Algo más que un contrato⚠️(+18)

Kenichi miraba a las gárgolas, eran demasiados y rodeaban en todo el bosque, tenía una mirada fría, pero ni con eso intimidaba a Sheffield que miraba con interés al pelirrojo con puntas negras, mientras tanto, Louise se sentía feliz de volver a verlo.

Louise: Te tardaste mucho Kenichi...- decía limpiándose las lágrimas.

Kenichi: Lo sé y lo lamento, pero ahora todo está bien. - dijo sin mirarla a los ojos ya que seguía observando al atacante.

Sheffield: Pero miren quién está aquí, Gandalfr ¿Dónde estabas? ¿Holgazaneando?

Kenichi: Yo no soy Gandalfr. - eso sorprendió a Sheffield y a Louise.

Sheffield: ¿Entonces quién eres?

Kenichi: Son Kenichi Uzumaki, un saiyajín libre.

Sheffield: ¿Qué? ¿No se supone que eras el portador de Gandalfr?

Kenichi: Eso es simple, ya no poseo las runas en mi mano izquierda. - dijo mostrándolas y Louise queda en shock, ya que para que eso ocurra, el familiar debe morir para que las runas desaparezcan.

Louise: ¿E-eso es...cierto?

Kenichi: Sí, mi corazón se detuvo por minutos, por lo que se asumió que yo había muerto. - ella se tapa la boca, miraba con dolor al Uzumaki.

Sheffield: Qué lástima, y yo que iba a conocer a un compañero...

Kenichi: Je, no me subestimes, aún sin Gandalfr, soy un guerrero con quien no debes tomártelo a la ligera. - dijo mientras se tronaba los puños.

Sheffield: Entonces que todos vayan contra ti.

Kenichi: Louise, ve aun lugar seguro, hablaremos cuando esto termine. - ella estaba angustiada, fue casi lo mismo cuando se enfrentó contra el ejército, pero, decide hacer caso y se mantiene alejada, las gárgolas se lanzan contra el Uzumaki, quien empieza a dar golpes a diestra y siniestra, eran algo molestos, pero Kenichi no retrocede y sigue golpeando.

Sheffield miraba con interés al Uzumaki, apenas con los puños logró derribar a 30 gárgolas, para su sorpresa Kenichi salta para ir a donde estaba ella pero el familiar se desvanece y aparece en otro lado.

Kenichi: Así que con esas. - desenvaina sus espadas y empieza acortar a las gárgolas, pero las gárgolas eran demasiadas y algunas tenían armas hasta que varias gárgolas empezaron a sujetarlo y trataban de mantenerlo inmovilizado, pero el Uzumaki libera su ki, haciendo que las gárgolas salgan disparadas.

Sheffield: Así que él también, pero se ve que tiene más control ¿Qué energía será?

Kenichi da un salto y gira a gran velocidad, partiendo a varias gárgolas, para perforar a 3 de una sola estocada y corta el cuello a 4, arroja a Incursio hacia el cielo y sujeta el mango de la otra con sus dientes, para extender sus puños y varias esferas de ki destruyen un gran número.

Kenichi: ¿Eso es todo lo que tienes? - decía con seriedad mientras atrapaba la espada Incursio y con la otra a Derflinger.

Sheffield: No, pero gracias por preguntar. - dijo mientras invocaba más gárgolas, algunas gigantes con espadas, que sin dudar atacaron a Uzumaki, pero Kenichi demostraba no ser un blanco fácil, desviando los ataques y esquivándolos a pesar de la desventaja numérica.

Kenichi: A decir verdad son demasiados .... ¡INCURSIOOOOOOOOO! - fue grande la sorpresa de Sheffield al ver cómo el Uzumaki era envuelto en una armadura, no iba a mostrar todas las cartas.

Sheffield: Impresionante, muy impresionante. - decía analizando esa armadura que cubrió al Uzumaki, Kenichi, empuñando su lanza y Derflinger vuelve a atacar a las gárgolas. - Ten cuidado que uno puede a atacar a tu ama.

En efecto, una pequeña gárgola estaba detrás de Louise quien estaba aturdida, saber que realmente murió, por tratar de procesarlo, no se dio cuenta que el enemigo estaba detrás, pero justo antes que la ataque, una espada atraviesa su cabeza.

Indra: Menos mal llegué a tiempo. - dijo con su armadura activada mientras retiraba a Lostvaine de la cabeza de la gárgola.

Kenichi: Gracias Indra. - decía aliviado mientras daba una patada de hacha a la cabeza de otra gárgola, Indra se lanza al ataque y acaba con una gárgola gigante, primero con cortes y luego prepara una llamarada en sus manos.

Indra: ¡HELLBLAZE! - con ese ataque desintegra a la gárgola.

Sheffield: Eso no estaba en mis planes, ¿Quiénes son estos sujetos? No he visto esas armaduras antes, además que tienen ataques raros.

Kenichi: ¡Indra! - él asiente y prepara llamas en sus manos y el Uzumaki un disco de ki.

Kenichi/ Indra: ¡Ataque combinado: Disco ardiente! - el disco es lanzado y envuelto en llamas púrpuras, haciendo que muchas gárgolas y unos cuantos árboles fueran cortados y donde estaba un gran número de gárgolas Kenichi arroja una esfera haciendo que el disco explote, acabando todas las gárgolas.

Kenichi: Tú sigues. - Sheffield miraba con interés a los 3, tenían unas habilidades extrañas.

Sheffield: Muy interesante, pero aún tengo algunos trucos...- en eso recibe algo y su mirada pasa a una enamorada. - ¡Joseph-sama! - Los 3 miraban extrañados ese cambio de comportamiento tan repentino, hasta que Sheffield está con la mirada ensombrecida. - Pero... ¿Por qué? Si lo tomo en serio, ellos caerían. - unos momentos pasaron ella vuelve a sonreír. - Entiendo, así que quiere jugar...vacío contra vacío. Entendido Joseph-sama...Bien, por esta vez se salvaron, pero a la próxima, me pondré seria.

Kenichi no pierde el tiempo y arroja su lanza donde estaba ella, sin embargo ella desapareció, haciendo que el bosque quede nuevamente en silencio.

Kenichi: Tsk, cobarde. - Al cabo de unos segundos llegó Agnes con el transporte, además de Tiffania y Siesta que escucharon el ruido, por unos minutos estuvieron buscando por los alrededores a la atacante pero no había ningún rastro de ella.

Una vez que se calmó la situación el Uzumaki estaba frente a Louise quien estaba callada, Kenichi supuso que tenía que procesar todo hasta que Louise habla.

