El retorno del héroe
https://youtu.be/mRKZ7P79llw
Ya era un nuevo día en la villa Westwood, los pájaros cantaban y en una cabaña alejada de ahí, una par de jóvenes despiertan, ambos se miran y sonríen.
Kenichi: Buenos días Louise.
Louise: Buenos días Kenichi. – dijo alegre mientras le daba un beso y lo abrazaba. – extrañaba mucho esto... fue una noche mágica. – empezaba a ruborizarse pero lo abrazaba más fuerte.
Kenichi: Sí que lo fue, aunque sí que me dejaste marca. – decía notando los chupetones en su cuello, haciendo que ella se ruborice más. – No te preocupes, no me incomoda en lo absoluto.
Louise: Ya veo...- acaricia su vientre. – esa sensación es muy cálida, al fin soy una contigo. – dijo mientras lo toma de la mano. – Gracias por aparecer en mi vida, he aprendido cosas nuevas, la que nunca olvidaré es esa lección de vida que me dijiste en la posada, pero...- se nota un poco de preocupación. - ¿Qué pasará cuando esté listo la puerta de tu mundo? Además Indra dijo que tuvieron una guerra justo cuando él llegó.
Kenichi: No te preocupes Louise, Aiur es un país que no debe ser subestimado, sus hijos están dispuestos a proteger su hogar aún con su propia vida, además su tecnología es la más avanzada que las demás naciones, estoy seguro que el responsable fue atrapado y en cuanto al otro tema...- él toma de las manos a Louise. – No importa si hacen el portal, me gustaría estar contigo de todas formas.
Louise: ¿De verdad?
Kenichi: Claro, estemos aquí o en mi mundo, no quiero separarme de ti.
Louise: Yo tampoco, además, me gustaría conocer a tus hermanos, como tú conociste a las mías.
Kenichi: Eleonore, la malhumorada sin suerte. – ella rie un poco. – y Cattleya, una mujer cautivadora, fue gracias a ella que me dijo dónde estabas, además dijo que cuando crezcas serás la más hermosa.
Louise: Mi hermana, tan amable, ojalá yo pueda conocer a los tuyos algún día.
Kenichi: Lo harás, te lo prometo. En fin, debemos alistarnos ¿Puedes pararte?
Louise: Sí, eso creo. – dijo mientras se vestía. – Cuando volvamos a la academia, todos se llevarán una gran sorpresa.
Kenichi: Ya lo creo. - dijo mientras se colocaba su polo.
Ambos dejan arreglado la cabaña y proceden a reunirse con los demás, en el camino, Louise toma la mano del Uzumaki, ya están juntos y no le importa lo que le digan de los demás, encontrándose primero con Indra.
Indra: Buenos días chicos...- ve que estaban tomados de las manos. – Espera, acaso ustedes... - ambos asienten sonrojados. - ¡Enhorabuena! Aunque sí que se tardaron un poco.
Derflinger: ¿Quién lo diría? La bella y la bestia juntos.
Kenichi: No te mando a la fundidora porque en parte tienes razón, soy un saiyajín.
Louise: Sí, pero al menos eres mi saiyajín.
Indra: Estoy seguro que te llevarás bien con Kurome y con los demás, pero vamos, Tiffania-san dijo que el desayuno está listo. – la pareja asiente y proceden a reunirse con el resto, para sorpresa del Uzumaki, Siesta estaba con una sonrisa media forzada, todos se sientan y empiezan a comer, hasta que Agnes habla.
Agnes: ¿Sabes quién fue el atacante?
Louise: Myoznitnrin, fue capaz de usar gárgolas.
Agnes: ¿Lograron ver su rostro?
Kenichi: No, sólo mostraba esa sonrisa macabra y ya.
Agnes: ¿Y qué tipo de elemento usó? – ambos callaron, no sabían si decir lo del Vacío o no, pero se sorprendieron con lo siguiente. – Si está conectado con el elemento de la señorita Valière, sería muy complicado.
Louise: ¿Cómo...?
