El rescate

https://youtu.be/mRKZ7P79llw

Después de haber descansado un poco, el grupo de Kenichi prosigue su viaje a la mansión de Tabitha, dado que el lago se redujo lo suficiente, podían ir por el camino estándar sin tener problemas, llegando con más facilidad a la mansión que Kirche indicó, aunque Irukuku había desaparecido y en su lugar estaba Sylphid.

Kenichi: Con que este es la mansión de Tabitha. – dijo sentado mientras se acomodaba los hombros, llevar la carreta y correr es algo fastidioso, mientras que Sylphid respiraba con un poco de dificultad, la herida que le causó el elfo era muy dolorosa.

Montmorency: Deberías descansar, estás muy adolorida.

Kirche: Es lo mejor, entremos.

Guiche: ¿No sería mejor planear algo?

Kenichi: Lo más posible es que hayan tendido una trampa, un plan en estos momentos será ineficaz. – abre la puerta de una patada e ingresa con los demás.

Kirche: No hay nadie aquí.

Kenichi: Será mejor no bajar la guardia. – desenvaina a Derflinger e Incursio, mientras avanzaban, veían los daños ocasionados. – Vaya, sí que se ha librado una batalla.

Kirche: Esta magia de viento tiene más poder que lo usual-

Louise: ¿A qué te refieres?

Kirche: Ella es una gran maga triangular, pero esto es daño de un mago de clase cuadrada. – siguen avanzando hasta llegar a la habitación, sorprendiéndose mucho ya que los daños eran graves y se acercan a la cama, bueno, lo que quedaba de ella. – Tal parece que usó un tornado.

Guiche: Todo este daño...

Kirche: Tuvo que ser esa magia... - dirige su mirada a la ventana, que había sido atravesada con una figura similar. - ¿Tú lo hiciste Sylphid? – el dragón asiente. - ¿Recuerdas quién era el enemigo? – el dragón usa su pata y la pone encima de su cabeza, haciendo que las orejas parezcan puntiagudas, eso sólo sacó una conclusión. – Elfo...

Guiche: ¿Elfo? – Exclamaba sorprendido.

Malicorne: Ellos son oponentes muy fuertes.

Kenichi: Con esa reacción, los elfos deben ser muy fuertes, no tengo que bajar la guardia. / Hey Derf.

Derflinger: ¿Qué pasa compañero?

Kenichi: ¿Recuerdas qué tan peligrosos son los elfos?

Derflinger: Más peligrosos de lo que te imaginas, ¿Recuerdas cuando peleaste contra la armada de Albion? – el Uzumaki asiente. – Ellos no serían nada contra un pequeño escuadrón de sus mejores elfos, su magia es muy poderosa.

Montmorency: ¿En serio?

Derflinger: Ellos usan la magia antigua. Son capaces de usar hechizos sin usar una vara, ellos son los más poderosos en manejar la magia antigua, que es un arte que existía antes de que los cuatro elementos mágicos puedan ser creados., magia que controla el poder de vida, pero no recuerdo cómo va ese poder, tal vez el dragón sí. – el dragón empezó a actuar raro. – Hey dragón Rhyme ¿Cuándo más vas a hacerte el tonto?

Kenichi: ¿Dragón Rhyme? – Louise y Montmorency estaban sorprendidas, aumentando su curiosidad. - ¿Qué dragón es ese?

Montmorency: Yo creí que se habían extinguido.

Louise: Pero si Sylphid es de ese tipo de dragón...

Kenichi: ¿Eso es verdad? – mira al dragón quien niega con la cabeza. – A ver. – Se acerca y empieza a rascar su cuello, haciendo que el dragón empiece a ceder.

Sylphid: ¡Kyuikyuikyui! – abre la boca. - ¡Detente que me haces cosquillas!

Malicorne: El dragón habla.

Sylphid: Sí puedo, Onee-sama me pidió que no hablara, pero esa espada tenía que decirlo.

Kenichi: Explicación...

Derflinger: El dragón Rhyme, son dragones legendarios en los tiempos ancestrales. Poseen una gran inteligencia, excelente lenguaje y sentido.

Louise: Vaya, jamás creí ver uno.

Derflinger: Vamos, usa tu habilidad. – el dragón asiente y empieza a brillar, pero cuando se disipó el dragón desaparece y quien estaba ahí era la "Hermana" de Tabitha, Irukuku, aunque estaba desnuda, el Uzumaki se tapa los ojos, pero antes golpea a Guiche y Malicorne, Louise aprovecha eso y le coloca ropa, luego la chica le cuenta todo lo que pasó, se llevó una gran sorpresa al ser derrotada por el elfo en cuestión de segundos.