Louise: Mi nombre es Louise Françoise Le Blanc de la Valière. Pentágono de los 5 poderes elementales, bendice a este ser humilde y conviértelo en mi familiar. - ella se acerca y besa al Uzumaki por unos segundos, hasta que Kenichi siente un dolor en su cuerpo como en la primera vez, pero esta vez lo resistió y su mano izquierda empieza a grabarse las runas.

Siesta: ¡Kenichi-san!

Kenichi: Estoy bien, cielos, hacer el contrato duele a pesar de que trates de soportarlo. - Louise miraba la mano izquierda del Uzumaki para luego decirle lo siguiente.

Louise: Quiero hablar contigo. - tenía la mirada ensombrecida, Kenichi sabía que era algo privado.

Indra: Muy bien chicos, es hora de volver.

Tiffania: Hay una casa alejada para que puedan hablar tranquilos.

Agnes: Tómense su tiempo, iré a afilar mi espada.

Indra: Tú vienes conmigo. - dijo tomando Derflinger y se iban.

Siesta: Suerte. - fue lo único que dijo para reunirse con los demás, ambos empezaron a caminar hacia el lugar indicado, nadie decía nada.

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Llegaron a la casa que estaba alejada del pueblo y donde podrían hablar más amenamente, aunque esa no es la palabra correcta, de hecho, simplemente es para que puedan hablar en un lugar cómodo y no estando de pie, ya que esta tenía una cama para que los dos duerman juntos, pegados, pero dormirían.

Kenichi se veía impasible, pero por dentro tenía ciertos nervios, mientras que Louise estaba muy acomplejada sobre esta situación, pensó en el Uzumaki estando muerto y eso la devastó, pero tras un viaje de búsqueda, pudo dar con él, necesitaban comodidad para hablar porque esto iba a dar para rato, aunque no solo estamos hablando de una conversación, también hablamos de un plan que Louise piensa llevar a cabo, aún tiene inseguridades, pero va pensando sobre la marcha como llevarlo a cabo de la mejor manera.

Louise: Kenichi... yo... -tenía la mirada baja y ensombrecida, está demás mencionar que era difícil soltar las palabras con las cuales quería expresarse en el momento-

Kenichi: ¿Si Louise? -estaba curioso por lo que diría, además de intentar incentivarla a hablar, no es que él no esté nervioso, es que es bueno guardándose sus nervios para mantenerse firme ante las adversidades, es como su respuesta automática desde que lo hacía seguido, aprendió a solo mantener seriedad, pero con ella no tiene motivos, de hecho, ella es la que merece ponerse agresiva con él.

Louise: ...-sus labios le temblaban y se agarraba de su falda por los nervios, en un intento de apaciguarlos- Te eché de menos... idiota -lo hizo sudar por lo agresiva que siempre es, hasta en los momentos tristes y emotivos de reencuentro como estos, pero solo era el pensamiento del Uzumaki- siempre... siempre que... estaba en peligro, te lanzabas por mí... yo también quería ayudar, pero me hacías a un lado, como una simple y mera carga... como un estorbo -esas palabras lo sorprendieron, él nunca la vio así, solo tenía el deseo de protegerla a toda costa, primero porque era su deber y luego porque le agarró mucho cariño y se volvió alguien querida por él- sobre todo cuando te enfrentaste a ese musculoso lunático... luchaste hasta la muerte de uno de los dos... afortunadamente le ganaste, pero tus heridas podrían haber dejado irremediables cicatrices o peor aún... la muerte -ella era la Zero, era mala para la magia, Zero es por su nivel de habilidad con la magia, pero ella se mantenía firme y fuerte ante los insultos que le decían, lo que si la movía emocionalmente era la muerte de su familiar, el hombre pelirrojo que se robó su corazón, como si el cabello de dicho hombre fuera el hilo rojo del destino que los unió con tan solo haberlo visto- quería ayudarte, pero me hacías a un lado... me decías que me aleje porque podría salir herida... ¿acaso no volteabas a verte a ti mismo idiota? -tras mucha retención en sus ojos, las lágrimas poco a poco empezaban a desbordar de sus ojos, aunque sus palabras salían entre cortadas y con dificultad, pero era escuchada atentamente mientras estaban sentados sobre la cama de la pequeña pero acogedora casa, aunque lloraba, Kenichi sabía que necesitaba desahogarse y soltarlo, él estaba listo para recibirla si optaba por un abrazo para llorar en él, pero lo único que hacía era sujetar su falda- tuviste esa enfermedad cardiaca que casi te mata, no te molestaste en descansar y te pusiste a luchar de inmediato contra 70000 sujetos hasta que... sucedió... eso -ni siquiera quería mencionarlo, hablar meramente del tema ya le hacía un daño inmensurable- me preocupaste más, pero no quería aceptar esa realidad, sabía que eras más fuerte porque, se supone que los idiotas son difíciles de vencer y vine a buscarte, aun así seguiste peleando y protegiéndome de esos familiares... -podía tener cada vez más confianza para hablar, pero esa confianza era proporcional a las lágrimas que seguían desbordando, deslizándose por sus mejillas hasta caer lejos de su rostro- me permitiste otro contrato contigo, pero... no sé... no creo que sea buena idea...

Kenichi: -procesaba a toda máquina sus palabras que le dolían, pero no tanto como verla así, ambos han desarrollado sentimientos mutuos que les duele demasiado verse en estados graves, porque bien dicen que las palabras duelen más, para ellos les duele todo lo negativo que le pase a su contrario- ¿Y por qué no lo crees? -le sorprendió que le pareciera mala idea y luego de mucho escucharla tomó la palabra, ya que ella parecía esperar una respuesta al hacer silencio o quizás lo hizo para desahogar sus penas en silencio unos momentos-

Louise: Por ese contrato llegaste hasta mi... y por estar junto a mí, por protegerme sin detenerte a verte... acabaste muerto -su voz no ha dejado de sonar quebradiza desde que comenzó a expresar sus penas y sus temores- te amo mucho Kenichi... por eso es que no quiero que sufras... aunque signifique que nos alejemos -soltó su falda para acercarse con lentitud a gateos en la cama, aunque la distancia no era mucha, ella se acercó hasta estar cerca para apoyarse en él y levantar su llorosa vista para besarlo con suavidad y amor, Kenichi se mantuvo impasible, pero de inmediato correspondió mientras descansaba sus manos sobre la pequeña espalda contraria, dejando que el beso dure tanto como lo quiera Louise, quien no quería alargarlo mucho para poder alejarse de Kenichi y que deje de sufrir tanto por ella- Adiós... Kenichi.