Agnes: Sí, pero no de forma directa, no se preocupen, no le diré a nadie, yo no hago rumores. – ambos dieron un suspiro de alivio. - ¿Y qué tal durmieron? - eso los hizo sonrojar a ambos mientras que Indra tenía una sonrisa burlona mientras que Siesta temblaba con una sonrisa. – Espera ¿A qué viene el que se tomen de la mano?
Kenichi: E-es que nosotros....
Louise: ¡SOMOS PAREJA! ¿ALGÚN PROBLEMA? – gritaba sonrojada pero de forma valiente.
Agnes: Tranquilos, no es nada malo, sólo quería felicitarlos.
Tiffania: Que les vaya bien. – dijo con una sonrisa nerviosa.
Siesta: Qué alegría. – su sonrisa daba algo de miedo para el Uzumaki.
Kenichi: Gracias a todos, aunque desde el punto de vista jamás me esperaba a que algo así pasara. – dijo mientras tomaba su bebida.
Siesta: ¿Y planes para el futuro?
Agnes: Bueno, yo deseo seguir con mi carrera y así poder comprar un poco de tierra en mi hogar natal. Una vez que me retire, me gustaría escuchar el mar todo el día.
Indra: Bueno, yo igual pensaba mudarme a una zona montañosa para vivir con Kurome una vez regrese a casa.
Siesta: Señorita Valière, sea sincera.
Louise: Mi futuro...mi futuro. – mira al Uzumaki y se imagina viviendo juntos y con una pequeña persona, haciéndola sonrojar. – Es algo privado.
Siesta: ¿Y usted Kenichi-san? – el Uzumaki estaba pensativo. - ¿Kenichi-san?
Kenichi: Futuro...bueno, habían dicho que yo sería el sucesor, pero...no quiero separarme de Louise, tal vez pueda llegar a un acuerdo... ¿Debería decírselo?
Siesta: ¡Kenichi-san!
Kenichi: Oh, lo siento, pues me gustaría pasar tiempo con cierta maga explosiva. – se levanta. – Gracias por la comida. Iré a dar una vuelta ¿Vienes Indra?
Indra: Seguro. – ambos se retiran y se van caminando por los alrededores del pueblo. – La sensación de paz es agradable. ¿No lo crees?
Kenichi: Sí, jejeje, si estuviéramos en Aiur, estaríamos bebiendo como locos.
Indra: Sabes bien que el alcohol se demora mucho en afectarme. – El Uzumaki asiente.
Kenichi: Necesito un consejo.
Indra: Adelante.
Kenichi: Tengo una relación pero, cuando Siesta preguntó lo del futuro, estaba pensativo.
Indra: Sí, lo había notado.
Kenichi: Es por mi puesto como el sucesor. – Indra no estaba sorprendido ya que sabía por qué estaba así. – Asumir eso, no estaba de acuerdo ya que se suponía que mi hermano Shun tenía que ser el heredero. Pero, ahora que estoy en una relación así. ¿Qué haría?
Indra: Debes hablar, tanto con tu padre como con ella, si algo he aprendido es que cuando estás en un lugar y creas lazos, hay algunos que son tan fuertes, que no te gustaría irte de ahí. Es lo mismo con Louise, tú estableciste un lazo y estoy seguro que no quieres irte, pero anímate, ellos harán un puente, estoy seguro que habría un acuerdo.
Kenichi: Si, eso lo pensaba.
Indra: Y una sugerencia más, deberías decirle a Louise de tu puesto, la confianza es lo más fundamental de una relación, no te digo que lo hagas ahora, sino un tiempo más adelante, que te lo pienses bien y le digas.
Kenichi: Entiendo...Muchas gracias.
Indra: Para eso están los amigos. – dijo mientras extendía su puño, el Uzumaki sonríe y choca el suyo. – Bueno, hay que ver si Tiffania-san necesita algo.
Kenichi: Es verdad.
Había pasado el día ayudando en algunas cosas, entrenando a los niños, pero justo al anochecer, Tiffania se tropieza y su sombrero cae, revelando sus orejas de elfo, sorprendiendo a Louise y Siesta.