Todos estaban sorprendidos y al mismo tiempo asustados, pero Kenichi y Kirche se preparan para atacar ya que alguien se acercaba.

¿??: ¡No me ataquen por favor!

Kirche: ¿Percerin?

Percerin: Oh, señorita Zerbst. Es un honor verle de nuevo.

Kirche: ¿Qué pasó? – El anciano procede a explicar lo que pasó, las tropas del rey ingresaron al lugar y se llevaron a la fuerza a la madre de Tabitha, él, asustado estaba encerrado en un cuarto, ya que el elfo estaba vigilando, hasta que llegó Charlotte, el verdadero nombre de Tabitha, para su mala suerte, no sabía a dónde se llevaron a Tabitha, pero sí a donde se llevaron a su madre, el castillo de Alhambra.

Kirche: Está en el otro lado. – sonríe y estrecha sus manos con el mayordomo. – Esa información es muy útil, emprenderemos rumbo al castillo de Alhambra.

Kenichi: ¿Y dónde queda ese castillo?

Kirche: Está ubicado en el lejano este del reino. Creo que era un famoso viejo campo de batalla.

Guiche: Sí, fue donde se habían dado trifulcas con los elfos, mis ancestros murieron a causa de ellos. – dijo atemorizado.

Kirche: Bien, pero dejemos eso de lado, volvamos a la carreta, yo te diré a dónde debes ir Kenichi. – el Uzumaki asiente.

Kenichi: De acuerdo, nos vamos.

Percerin: Buena suerte. – dijo al ver que se suben todos y el Uzumaki corre a gran velocidad.

1 semana y 5 días después, el grupo logra llegar a su destino aunque el peso se lo llevó el pelirrojo con puntas negras, dado que era muy lejos, tenía que jalar la carreta cuando su grupo estuviera agotado, pero dado que dormían poco, no recuperaba energías, además que hace días que no comía mucho, cosa que lo perjudicaba, no llevaban mucho dinero y debían racionar los alimentos, la más preocupada era Louise, una vez llegaron tuvieron que atender a los soldados de ese lugar, gracias a Malicorne, reconoció el terreno y pudo encontrar 2 personas en lo más alto del castillo.

Kirche: Buen trabajo.

Guiche: Pero ¿Cómo podremos entrar? Hay como 300 soldados y 10 oficiales, aunque Kenichi...

Kenichi: No he descansado bien, no voy a acceder a mi forma saiyajín ya que si alguien logra escapar, podrían informar y no quiero tener que lidiar con eso, además que he comido poco en todo este tiempo.

Kirche: Además que has estado llevándonos a todos, por lo que mejor recupera un poco tus energías, esta vez necesitaremos a Montmorency y su habilidad para hacer pociones.

Montmorency: ¿Qué necesitas?

Kirche: Pociones de sueño.

Montmorency: ¿Estás loca? Eso sospecharía.

Kirche: Tú sólo hazlo, Guiche te ayudará. Eso sí, a todos, si se topan con un elfo, eviten pelear. – todos asienten y siguen trabajando y siendo discretos.

Era de noche y el Uzumaki estaba vigilando el lugar donde se hospedaban, tenía que evitar que descubran a Montmorency y a Guiche con la elaboración de la poción, hasta que alguien su novia se sienta al lado de ella.

Louise: ¿Agotado?

Kenichi: Un poco, me duele la espalda, pero una vez que salvemos a Tabitha, Kirche me ofreció comer todo lo que quiera. – ella se pone atrás y empieza mover sus manos en su espalda. – ¿Louise?

Louise: Sólo relájate un poco, al menos con esto estarás un poco mejor.

Kenichi: Gra-gracias. Duele. – dado que ella no había hecho algo así antes, no sabía cómo hacerlo bien. – Pero al mismo tiempo, me relaja un poco.

Louise: Hago lo mejor que puedo.

Kenichi: Sí lo sé. – ella nuevamente vuelve sentarse a su lado. – Gracias.

Louise: De nada. – coloca su cabeza en su hombro. – Ya quiero que sea mañana, para salvar a Tabitha y volver a casa.

Kenichi: Sabes que somos fugitivos.

Louise: Lo sé, pero donde estés tú, me siento tranquila.