Se levantaba con dolor de la cama, pero no era dolor físico sino emocional, era el mayor pesar de todos sus tiempos, acabó desechando su primer plan sobre amor, porque se dio cuenta de que el hombre que amaba y seguirá amando sin importar que, solo ha estado sufriendo por su culpa desde el día en el que llegó hasta el de hoy, por lo tanto tomó esta decisión, a pesar de todo el dolor que siente su corazón, es lo mejor por el bien de él.

Kenichi no esperaba que sucediera todo esto, pero reaccionó cuando la peli rosa que ama se estaba yendo y no tuvo ninguna duda en el momento en el que le sujetó el brazo y la hizo girar para tirarla hacia él, la atrapó entre sus brazos y de inmediato la besó, no obstante, Louise no correspondió, no quería tener esperanza de poder estar con ella, simplemente por pensar en que el seguirá sufriendo, solo le acarició unos mechones a ese hilo rojo del destino el cual ella quería romper por el bien de él, pero dejó de hacerlo cuando Kenichi se separaba del beso y la veía, Louise se veía quebrada y con la mirada perdida, pero estaba atenta a lo que se le diría.

Kenichi: Yo también te amo Louise y si me arriesgo es por ti -sus palabras eran escuchadas, pero no eran tan tomadas en cuenta para no tener más peligros, por eso es que no cambiaba su expresión, no quería la confianza de seguir a su lado, porque también significa más dolor para él y ella no lo quiere- si me he lanzado a todos esos peligros, es por ti Louise, no porque seas mi ama, porque te amo y si fuera por ti, golpearía a Dios en la cara con tal de que me deje estar junto a ti -no lo quería, pero inconscientemente, Louise recuperaba su confianza para estar junto a él, trataba de matar sus esperanzas amorosas junto a él, pero por más que lo lograra, una parte de ella quiere seguir escuchándolo para saber que podrán seguir estando juntos- no te hago a un lado porque te considero un estorbo, solo no quería que te expongas a batallas tan riesgosas como esas para que no salgas herida, porque... tengo miedo. -Louise apenas contuvo su sorpresa por escuchar eso, Son Kenichi Uzumaki siempre fue un hombre duro y resistente, siempre era alguien de voluntad inquebrantable y se lanzaba al peligro con tal de proteger a sus seres queridos sin detenerse a pensarlo dos veces, ni siquiera lo pensaba, solo saltaba y peleaba con todas sus fuerzas por aquellos que él quiere, pero lo que más impresionaba, era que él nunca tenía miedo, no importaban los riesgos, se ponía tenso por pensar en cómo superar las adversidades frente a él, pero acaba de hacer una declaración impensable si es que viene de alguien como él- tengo mucho miedo... de que algo llegue a pasarte -como todo Uzumaki, él es alguien de gran corazón y ese gran corazón incluye grandes sentimientos y el de apreciar a sus seres queridos era uno de los más grandes, es por eso que tiene miedo, sabe que es fuerte, pero nunca sabe si es más fuerte que su oponente y teme perder a sus seres queridos por su culpa- te amo con todo mi corazón Louise, por eso me arriesgo por ti, porque verte en estados tan graves como estos, son los que más me duelen, más que cualquier herida que haya obtenido en toda mi vida.

Su dolor al pelear era grande, pero su dolor al ver mal a Louise, era inconmensurable, la amaba más que muchas cosas, porque el amor de familia también es inmenso, pero la maga peli rosa abarca una gran parte de su corazón y no quiere que se vaya para que luego sienta un vacío imposible de llenar, sentimientos de amor que Louise esta vez sí correspondió ya que le sujetó las mejillas con suavidad mientras Kenichi le abrazaba la cintura y se atraían mutuamente hasta que se fundieron en otro beso, Louise puedo pensar a fondo en todas las palabras que le dijo su amor platónico y comprendió que sus sentimientos eran correspondidos, comprendió que ambos querían estar con su contrario y que no van a importar las adversidades, estarían ahí para el otro.

Las lágrimas de Louise caían descontroladamente, pero aunque se acumularon por el dolor, la pena y la tristeza, esta vez es por la alegría, la emoción y el amor, no tiene ni la menor duda en que se enamoró de un gran hombre que la ama con todo su ser, sentimientos a los cuales ella corresponde sin temor al rechazo o las burlas de alguien, sin embargo, esa confianza para amar también la hizo retomar su plan anterior, tenía nervios, no sabía cómo todo saldría, tenía miedo, esperaba que Kenichi pudiera disfrutar a pesar de que se trate de ella, pero también tenía alegría, si todo salía como ella lo quería, podría ser una con su amado hombre.

No tenía idea de cómo hacer estas cosas, pensó que sus instintos la llevarían a algo, pero debía tomar la iniciativa para que sus instintos la apoyen el resto del camino, así que empujó al hombre que estaba sentado para ahora acostarlo.

La diferencia de fuerza era inmensa entre ambos, pero por curiosidad y sorpresa se dejó empujar y quedar acostado con ella arriba, no dejó su concentración en el beso mientras la rodeaba con sus brazos para mantenerla apegada, lo cual ella aprovechó para usar su entrepierna y presionarlo con su intimidad la del Uzumaki, como si quisiera aplastarlo, pero esa idea acabó desechada en seguida porque empezó a frotarse hacia atrás y adelante, a lo cual se formaba un bulto en respuesta, pero el beso se separó mientras que el Uzumaki sentía cierto dolor por lo sensible que es esa área que está siendo aplastada y frotada.

Kenichi: Louise, ¿Qué estás...? -su pregunta no se terminó de formular, pero ella entendía a lo que iba y mientras se limpiaba las lágrimas, tenía una mirada diferente, como si tuviera un deseo que cumplir, o más bien, tiene deseo por cumplir algo-

Louise: Te amo mucho Kenichi, quiero estar contigo, pero no solo en el sentido de amarte -no dejó de frotarse contra el bulto que crecía en el pantalón del Uzumaki y que se notaba levemente húmedo en el pantalón por la humedad que proviene de la ropa interior de la maga- quiero que me tomes, por favor, conviérteme en mujer -volvió a tomar la iniciativa para besarlo, no obstante, sus instintos la empezaron a guiar y el beso se volvió intenso, hasta el punto en el que empujó su lengua contra la boca del Uzumaki que abrió su boca y empujó la suya contra la de ella, moviéndose como si de una danza se tratara entre las lenguas para invadir la boca del otro, pero los instintos les dijeron que pararan para pasar a otra cosa, porque esos húmedos besos los podrán tener de a montones- sé que no soy la mejor para esto, pero por favor, déjame ser una contigo, aunque sea por pena.

