Declaración

https://youtu.be/mRKZ7P79llw

Dos días después.

Era de mediodía y aún no llegaban, Indra y Kenichi estaban preguntándose cuánto tardarían hasta que Siesta dijo que estaban en el territorio, ambos quedaron en blanco, estas tierras donde estaban pasando, eran un patio.

Indra: ¿Qué?

Kenichi: ¿Es así de grande su territorio? - ni su padre, que era un rey haría eso, él tiene una casa en las colinas y no pasa de los 2 kilómetros cuadrados, pero esto es exagerado, técnicamente su territorio es la mitad de la ciudad capital Antioch, Aiur.

Ellos deciden tomar un descanso en una posada, una vez que el carruaje se detiene, Siesta se dirige al otro carruaje y lo abre, tanto a Indra como a Kenichi no le gustaba para nada eso.

Indra: Cuánta arrogancia ¿No lo crees? - preguntó en voz baja y el Uzumaki asiente.

Kenichi: Con razón tiene ese carácter. - dijo mientras se acercaba, pero fue atropellado por unos aldeanos que se acercaban al carruaje de las hermanas, los aldeanos se ponen frente a las chicas nobles y hacen una reverencia.

Todos: ¡Señorita Eleonore! ¡Señorita Louise! - decían con lágrimas.

Mientras que Kenichi era levantado por Indra, algunos se disculparon ya que creyeron que era un noble.

Kenichi: Cálmense todos, mi amigo y yo no somos nobles.

Aldeano: Aún así, están cuidado a la señorita Louise y la señorita Eleonore. No debemos faltarle el respeto. - dijo mientras los agricultores asentían.

Mientras iban a la posada tanto Indra como Kenichi sentían pena al ver que los trabajadores le pedían llevar su espada o su maletín, ser tratado con máxima amabilidad es algo raro. Al ingresar, tanto Kenichi como Indra y Siesta se sientan en una mesa aparte.

Mientas estaban esperando los alimentos, los aldeanos elogiaban a las hermanas Valiere hasta que alguien toca un tema que no deberían decir, que era la boda de Eleonor, de pronto el ambiente se sentía tenso y Kenichi nota que las cejas de la rubia temblaban, Siesta toma la mano del Uzumaki, hasta que ven que Louise dice algo prohibido.

Louise: Eleonore-neesama ...felicitaciones por su compromiso. - El ambiente empeoró, los aldeanos empezaron a retroceder Louise no entendía nada hasta que su hermana empieza a jalarle la mejilla.

Louise: ¡Eso dueleee! ¡Hermanaaa! ¡Me haces daño

Eleonore: ¿En serio no lo sabes? ¡Mi boda fue C-A-N-C-E-L-A-D-A!

Louise: ¿Por qué?

Eleonore: ¿Quién sabe? ¿Por qué no le preguntas a Earl Bugandi? Dijo algo acerca del límite de la paciencia...no entiendo por qué.

Kenichi: *Susurrando* Pues como se comporta, no habría durado ni 7 días de casado. - Indra trata de no reír, pero dado que Eleonore estaba molesta por la cancelación del compromiso, desquitó su ira con su hermana menor, además le regaño por volar el techo del carruaje.

El Uzumaki miraba con pena a Louise, hasta que alguien ingresa, una chica peli rosa con un aura de tranquilidad, era como ver a Louise completamente desarrollada.

¿???: Oh, estoy tan contenta de haber visto ese carruaje y vine a echar un vistazo, tal parece que ya volvieron.


Eleonore: Cattleya. - Murmuró, mientras que Louise estaba feliz y la abraza.

Louise: ¡Hermana mayor!

Cattleya: ¡Mi pequeña Louise, has llegado tú también! - dijo mientras correspondía el abrazo, Kenichi miraba eso cautivada, ella era lo opuesto a esa rubia amargada, esa calma cautivaba al pelirrojo con puntas negras.

Kenichi: Es igual a Louise, pero versión adulta.

Indra: Ahhh y qué tal si ella se pone así en unos años Romeo. - preguntó con burla sonrojando al Uzumaki, aunque Siesta estaba celosa.

Kenichi: Cállate Indra. - fue en ese momento cuando Cattleya se acerca y mira al Uzumaki.

Cattleya: ¡Ahhh! - decía mientras zarandeaba con delicadeza la cabeza del Uzumaki. - Tú eres el amante de Louise ¿Verdad?

Kenichi estaba rojo, más rojo que su cabello, Siesta estaba ardiendo en celos e Indra estaba mirando con gracia la escena, pero Louise toma la palabra.

Louise: ¡Él es mi familiar! ¡No es mi amante! - dijo sonrojada, pero mira de reojo al Uzumaki, intercambian miradas por unos segundos, pero el pelirrojo con puntas negras desvía la mirada, poniéndola triste.

Cattleya: ¿Es así? - ella da una sonrisa al Uzumaki que se veía algo desanimado. - Lo lamento, malinterpreté la situación, no te preocupes.

Después de descansar, todos se subieron en el carruaje de Cattleya, era más espacioso y estaba lleno de animales, para sorpresa de Indra y Kenichi había un tigre en medio, Eleonore estaba disgustada pero la peli rosa mayor dijo que "Ni que fueses mejor que el resto del mundo ¿No?", con esa frase, se ganó el respeto de los plebeyos.

