El vacío.

https://youtu.be/VSqfdtSZf3s

Era un nuevo día, Colbert no había dormido nada ya que duplicaba el líquido que le indicó Kenichi y pudo hacer una buena cantidad. El maestro, emocionado fue a buscar a Kenichi, quien estaba en el avión.

Colbert: ¡Lo hice Kenichi! ¡Lo he logrado!

Kenichi: ¿Tan pronto? Vaya, si que es mejor de lo que yo imaginaba.- dijo mientras se bajaba.

Colbert: Sí, aquí tienes.- dijo dando 2 barriles, Kenichi empieza a llenar y luego se sube al caza.

Kenichi: Aléjese un poco por precaución.- dijo mientras el profesor hacia lo indicado, el Uzumaki hace una secuencia y los propulsores empezaban a encenderse, emocionando demasiado al Uzumaki.-  ¡FUNCIONA! ¡SI FUNCIONA!

Colbert: ¡Eso me parece bien!- Kenichi apaga los motores. - Pero ¿Por qué no vuela?

Kenichi: Necesitaré más gasolina, aproximadamente unos 15 - 20 barriles bastarían.

Colbert: Es mucho, pero no te preocupes, me encargaré de hacerlo.- dijo mientras volvía a la cabaña.

Kenichi: ¡Bien! ¡Bien! ¡Esto es genial! ¡Sólo un poco más!- decía emocionado.

Derflinger: Si que estás animado.

Kenichi: ¿Acaso no debería estarlo? Ya tengo transporte, podría ir al este a buscar pistas para volver a casa.- en eso Louise llega.

Louise: Kenichi, vamos a comer. ¿Que has estado haciendo?

Kenichi: ¡Louise! ¡El avión funciona!

Louise: ¿Y qué piensas hacer?- preguntaba con una voz apagada.

Kenichi: ¡Volar!

Louise: ¿A dónde irás cuando vuele?- preguntaba con un tono triste.

Kenichi: Buscaré pistas al este.

Louise: No me lo puedo creer ¿Al este? ¿A Rub al'Khali?

Kenichi: ¿Qué hay de malo? El anterior dueño dijo que venía desde ahí, podría conseguir pistas.

Louise: *desesperada pero lo ocultaba* Eres mi familiar, no puedes hacer lo que te plazca.

Kenichi: Me despediste.- pero Louise lo abraza.

Louise: ¡Te recontrato de inmediato y sin peros! ¡Además necesito que me ayudes a hacer un edicto!

Kenichi: Pero yo no soy bueno en hacer discursos ni edictos, además, quiero terminar de ver todo el avión.- decía alegre.

Louise: No me has prestado atención, solo miras ese avión.- molesta lo toma de la cola y lo jala.

Kenichi: ¡Duele, duele! ¿Por qué haces esto?

Louise: Porque no me pones atención.- dijo mientras lo llevaba a la fuerza a la habitación.- Muy bien, diré mi avance.

La pelirosa tose de forma cortés y empieza a hablar.

Louise: En este hermoso día, yo, Louise Françoise Le Blanc de la Valière, orando en presencia santa del fundador, leeré este bendito edicto.

Kenichi: Muy bien, continúa.- decía con las manos a la altura de su boca.

Louise:  Es que a partir de aquí debo dar gracias a las cuatro ramas de la magia. Debe ser poético y en verso.

Kenichi: ¿Y qué se te ocurrió?

Louise: No sé que decir, no soy buena en eso.

Kenichi: A ver, di una idea.

Louise: Mmmm, ya que el fuego es caliente, ten cuidado.- Kenichi se palmea la cabeza.

Kenichi: No es por ofender, pero si fuera tu maestro, te pondría 0 de forma inmediata. Debes decir algo como "Oh fuego, el calor hace justa, la verdad implacable, silenciosa y alborotante...." Algo así deberías decirlo, pero claro, que rime.

Louise: Es que no se me ocurre nada.- dijo mientras se echaba a la cama.- Mejor voy a descansar.

Kenichi: ¿Y ahora que hago?- decía con cara de poker, iba a salir pero Louise lo toma de la manga.

Louise: Acompáñame.- Kenichi se sienta y Louise apoya su cuerpo en su espalda.- ¿Aún piensas ir al este?

Kenichi: Si.

Louise: Es peligroso ¿Sabes? Los elfos odian a los humanos y son difíciles de combatir contra ellos, te aseguro que la tendrás difícil.

Kenichi: Me gustan los retos, además podría haber una esperanza.