Esas palabras le disgustaron, el no haría estas cosas por pena, no lo haría con cualquier mujer, solo con aquella de la cual esté enamorado, por lo que la sujetó y los volteó en la cama, la vio intensamente con una mirada profunda y penetrante.

Alerta de Lemon

Kenichi: Nunca digas eso Louise, eres muy hermosa y sin importar el tamaño de tu cuerpo te amo, así que no te menosprecies y seamos uno -le molestó que se tratara tan mal a sí misma, es por eso que le sujetó las muñecas, la aprisionó contra la cama y así, le impidió reaccionar e hizo que le dejara hablar para dejarle en claro que ella no tiene nada malo en ella, sentía que volvería a llorar de felicidad, pero se contuvo con todas sus fuerzas y se levantó como pudo para alcanzarlo, el entendió y le soltó sus muñecas para que sus manos ahora estén en la cama apoyándolo mientras Louise le sujeta la quijada con ambas manos y lo vuelve a besar amorosa y cariñosamente, sin demora en ser correspondida como ya es costumbre desde hace unos momentos, pero con sus definiciones sexuales aun haciendo fricción entre sí y el beso se terminaba poco a poco, manteniendo los ojos cerrados unos momentos hasta abrirlos y verse directamente a los ojos con mucha pasión y amor, sus ojos estaban brillando por el caluroso momento en el que se encuentran, mirándose con apetito del otro.

Esta vez los instintos de Kenichi actuaron primero y lo hicieron desabotonar uno por uno los botones de la camisa de Louise que veía sonrojada sus acciones, pero mantenía sus manos recostadas en la cama para mantenerlas al margen y que el saiyajín siga, hasta dejarle expuesto sus muy reducidos pechos, Louise con vergüenza se tapó la cara, aunque ya se le fue dicho que no hay ningún problema con su cuerpo, ella aún los tiene, así que depende de Kenichi y sus próximas acciones sobre el estado de ánimo de su amante.

Bajó y con lentitud dio una áspera y dura lamida a su pezón derecho, el cual estaba duro por el frío que le llegó repentinamente al estar desnuda y por la excitación que se le bajó un poco cuando Kenichi vio su pequeño busto, el cual de todos modos saborea, ya que siguió con las lamidas a ese pezón mientras que el izquierdo era apretado con poca suavidad y estirado, sacando gemidos constantes y alguno que otro grito, porque le dolía el izquierdo de tanto que se lo estira y exprime además de girarlo, sin embargo las manos de Louise no han dejado de tapar su rostro y hasta lo aplastaban con su poca fuerza mientras apretaba sus puños que iban más a sus ojos los cuales también apretaba por el dolor.

Las mordidas a sus pezones eran leves, pero era la primera vez que sentía algo como esto y le dolía, pero Kenichi tenía los instintos demasiado encendidos como para apagarlos o si quiera apaciguarlos, los saiyajines son una raza de guerreros que se transforman en monos cuando hay luna llena y se vuelven salvajes. En estos momentos Kenichi no necesita transformarse para andar de salvaje porque dejó sus pechos para bajar lamiendo todo su delgado fino cuerpo recorriendo con su lengua, dejando un brillante camino por la saliva que quedaba impregnada, en las vueltas que daba por este, hasta pasar por su ombligo donde insertó su lengua haciendo que sienta un cosquilleo que terminó pronto porque siguió hasta llegar a su parte baja.

Louise se asustó en ese momento porque llegó a su punto sensible y que define su sexualidad, le bajó sus bragas y notó lo húmeda que ya estaba, demasiado chorreante y Kenichi se quedó viendo unos momentos mientras le sujetaba las piernas y se las levantaba para contemplar mejor.

Louise: Kenichi, no te me quedes viendo -tocaba las puntas de sus dedos con nerviosismo por tener su vista clavada en él- ni siquiera es una buena vista, está sucio.

Kenichi desmintió todo con una profunda lamida en donde se llevaba parte de los jugos en el proceso y metía su lengua al tener la oportunidad y pegar su boca para saborearla, llevándose más de sus jugos esparcidos en el proceso, lo cual para Louise se sentía de maravilla, su boca se sentía muy cálida para ella y sentía muy a fondo como sorbeteaba los fluidos que botaba como respuesta a la agradable sensación.

Por más que quisiera levantarse, cambiarlos de posición y ser ella quien sienta al saiyajín, pero el placer era inmenso que quería quedarse acostada y seguir retorciéndose inmensamente del placer constante que no para de recibir ni aunque uno de los dos necesite respirar más calmadamente, porque la lengua del hombre la volvía loca de placer y su respuesta ante ese placer eran sus gemidos, sus ocasionales gritos, el aplastamiento de su cabeza contra la vagina de esta, a base del empuje de sus manos y pies que le aprisionaban la cabeza, como podían estos últimos ya que sus piernas eran sujetadas y levantadas para poder tenerla más expuesta.

El cosquilleo en su parte más sensible la hacía sentir que venía algo, algo grande se avecinaba y no podía dejar de sentirlo ni por un segundo de tanto delicioso placer que no deja de experimentar y que tampoco quiere dejar de hacerlo, en especial por el cosquilleo incesante.

Louise: Kenichi~ aah~ algo viene~ mmmh~ algo grande~ se acerca~ -le costaba hablar, pero puso todo de si para concentrarse en hablar y lo que salió de ese esfuerzo fue el resultado, aunque al relajarse el placer se intensificó al igual que la lengua de Kenichi que la devoraba junto a su boca con gran apetito hasta que alcanzó el cielo en carne propia mientras soltaba un muy audible chillido-

Los fluidos salieron disparados sin ninguna dirección específica además de la boca de Kenichi que a pesar de haberse sorprendido, bebió con esfuerzo tantos fluidos como podía atrapar al pegar su boca de la cual desbordaba por el exceso hasta que dejaron de salir y los espasmos en Louise no se hicieron esperar mientras tenía lágrimas formadas en sus ojos que no tenían una vista muy clara.

El estremecedor placer le nubló el juicio de su pureza en realidad, mas no la vista, porque puede ver perfectamente la madera bien labrada de la acogedora cabaña donde piensan terminar con lo que pronto empezarán.

Consumar el acto y volverse uno con su amante.