Siesta: Es un bonito transporte.

Louise: A mi hermana mayor le gustan los animales.

Durante el viaje, Louise estaba feliz jugando con los animales y con Cattleya, mientras que Kenichi miraba la ventana, tratando de ignorar esos sentimientos nuevamente, pero de reojo miraba a Louise, esa acción no fue desapercibida por la peli rosa mayor. Pasó el tiempo y Kenichi se quedó completamente dormido, al igual que Siesta, que dormía con su cabeza apoyada en el hombro e Indra, apoyado en la ventana, Louise lo miraba de reojo, pero se guardó los celos, pero su hermana mayor también lo nota.

Ya en la noche, Kenichi despierta y ve el castillo en el horizonte, se ve más grande que el palacio de Tristain, cosa que lo dejó impactado

Kenichi: Es realmente...- Louise asiente.

Siesta e Indra despiertan y también quedan sorprendidos por el castillo, era más grande que el de Su Majestad y el castillo de Aiur, en eso un búho ingresa al carruaje y se coloca en la cabeza del Uzumaki, sacándole una vena, mientras que Indra y Siesta se ríen por lo bajo.

Búho: Bienvenidas Louise-sama, Eleonore-sama y Cattleya-sama.

Cattleya: ¿Dónde está madre?

Búho: Está esperándolos en el comedor.

Louise: ¿Qué pasa con padre?

Búho: No ha regresado aún. - Louise estaba disgustada, conseguir el permiso de su padre para participar en la guerra, no tendría sentido.

Todos ingresaron por los pasillos hasta llegar al comedor, por petición de Louise, Kenichi fue el único en ingresar, adentro, había una mesa muy larga y la madre de Louise estaba sentada en un extremo mientras miraba a las recién llegadas, las hermanas se sentaron y empezaron a comer, mientras que Kenichi estaba de pie junto con 20 sirvientes, cosa que le incomodaba, pero el Uzumaki no le afectaba esa presión que emanaba la duquesa.

El silencio era incómodo, sólo se escuchaban los cubiertos tocar el plato hasta que Louise decide romper silencio.

Louise: M-madre. -pero Eleonore toma la palabra.

Eleonore: ¡Madre, hable con Louise, esta tonta niña quiere ir a la guerra!

Louise. Yo no soy ninguna tonta. ¿Acaso ayudar a Su Majestad me hace tonta? - reclamaba mientras golpeaba la mesa.

Eleonore: Eso es cosa de hombres.

Louise: Esa es una forma muy anticuada, en esta época, los hombres y mujeres están en igualdad de condiciones.

Eleonore: ¿Sabes qué clase de lugar la guerra? Los niños como tú no deberían ir.

Louise: Pero Su Majestad confía en mí.

Eleonore: ¿Tú, la Zero? - el Uzumaki trató de no actúa y Louise no podía decir que era una usuaria del vacío, sin embargo, la duquesa toma la palabra.

Karin: Come Eleonore.

Eleonore: Pero...pero madre...

Karin: Hablaremos de ese tema cuando Padre regrese. - y con eso, la discusión acabó.

Luego de eso, tanto a Kenichi, Indra y Siesta le dieron un respectivo cuarto, el Uzumaki volvió a notar de nuevo la diferencia social, él, un príncipe de otro mundo, convertido en un familiar plebeyo y ella una chica de la nobleza, hija de un duque con un gran territorio.

Kenichi: Vaya, jamás pensé que tuvieran tanto territorio, Louise sí que debió pasar su infancia en bandeja de plata, pero, es hermosa, dejando su orgullo, es adorable, tierna y .... ¿Por qué? ¿Por qué no dejo de pensar en ella? A pesar que dije que ignoraría esos sentimientos, no puedo.... - Dijo mientras suspiraba. - Me gustaría decirle lo que siento.

En eso, alguien golpea la puerta, el Uzumaki abre la puerta y ve a Siesta.

Kenichi: Hola Siesta, ¿Qué te trae por aquí?

Siesta: Lo siento, no podía dormir...así que vine aquí. - dijo mientras entraba a la habitación y se sienta en su cama. - es un gran castillo, aunque lo veo como laberinto, escuché que la familia Valiere es una de las 5 familias más distinguidas de Tristain. Tienen una vida asegurada.

Kenichi: Ya veo...-dijo con la mirada agachada.

Siesta: Kenichi-san.

Kenichi: Soy sólo un familiar.

Siesta: Entiendo. - ella lo mira a los ojos. - La forma en que la miras lo entiendo, no puedo ganar, ella es hermosa y tiene un gigantesco castillo como hogar...hip.

Kenichi abre los ojos y ve a Siesta con una botella de licor, no se esperaba esto, hasta que ve que está llorando.

Kenichi: Siesta...

Siesta: Pero...

Kenichi: ¿Pero?

Siesta: Yo tengo algo también. Hip...- dijo mientras toma sus pechos. - Con esto yo le ganaré a la señorita Valiere.

Kenichi estaba palmeándose la cara, ya notó que Siesta estaba sonrojada, pero por el licor.

Siesta: Familia noble.... ¿Y qué? Yo soy una criada ¡Una criada! Hip.

Kenichi: Esto...Siesta.