Louise: Su naturaleza es distinta a la de nosotros.- dijo mientras tomaba la mano.- ¿Aún así piensas ir?

Kenichi: Si tengo alguna pista, entonces vale la pena intentarlo.- Louise aprieta los dientes y lo abraza por la espalda.- ¿Louise?

Louise: ¡Te estoy usando de almohada, ahora échate!- El Uzumaki confundido se echa y Louise se acomoda para abrazarlo y colocar su cabeza en el pecho, eso hizo dar una sensación electrizante a Kenichi.- ¡No te confundas, no es como si me gustas o algo por el estilo!

Kenichi: No malinterpreto las cosas.- decía muy confuso.

Louise: *voz apagada* ¿Todavía piensas ir aún si te digo que no?

Kenichi: Lo lamento, pero lo haría.

Louise: Debe ser....bueno ..no es tu mundo, estoy segura que extrañas el tuyo.- Para sorpresa de Kenichi, Louise aprieta el abrazo y sentía su pecho húmedo.- No quiero que te vayas. Cuando estás a mi lado, puedo dormir tranquila, eso me molesta.

Kenichi, recordó a todas las personas que conoció hasta ahora, ya más de un mes.

Marteau, el jefe de la cocina que le dió toda la comida que podía desear.

Osmond, quien le ofreció ayuda si la necesitaba.

Colbert, quien le hizo la gasolina con gusto.

Guiche, que, a pesar de que se llevaron mal al principio y tuvieron un duelo, era alguien de apoyo.

Derflinger, un compañero de batalla.

Henrietta, una agradable princesa.

Wales, valiente hasta la muerte y quién se ganó su respeto.

Tabitha, alguien callada pero lo ayudo cuando lo necesitaba.

Kirche, coqueta pero también dió ayuda.

Siesta, alguien amable, quien tenía sentimientos por Kenichi.

Finalmente Louise, la chica que hizo que Kenichi le latiera el corazón y sintiera gustos por ella, a pesar que quiso ignorar eso.

Kenichi: Tantas personas en tan poco tiempo, no creo poder despedirme de ellos con una sonrisa.- Louise aprieta el agarre de su mano mientras se quedó dormida, el Uzumaki se aguanta las ganas de llorar.- Me gustas Louise, perdón por eso.

Louise no respondía, estaba dormida pero sintió una calidez en su corazón y abraza más fuerte al Uzumaki.

Con Indra, él la tuvo difícil, no quería armar un escándalo, pero los soldados no eran novatos, parecían ser una guardia real.

Indra: *corriendo por los pasillos* Carajo y yo que no quería llamar la atención.- ve una capilla y se mete ahí.

El pelinegro puntas azules estaba buscando una salida, pero el Grifo entra y se lanza al ataque.

Indra: Que bestia tan molesta.- dijo dándole una patada al pico, pero recibe una ráfaga de viento en su espalda.- ¡Carajo!

Wardes: Un intruso, vaya, se ve que tienes talento porque derrotaste a 15 de la guardia real. Serás un buen recluta.

Indra: No trabajaré para ti.

Wardes: No te estaba preguntando.- Indra se prepara pero siente a alguien detrás de él, justo cuando voltea una mano se acerca a sus ojos con un anillo que brillaba.

Cromwell: Serás un soldado de Reconquista, obedéceme.- Indra empezaba a perder el brillo de sus ojos mientras guardaba su espada.- Muy bien, al menos, tenemos un posible verdugo para ese mocoso, si derrotó a 15 soldados de la guardia real, entonces podrá contra Gandalfr.

Wardes: ¿Órdenes?

Cromwell: Que el Lexington esté listo, nos vamos mañana a primera hora.

Esa noche fue la última noche tranquila para Tristain, al día siguiente, ese barco junto con varios jinetes dragón y 2 barcos más pequeños habían llegado a Tarbes y empezaron el bombardeo.

Siesta: ¡Vamos!- decía desesperada mientras llevaba a sus hermanos al bosque.

Era mediodía, las noticias del ataque ya habían llegado al palacio, Henrietta estaba con un vestido de bodas y escuchaba los reportes.

???: ¡El feudal de Tarbes ha muerto!

???: los dragones que fueron a investigar no han regresado.

???: Todavía no hay respuesta de Albion por esto.

Henrietta: Vamos a defender.

???: Pero princesa, es sólo una tensión causada por un malentendido.

Henrietta: ¿Malentendido? ¿Atacar Tarbes fue un malentendido? Mataron al señor feudal ¿Verdad?

???: firmamos un pacto de no agresión.

Henrietta: Ellos rompieron el pacto. Las acciones de Albion es simplemente un acto de guerra.