Kenichi: -levantándose para acercarse hasta estar a la altura de Louise- ¿Estás bien Louise? -le acaricio su mejilla y aprovechó de empujársela para hacer que la viera con lo poco y nada que podía procesar con su vista lagrime ante-

Louise: -Su respuesta solo eran jadeos en un intento de recuperar la respiración tras tanta hiperventilación, pero al comprender mejor su pregunta y notarlo sobre ella le pudo dar una respuesta- Acuéstate -no lo comprendió mucho y la peli rosa tardó unos segundos en notarlo ya que su mente no le deja procesar bien por el placer que le nubla el juicio ya que es la primera vez que siente algo así- yo también quiero que te sientas bien.

Ahora si comprendió a lo que quería llegar con su petición, tenía dudas por el estado tan indefenso en el que se la veía, pero ella ya estaba levantándose casi como si nada hubiera pasado, ya que aún tenía espasmos que le dificultaban moverse, pero ahora ambos estaban en el lugar que antes tenía el otro y Louise ya no temblaba, secó sus lágrimas al estar sobre él y bajó para besarlo con deseo.

Era apasionado, pero también un poco corto ya que tenía la necesidad de hacerlo sentirse bien a él también, no quería hacerlo esperar ya que ella se sintió bien y quería compensar la falta de cuerpo, compensando por quitarle todas sus prendas superiores sin preguntar y morderle un costado del cuello, hundiendo levemente sus dientes mientras pegaba sus labios para también besarlo, a lo que Kenichi respondió conteniendo un gruñido entre sus dientes mientras la miraba actuar.

A pesar de que se le dijo con anterioridad que su falta de voluptuosidad no es ningún problema para él, Louise explosiones mágicas locas siente la necesidad de compensar ese defecto en la genética, que es como ella lo considera, experimentando con el cuerpo del fornido Uzumaki con quien siempre siente comodidad y calor, por lo que siente la confianza hasta las nubes para hacer estas cosas sin ser regañada por algún error o algo por el estilo, porque ella cree que es demasiado bueno y merece algo mejor, pero si la ama tal cual, entonces lo hará lo mejor posible por él.

La saliva se deslizaba por el mordisqueado y rojo cuello, rojo que era más brillante que el cabello del dueño de ambas características tan distintivas, ya que parece que lo quiere tener de su propiedad, no está consciente de Kenichi le puede devolver el favor y le puede llegar a doler como a él le duele pero en mayor medida por la diferencia de resistencia.

Bajó con besos por sus fuertes pectorales, dejando puntos levemente brillantes por la saliva que quedaba ya que también hacía contacto con su lengua mientras besaba, lamiendo su abdomen cuando pasaba por ahí mientras que Kenichi la veía con un rubor en sus mejillas por como bajaba y besaba constantemente, aunque notaba leve prisa al bajar ya que llegó hasta su pantalón el cual quiso quitarle en seguida, lo cual le tomó un poco, pero lo logró y su emoción inicial se combinó levemente con miedo por lo grande que lo notaba.

Kenichi tenía la mirada hacia arriba y no notó la reacción de Louise solamente para relajarse ya que se avecina algo que nunca sintió y también porque quería relajarse del ardor que quedó en su collar de marcas, mientras que Louise lo seguía viendo y se relajaba poco a poco, no es que le disgustara el gran tamaño, es que temía por la falta de tamaño que puede haber en ella o que no camine, pero al acercarse más, no pudo evitar lamer sus labios por pensar en cómo se sentirá.

En algún momento privado que tuvo, se masturbó pensando fuertemente en el Uzumaki, asegurándose de pasar desapercibida, pero la sensación entre la carnosa lengua junto a los dulces labios de su hombre y la piel de su mano junto a sus duras uñas iban a tener una muy clara diferencia cuando llegue a suceder, aunque ella sea de clase alta y todo el alboroto, no puede evitar pensar y realizar tales actos carnales, aunque el que hará será uno de los más lascivos e impropios para su posición política, aunque nadie negará que lo disfrutará más que nada en el mundo, más que cerrarle la boca a aquellos que se atreven a burlarse de ella.

Lo sujetó suavemente con sus finos dedos provenientes de sus manos de porcelana, acariciándolo al girar en sentidos contrarios sin brusquedad mientras lo miraba con cierto nerviosismo por todavía tener el temor de que esté en ella, sin embargo no todo era malo ya que se sentía duro y eso la emocionaba de cierta manera por sentirlo, pasando su mirada a una de éxtasis ahora, acercándose a la punta para depositar un suave beso que estremeció al Uzumaki quien tenía los ojos cerrados mientras tenía su mirada hacia arriba en la posición en la que se encontraba.

Sus manos subían y bajaba mientras lamía la cabeza con su pequeña lengua que le deja escalofríos por sentirlo así, pero esos escalofríos no le disgustaban porque su lengua era suave y quedaba un rastro de saliva un poco leve por esta, además de seguir masturbándolo con ambas manos hasta que bajaron y subía su cabeza mientras le lamía el glande mientras se apoyaba en su pelvis para seguir con su ritmo sin problema, viéndolo con una hambrienta mirada, dando a entender que la tímida y nerviosa Louise que había en un principio ya no estaba porque ahora estaba muy decidida.

Kenichi no reaccionaba de alguna manera muy llamativa ya que se sumía en el placer, relajándose y dejándose llevar ya que se siente bien, pero no fue por mucho porque la punta de su cabeza fue atrapada por la pequeña boca de la maga y poco a poco fue atrapando el resto con su boca al deslizarse hacia abajo mientras acariciaba lo que ya había entrado para estimularlo más.

Era apretado, pasaba a sentirse un poco doloroso en vez de completamente placentero, llevó una mano a la cabeza de Louise para intentar frenarla.

Kenichi: L-Louise... duele -trató de ser escuchado, pero Louise no hacía caso y seguía bajando con algo de lentitud atrapando poco a poco más de su virilidad-

La mano del saiyajín alcanzó la cabeza de Louise, pero ella reaccionó en seguida y le sujetó la cola quitándole toda la fuerza para moverse, pero soltó levemente para que no quedara inconsciente y aún pudiera reaccionar, además de sacárselo de la boca dejando parte del miembro, que es la que entró, lubricado con la saliva de Louise, mientras que ella lo veía.

Louise: No me interrumpas Kenichi -su mirada no se veía tan exigente por lo acalorada que se veía por su deseo carnal.