Louise: ¿Un elfo?
Kenichi: Semi- elfo.
Siesta: ¿Usted lo sabía?
Indra. Tanto él como yo.
Kenichi: Lamento no decírselos, pero era un tema delicado.
Louise: Y además. – dijo mirando los grandes pechos de la rubia. – Son...demasiado grandes...
Siesta: Me siento humillada. – Tanto Kenichi como Indra tenían una gota.
Kenichi: Mejor déjenla en paz.
Derflinger: Por cierto, ella es igual a ti chica peli rosa.
Louise: ¿Qué?
Derflinger: Que la chica es una usuario del vacío.
Tiffania tuvo que explicarle todo a la peli rosa, dejándola sorprendida, no tenía idea de que había más usuarios del vacío con unos familiares únicos.
Kenichi: Eso explica su hechizo sobre el sujeto.
Indra: ¿Fue esa vez que atacaron unos mercenarios?
Kenichi: Sí, el líder al recibir el hechizo, no tenía ni la más mínima idea de dónde estaba por lo que le dijimos que se largara.
Tiffania: No sabía que fuera magia del vacío.
Derflinger: Ahora lo sabes y por el momento ya conocemos a 2 usuarios de 4.
Louise: Y esa chica con runas en su frente, aunque desconocemos del tercero.
Kenichi: Eso es verdad, pero tenemos que informar, si quería quitarte el libro de oraciones, entonces tiene intenciones hostiles. – todos asienten.
Agnes: Bien, entonces nos vamos mañana. – dijo mostrando una carta.
Kenichi: ¿Tan pronto?
Agnes: Lo lamento, son órdenes directas, aunque sé que no eres de Tristain, fui encomendada a llevarte y envié el reporte de que estabas bien.
Kenichi: Adiós a las vacaciones. – dijo suspirando mientras que recibía palmadas en la espalda por parte de Indra, aunque también estaba desanimado. – Tiffa ¿No te animas a venir con nosotros?
Tiffania: ¿Eh?
Kenichi: Me dijiste una vez que querías conocer el mundo. ¿Qué te parece si vienes a Tristain por ahora?
Tiffania: Pero...no puedo entrar a un lugar sin causar sospecha. Tengo sangre de elfo y ...
Kenichi: Yo no tengo miedo de ti, nadie de aquí te tiene miedo. Además, fuiste tu quien me salvó la vida, no eres una mala persona.
Indra: Y si alguien dice algo hostil, no lo pasaremos por alto.
Louise: Sería buena idea, si ese es tu deseo. – dijo alegre, además, está en deuda con ella por traer de vuelta al Uzumaki.
Tiffania: Lo pensaré. – dijo mientras se iba a pensar. – Buenas noches.
Al cabo de unos minutos, todos se fueron a descansar, la pareja volvió a la casa de las afueras, pero el Uzumaki no podía descansar.
Louise: ¿Pasa algo?
Kenichi: Bueno, dejando de lado que mis vacaciones terminaron, he estado pensando en el futuro, estoy seguro que pasaremos por adversidades.
Louise: Prométeme algo. – dijo mientras se sentaba encima del Uzumaki.
Kenichi: ¿Qué promesa?
Louise: Que me lleves a tu hogar, así conocer más lugares contigo. – dijo tomándolo de la mano.
Kenichi: Vale, lo prometo.
Louise: Gracias. – dijo mientras colocaba su cabeza en el pecho. – eres cómodo, realmente lo extrañaba.
Kenichi: Jejeje, recuerdo los primeros días, primero me dijiste que durmiera contigo y luego empezabas a usar mi pecho como almohada.
Louise: Bu-bueno...e-es que era muy cómodo dormir contigo.
Kenichi: Ven aquí. – la toma de las mejillas y la besa.
Louise: Te amo Kenichi. No me importa lo que digan los demás.
Kenichi. ¿Y tus padres?