Mazarino: Princesa, usted tiene una boda.- Pero la princesa se arranca el velo y se lo tira.

Henrietta: Cásese usted mejor. Quiero mi carruaje y mis guardias listos ¡Ahora!

Ante esa orden todos se levantaron y fueron a preparar todo.

En la academia, recién llegaban las noticias, Louise y Kenichi estaban en el patio cuando un mensajero pidió la ubicación de la oficina del director y la pelirosa le indica, pero había un mal presentimiento y fueron a averiguar.

Osmond: ¿Qué sucede?

Mensajero: ¡Malas noticias! ¡Albion ha declarado la guerra a Tristain y han atacado la aldea de Tarbes! ¡Tenemos órdenes de que los estudiantes y el personal vayan al castillo!

Afuera de la oficina estaban Kenichi y Louise escuchando todo, el Uzumaki estaba temblando de ira ya que era la aldea de su amiga, justo cuando iba a salir corriendo Louise lo detiene.

Louise: ¿A dónde vas?

Kenichi: ¡A Tarbes!

Louise: ¿Por qué?

Kenichi: ¿No es obvio? ¡Debo salvar a Siesta!- Louise lo sujeta del brazo.

Louise: ¡No puedes! ¡Es una guerra! ¡Aún si fueras, no habría diferencia!

Kenichi: ¡Tengo el caza Vikingo! ¡Aunque tengan enemigos veloces, pelearé contra ellos!

Louise: ¿Qué harás con un juguete como ese?

Kenichi: El caza Vikingo no es ningún juguete, es uno de los primeros modelos que fue elaborado, es un avión de combate, no subestimes la tecnología de mi hogar.

Pero Louise se aferraba, el hecho que el quiera ir, la preocupaba demasiado, no quería que él muera.

Louise: Aún si lo que dices es verdad, es demasiado peligroso, tienen dragones, tienen buques, es demasiado peligroso.

Kenichi: Lo haré, incluso si desobedezco tus órdenes, haré una diferencia.

Louise: ¡Pero!

Kenichi: aquel que abandona a sus amigos, a sus seres queridos, es considerado una escoria.- dijo mientras se safaba del agarre y salía corriendo.

Louise: ¡No seas idiota! ¡La posibilidad es casi nula! ¿No quieres volver a tu mundo? ¿Que pasará si mueres?- gritaba siguiéndolo.

Kenichi: Yo no voy a morir.- dijo mientras que Louise lo atrapa en un brazo.

Louise: Estás temblando.

Kenichi: Bueno, estoy yendo a un campo de guerra, se siente un poco el miedo, pero no voy a dar marcha atrás.

Louise: ¡Eres un plebeyo! ¡No eres un príncipe ni nada de eso!

Kenichi: Si supieras. / No importa si soy un plebeyo, no olvides que yo soy un saiyajin, un guerrero, te prometo que voy a salir con vida, es una promesa y mi familia nunca rompe una promesa.

Louise: Pero ...pero ¿Y si mueres? Yo....¡Yo..!- decía a punto de llorar.

Kenichi: No te preocupes.- dijo acariciando su cabeza y le limpiaba las lágrimas.- No voy a morir, aún tengo que protegerte.

Louise: Entonces yo voy contigo.

Kenichi: No puedes, es peligroso.- dijo mientras llegaba al caza pero se da cuenta de algo.- ¡mierda! ¡El combustible!

Kenichi sale corriendo hacia la cabaña dejando a Louise atrás.

Louise:  No dejaré que lo hagas solo.- pensó mientras miraba el caza.

Kenichi: *entrando* ¡Profesor Colbert! ¡Necesito todas las cargas de gasolina!

Colbert: Oh, que bueno que estás aquí, ya hice 15 barriles.

Kenichi: Con eso bastará.- dijo mientras cargaba todos en una carreta improvisada.

Colbert: ¿Qué pasa?

Kenichi: Osmond le contará.- dijo mientras corría al avión y empezaba a rellenarlo.

Colbert: ¿Necesitas algo más?

Kenichi: Sí, que me desee suerte.- dijo mientras hacía las secuencias y lo encendía, los propulsores funcionaban bien y empezó a acelerar.

Colbert ve que el caza empezaba a elevarse, pasando el muro de la academia y se iba a gran velocidad.

Kenichi: ¡A toda potencia!- dijo mientras presionaba un botón y los propulsores dieron un aumento de velocidad.

En poco tiempo, Kenichi había llegado a la aldea y miraba todo el desastre, casas destruidas o en llamas, los campos destrozados por el impacto de los cañones y las bolas de fuego.