No dijo más y volvió a bajar mientras atrapaba su virilidad con la boca y lo acariciaba con su lengua, teniendo la atención del Uzumaki que esta vez no podía reaccionar y se mantenía al margen mientras la veía, aunque esta vez estaba un poco más preparado por ser la segunda vez que la siente, aunque esta vez estaba llegando cada vez más abajo, aunque era difícil y le llegaba hasta la garganta, pero bajó hasta que chocó su nariz con la pelvis ajena y se acomodó su cabello con su mano libre haciéndolo a un lado para que no alcance su cara mientras estaba muy concentrada en succionarlo manteniéndose ahí, pareciendo que lo quería exprimir mientas le acariciaba y rodeaba todo lo que podía con su lengua.

Leves quejidos de dolor eran las respuestas obtenidas por el pequeño espacio en el cual está sumergido su virilidad, aunque debía admitir que se sentía bien, ya que poco a poco se liberaban cada vez más endorfinas que le permitían a su cuerpo aliviar cada vez más el dolor que sentía y también liberaba más dopaminas que lo hacían sentir placer por tener su miembro en la boca ajena, aunque esas mismas dopaminas lo hacían sentirse cada vez más motivado para saltarle encima y someterla, pero la sujeción sobre su cola no le permitía moverse ya que quedaba sin fuerzas dependiendo de cuanto se la apretaran y la fuerza que aplicaba la peli rosa era suficiente para que no pudiera moverse y siguiera consciente, ya que ella lo conoce muy bien en ese aspecto, ahora lo conoce en casi todo ya que conoce el tamaño del pequeño Kenichi, pero todavía no sabe cómo se siente cuando está dentro de ella.

Poco a poco iba ganando velocidad, no era mucha todavía, pero entre moverse constantemente arriba y abajo, succionar como si de un jugo con bombilla se tratara y lamer lo que ya estaba dentro de su boca igual era un gran placer para Kenichi que soltaba uno que otro gruñido como única reacción ya que Louise no le soltaba la cola ni para respirar, aunque de todos modos no lo necesita, no cuando tiene tanta concentración para hacer esto, por más inmoral que pueda llegar a ser visto.

La forma en la que le chupaba constantemente la hacía parecer una mujer sucia, aunque es impropio viniendo de alguien como ella, una mujer de clase alta, sumamente refinada y criada con los mejores modales, pero ahora todos esos modales se perdieron, porque ahora mismo, hambrienta de sexo, aunque es su primera vez en esta clase de situaciones, aunque esos son solo prejuicios de otros que critican solo por complejos de superioridad, aunque si quiere hacerlo, no es una cualquiera ya que no se entregaría jamás a cualquier hombre, solo del que está enamorada y es al cual quiere satisfacer con todo su ser.

Esa misma satisfacción ya mencionada hacía que Kenichi alcanzara poco a poco el límite del placer que es capaz de resistir, que con el paso de los minutos eternos en los que se sumían en esto, con la cantidad suficiente de tiempo el miembro dentro se volvía poco a poco más grande, pero Louis no lo notaba porque su boca ya era pequeña, por lo que no podía distinguir cuando era más grande y cuando más pequeño, aunque si era capaz de escuchar a Kenichi.

Kenichi: Louise~ yo, voy a mmmh~ -no era capaz de formular palabra alguna por la fuerte succión que hace Louise en él, como si fuera una fruta a la cual sacarle todo el jugo.

Esas pocas y simples palabras fueron comprendidas al instante, aunque no hizo algo que lo pueda aliviar, al contrario, lo que hizo fue aumentar su velocidad, ella sabe lo que viene porque se preparó para este momento, después de todo este era su plan, volverse una, aunque no tenía toda la certeza del mundo sobre hacer esto, pero ahora que lo está haciendo, tiene toda la confianza de la galaxia para continuar infinitamente haciendo estas cosas como si no hubiera un mañana para satisfacerlo.

El pelirrojo apretaba los dientes porque cada vez le apretaba más, pero soltó un gemido repentino por sentir que algo salía y efectivamente, se corrió dentro de la boca de Louise que se sorprendió al principio, pero bajó hasta el fondo para que lo pueda tener hasta la altura de su garganta para que todo fuera liberado a chorros, mientras trataba de digerirlo y usamos el verbo tratar porque igual se salía por las comisuras de sus labios y se deslizaba por la pelvis del Uzumaki que tenía la mirada elevada en su posición estando acostado pero al borde de la inconsciencia porque repentinamente Louise le había estrujado la cola cuando se corrió y hacía todo el poco esfuerzo que podía hacer para mantenerse consciente, por más difícil que sea, pero Louis le soltó la cola sin notar lo que había hecho con su cola y se lo sacó de la boca para lamer lo que se había salido, dejando limpio y húmedo por sus rastros de saliva, ya que si bien tenía un raro sabor, no era algo que le disgustara, era adictivo por como lo sintió en el momento.

Se vieron unos momentos aunque con dificultad por parte de Kenichi quien se reincorporaba a penas por haber liberado tanto semen con la poca fuerza que tenía al ser apretada su cola, pero la miró con un brillo potente de lujuria en sus ojos y dicha mirada era correspondida en cada aspecto, hasta la brillante lujuria, junto al deseo de hacerlo de una vez.

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Ya se encontraban en una posición comprometedora, Louise de la Valière estaba abajo, acostada, con su cabeza descansando en la almohada y sus manos en puño suave sobre su pequeño busto mientras tenía sus piernas abiertas alrededor de la cintura de su amado, viendo a Son Kenichi Uzumaki quien estaba arrodillado y frente a ella, correspondiendo a su mirada.

Kenichi: ¿Estás segura de hacer esto Louise? -aunque la haya visto cometer actos lascivos y pervertidos, aun así tiene su sentido de la moralidad lo suficientemente funcional como para detenerse de continuar con esto- Tomaré tu virginidad si lo pongo y no habrá vuelta atrás -piensa en el dolor que Louise sentirá, piensa que se puede arrepentir de hacerlo con él, piensa que ya no lo está amando, solo porque se preocupa demasiado por ella, a pesar de todo lo que ya han hecho hasta este punto-

Louise: Aceptaste a mi petición de ser uno conmigo ¿no? -a diferencia de como siempre le hablaba, esta vez le decía con gentileza, cariño y amor, estaba tranquila por fuera y por dentro solo tiene leves nervios por tenerlo dentro, pero eso es abrumado por su felicidad de hacerlo con quien más ama en todo el mundo- si no estás bien haciéndolo como mi amante, entonces hazlo como si fuera una orden de tu ama. -cerró los ojos mientras mantiene su sonrisa, ella sabe que Kenichi no está arrepentido de ella, solo quiere que sean un solo ser cuanto antes para demostrarse su amor puro, aunque igual se lo demuestra al preocuparse por ella.