Siesta: Yo hice la cena, nadie me dijo que tomara un descanso por este viaje, tuve que hacerles la cena.

Kenichi: ¿Y de dónde conseguiste esa botella? - dijo mientras la tomaba.

Siesta: La robé.

Kenichi: Oh, no puede ser. - dijo mientras volvía a palmearse la cara. - No deberías hacer eso.

Siesta: Como sea... ¡Bebe! - Dijo mientras le daba la botella, pero el Uzumaki la noquea.

Kenichi: Dormida estás mejor. - dijo mientras se iba de ahí a buscar a Indra.

En otra habitación, específicamente, en la habitación de Cattleya, ella peinaba a su hermanita.

Cattleya: Tienes un hermoso cabello.

Louise: Hermana, tenemos el mismo color.

Cattleya: Pero tu pelo me gusta más. ¿Sabes? Estoy feliz Louise, yo creí que estarías deprimida.

Louise: ¿Por qué?

Cattleya: La traición del Vizconde Wardes ¿No te dolió?

Louise: Ya no soy una niña, no confundas admiración infantil por amor. - dijo con firmeza.

Cattleya: Has crecido y te admiro Louise.

Louise: Así es, ya no soy una niña y quiero tomar decisiones por mi misma.

Cattleya: Si no tienes apoyo para ir a la guerra ¿Irías igual?

Louise: Pensaba llegar a un acuerdo, quiero que me entiendan.

Cattleya: Al menos mi linda hermanita no estará encerrada en un castillo como yo. - dijo con una sonrisa hasta que empieza a toser, preocupando a su hermana menor, Cattleya tiene un cuerpo débil y no ha salido del territorio Valière.

Cattleya: No pongas esa cara larga, yo llevo una vida feliz todos los días. Mira. - Le muestra un pajarito con una venda en el ala. - Es el pajarito que te conté en el viaje.

Louise: Es lindo.

Cattleya: Lo encontré malherido, en el camino, así que fui a ayudarlo.

Louise: Pero es un pajarito.

Cattleya: ¿No es lo mismo con tu familiar? - Louise se sonrojó de golpe, esos sentimientos, ella buscaba una respuesta. - Ya me comprendes. Este pequeño pájaro es lo mismo.

Louise: Ya veo.

Cattleya: Me alegra que ya hayas alcanzado la edad para enamorarte.

Louise: *sonrojada* No me he enamorado.

Cattleya: No hay forma que lo ocultes, ya lo ví todo.

Louise: ¡No estoy enamorada! ¡Lo digo en serio! - nuevamente, su orgullo intervenía.

Pero se cambió y fue a dormir en la cama de su hermana, pero algo la inquietaba.

Cattleya: ¿No puedes dormir?

Louise: Si. - respondió avergonzada.

Cattleya: fufufu, si no eres capaz de dormir a mi lado ¿En quien piensas?

Louise: ¡En nadie!

Cattleya: Podría ser, ese joven pelirrojo con puntas negras con unos ojos azules.

Louise: ¡Eso no es cierto! ¡Es mi familiar, no lo amo! - otra vez ese dolor, sabía que era verdad pero lo negaba.

Cattleya: Yo no dije nada de amar a alguien. - dijo con una sonrisa y Louise se cubre con las sábanas. - pero deberías ir, debes verlo.

Louise, envuelta en una manta, se dirige a la habitación de Kenichi, preguntó a los trabajadores y le dijeron que estaba cerca del almacén de los objetos de limpieza.

Louise: No me malinterpretes, sólo lo hago para no estar insegura, ya que estoy lejos de mi familiar, realmente no es nada más.

Pero al ingresar, sólo ve a Siesta dormida, la peli rosa se acerca y la mueve, haciendo que despierte.

Siesta: ¿Eh? ¿Señorita Valière?

Louise: ¿Que haces aquí? - preguntaba celosa, pero no se da cuenta que aún estaba borracha. - fuera de mi habitación.

Siesta: No es su habitación señorita Valière.

Louise: Pero es mi casa.

Siesta: ¡Pero no soy su criada! ¡Yo soy sirvienta de la academia y quiero pasar tiempo con...!- ve que Kenichi no estaba. - ¿Y Kenichi?

Louise: ¡Así que lo buscaste! ¡Ya déjalo!

Siesta: ¡Tú déjalo!

Louise: Él es mi familiar, así que es mío.

Pero dado que Siesta estaba borracha, miraba de forma desafiante a Louise.

Louise: ¿Desafías a un noble?

Siesta: *Tomando vino* ...cálate.

Louise: Qué arrogante. - decía temblando.

Siesta: Estás enamorada ¿verdad? Estás celosa a pesar que eres una noble. – dijo mientras la miraba a los ojos.

Louise: Qué...

Siesta: ¿Va a confesar? ¿Estás celosa de mi amor? – decía mientras acorralaba a Louise a una esquina.

Louise: Eh...esto...yo...

Siesta: ¡Responde cobarde! – Dijo mientras sonreía. – Pero ¿Sabes? Tengo algo que a Kenichi le gustaría.

Decía mientras presumía de sus pechos, sin embargo, ella no sabe que Kenichi no le importa un cuerpo desarrollado, ya que no ve mucho el exterior, sin embargo, Louise no lo sabía y estaba a punto de llorar.