Kenichi: No....- decía triste mientras seguía mirando, no había nada de ese pueblo que vió antes y recordó las palabras de Siesta.

Siesta: ¿No es hermoso? Esto es lo que yo quería que vieras.

Kenichi miraba a los dragones enemigos y apretó los dientes al igual que su puño, a tal punto que salía sangre.

Kenichi: .......los mataré.- decía con furia.

Los enemigos estaban viendo el caza y empezaron a burlarse.

Jinete: ¡Ja! ¿Qué puede hacer un dragón?

Pero notaba que no era un dragón conocido, las alas eran distintas.

Jinete: No importa, eres el tercero en matar.- dijo confiado cuando de las alas del "dragón" empezaron a brillar y varios proyectiles perforaron tanto al jinete como su dragón.

Cuatro jinetes dragones vieron eso y se lanzaron al ataque, pero Kenichi mueve el vikingo a gran velocidad dispara sin piedad y llena de plomo a los dragones.

Derflinger: A las 9 en punto.- Kenichi gira su caza y dispara a otro jinete que se acercaba de forma furtiva.

Kenichi: No creo que el chapado aguante sus esferas de, fuego será mejor tener cuidado.

Los jinetes la tenían difícil, el caza se iba a 550km/h y sus armas iban a 250 km/h.

Kenichi: ¡AQUÍ TIENEN SU RACIÓN DE PLOMO!- gritaba mientras hacía unas maniobras y disparaba a otros 6 jinetes.

Kenichi miraba a los jinetes caídos, cuando en eso escucha algo.

Louise: ¡Increíble! En cuestión de segundos, varios dragones fueron derribados.

Kenichi voltea y ahí estaba Louise, quien se había escabullido en el asiento de copiloto.

Kenichi: ¿En qué estabas pensando? ¿Cómo se te ocurre subir?

Louise: ¡NO LO OLVIDES! ¡ERES MI FAMILIAR! ¡SI ALGO TE PASA, NO PIENSO PERDONARTE!- Decía molesta, pero estaba preocupada.- ¡EL DEBER DEL AMO ES CUIDAR A SU FAMILIAR!

Derflinger: Lamento interrumpir el momento pero tenemos diez a tu derecha.

Kenichi: Louise, sujétate bien.- dijo mientras empezaba a girar esquivando algunas esferas de fuego.

Louise: ¡KYAAAA!

Kenichi: Hay un cinturón, póntelo a la altura de tu cintura y sujétate con fuerza.- dijo preocupado, Louise estaba asustada y en lugar de hacer caso agarra los hombros de Kenichi.

Louise: Princesa, por favor protégemos....

En el Lexington, Wardes miraba al "dragón" que derribaba a sus aliados y apretaba los puños.

Wardes: Gandalfr, hoy es el día de tu muerte. Tú sígueme.- dijo mirando al encapuchado y se iban a un lado.

Comandante: ¡PREPAREN LOS CAÑONES!

Mientras tanto Henrietta había llegado con toda su armada, pese al valor que mostraba, por dentro estaba asustada.

Henrietta: ¿Hay posibilidad de victoria?

Mazarino: Estamos igualados.

La princesa estaba preocupada, en eso ve una figura extraña volando y atacaba a los dragones.

Mientras tanto, en el avión, Louise miraba el libro de oraciones, que empezó a brillar cuando el rubí de agua estaba cerca.

Louise: Rama del vacío....

Derflinger: Compañero, será mejor derribar ese barco, sino nos seguirán cayendo tropas encima.

Kenichi: Muy bien.- dijo mientras se dirigía al barco pero una lluvia de balas de cañón se dirigían a Kenichi.

Derflinger: ¡Ten cuidado!- Kenichi presiona el botón e iba a gran velocidad para disparar, impactando un gran número de artilleros.

Kenichi: Bingo, dejamos un punto ciego.

Pero Louise seguía leyendo el edicto y estaba en shock.

Louise: Estas runas....debo hacerlo, tengo que hacerlo.- dijo mientras se ponía en el asiento del piloto.

Kenichi: ¿Qué rayos haces?

Louise: Necesito que vuelvas al lugar donde hiciste el punto ciego.

Kenichi: No sé que tienes planeado pero lo haré.- Dijo mientras abría la ventana, Louise se sienta en los hombros de Kenichi y se sujeta.

Louise: Da la vuelta hasta que esté lista, espero poder hacerlo.- Kenichi la toma de la mano.