Kenichi: Je, eso me hace feliz, ahora trata de descansar, me quedaré a vigilar un poco más.

Louise: Entonces yo me quedo contigo, de ahí que Malicorne se encargue de la guardia. – el Uzumaki sólo ríe y le acaricia la cabeza. – Por cierto, ya falta poco para mi cumpleaños.

Kenichi: ¿Y qué quieres para tu cumpleaños?

Louise: Lo decidiré para ese día. – fue lo último que dijo mientras seguían vigilando un rato más.

Al anochecer siguiente, los soldados estaban vigilando, cuando el grupo de artistas callejeros llegan ofreciéndoles un poco de vino, sin saber que contenían un potente somnífero, cosa que haría efecto mientras iban a actuar como la función de esta noche, Kenichi estaba tocando la guitarra. mientras que las chicas, además de danzar, usaban una pandereta mientras bailaban, llamando la atención de todos, sin saber que el sueño les estaba llegando.

Kenichi: Menos mal que los españoles tienen una de sus mejores músicas.

https://youtu.be/D74-4dN5Iag

Muy adentro del castillo, Tabitha estaba leyendo el libro que le dijo Bidashal, el elfo no dejaba el lugar ya que tenía como responsabilidad vigilarla.

Bidashal: Tal parece que le tomaste cariño a este libro. – pero ella sólo estaba enfocada en la lectura. – Mmmm, parece que hay un grupo de artistas han venido a calmarte. Están en el patio, como sea, no estoy interesado pero si tu deseas puedes ir un rato, puedo darte un permiso especial. – pero la peli celeste niega. – La medicina estará lista para mañana.

Tabitha sabía que no era medicina, es el mismo líquido que dejó a su pobre madre en ese estado de locura, un cruel destino.

Bidashal: Sólo podrás ser tú misma hasta mañana. Tal vez es un entretenimiento aburrido, pero podría calmarte un poco.

Tabitha: La simpatía no es necesaria. – Bidashal asiente y se retira de la habitación.

Los minutos pasaban, las chicas no dejaban de bailar, pero al mismo tiempo empezaban a agotarse, excepto Kirche.

Kenichi: ¿Decías que el efecto es en 1 hora?

Montmorency: Sí.

Kenichi: Pues apenas llevamos 30 minutos, les daré otra ronda para que pueda ser más fuerte.

Louise: ¿Pero quién tocará la guitarra, con esa música, están completamente flechados? – no le gustaba usar esas ropas y bailar en público, aunque si lo hiciera para su novio, no le molestaría.

Kenichi: Sólo resistan. – sigue tocando por unos minutos más, hasta que piden un receso, mientras que Guiche y Malicorne tocaban una música para calmar a las masas, algo que sirvió ya que estaban perdiendo fuerzas.

Montmorency: Estoy agotada.

Kenichi: *Examina las afueras* Funcionó. – todas dan un salto de victoria. – Primer obstáculo superado, sólo esperemos no toparnos con el elfo.

Kirche: Bueno, iré con el líder del grupo, ese Barón Misscoeur es el único que no bebió, pero podría darnos una información extra.

Kenichi: Aquí esperaremos, todos descansen. – Kirche se retira y los demás se sientan.

Guiche: Valió la pena ¿Crees poder enseñarme luego a tocar así la guitarra?

Kenichi: Claro, una vez que nos hayamos largado de este país.

Kirche había ido a la habitación donde estaba el Barón, con la ropa que llevaba sería suficiente para conseguir toda la información que necesita.

Barón: Bienvenido, por órdenes del rey, debo revisar a cada persona del castillo. – dijo con una sonrisa pervertida.

Kirche: Puede examinar cuando quiera ¿Verdad? – se sienta en la cama y cruza las piernas. – Oiga, soy una chica llena de curiosidad y me gustaría preguntar algo.

Misscoeur: Adelante.

Kirche: ¿Están protegiendo un valioso diamante aquí?

Misscoeur: ¿Diamante? ¡Ojalá lo fuera! Aquí sólo tenemos prisioneros a una madre con su hija. ¿Acaso querían robar un diamante? En ese caso debería revisarla cuidadosamente. – iba a acercarse pero Kirche logra esquivar.

Kirche: Me gustaría echar un vistazo, si no es mucha molestia.

Misscoeur: ¿Y qué harás después de ver a esas personas? – se acerca y con perversión mete sus manos en sus piernas, hasta que nota algo. – Una vara... ¡Eres un mago!