Siesta: Cuando él vuelva, yo le consentiré con mis pechos, cosa que tú no tienes. – dijo con burla.

Louise: Pechos...

Siesta: En cambio tú, eres una tabla... ¡Una tabla! Pero a Kenichi le gustan pechos grandes como los míos.

Con tanto que ha bebido hasta ya inventaba algunas cosas, sin embargo, Louise no pudo más y se fue de ahí, mientras que Siesta se echa en la cama del Uzumaki para esperarlo.

Cattleya se había sorprendido que Louise haya vuelto a la habitación.

Cattleya: ¿Pasa algo Louise? – pero Louise no dijo nada y la abraza. – Tú...

Ella se da cuenta que su hermana menor estaba llorando, por lo que la abrazan y así se quedan hasta quedar profundamente dormidas.

Por otro lado, el Uzumaki estaba en la habitación de Indra.

Indra: Y bueno, ¿Qué es lo que pasa?

Kenichi: Cuando te hiciste novio de Kurome ¿Cómo lo hiciste?

Indra: ¿No te acuerdas? Fue en la graduación, le grité a los cuatro vientos que me gustaba.

Kenichi: Ah sí, lo recuerdo, tremendo papelón que hiciste ese día. – dijo sonriendo.

Indra. ¿A qué viene la ...? ¡Ah, ya veo! ¡Te gusta esa chica peli rosa! ¿Verdad? – El Uzumaki asiente.

Kenichi: He tratado de ignorar esto, pero no puedo.

Indra: Deberías ser sincero.

Kenichi: Pero, ella es una noble y en este mundo sólo soy un familiar.

Indra: Deja ese pensamiento de lado, tú eres un guerrero, debes ir y decirle, eres Kenichi, el sucesor....

Kenichi: Ya te dije que no tomaré el puesto. – Indra suspira.

Indra: Lo siento, me desvié del tema. Pero deberías decirle lo que sientes, si te rechaza, no te preocupes, solamente a seguir adelante. – dijo mientras le daba una pequeña sonrisa.

Kenichi: Gracias Indra, ya hablaré con ella cuando tenga la oportunidad. – dijo mientras se iba.

Indra: Sabes que no puedes ser cerrado siempre.

Kenichi: Ese ya es mi problema. – dijo mientras se iba, haciendo que Indra volviera a suspirar.

Sin embargo, camino a su habitación, mientras el Uzumaki estaba recordando los momentos con ella y el momento en que nació sus sentimientos, tuvo un pequeño dolor al corazón.

Kenichi: ¿Qué acaba de pasar? – dijo mientras colocaba su mano ahí pero solo niega. – Supongo que no es nada.

A la mañana siguiente, aunque era madrugada, el Uzumaki estaba viendo a Siesta despertar, pero estaba algo confundida.

Siesta: ¿Dónde estoy?

Kenichi: Buenos días bella durmiente.

Siesta: ¿Acaso dormí con Kenichi-san?

Kenichi: No, me dormí sentado, no parabas de moverte, tal parece que te dio fuerte la borrachera.

Siesta: ¿Borrachera? – Kenichi le muestra la botella. – No, lo he vuelto a hacer.

Kenichi. Te has tomado esto de la cocina, fuiste a mi cuarto y bueno te quedaste dormida. – Dijo algo decepcionado.

Siesta: Lo siento, estaba frustrada, además, había olvidado que soy muy débil con las bebidas alcohólicas. ¿Fui grosera, Kenichi-san?

Kenichi: No te preocupes, a mí no me hiciste nada, pero espero que no le hayas molestado a alguien. – dijo con seriedad cuando en eso abren la puerta. - ¿Qué pasa?

Criada: No hay tiempo, el maestro está a punto de llegar y el castillo debe estar limpio. – Kenichi entendió, el padre ya está llegando, pero no quiso limpiar, no es porque era grande, será el siervo de Louise, pero no su familia.

En las afueras de la mansión, un carruaje guiado por dragones, había llegado y los sirvientes habían colocado una alfombra roja para el noble, saliendo el Duque, de una edad más de 50 años, pelo rubio y barba, con ropas de un rey y usaba un monóculo.

Duque: ¿Ha regresado Louise? – el sirviente que pasó más tiempo con a la familia Valiere, su nombre es Jerome.

Jerome: Ha llegado ayer por la noche.

Duque: Llámala para el desayuno.

Jerome: Como usted ordene. – mientras tanto, en las sombras, estaba el Uzumaki observando y ya le cayó mal el duque, ¿Así son los padres nobles? Tratados como un dios, eso le molestaba, ni siquiera su padre, su abuelo y sus antepasados no querían ser tratados así, evitando la arrogancia.

Durante el desayuno, el duque estaba molesto.

Duque: Maldito cardenal idiota con cerebro de pájaro.

Karin: ¿Cuál es el problema?

Duque: Me pidió que organizara al ejército, pero yo ya estoy retirado.

Karin: Eso es cierto, pero ¿Estará bien? La guerra se aproxima y hay rumores que nuestra familia es traidora, eso afectaría a nuestra vida social. No deberías llamarlo maldito idiota cerebro de pájaro, con idiota es suficiente. Además, tomar ventaja de ese tipo de una joven reina.