Kenichi: Esa confianza tuya me agrada Louise, si tienes un as bajo la manga entonces te daré todo el tiempo posible.- Louise sonríe y prepara su hechizo.

Derflinger: ¡Socio, detrás de ti!

Kenichi observa y resulta que era Wardes, acompañado de un encapuchado.

Kenichi: Así que volviste maldito traidor, hora de cumplir mi juramento, pero antes.- dijo mientras se iba a un punto ciego.

En eso Louise empezó a recitar un cántico.

Derflinger: Debes proteger a la chica, ¡El deber de Gandalfr es dar tiempo a su maestro a realizar sus hechizos!

Kenichi: *esquivando unas cuchillas de viento* ¡Bien, pero debo esquivar a este bastardo!

El caza era blanco directo de la magia de Wardes, pero para sorpresa del traidor, Kenichi gira la nave y termina encima de él, una ráfaga de balas le cayó al dragón pero apenas hirió su ala, aunque a Wardes le cayó en el brazo y una debajo de sus costillas, pero el encapuchado se las arregló y no le cayó ninguna bala.

Louise en ningún momento se cayó, tenía las piernas bien sujetadas en los hombros de su interés, cuando en eso termina de hacer el cántico, Kenichi rápidamente vuela por la zona ciega.

Para sorpresa de Kenichi, un brillo salió en el centro del Lexington y empezó a expandirse, el barco empezaba a ser destruido junto con todos los tripulantes, la luz era tan fuerte que incluso Henrietta y sus tropas se cubrieron la vista.

Tras unos segundos, el Lexington caía mientras se partía en dos, los mástiles ardían, pero había Sido derribado.

Mazarino: ¡Miren! ¡Es el legendario Fénix! ¡La flota enemiga fue destruida gracias a él!

Todos: ¡VIVA TRISTAIN! ¡VIVA EL FÉNIX!

Henrietta: ¿El fénix?

Mazarino: Es una mentira, ellos no pueden creer esa escena, aunque la verdad era un artefacto desconocido revoloteando por aquí. No hubo remedio más que usar eso.

Volviendo con Kenichi, estaba tratando de estabilizar la nave después de tremenda explosión, mientras tenía a Louise en sus piernas y con la cabeza apoyada en su pecho.

Louise: ¿Lo logramos?- decía agotada.

Kenichi: Si, ganamos, lo lograste, demostraste tu habilidad.- Dijo con una sonrisa, Louise estaba sonrojada pero lo mira a los ojos, ambos empezaron a acercarse pero....

Derflinger: ¡COMPAÑERO CUIDADO!

Kenichi mira que una silueta usó la explosión como impulso y se lanza contra el avión, dando un fuerte impacto.

Louise: ¡KYAAAA!

Kenichi: ¡Carajo, le ha dado fuerte y está fuera de control! ¡Sujétate Louise, haré un aterrizaje de emergencia!- Louise abraza con fuerza a Kenichi mientras él hacía todo lo posible para caer bien.

Todos ven al "dragón" tratando de estabilizar, Siesta reconoció eso y estaba preocupada por Kenichi, para buena fortuna, el caza logra aterrizar.

Kenichi: *suspirando aliviado* Eso fue bueno. Louise ¿Estás bien?

Louise: Sí, estoy bien.- dijo con timidez y cansancio.

Kenichi: Ve con el ejército de tu amiga, yo te sigo.- dijo mientras sacaba a Louise con cuidado.

Dado que Louise usó un hechizo muy poderoso, estaba demasiado agotada, Henrietta logra ver a su amiga y fue a por ella.

Louise: ¡Princesa!- pero en eso, la silueta se lanza hacia ella con intenciones hostiles, la pelirosa ve y no podía defenderse, pero Kenichi intercepta el ataque.

Louise; Kenichi....

Kenichi: ¡Ve con la princesa! ¡Yo me haré cargo de él!- dijo desenfundando a Derflinger.

Louise se levanta cansada y se va con Henrietta pero mira con preocupación al Uzumaki que miraba al encapuchado.

Kenichi: Hay algo raro en ese sujeto....

Derflinger: ¿Compañero?

Kenichi: No es nada, prepárate.

Henrietta llega donde Louise y la atrapa.

Henrietta: ¡Louise! ¿Acaso eres tú la que estaba en ese dragón?

Louise: Si, pero Kenichi.- la princesa ve a Kenichi mirando al encapuchado y ambos se lanzan al ataque, pero Kenichi se sorprende al ver la espada que estaba usando.

La batalla aún no había terminado.

Fin del capítulo.

Espero les haya gustado...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.

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