Kenichi: -aflojando su mirada de preocupación mientras le sonríe- Descuida, solo quería saber si estabas bien con esto, no necesitas convertirlo en una orden -sujetó su miembro para apuntar- estoy dispuesto a hacerlo porque te amo Louise -tocó la entrada con su punta- si lo quieres, entonces aquí voy.

Poco a poco le fue expandiendo su interior mientras entraba haciéndola sangrar levemente por su feminidad y ella liberaba ahogados chillidos intentando no oponer resistencia, por más que le doliera, hasta que finalmente le tocó su pared interna, donde Kenichi se detuvo para verla mientras que ella se recuperaba a duras penas del dolor recién experimentado y abría sus ojos poco a poco, los cuales nuevamente tenían lágrimas formadas por el dolor.

Kenichi: Voy a romperlo Louise, tú dime cuando estés lista -sujetándole sus finas caderas para tirar de ellas cuando llegue el momento-

Louise: -logrando abrir sus ojos para verlo fijamente con súplica- Por favor~ hazlo~

No necesitó que se lo repitieran y retrocedió para rápidamente embestirla con fuerza y quebrarle el himen, sintiendo como le golpeaba su útero con la punta de su virilidad, sacándole un gemido en medio del audible grito que liberó por el dolor de oficialmente perder su virginidad y poder demostrarlo, al módico precio de sentir un gran dolor y verse demasiado indefensa en ese estado, ya que para Kenichi era muy difícil resistirse de comenzar a moverse por voluntad propia en lugar de que le dijeran que podía moverse porque ya no había dolor.

Esperó unos segundos a que la maga reaccionara para decirle, pero su cuerpo era pequeño, mientras que la virilidad dentro de ella era grande, así que no puede tardarse poco en decirle que ya puede empezar, por ahora deberá ser gentil, claro que para cuando pueda recibir sus penetraciones y de todos modos las intenciones de Kenichi ya eran ser amable al iniciar con sus penetraciones constantes.

Poco a poco la respiración de la maga se recuperaba y cuando pudo abrir un ojo tras calmarse del dolor, lo miró con ese ojo que además estaba lloroso y le asintió con la cabeza mientras jadeaba todavía.

Kenichi no se tardó en entender y empezó con sus movimientos que eran lentos y suaves para ella, porque entiende que está sensible, lo cual era demostrado porque cada empuje que daba equivalía a un gemido muy audible de la peli rosa que mantenía sus ojos cerrados mientras sus caderas eran tiradas con suavidad por su familiar para hacer contraste con sus embestidas que le costaban levemente por lo apretado que se sentía para el ese pequeño interior que lo estrujaba como si Louise lo controlara para que no se saliera de ella.

Los gemidos de Louise se volvían cada vez más constantes al igual que las embestidas que no terminaban ni para que el pelirrojo pudiera respirar, aunque todavía se mantenía calmado de hacerlo con rudeza, por ahora solo lo hace con gentileza para que Louise pueda adaptarse ya que aún parece mostrar señales de dolor por seguir apretando los ojos mientras gime proporcionalmente a cuanto realizan intromisiones en su interior.

Louise: (Mi mente~ se nubla cada vez más~ no creo que pueda~ soportar mucho~ pero al menos~ estoy con el hombre que amo~) -su juicio estaba nublándose y apenas era capaz de pensar en eso mientras abría un ojo y veía a Kenichi sonriendo con dificultad ya que el dolor aún no terminaba, pero esa expresión fue un error ya que las embestidas amentaron su ritmo-

La noción del tiempo se perdía cada vez más, no sabían si llevaban solo unos minutos o si ya llevaban horas, hasta puede que lleven días como solo unos segundos, el tiempo ya no existe, la cabaña ya no existe, el exterior de esta tampoco existe, ahora solo están ellos dos sintiendo placer, no hay nadie más que ellos en estos infinitos y calurosos momentos.

Louise por fin dejó de sentir dolor y lo demostró moviéndose contra Kenichi, quien la levantó de sus caderas para penetrarla mientras la mantiene acostada con la mitad inferior de su cuerpo sobre sus arrodilladas piernas todavía sobre la cama y con Kenichi sujetándose de las sábanas con sus brazos extendidos en la dirección de su cabeza mientras podía tener los ojos abiertos para verlo con un brillo de lujuria por seguir con esto.

Ese brillo en sus ojos lo notaba el Uzumaki a la perfección y a cambio de eso seguía penetrándola con deseo porque es lo que él también quiere, ser uno con ella, pero no contemplaba que Louise se le acercara, le sujetara los hombros para besarlo y se giraran para ahora queda Kenichi abajo con su cabeza recostada en la almohada y Louise rebotando constantemente mientras sus manos están en el fornido abdomen de Kenichi para apoyarse y rebotar a gusto mientras demostraba que lo disfrutaba por su perdida mirada mientras gime.

Sus manos pasaron de su abdomen hacia su pecho y con ello poder apoyarse de él con más comodidad, alzando y bajando su trasero para poder penetrarse más en él, girando su cabeza para ver cómo sus fluidos se desbordan y se quedaban impregnados en la piel de Kenichi además de lubricarle más su virilidad que no para deslizarse cada vez con menos dificultad por lo apretado que está y cada vez más, aunque más que nada es porque Kenichi está creciendo dentro de ella otra vez, lo cual era notado mutuamente y la única reacción fue que Louise rebotara más y más mientras Kenichi movía sus caderas hacia arriba, ayudándola a cumplir ese deseo que ella tenía de moverse más para hacer que se corra y la llene desenfrenadamente.

Las manos del saiyajín descansaban sobre las delgadas y húmedas piernas de la maga mientras las acariciaba, sintiendo en algún punto parte de los pegajosos fluidos que se quedaban en sus dedos, viendo la cara de ahegao que hacía mientras rebotaba, sacando la lengua y todo, con saliva desbordando de su boca.

La carga de Kenichi cada vez estaba más cerca de superar su límite de resistirse a dispararlo.

Kenichi: ¡Louise~ voy a~...! -ni siquiera pudo terminar de hablar porque Louis captó en seguida-

Louise: ¡HAZLO DENTO~ AH~ HAGÁMOZLO JUNTOZ AH~ AH~ AH~ LLÉNAME~! -suplicó reflejando esa súplica en su mirada esperando porque suceda cuanto antes, gimiendo más mientras elevaba la mirada con los ojos cerrados por rebotar todavía más y Kenichi también elevando más sus caderas para penetrarla más estando acostado.