Louise: Tengo algo de miedo...pero los confrontaré si es necesario, no me obligarán a estar con quien ellos quieren, yo voy a estar con el hombre que amo. – dijo mientras volvía a acomodarse. – Ahora a dormir, buenas noches Kenichi.
Kenichi: Buenas noches Louise. – acariciaba su cabeza a Louise mientras miraba el cielo. – Tendré que esperar un poco más para decirle, por ahora, quiero disfrutar de estos momentos.
Mañana a primera hora, el grupo estaba reunido y listos para partir, sin embargo, estaban esperando la respuesta de Tiffania, quien se reúne con ellos.
Tiffania: He estado pensando realmente me gustaría conocer el mundo, sin embargo, no puedo, pese a que has enseñado un poco de defensa a los niños, pero debo cuidarlos.
Kenichi: Sí, lo había olvidado, perdón.
Tiffania: No te preocupes, ya habrá una oportunidad. – dijo con una sonrisa sincera pero ve que el Uzumaki da una reverencia.
Kenichi: Muchas gracias por tu hospitalidad, ojalá que podamos vernos de nuevo. – dijo mientras extendía su mano y ella corresponde.
Tiffania: Sí, nos veremos de nuevo.
El grupo estuvo caminando rumbo a Rosais, pasando por la zona de batalla, dando algunos recuerdos al Uzumaki cuando se enfrentó contra ese ejército, en eso siente un apretón y ve que Louise lo tomaba de la mano, supuso que esto era un fuerte recuerdo, por lo que le dedica una sonrisa y ella se alivia un poco. Así estuvieron caminando hasta llegar a Rosais, según dijo Agnes, un barco los recogería y para su sorpresa, era el reparado Varsenda.
Kenichi: Vaya que nos han dado un gran barco.
Agnes: No me imaginé que nos recogieran con esto.
Kenichi. Pero somos pocos, este barco es enorme.
Agnes: Eres un VIP grandioso.
Kenichi: No creo, tal vez sea para Louise.
Louise: En realidad yo no le dije nada a Su Majestad.
Indra: Y yo me fui en secreto.
Kenichi: Entonces.../ No creo que Henrietta haga algo como esto... - pero un oficial se acerca, haciendo que sus sospechas se confirmen.
Oficial: ¿Usted es Son Kenichi Uzumaki? – el Uzumaki asintió. – En nombre del buque les doy la bienvenida. La seguridad de este crucero está asegurada.
Él guía al Uzumaki y el grupo a una habitación de lujo, cosa que dejó en shock al pelirrojo, luego de dejar sus cosas, se dirigen al puente y se sientan a descansar, habían dicho que llegarían al medio día.
Louise: Y yo que pensaba que no creerían tu hazaña.
Agnes: Pero Su Majestad sí.
Louise: ¿Cómo se llegó a enterar? No recuerdo contarle de eso.
Agnes: Quién sabe. – dijo mientras cerraba los ojos y descansar un poco.
Kenichi: *examinando su ropa* Menos mal que me queda algo de ropa para presentarme.
Indra: Por lo menos, por cierto, usé tu dinero para venir aquí así que te debo.
Kenichi: No hay problema. – dijo mientras se sentaba y Louise colocaba su cabeza en el hombro.
Louise: Te consideran un héroe.
Kenichi: Yo no me considero así, sabes bien por qué lo hice.
Louise: Lo sé. – dijo mientras lo besaba. – Estoy segura que la princesa te recompensará, pero yo también quiero recompensarte.
Kenichi: ¿Ese traje negro que usaste? – ella se sonroja pero asiente. – Perfecto.
Ya era medio día, el grupo fue recibido por las mosqueteras quienes se llevaron a Agnes, Indra, Louise y Kenichi a la sala principal, Agnes se inclina primero y habla.
Agnes: Encontré al familiar de la señorita Valière. – Los 3 dan una reverencia en señal de respeto, pero se sorprenden al ver que muchas cosas no están.
Henrietta: Vendí todo mi mobiliario.
Louise: Eso no me lo esperaba.