En estos momentos Kirche le desarma y le apunta con su varita, saliendo una esfera de fuego, pero sólo era una amenaza.

Kirche: Y bien ¿Me llevarás donde los prisioneros? – el barón estaba asustado. – Si no quieres perder tu cabello, entonces llévame ahí.

Misscoeur: N-no puedo hacer eso.

Kirche: ¿Por qué?

Misscoeur: Él está aquí, él me asesinará...

Kirche: ¿Hablas del elfo?

Misscoeur: Sí...por favor, perdóneme, le pagaré todo lo que quieras... - No terminó ya que escuchó una voz que lo asustó.

¿???: ¿Pagar para qué...?

Misscoeur: ¡LORD BIDASHAL! – le barón dirige su mirada hacia la puerta, mostrando al elfo Bidashal, quien miraba sin inmutarse la escena.

Bidashal: ¿Quién eres tú? – Kirche por otro lado, dirige su ataque hacia él, quien ni se tomó la molestia en esquivarlo, sin embargo la esfera de fuego cambia su objetivo.

Kirche: ¿Qué?

Con el grupo, estaban tratando de descansar un poco, hasta ven una explosión.

Guiche: ¿Qué ha sido eso?

Malicorne: ¡Miren! – ven que Kirche cayó de forma brusca, dejando una pared destrozada.

Montmorency: Dios, qué heridas. – ella e Irukuku se encargan de curarla.

Kenichi: Cuiden a Kirche, yo me encargo de esto. – sale corriendo a gran velocidad.

Louise: ¡Espera! ¡Tu oponente es un elfo, además que estás agotado!

Kenichi: Ya lo sé, pero si no hacemos algo, Tabitha estará en peligro.

Louise: ¡Lo sé! ¡Así que iré contigo!

Kenichi: ¡Pero...!

Louise: ¡Esta vez, pelearé a tu lado, no quiero que pelees tú solo así que vamos! – pasa al lado de él, que estaba sorprendido, pero sólo esboza una sonrisa y la sigue.

Al llegar al lugar donde Kirche había sido lanzada, ambos se toparon con el barón que se topó Kirche antes, Kenichi da una barrida y Louise le da un codazo, como cuando vio en el escape.

Kenichi: Buen ataque coordinado. – ella sólo sonríe cuando en eso, escuchan a alguien.

Bidashal: ¿Ustedes son amigos de esa chica? – preguntaba mientras descendía de las escaleras, Kenichi aprieta los puños y Louise saca su varita.

Louise: Un elfo. – estaba temblando un poco ya que era la primera vez que ve uno como enemigo, pero no iba a echarse para atrás. – No debo retroceder, no quiero que Kenichi lleve toda la carga.

Bidashal: Permítanme presentarme, yo soy Bidashal. -esa aura incómoda, incluso Kenichi la sentía. – Váyanse, no me gusta pelear.

Kenichi: Pues si ese es el caso, entréganos a Tabitha y te salvas de una.

Bidashal: ¿Tabitha? Ah, esa chica con su madre. No, es imposible. Tengo órdenes de cuidarlas así que no puedo dárselas.

Kenichi: Pues si ese es el caso, lo lamento, pero te ganaste el pase para una pelea. – prepara sus puños, no sabía con qué atacaría pero estará preparado, pero lo único que hizo el elfo fue caminar hacia él. - ¿Qué es esta presión? A diferencia de los magos que he peleado hasta ahora, nadie dio una gran presión como él. Estoy algo cansado, pero no me iré sin rescatarlas. – corre a gran velocidad, dando un salto y preparando un puñetazo, sin embargo, el aire que estaba entre la cara del elfo y su puño se distorsiona y Kenichi sale disparado hacia atrás, pero logra estabilizarse. - ¿Qué demonios? Siento que he rebotado.

Bidashal: Largo, tú bárbaro peleador. No puedes ganar contra mí.

Kenichi: No me subestimes. – lanza sus espadas como si fueran boomerangs, iban dirigidos hacia puntos no vitales, pero pasó lo mismo con el puño, por lo que rebotaron. – Tsk. – atrapa la primera con su mano y la otra con su cola.

Louise: Parece tener un muro de aire. ¿Cómo es que...?

Bidashal: No eres humano, ¿Qué eres?

Kenichi: Soy un saiyajín, una raza guerrera y mi nombre es Son Kenichi Uzumaki, es todo lo que necesitas saber.

Bidashal: Así que una raza de bárbaros, que decepción. – EL Uzumaki se enojó por eso.