Le hizo caso apenas tuvo la oportunidad, tras tantos rebotes más que los llenaban de placer y los ayudaban a satisfacer la lujuria hasta que finalmente se corrieron, con Louise gritando a viva voz su orgasmo mientras que Kenichi gruñó fuertemente, dando una última estocada bastante fuerte al interior de Louise para adentrar lo más posible su semen en ella.

Siguieron en esa posición unos segundos más antes de relajarse, cayendo por completo en la cama mientras jadeaban, acomodaron las sábanas como pudieron y se acostaron, Kenichi salió del interior de Louise y se taparon con la única sábana que igual los resguardaba del frío por su desnudez.

Fin del Lemon

Tomo alrededor de un minuto que se relajaran tras normalizar su respiración, dejando de jadear para ahora estar en la comodidad de la cama junto a su amante, aunque se encontraban cansados todavía por toda la acción que les consumió horas de esfuerzo, por raro que parezca ahora ya que ellos pensarían que solo estuvieron muchos minutos disfrutando, pero lo cierto es que superaron por lo menos una hora de pura lujuria y satisfacción sexual para que ahora Kenichi esté acostado con su mano derecha en su nuca como almohada mientras que con su brazo izquierdo abrazaba a Louise y la acariciaba, mientras que ella sonreía satisfecha y estaba recostada sobre el pecho de su eterno amor.

Louise: Eso... se sintió bastante bien -decidió romper el silencio que estaba entre cómodo e incómodo, aunque se sonrojó de la vergüenza por recordar con lujo de detalle el momento más importante de su vida o al menos uno de ellos.

Kenichi: Cierto, aunque jamás me esperé que me lo pidieras, eso sí fue una sorpresa -tenía su vista puesta en el techo mientras sonreía con calma total, aunque puede que no haya sido un día seguro y esta quede embarazada, pero pase lo que pase, no la dejará, mientras tanto, le sigue acariciando la espalda.

Louise: Bueno, quería ser una contigo y eso... se supone que así es como se hacía -le daba más vergüenza todavía hablar del tema de que tuvieron sexo- pero si me llenaste bastante -su sonrojo se redujo pero se mantuvo mientras daba una sonrisa tierna de oreja a oreja acariciando su vientre que aún tenía los fluidos del Uzumaki- lo disfrutaste mucho ¿no es así? -subió su mirada para verlo con leves intenciones de molestarlo, aunque es cierto que quería saber si a él le pareció bien por su todavía baja autoestima debido a su falta de cuerpo para el ámbito sexual, aunque ahora era menor.

Kenichi: Bueno, no te mentiré, se sintió demasiado bien, por no hablar demasiado del tema, pero sigo un poco sorprendido, una chica de clase alta, una maga de una prestigiosa academia de magia, ¿Qué dirán los demás? -había leve diversión en sus palabras por devolverle las burlas a Louise, pero solo era para ocultar sus nervios de que algo malo le pueda pasar a Louise por no seguir virgen hasta el matrimonio, además de que pueden salir a la luz todas las palabras y acciones que hizo y dijo mientras lo hacían, eso sí que sería la madre de todo el caos o quizás el padre, ni idea, no es bueno pensar mucho sobre el tema de todos modos, claro que para ellos porque se notarán todavía más nerviosos.

Louise: -se apoyó del pecho del Uzumaki para levantarse y hablar con su característica personalidad- ¡QUE DIGAN LO QUE QUIERAN, YO SOY YO Y ESTE ES MI CUERPO, SI A ELLOS NO LES GUSTA LO QUE HAGO, NO ES SU ASUNTO, YO DECIDO CON QUIEN PASAR MIS DÍAS Y CON QUIEN HACERLO PORQUE AMO A ESA PERSONA!

Kenichi: -sonrió feliz por lo fuerte que es ella, realmente le atrae cada día más, pero como se levantó se quitó las sábanas y expuso su cuerpo, así que con su brazo izquierdo la volvió a acostar sobre él- No hagas eso, estás desnuda y puedes pescar un resfriado -no borró su sonrisa porque sabe que Louise es una mujer terca y decidida cuando se trata de sus ideales, es difícil hacer que se resigne de algo y por eso la ama, aunque a él si le hace caso cuando quiere ayudarle pero este le dice que se retire de sus peleas.

Aunque ella quería dejar bien en claro que no le importa lo que digan sobre su relación, aceptó ya que estaba segura de que lo dejó en claro y que él siempre estará para ella, lo cual no está para nada alejado de la realidad de su situación.

Louise: Está bien, me relajaré -dijo aceptando sin chistar a la petición del Uzumaki de no gritar por dejar su punto claro.

Kenichi: Así está mejor -siguió acariciándole la espalda relajándose de todas sus preocupaciones a futuro, pensando solo en Louise y su futuro junto a ella, sin duda no será una vida aburrida, siempre pasa algo interesante gracias a ella y eso lo anima, aunque a veces se tope con batallas difíciles, pero por ella, superará hasta lo impensable- tenemos tiempo, así que durmamos un rato antes de volver con los demás -sugirió y no esperó una respuesta para cerrar sus ojos y empezar a relajarse en la cama para dormirse.

Louise: De acuerdo -no se fijó en si el Uzumaki se durmió ya, pero subió y le dio un último beso en la boca, uno amoroso a diferencia de los que se dieron cuando lo hacían, este estaba cargado de sentimientos cariñosos solo para él y fue correspondida con un poco de demora porque ya se estaba quedando dormido, pero se separaron y la maga volvió a recostarse sobre él como una almohada- descansa...mi lindo saiyajín.

Kenichi: -no esperó el sufijo, pero tampoco le disgustó y mientras se dormía dijo unas últimas palabras- Tú también ...mi hermosa maga. - y poco a poco se fueron durmiendo juntos.

Ambos tenían una sonrisa de oreja a oreja por la comodidad y por saber que son uno solo ahora, quedándose dormidos y relajados, porque a pesar de todo, siempre se tendrán mutuamente, a pesar de las adversidades, siempre se amarán y se apoyarán para superar sus problemas juntos, no solo por ser ama y sirviente, sino porque una nueva relación había nacido, un noble con un forastero, hasta que llegue el día del matrimonio, donde no habrá cabida para tanta felicidad en esta inusual pareja.

Fin del capítulo

De parte, agradezco a AshuraKure por ayudarme con este texto, gracias amigo.

Espero les haya gustado....

https://youtu.be/ht6HidxKYnQ

No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.

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