Henrietta: No tenía otra opción, la tesorería se vació debido a la guerra. – ella mira a los 3. – Tengo que disculparme con ustedes- dirige su mirada hacia la peli rosa primero. - No pude estar contigo cuando regresaron de la batalla, el hecho que te obligaron a detener un ejército...fue mi culpa, tu "Vacío" debía estar bajo mi orden.
Louise: No se preocupe, estaba dedicada a proteger a los demás pero... - era verdad, ella estaba dispuesta a sacrificarse, pero gracias al Uzumaki, hubo un cambio de planes, Kenichi ve cómo se abrazan pero Louise se separa tras unos segundos. – Tengo algo importante que decirle, asunto muy privado.
Henrietta asiente y escucha el informe, de que hay más de un usuario y que fueron atacados por uno de los familiares.
Henrietta: Así que, además de ti, hay otros usuarios del vacío. – la peli rosa asiente, dado que le informó de Tiffania, ella estaba meditando. - Quizás debería traerla lo más pronto posible.
Louise: Ella desea vivir de forma pacífica, tiene un hechizo útil para defenderse, además que Kenichi enseñó a los niños que ella cuida a defenderse.
Henrietta: Ya veo, pero no implica que esté a salvo. Pero no te preocupes, no la busco para mis propósitos egoístas. Pero comprendo que tener ese poder es una ambición, tendré que tener más cuidado y no dejaré que nadie ponga un dedo sobre ti.
Una vez que terminó de hablar con Louise, mira tanto a Indra como a Kenichi, en especial al pelirrojo.
Henrietta: Uzumaki-san, tú suplantaste el lugar de Louise. Salvaste al ejército con tal de que puedan escapar. Estoy segura que no deseabas involucrarte en esto al igual que su amigo, pero que nos hayan ayudado, estoy en deuda. – dijo mientras daba una reverencia.
Kenichi: ¿Cómo es que...?
Henrietta: El general de Albion. Él fue quien me contó de esa batalla.
Kenichi: Oh, ya veo...
Henrietta: Muchísimas gracias, aunque sé que las palabras no serán suficiente para expresar mi gratitud. Realmente gracias. – Kenichi empezaba a ponerse nervioso, que una reina de varias reverencias, era algo extraño.
Kenichi: Por favor, no debe bajar la cabeza.
Henrietta: No...tú eres un héroe. Un guerrero de Aiur que salvó a la madre patria de Tristain. Si no fuera por ti, mi gente habría sido aniquilada. Lo mismo digo de ti Indra-san, nos ayudaste también. – dijo dándole una bolsa con una gran suma de dinero.
Indra: Es mucho, yo no puedo aceptarlo.
Henrietta: Por favor, tómalo, tal vez no sea mucho pero es por ayudarnos en esta batalla.
Henrietta: En cuanto a usted Kenichi-san, por favor, acepte esto...- dijo mientras le entregaba un pergamino que contiene el sello de la familia real en Tristain, era un documento oficial, dado que no sabía que decía le muestra a Louise, quien al terminar de leerlo, queda totalmente aturdida.
Louise: Te está consagrando como comandante de la guardia imperial.
Indra: ¿Qué?
Kenichi: ¿Cómo? – no se lo creía, ahora es ascendido a comandante.
Henrietta: Desde esa batalla en Tarbes, me has ayudado muchas veces, además que demostraste un liderazgo de primera del escuadrón dragón, eso sería razón suficiente para hacerte un aristócrata. El escape en Albion fue un éxito y la contribución que has hecho a nuestra nación. Eres un héroe que debe estar en la historia. – El Uzumaki estaba nervioso. – Un héroe se tiene que dar el honor que vayan con sus proezas. Eso es lo que el general que enfrentaste me dijo y es verdad. Por favor, préstame tu poder. Es importante para mí...no, sino para todos en Tristain.
Kenichi: Es un gesto muy amable, pero no puedo aceptarlo, soy de otro reino, además... - No debía decirle del cargo que lleva, por lo que estaba en un lío, aunque estaba agradecido.