Eleonore: Oh, que miedo. Lamentos que tengas que escuchar la verdad sobre esto. – dijo mirando con frialdad a Louise.

Louise: Hay algo que me gustaría preguntarle, padre.

Duque: Por supuesto, pero primero ¿No le darás a tu padre un beso? Ha pasado tiempo. – Louise se acerca a besar su mejilla para luego preguntar.

Louise: ¿Por qué se opone mi decisión de unirme a la guerra?

Duque: Esta guerra es un gran error. – dijo mientras le explicaba a Louise lo que pasaría en esta guerra, usando sus alimentos como una estrategia, pasando varios minutos. – Debido a la victoria de Tarbes, nos confiamos demasiado. Además, ¿Qué hacen los estudiantes en las filas y como oficiales? Eso es estúpido. ¿Qué harían unos niños? No hay forma que te permita participar en la guerra.

Louise: Padre...

Duque: El desayuno terminó y Louise. En este momento, estás bajo arresto domiciliario. No saldrás del castillo hasta que la guerra termine.

Louise: Pero...

Duque: ¿Qué? Ya no hay nada más que decir.

Louise: Para la princesa...yo...soy necesaria.

Eleonore: ¿A qué te refieres? Si tu habilidad con la magia...

Louise: ¡Ya no soy la misma de antes! - reclamó, pero no podía decirle que su magia era el vacío.

Duque: ¿Encontraste un elemento? – Louise asiente. - ¿Cuál es?

Louise: ...Fuego.

Duque: Entiendo que eres necesario para Su Majestad, pero yo no estoy de acuerdo.

Louise: Padre.

Duque: Yo informaré a Su Majestad. ¡Jerome!

Jerome: ¿SÍ?

Duque: Papel y pluma. – mira a Louise. – Debes elegir un yerno para mí. No voy a reconocer tu participación en la guerra. Debes estar confundida por lo que hizo Wardes, por eso, elegirás un yerno para mí. Además, calmarás tu corazón y no se permiten cambios.

Louise: ¡Pero padre!

Duque. Jerome, no dejes que escape. – el mayordomo asiente mientras que el duque se retira.

Eleonore: Muy bien, es momento de que busques un yerno. – dijo con frialdad.

Louise: Pero tú deberías casarte primero. – Sin embargo, su hermana le jala la mejilla.

Eleonore: Ya te dije que fue cancelado.

Louise: Pero yo...

Karin: ¿Por qué no quieres? ¿Acaso tienes un amante?

Louise: No, no tengo ninguno. – dijo cabizbaja pero pasa el rostro del Uzumaki en su mente.

Karin: Pero parece que piensas en alguien.

Eleonore: ¿Quién es? ¿De qué casa noble pertenece?

Karin: ¿Un barón? O ...no puede ser, no será un caballero ¿Verdad?

Eleonore: Qué terrible...tal parece que se enamoró de un hombre de baja condición social.

Louise: Pero...

Ambas: ¡SILENCIO! – Cattleya estaba preocupada y ve que Louise se va. - ¡Espera!

Pero fue inútil, Louise desapareció, Cattleya sólo niega por el comportamiento de su hermana y madre, pero mira a un lado y ve una silueta pelirroja con puntas negras irse de ahí.

Ya era tarde, Kenichi estaba escuchando música en su celular, mientras dibujaba una de las fotos que hizo durante la ciudad, Indra lo acompaño un rato, pero se fue a conseguir algo de comida, hasta que escucha a los sirvientes corriendo y gritando.

¿Dónde podrá estar?

¡No, no está por aquí!

De repente, alguien abre la puerta con una explosión. Varias personas ingresaron y eso enfureció al Uzumaki.

Kenichi: ¿Qué demonios les pasa? – pero lo ignoraron y dijeron que no estaba aquí, por lo que se fueron sin pedir disculpas. – Malditos, ¿Qué se creen en abrir la puerta de esa manera?

Pasaron los minutos y alguien toca la puerta.

Kenichi: Está abierto. – pero los golpes siguieron, así que el Uzumaki suspira de forma pesada y abre la puerta, frente a él, estaba Cattleya con una sonrisa, sin rastros de maldad.

Cattleya: ¿Puedo pasar? – el Uzumaki asiente y le permite el paso, de paso da una reverencia. – Lamento por los intrusos de hace unos momentos.

Kenichi: No hay problema. – pero se olvidó de algo, había dejado su celular prendido con una foto, donde él y Louise habían salido del teatro y se tomaron una foto en la pileta, foto que el Uzumaki dibujaba. – Maldición, se me olvidó.

Cattleya: Qué interesante, ¿Eso fue reciente? – Kenichi estaba sorprendido, creyó que iba a regañarlo, pero asiente. – Vaya, ver a Louise así es nuevo, pero muy bonito.

El Uzumaki miraba a la hermana de Louise, era hermosa, con un cuerpo bien desarrollado y con un aura de paz, cosa que le cautivaba y de paso, le recordó un poco a su madre.

Cattleya: Cuando Louise crezca, no se va a parecer a mí.

Kenichi: ¿Ah?

Cattleya: Ella será más hermosa, aunque debería ser más calmada. – Kenichi asiente, aunque sonrojado porque se la imaginó. – ¿Cuál es tu nombre?