Kenichi: No permitiré que un orejas largas menosprecie mi raza, te aseguro que te ganarás un fuerte golpe en la cara.

Derflinger: Ten cuidado compañero, su magia que usa es Counter, pero es distinto a la de tu amigo.

Louise: ¿Es esto su magia antigua?

Derflinger: Así es niña, así que tengan cuidado.

Bidashal: Oh fuerza de los espíritus escondidos dentro de estas piedras. Les ordeno que se conviertan en pedruscos y ataquen a mis enemigos. – las rocas que estaban cerca de él, se levantan y se dirigen hacia la pareja, Kenichi se pone en frente de Louise y con los puños, destruye la mayoría mientras que otros los recibía, pero se mantenía de pie.

Louise: ¿Qué te parece esto? – prepara una esfera de ki y destruye los que iban a su espalda.

Kenichi: Sí que lo has dominado mejor. – ella le sonríe.

Louise: Quería impresionarte.

Bidashal: Aún con esos trucos, no podrán ganarme.

Kenichi: Si es magia antigua, entonces debe ser borrada, Louise, te cubro todo el tiempo que necesites.

Derflinger: Necesitarás toda la fuerza de voluntad, los espíritus están apoyando al elfo, por lo que debes acumular mucha magia.

Ella cierra los ojos y empieza a conjurar mientras que múltiples rocas se preparaban para atacar mientras que el Uzumaki hace que su espada se active.

Kenichi: ¡Incursio! – es envuelto en una armadura, sorprendiendo mucho al elfo.

Bidashal: ¡Imprudente salvaje, detén esta resistencia inútil, aún con esa armadura, yo tengo un contrato con los espíritus de este castillo. Por lo tanto es mi aliado, así que no ganarán.

Kenichi: ¿Terminaste de alardear? Además ¿Quién es el salvaje? Eres sólo un cínico que te pones de arrogante y yo odio a ese tipo de sujetos. – empuñando su lanza y su espada, destruye las piedras para evitar que dañen a Louise.

Sin embargo, las rocas empezaban a juntarse y forman puños gigantes, el Uzumaki sólo sonríe y se prepara para defender con todo.

Mientras tanto, con Tabitha, ella seguía leyendo hasta que escucha un fuerte estruendo y luego el sonido de algo rompiéndose, eso hizo que su madre diera un susto.

Tabitha: Todo está bien. – pensaba salir a revisar pero estaba desarmada y la puerta estaba derribada con un hechizo, por lo que sólo se sienta. - ¿Alguien vino a salvarme? Tal vez sea Kirche...no, si yo no pude, ella tampoco...- En eso, recuerda al saiyajín que la derrotó. – Kenichi, caballero que me derrotó... ¿Y si él fue quien vino a rescatarme? – pero ella niega. – No, un milagro así no va a pasar. Mañana perderé mi alma y ese destino no cambiará.

Volviendo con el par, el Uzumaki saca a Louise mientras que su mano provoca una explosión, desintegrando algunos pedruscos, los demás se preocupan y se acercan, ven que el Uzumaki tenía el brazo derecho con sangre y parte del casco fragmentado.

Montmorency: ¡Déjame curarte!

Kenichi: ¡Después! Necesito que le den cobertura a Louise! – otra lluvia de piedras pero esta vez afiladas estaban atacando, entierra a Derflinger y usa la lanza como una hélice, repeliendo una gran número, aunque también fue ayudado por un muro de tierra de Guiche.

Louise estaba completamente concentrada, con el deseo de proteger a sus seres queridos y al hombre que ama y a buen momento, el hechizo se completó.

Louise: ¡Dispel! - levanta su varita, lista para desactivar.

Derflinger: ¡Usa tu hechizo sobre mí! – Louise lanza el hechizo directo hacia la espada, haciendo que brille, Kenichi opta primero por arrojar su lana, cosa que fue desviada por Bidashal, pero se sorprende al verlo muy cerca y empuja su espada al campo invisible, haciendo que se destruya, al mismo tiempo, que los espíritus que protegían al elfo se dispersen, Bidashal estaba completamente sorprendido y no le dio tiempo de contraatacar ya que Kenichi, con la armadura desactivada le da un puñetazo en la cara, estrellándolo contra una pared.

Bidashal: Ese poder. – ve que el Uzumaki se acercaba con la espada Derflinger en su mano izquierda, además que ve a la peli rosa con la varita extendida. – El poder del demonio...