Louise: Eso es verdad, es considerado un noble y que asuma tal cargo...- trató de ayudarlo aunque no había muchas alternativas.
Henrietta: ¿Por qué no hacerlo un noble entonces? Además, tal vez sea de otro reino de otro mundo, pero, tiene un corazón puro. A pesar de su posición, los hábiles se deben consagrar.
Louise: Aún así, Kenichi es mi familiar y ... mi pareja. – dijo apenada, sorprendiendo a Henrietta, pero da una leve sonrisa.
Henrietta: Ya veo, pero no te preocupes, que él sea un noble, te ayudará.
Louise: Creí que mi vacío debe permanecer en secreto.
Henrietta: Así es, el secreto se mantendrá. Al igual que él es un saiyajín, con las runas de Gandalfr y sólo lo sabe Agnes, Osmond y yo, mantendremos eso en secreto.
Kenichi: ¿Y qué pasará cuando llegue el día que regresa a casa?
Henrietta: Agradecer a su superior por todo lo que ha hecho por nosotros desde luego y una alianza. – El Uzumaki estaba meditando, la alianza era buena, aunque ella no sabe que habla con el hijo del rey, mira un rato a Indra y el asiente.
Indra: Normal, además no hay algo que se altere, recuerda la "historia" de Gran Bretaña. – Kenichi entendió el mensaje y se convenció.
Kenichi: De acuerdo, aceptaré esto.
Henrietta: Sé que tomar la posición del comandante de la guardia imperial debe tomar una gran determinación, me alegra que no rechazara el título de Chevalier. Además véalo de esta forma, no podemos permitir que Louise sea blanco de los otros usuarios. Por lo que un título de caballero puedes protegerla.
Kenichi: Es verdad, desde esa perspectiva, podré protegerla incluso de ordenes de altos mandos como de ese sujeto. – dijo recordando al desgraciado que la iba a mandar a una misión suicida, Louise también lo entiende e inclina la cabeza.
Henrietta: Es bueno que estén de acuerdo. – prepara su cristal. – Aunque sea informal, este lugar se puede hacer también...arrodíllate por favor.
El Uzumaki se arrodilla y cierra los ojos, sabía de esas cosas muy bien, en eso siente que la vara de Henrietta toca el hombro derecho.
Henrietta: Yo, la reina de Tristain, Henrietta, doy mis bendiciones y el título de caballero a esta persona. Esta persona tiene un alma noble ¿Le hago jurar lealtad firme a mí, al país y al fundador? – eso hizo dudar temporalmente a Kenichi, cosa que Henrietta lo nota y sonríe. – Descuida, sé que tu fidelidad a Aiur es inquebrantable, puedes jurar por proteger a tus seres queridos y por este lugar que es como tu segundo hogar. ¿Juras fidelidad?
Kenichi: Lo juro.
Henrietta: Muy bien, en el nombre del Fundador Brimir, yo te consagro como caballero. Por favor, preste su poder a esta débil reina, Chevalier Kenichi-dono.
La reina les ofreció pasar la noche en el palacio, cosa que agradecieron. A la mañana siguiente, Henrietta comenzaba a investigar a los usuarios del vacío y que avisaría si encuentra algo y les ofreció regresar en un dragón de viento, sin embargo el Uzumaki portaba un manto de color negro con una cresta en el pecho, un símbolo de color azul que daba a entender que era el título de Chevalier.
Indra: Sinceramente te queda bien, casi está a la par con la gabardina que tienes en Aiur.
Kenichi: Si, tienes razón, ¿Tú qué opinas Louise?
Louise: Te queda bien, pero no lo olvides, con o sin títulos te sigo queriendo como pareja, aunque eres mi familiar de todas formas. – dijo mientras lo besaba.
Indra: Hey, tengan cuidado, no se vayan a caer.
Tras 1 hora de vuelo, ellos llegaron a la academia, dado que Kenichi pasó mas tiempo ahí, le invadió un sentimiento de nostalgia, algo nuevo. Una vez que el dragón aterriza en el patio fueron recibidos por algunos estudiantes.