Kenichi: Me llamo Kenichi.

Cattleya: Qué bonito nombre. – El Uzumaki estaba feliz, finalmente alguien que no dice que su nombre es raro. - ¿Y qué raza eres? Ya que esa cola no es normal, además se ve que no eres de Halkeginia, lo digo porque se ve que eres alguien completamente diferente de entorno ¿Verdad?

Eso tomó a Kenichi por la guardia baja, ella dedujo en un instante, supo de forma inmediata que no pertenece a este mundo.

Cattleya: Por esa mirada que tienes, te estarás preguntando cómo lo supe, pero te entiendo.

Kenichi: Bueno, eso es verdad, en cuanto a su pregunta, soy un saiyajin proveniente de Aiur.

Cattleya: Ya veo, por cierto, quiero darte las gracias. – el Uzumaki levanta la ceja confundido. – Gracias por cuidar a Louise, todo el tiempo, no había manera que esa niña obtuviera el reconocimiento de Su Majestad sola. Tú la has ayudado ¿No es así?

Kenichi se rascaba la nuca, aunque asintió, había ayudado a la peli rosa en varias ocasiones.

Cattleya: Me gustaría que me contara sus aventuras, sin embargo, tengo algo triste que decirle.

Kenichi: ¿Qué?

Cattleya: Ya sabes que el padre de Louise la obligará a casarse. – Kenichi trató de fingir sorprendido, pero ella continúa. – Te vi en el desayuno, pero no te preocupes, no le dije a nadie, además viste que se fue corriendo y hasta ahora no la encuentran.

Kenichi: Con razón se metieron esas personas de la nada.

Cattleya: Me preocupa, después de la traición de Wardes, que la obliguen a buscar otro prometido, sinceramente yo no estoy de acuerdo. A usted no le gusta ¿Verdad? No desea que Louise se case.

Kenichi estaba sonrojado, tenía razón, pero tuvo que ser sincero.

Kenichi: Aunque yo sienta algo por Louise, no puedo hacerlo, ya que Louise para mí...no puedo, ella es una noble y yo un plebeyo.

Cattleya: ¿Sabes lo que significa ser un noble?

Kenichi: Pues, me dijeron que es el que posee magia y deben ser ricos.

Cattleya: ¡Esas son cosas triviales! Sólo hay una condición para ser noble. Jurar que protegerá a la princesa a costa de su vida, eso es todo. Teníamos recursos, terrenos y fortunas ya que protegíamos a la princesa, a costa de su vida. Tal vez en Aiur sea lo mismo. – Kenichi iba a decir algo, pero la peli rosa lo mira a los ojos. – Esa niña está cerca, en el patio hay un estanque, en ese lugar, hay una barca y ella se esconde ahí, siempre va ahí desde pequeña y es un perfecto punto ciego. Recógela y salgan del castillo, hablé con tu amigo Indra y la sirvienta que trajeron, estarán esperándolos en la carretera principal.

Kenichi: ¿Está segura de esto?

Cattleya: Yo no estoy de acuerdo con la guerra, lo odio y no deseo que Louise vaya. Pero ella ya tomó su decisión, esto no es algo que nosotros podemos decidir. – toma el rostro de Kenichi en sus manos. – Que el Fundador proteja tanto a ti como a Louise. Dejo a mi linda hermanita bajo su cuidado caballero.

Dijo mientras besaba la frente.

Kenichi: Está bien, yo, Son Kenichi Uzumaki, prometo cuidarla en estos tiempos oscuros y no se preocupe, mi familia siempre cumple sus promesas. – dijo con una postura firme y ella sonríe.

Cattleya: De paso, la próxima vez que vengas, me gustaría tener un dibujo de esto también. – Kenichi sonríe, toma sus cosas y se retira de la habitación. – Louise, tienes a un gran chico, te deseo lo mejor.

Mientras tanto, en el patio, Louise estaba oculta en el bote, escuchando a los sirvientes correr de un lado a otro como locos buscándola. Pero tal como Cattleya lo dijo, el bote cubría bien a Louise y era un perfecto punto ciego, pero la peli rosa, estaba llorando cuando en eso escucha pisadas por el patio, ella se acurruca y se oculta con la manta, cuando en eso, esa persona ingres al bote, Louise movió un poco su manta y se sorprende.

Kenichi: Te encontré.

Louise: Kenichi.

Kenichi: Hora de irse, tu hermana nos preparó un transporte.

Louise: No iré.

Kenichi: ¿Por qué no?

Louise: Mi familia no me dio permiso.

Kenichi: Tu familia está en el lado de su paz, tú no deberías unirte a ese club.

Louise: Ya no quiero seguir ¿Está bien?

Kenichi: ¿Y ahora?

Louise: No puedo decirles lo del vacío y no importa lo que yo diga, nadie me reconoce. – Pero se sorprende cuando el Uzumaki la toma de las manos.

Kenichi: Entonces, yo te voy a reconocer, ahora levántate y vamos.

Louise: *mirando a otro lado* ¿Qué vas a reconocer? No mientas.

Kenichi: No estoy mintiendo.

Louise: Lo estás haciendo, estoy segura que lucharás por la princesa, al igual que Guiche. – Kenichi estaba confundido. – Tú la besaste.