El elfo ve al saiyajín a menos de un metro, además que le apunta con la espada.

Kenichi: Te dejaré esto en claro Bidashal, si te vuelves a meter con mis amigos, mis camaradas y la gente que yo amo, serás testigo de la furia de un saiyajín, de veras. – el grupo se reúne con ellos.

Guiche: Lo lograste.

Montmorency: Derrotaste al elfo.

Kenichi: Fue gracias a ella. – le levanta el pulgar a Louise y ella hace lo mismo, sin embargo, había gastado su energía en el hechizo, pero antes de caer el Uzumaki la carga.

Louise: Lo siento por caer ahora.

Kenichi: No te preocupes, yo te cargo. – la coloca en su espalda y ella se sujeta con fuerza.

Guiche: ¿Y ahora?

Kenichi: A por Tabitha. – ve que Kirche llegaba cargada por Irukuku y Malicorne. – Sigamos.

Tabitha seguía leyendo su libro, justo estaba en la parte final, donde Ivaldi salva a la chica de un dragón guardián, dejándola libre, ella sólo cierra los ojos, hasta que escucha una cortada en la puerta, rompiendo el cerrojo, ingresando el grupo, al momento que la peli celeste los ve, se quebró, algo que no solía mostrar en mucho tiempo.

Irukuku: ¡Onee-sama, estás bien!

Guiche: Finalmente. – dijo emocionado, el Uzumaki se acerca y le extiende la mano.

Kenichi: Tranquila, tus amigos han llegado a salvarte. – ella lloraba, como una niña, viendo al grupo como verdaderos amigos que arriesgaron su vida para salvarla y al Uzumaki, viéndolo como el protagonista de su novela, Ivaldi. – Es hora de irnos.

Ella asiente y toma la mano, Kirche también se une con un abrazo al igual que Irukuku y Kenichi sólo da un suspiro cansado pero feliz de haber cumplido con su objetivo, aún si desobedecieron órdenes directas, no está dispuesto a dejar atrás a un camarada, ni ahora, ni nunca.

El grupo sale de ese lugar, pero esta vez eran llevados por caballos, Kirche dijo que irían a Germania por el momento, tardarían unos 2 días.

Montmorency: Oye Guiche.

Guiche: ¿Sí?

Montmorency: Sí que hicimos algo terrible.

Guiche: Lo sé, pero era para salvar a una amiga. – ella asiente. - ¿Estás arrepentida?

Montmorency: A decir verdad un poco, pero de haber dudado, esto habría sido una misión imposible. Si no los hubiera ayudado no sería un noble, sino una escoria.

Guiche: No hay de que preocuparse, yo estaré ahí para ti. – Malicorne sólo suspira. – Tranquilo amigo, ya tendrás una pareja, sólo sé paciente.

Mientras tanto adentro de la carreta, Tabitha, Sylphid y Tabitha estaban dormidas junto con la madre, mientras que Kenichi estaba con algo de sueño.

Louise: ¿En qué estás pensando?

Kenichi: En las consecuencias, pensaba asumir la total responsabilidad y decir que los obligué a ... - ella le jala de la mejilla. – Duele...

Louise: De eso nada, nos metimos todos en esto y así será al momento del castigo. – le suelta la mejilla.

Kenichi: Aunque no comprendo por qué la reina me arrestó si técnicamente no hice ningún crimen.

Louise: Cree que estarás en peligro, aunque en serio no has usado tus poderes al 100%.

Kenichi: Pues tengo hambre, he estado llevando la carreta todo el viaje de ida, por lo que estoy agotado, además que no he usado todo mi poder para evitar reportes, o en todo caso que se arme un escándalo, a veces es necesario andar con el perfil bajo.

Louise: Ya veo.

Kenichi: Por cierto. – se acerca y le susurra. – No devuelvas esa ropa, que me gusta cómo te ves. – ella se sonroja y desvía su mirada.

Louise: Si eso es lo que deseas, entonces lo guardaré pero sólo para ti. – El Uzumaki asiente aunque el sueño le estaba ganando. – Ven, duerme aquí. – ella señala su regazo.

Kenichi: Gracias, pero me despiertas si empieza a dolerte. – ella asiente y el Uzumaki coloca su cabeza en su regazo, la peli rosa sonríe y le acaricia los cabellos.

Louise: Siempre preocupándote por los demás hasta el final. – Lentamentecierra los ojos mientras empezaba a quedarse dormida también.

FIN DEL CAPÍTULO

Espero les haya gustado...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.

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