Guiche: ¡Kenichi! ¡Estás vivo!
Kenichi: Eh...
Guiche: Ayer llegó un informe del palacio real. – dijo mientras al lado de él estaba Malicorne.
Kenichi: Ah, con razón.
Guiche: En serio, fuiste capaz de detener a los 70,000 soldados del ejército de Albion, muchos se salvaron gracias a ti. – varios estudiantes le daban las gracias.
¿???: Era uno de los que iba en el último barco, temía lo peor si no los hubieras detenido.
¿????: Tú salvaste nuestra vida, por un momento creí que se acabó.
Kenichi estaba avergonzado, de por sí no está acostumbrado a esas cosas, ni siquiera en su hogar.
Guiche: Lo lamento...perdón por creer que habías muerto.
Montmorency: Hasta ya estaba haciendo una estatua de bronce. – dijo con una leve sonrisa. – Pero estoy feliz, pensé que cuando Louise dijo que estabas vivo, se volvió loca. – Kenichi, Indra y Louise decidieron no decir lo que pasó hasta que la rubia nota la cresta. - ¡ERES UN CHEVALIER!
Los estudiantes examinaron las costuras del manto, dejándolos sorprendidos.
Guiche: ¡Es increíble! ¡Kenichi ahora es un Chevalier!
Montmorency: *Mirando que el pelirrojo y la peli rosa estaban tomados de las manos* Espera... acaso ustedes...
Louise: Bueno... sucedieron cosas y tanto él y yo somos pareja ¿Hay algún problema? – dijo con unas sonrisa algo tétrica pero Montmorency niega nerviosa.
Guiche: Eh, felicidades Kenichi, el guerrero que fue capaz de enfrentar a mis valkirias y ahora eres pareja de tu propia ama. – Todos aplauden mientras que el Uzumaki sólo negaba levemente, aunque tenía razón.
Kenichi: Os doy las gracias a todos, de veras. Pero primero me gustaría darle las gracias al profesor. – dijo sonriente, además que gracias a él, su Caza Vikingo dio mucho apoyo aéreo, lo que no sabía es que eso, incluso Louise e Indra estaban desanimados.
Guiche: Colbert-sensei. – todos bajaron la cabeza. - ¿No podrías hacerlo mañana? A lo mejor estás cansado.
Kenichi: Ya he dormido lo suficiente...díganme ¿Qué sucede?
Montmorency: Ven con nosotros.
En el laboratorio, el Uzumaki veía que todo estaba empolvado, cosa que no le daba un buen presentimiento.
Montmorency: La academia había sido atacada por los ladrones, él dio su vida por ayudarnos a pesar que lo llamamos cobarde. – El silencio se sentía en todo el lugar por varios minutos hasta que el Uzumaki toma la palabra.
Kenichi: ...De entre todas las personas, Colbert fue el primero en reconocerme y ayudarme, fue quien me trató como un igual, cosa que me hizo feliz. – sus lágrimas empezaban a caer. – Profesor, me he convertido en un caballero, lo logré, cumplí mi promesa.
Louise se acerca y lo abraza, tratando de calmarlo un poco, ella lo entendía, el profesor, fue el primer noble quien entabló una amistad con él, tratándolo como una persona normal y no por encima del hombro.
Kenichi: Me dijo que quería conocer mi hogar.
Louise: Me llevaré a Kenichi, Indra, necesito esa casa. – El pelinegro con puntas negras azules asiente y se va al lugar donde la había instalado antes.
Tras unos minutos, el Uzumaki estaba en su habitación mientras que Louise estaba a su lado.
Louise: Calma Kenichi, estoy segura que Colbert-sensei está orgulloso de ti. –ella toma su cabeza y lo abrazaba. – Estoy aquí, desahógate todo lo que quieras. – dijo acariciando su cabello y trataba de no llorar.
Fin del capítulo.
Espero les haya gustado...
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No olviden dejar su comentario y su estrella, sin más que decir, hasta la próxima.
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