Kenichi: Fue la situación, de no ser por eso, nada de eso habría pasado.

Louise: Pero bien que lo disfrutaste y ahora irás a la guerra por ella. – Kenichi la toma de los hombros. - ¿Qué?

Kenichi: En serio, eres estúpida.

Louise: ¿A quién le dices estúpida?

Kenichi: ¿Por qué sacas malas conclusiones? ¿Por qué haces una gran discusión cuando yo estoy hablando con otra chica? ¿Quién te crees que estás dándome ordenes hasta prohibirme con quién ir?

Louise: ¿Co...cómo te atreves a decir esto?

Kenichi: Pues te digo eso y más, ¡Yo no quiero involucrarme con los nobles ni mucho menos con esta guerra, yo quiero volverá a Aiur!

Louise: ¿Y por qué no te vas entonces? – dijo cerrando los ojos, pero no se esperaría la siguiente respuesta.

Kenichi: ¡No lo hago porque estoy enamorado de ti! – Louise estaba sorprendida. - ¡Me gustas, por más que traté de negarlo, mi corazón late rápido cuando paso tiempo contigo! ¡Hasta el punto que te acompañaré! ¡Si decidiste ir a la guerra por la Princesa, yo iré contigo!

Louise: ¿Qué?

Kenichi: ¿Sabes porqué me uní a esto? ¡Es porque estoy enamorado de ti y arriesgaría mi vida para protegerte!

Después de decir eso, Kenichi se da cuenta de lo que dijo y empezó a temblar.

Kenichi: ¿QUÉ CARAJOS ACABO DE DECIR? ¡Este no es el momento de declararse! ¿Por qué lo hiciste? - pensaba mientras se sentaba en el bote, mientras que Louise sale del shock.

Louise en estos momentos estaba asimilando lo que Kenichi le dijo, no sabía qué hacer.

Louise: Si mientes, te mataré.

Kenichi: Yo no miento, pero lo siento...sé que el sentimiento no es mutuo, ante tus ojos...yo sólo soy un plebeyo y crees que yo voy detrás de otras. – Dijo tratando de no mirarla a los ojos.

Louise: ¿Qué estás esperando? Responde. / Han pasado meses y el que me hayas dicho esto...mereces una recompensa.

Kenichi: ¿Recompensa?

Louise: Sí...por esta vez...pu-puedes...

Kenichi: ¿Qué puedo?

Louise: Pu-puedes tocar cualquier parte del cuerpo de tu ama. Decía sonrojada mientras se sienta encima del Uzumaki.

Kenichi: ¿Cuánto a que voy a morir? - pensaba nervioso, pero toma valor y finalmente besa a Louise, la peli rosa estaba feliz por dentro, pero quería más y jala al Uzumaki, haciendo que esté encima de ella.

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Louise: Kenichi. – dijo mirándolo a los ojos y se besan de nuevo.

Kenichi: Me gustas.

Louise: ¿De verdad?

Kenichi: De verdad me gustas. – dijo mientras la abrazaba y besaba cerca de su oreja, sacando un suspiro a la peli rosa.

Louise: Ahhh...Kenichi. – Decía sonrojada mientras abrazaba su cuello mientras que el Uzumaki mordía el lóbulo de su oreja. – Ahhhh.../ Esto...

La peli rosa también muerde el lóbulo de su oreja, dando un leve quejido al Uzumaki, hasta que se da cuenta de algo.

Louise: Esto es malo, me dan ganas de pedir...más...pero...- Mira el bote moverse. – El bote, esto no es bueno...

Pero se dio cuenta demasiado tarde, ella vió a los trabajadores rodeando el lugar, para agregar leña al fuego, su hermana Eleonore estaba ahí también y para empeorar aún más la situación, estaban sus padres, Louise estaba realmente asustada y empujó a Kenichi al agua, al menos no cargaba nada que se podía estropear.

Kenichi: Oye, ten cuidado con...tu...fuerza...- queda impactado al ver al resto de la familia Valière. – Oh oh...- En eso el duque toma la palabra.

Duque: Jerome.

Jerome: ¿Sí señor?

Duque: Encierren a Louise en la torre. No saldrá de aquí por un año y cambien las cadenas por algo más fuerte.

Jerome: Como usted ordene.

Duque: Y en cuanto al plebeyo...decapítenlo y preparen una mesa, que será expuesto dentro de un mes.

Jerome: ¡Sí señor! – dijo con un asentimiento, pero eso fue un grave error.

Kenichi: ¿Decapitarme? – preguntó furioso mientras apretaba los puños y Louise vio eso preocupada. – Serás un noble, pero ante mis ojos, sólo veo a un mal padre y eso no perdono.

Varios trabajadores sacaron hoces, lanzas y espadas, pero Kenichi desenfunda una espada.

Derflinger: Compañero, sí que pasó mucho tiempo.

Kenichi: Lo lamento, pero la charla será después, tengo un montón de idiotas para golpear.

Derflinger: Entendido compañero.

En eso, varios trabajadores se lanzaron al ataque, pero Kenichi esquivaba todos los cortes y golpeaba ya sea con puño, patada o la el lado sin filo, dando barridos o cabezazos, noqueando a varios.

Trabajador 1: ¿Y ese quién es?

