiente, yo te lo diré después. – dijo con una sonrisa y siendo correspondido por su novio quien tenía los ojos cerrados. – Aunque ...- Mira y acaricia su vientre. – ... creo que ya sé lo que pediré pronto...
Kenichi: Será mejor descansar, mañana será un día algo extenso. – ella asiente y le da un beso.
Louise: Buenas noches mi príncipe.
Kenichi: Buenas noches mi princesa del vacío. – ella sonríe y se quedan dormidos.
A la mañana siguiente, Indra estaba regresando a la casa ya que habían recibido un mensaje urgente.
Indra: ¡Kenichi! ¡Louise! – toca la puerta. - ¡Kenichi, es asunto urgente!
La pareja estaba descansando todavía hasta que escuchan la puerta golpear. El Uzumaki se levanta y se frota los ojos debido al cansancio, Louise hacía lo mismo y estira los brazos mientras daba un tierno bostezo.
Kenichi: Buenos días Louise.
Louise: Buenos días Ke... ¡KYAAAAA! – grita asustada.
Kenichi: ¿Qué pasa?
Louise: ¡T-Tu...TU ESPALDA! – señala asustada y el Uzumaki echa un vistazo y se sorprende ya que su espalda tenía algo de sangre además que se notaban las marcas de arañazos. – Además que las sábanas estaban manchadas por sangre.
Indra: ¿Todo está bien? – se preocupó por el grito.
Kenichi: ¡Todo está bien! ¡En un momento salimos! – dijo nervioso. – Vaya, nos pasamos un poco ayer. – Louise lo abraza.
Louise: Lo siento, no me di cuenta que te hice daño. - dijo apenada.
Kenichi: No te preocupes, todo está bien, además me recuperaré en un instante. ¡Indra, iremos a prepararnos, espéranos en el cobertizo!
Indra no muy convencido asiente mientras que la pareja va a asearse lo más rápido posible dejando las sábanas en una cesta, tras algunos minutos ellos se reúnen con Indra en la entrada de su sede de Caballeros Ondine.
Indra: ¿Qué los hizo tardar tanto?
Kenichi: Tuve algunos inconvenientes. ¿Pero a qué viene la llamada?
Indra: Llegó esta carta, iba a pedirle al profesor para leer esto.
Kenichi: No hace falta. – toma la carta, sorprendiendo al par.
Louise: Acaso tú...
Kenichi: Sorpresa. – se pone a leer la carta. – "Se pide a Son Kenichi Uzumaki, Louise Valière y el cuerpo de Caballeros del Espíritu del Agua dirigirse al palacio real de forma inmediata."
Indra: ¿Cómo es que...?
Kenichi: En sólo un día Tabitha me enseño la escritura. – da una sonrisa, Louise queda impresionada, no se esperaba esto, aunque sintió un poco de celos.
Louise: Eres bueno pero será mejor ir al palacio.
Guiche: El escuadrón está listo. – dijo en señal de respeto y los demás miembros hacen una formación.
Kenichi: ¡Entonces tomen un caballo y vámonos! – todos asienten y van lo más rápido posible al palacio, aunque Tabitha y Kirche se unieron a último momento.
Al llegar al palacio, los guardias los llevan a la oficina de Su Majestad, quien tenía una expresión preocupada.
Kenichi: Hemos llegado lo más rápido posible ¿Qué sucede?
Henrietta: En primera doy gracias por su llegada, verán. Quiero traer al portador del "Vació" ubicado en Albion.
Kenichi: Tiffania.
Henrietta: Es peligroso dejar a un usuario del vacío sin protección. Además la familia real de Albion también es mi familia, por lo que es mi prima. Debido a los últimos acontecimientos, temo que Galia pueda ir a secuestrarla. – Indra y Kenichi tienen una mirada afilada, ellos no van a salirse con la suya.
Kenichi: El único inconveniente es que ella cuida a varios huérfanos, ella actúa como una madre adoptiva para todos ellos.
Henrietta: No hay problema, que los huérfanos vengan. Aseguraremos sus vidas. – Todos asienten. – Pediré un buque para su viaje.
Tabitha: Sylphid.
Indra: Es verdad, ya vimos que su dragón es más rápido, ustedes ya envían el barco a Albion.
Henrietta: ¡Entendido y gracias a usted princesa de Galia por su cooperación. Espero poder hablar de sus planes futuros. – la peli celeste.
Kenichi: Indra ¿Crees poder usar tus alas oscuras?
Indra: Sí, creo poder hacerlo. ¿Y aún puedes arreglártelas con tus vuelos a larga distancia?
Kenichi: Bueno, perdí algo de toque con impulsarme con las palmas de las manos pero creo poder hacerlo. – Indra asiente. – Entonces, haremos esto, Kirche, Tabitha, Guiche y Louise en el dragón, nosotros iremos con nuestros medios, los demás vayan al barco listo para recoger.
Henrietta: Buena suerte a todos. – ella trata de mirar a los ojos del pelirrojo con puntas negras pero él sólo desvía la mirada y procede a retirarse de ahí, pero la única que notó era Louise que se enojaba mucho con la princesa al tener el descaro de seguir con esto.
Mientras tanto, en un laboratorio oculto, el rey de Galia estaba llegando y ve a varios sujetos en bata preparando una armadura, pero era demasiado grande para que lo use una persona.
Joseph: ¡Oh Myoz! – él abraza a su familiar, dejándola sonrojada. – Cuando me informaste que esto ya estaba listo, vine lo más rápido posible.
Sheffield: Fue gracias a la colaboración del señor Bidashal.
Joseph: Bidashal, lo hiciste bien, ayudaste en la creación del Jormungand.
Bidashal: Sólo hago mi parte del trato.
Joseph: Vale vale, por cierto, mi sobrina está en Tristain ¿Verdad? – su familiar asiente. – Ya decidiré eso luego, primero quiero ver lo que puede hacer el Jormungand.
Sheffield asiente y hace que 2 golems ingresen al lugar, uno de ellos estaba uno de los Jormungand con una gran capa cubriendo su cuerpo, ambos se lanzan a gran velocidad y tratan de golpearlo, pero el experimento se contraataca, para emoción de Joseph, era un gigante de 25 mails de altura, cuya velocidad es 5 veces superior a la de un golem, tal vez más, ya que en un rápido movimiento, logró destruir a los golems sin problema, otro golem prepara un cañón y dispara de lleno, pero el Jormungand no recibe nada de daño, lo único que se deshizo fue la túnica, revelando que el gigante tenía una armadura y en una rápida embestida, derriba al golem.
Joseph: Increíble, con 15 como estos, se haría una conquista en Halkeginia, pero quiero más. – dijo con total locura. – Querido hermano, iré por mi sobrina con ayuda del Jormungand... Sin rencores ¿Verdad? – mira a su familiar y ella entiende.
Fin del capítulo.
Espero les haya gustado...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.
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