Trabajador 2: ¡Su velocidad es alta y mira su fuerza! – Dijo mientras el Uzumaki toma el brazo de otro atacante y lo lanza hacia el agua.

Duque: ¿Quién eres?

Kenichi: No tengo porqué darle mi nombre a una vergüenza de padre, quien no le importa la felicidad de su hija... ¡Y LA OBLIGA A CASARSE CON ALGUIEN QUE NO AMA! ¿QUÉ CLASE DE PADRE LE HARÍA ESO A SU HIJA? – preguntaba furioso mientras se ponía delante del bote, para luego tomar su maletín y lanzarlo hacia la ruta de escape y Louise miraba sonrojada al pelirrojo con puntas negras, tener el valor de protegerla incluso de su padre, la hacía muy feliz.

Duque: ¡No dejaré que un pueblerino me hable así! – prepara su bastón mientras un dragón aterrizaba, algunos trabajadores lo habían liberado, pero no se esperaban de lo siguiente...

https://youtu.be/UKhb0ZifUPk

Después de dar ese rugido intimidante y dejar paralizado a los más débiles, hasta retroceder al mismo dragón mira a Louise.

Kenichi: ¡Vámonos! – dijo dando la mano y Louise lo toma, para luego cargarla. – pase lo que pase no me sueltes.

Louise se aferra a él y el Uzumaki corre, para luego dar un fuerte salto, atravesando el lago y dirigiéndose a la salida, el Duque, furioso, le arroja una esfera de fuego, pero el Uzumaki extiende la mano y contrataca con una esfera de ki, sorprendiendo a la familia Valière.

Kenichi nuevamente vuelve a correr hacia la salida principal, pero ve que el puente estaba siendo levantado por golems, impidiendo su escape, Kenichi iba a destruirlos, pero las cadenas se convirtieron en tierra blanda, haciendo que los golems se caigan y el puente vuelva a bajar, en eso el transporte llega, pero no era tirado por los caballos, era un dragón donde Siesta tomaba las cuerdas e Indra tenía el maletín que Kenichi lanzó previamente.

Siesta: Rápido, suban. – Kenichi coloca a Louise adentro del carruaje.

Kenichi: ¿Había carruajes con dragón? ¿Por qué demonios no fuimos en esto desde el principio?

Siesta: No lo sé, pero Cattleya-sama dijo que todo estaba bien, ahora sube que me da miedo ver su rostro.

Indra: Entonces cambio de lugar. – dijo mientras tomaba las riendas y elevaba el dragón para salir de ahí.

Siesta entra un rato al carruaje para poder disculparse.

Siesta: Perdone mi descortesía.

Louise: ¿Eh?

Siesta: Estaba borracha y dije cosas malas, lo siento, cada vez que me emborracho, digo cosas hirientes.

Louise: De acuerdo, pero no vuelvas a hacer eso.

Siesta: Kenichi-san.

Kenichi: Ahora no. – dijo con seriedad, aún estaba decepcionado por lo que hizo, ahora más, por lo que le hizo a Louise.

Siesta: Lo siento mucho Kenichi-san por hacer eso, por favor no me odie.

Kenichi: No te odio, pero debes reflexionar lo que hiciste. – Siesta baja la cabeza y mira hacia adelante, fue su culpa se sienta al lado de Indra.

Louise: Kenichi ¿Y dónde estabas ayer?

Kenichi: Hablando con Indra, dado que el tenía su pareja en Aiur, le pregunté cómo lo hizo. – Louise sonríe aliviada. – Por cierto, tengo algo para ti.

El Uzumaki saca el dibujo que hizo en la mañana y se lo da a la peli rosa, ella estaba sonrojada ya que era la foto que Kenichi le sacó cuando tuvieron esa salida al teatro y lo abraza.

Louise: Gracias. – dijo mientras evitaba que el Uzumaki viera su sonrojo.

Kenichi: De nada, ahora descansemos, tardaremos un poco para regresar. – ella asiente y se duerme en su hombro, el pelirrojo con puntas negras mira a Indra quien le da el pulgar arriba.

Mientras tanto en el castillo, Cattleya miraba donde se fue su hermana y de pronto tosió con fuerza, había usado toda su energía para usar alquimia en esa cadena, pero se recupera y ve al pajarito que estaba herido, le retira la venda del ave y lo coloca en la ventana. El pajarito dudaba, pero la peli rosa asiente, por lo que el pajarito se va volando para luego mirar el atardecer.

Mientras tanto, en el otro mundo.

https://youtu.be/SeLC55FOUCI

Las tropas de Aiur se habían reagrupado junto con las fuerzas aliadas, estaban a kilómetros de la casa blanca y había una gran resistencia.

Satoshi: El golpe final.

Takao: Es momento de que Aultcray pague por todo. - dijo mientras los soldados preparaban sus armas.

Aaron: ¡Pues daremos lo mejor! ¡POR AIUR! ¡POR NUESTRO AMIGO!

Takao/ Satoshi: ¡POR AIUR! - dijo mientras levantaban el puño al cielo, al igual que los soldados.

Takao ¡PREPÁRENSE SOLDADOS PORQUE AL AMANECER AULTCRAY CAERÁ!

Fin del capítulo.

Espero les haya gustado ...

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.

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