El Sabor De Tus Labios

Este Fic fue creado para participar en el reto del Grupo: "Harry Potter: Desata tu Imaginación"  Desafió de Fics "Complementos"  Me toco basar la historia en Cedric y escogí a Luna como su pareja. Espero que disfruten el fic tanto como yo disfrute escribirlo.   

Nota: Los personajes no me perteneces son de la grandiosa J.K. Rowling y solo los tomo prestados para mi divercion ;)  

La imagen de portada es creación del ingenio de  Jessica Morgan, Gracias.  

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El Sabor De Tus LAbios

Si dijera que se había enamorado de ella desde la primera vez que la vio, mentiría. Lo cierto era que pasaron un par de años antes de darse cuenta que existía, pero cuando lo hizo, cuando por fin fue consciente de su presencia en el mundo, todo cambio.

Ella era una brisa fresca ante el implacable calor de primavera, era el plácido silencio después del bullicio y el griterío, era como un sueño reparador después de las noches largas de vigilia y la calidez de tu manta favorita en los días de invierno. Lo curioso es que nadie parecía darse cuenta de lo  fascinante que era encontrar a alguien con tal vivacidad e inocencia, seria que quizás el mundo estaba de cabeza y tachaban de raro a todo aquello que escapa de su comprensión.

La primera vez que la vio, cuando de verdad la vio,  estaba tirada en el piso con sus pergaminos regados por todos lados e intentaba acomodarlos. No estaba enfadada, molesta o indignada, como estaría la mayoría, por que el, en una intrépida carrera la había derribado. Por el contrario estaba serena y cuando él se disculpo, le sonreía.

-No pasa nasa. -Le había dicho con  voz soñadora, mirándole con sus enormes ojos azules. -No es la primera vez que termino en el piso, ni será la última, pero sí que ha sido la primera vez que se disculpan. -Hablo con simpleza, sin resentimiento en la voz o desencanto, era solo la constatación de los hechos.

La vio alejarse por el pasillo con los brazos llenos de pergaminos, sus cabellos largos y rubios se mecían al ritmo de sus pasos. Algo en sus ojos lo había turbado y no sabía exactamente que era, pero se había quedado con ganas de platicar un poco más con aquella jovencita. Hasta ese momento, cuando la veía alejarse, se dio cuenta que no le había preguntado su nombre.

-¿Cuál es tu nombre? -Le pregunto en un grito haciéndola dar un respingo.

Giro lentamente para contestarle. -Me llama Luna. -Le dijo con voz suave y siguió su camino.

Desde entonces se encontró así mismo mirándola a hurtadillas, tratando de comprender por qué no podía dejar de pensar en ella. Porque al cerrar sus ojos la veía con esa sonrisa fresca iluminándole el rostro.

Eran tan distintos uno de otro y a pesar de todo se sentía tan parecido a ella, a veces tan incomprendido, a veces tan solo entre la multitud que siempre le acompañaban que resultaba agotador. Y ella parecía tan serena y feliz al mismo tiempo aun estando casi siempre sola, ignorando a los que la molestaban, moviéndose por la vida como si nadie pudiera tocarla, que se sentía cautivado.

Cedric veía a Luna, como nadie la había visto y la comprendía, quizás como nadie mas podría comprenderla. Cierto que eran muy diferentes, que pertenecía a grupos muy distintos, el era popular y ella, bueno ella era la Lunatica. El era famoso, querido y respetado por todos lo de su casa, ella era víctima de las bromas y continuas burlas de los suyos. 

Pero se entendían muy bien,  cuando se encontraban todas las noches deambulando por los pasillos del colegio o a la entrada del bosque prohíbo buscando esos duendecillos azules que gustaban de comerse siempre las tareas de la rubia o aquellos Doxies que escondían sus zapatos o los Tluxel que gustaban de robarle sus pertenecías . Cedric la acompañaba para protegerla, pero también porque le encantaba mirarla y escucharla mientras le contaba sobre esas fascinantes criaturas que aunque estaba seguro que solo vivían de su cabeza, era una bella cabeza y solo por eso eran interesantes.

Disfrutaba de los silencios estando a su lado, siendo el mismo, sin la carga de tener que parecer siempre perfecto en todo y para todo. Con Luna, el no necesitaba mostrar que era el mejor de la clase o el capitán de quiddich o el más popular, con ella era solo Cedric y eso es todo lo que quería.

A nadie conto de sus encuentros o de que eran amigos y no era porque se avergonzara, era porque quería tener ese pedacito de paz en su vida sin que nadie más pudiera arrebatarlo, era el secreto que ambos compartían y eran feliz de esa manera.

Curiosamente desde que se hicieron amigos, de la misma manera misteriosa que desaparecían las pertenencias y las tareas de Luna, aparecieron y nunca más volvieron a perderse.

Cedric era feliz amándola en silencio, no se sentía capaz de hablarle abiertamente de sus sentimientos, Luna aun era muy joven, mucho más que él y no se sentía con derecho a perturbarla en esos momento, así que esperaría lo necesario, para poderle pedir que fueran novios, sin embargo, anhelaba el toque de sus manos sobre las suyas, su corazón se aceleraba de solo tenerla cerca, deseaba tanto besarla, que resistirse era todo un tormento.

La amaba tan profundamente que habia soñado tantas veces con una vida juntos, con cumplirle todos sus deseos y llevarla a buscar todas esas criaturas mágicas hasta el fin del mundo de ser preciso.

Muchas noches le era imposible dormir, pensando en ella, deseando que el tiempo corriera rápido, para poder besarla, para poder tomarla entre sus brazos y hablarle de amor al oído.

Cerraba los ojos con fuerza para imaginarla, para recrearse con su imagen, con ese rostro angelical,  ese cuerpo lánguido de piel blanca, el cabello cual oro desparramándose por su espalda hasta las caderas. Amaba cada uno de sus rasgos, el azul intenso de sus ojos y el halo de felicidad que siempre la rodeaba.

No tenía dudas que ella también le quería y asi era, Luna lo amaba en su inocencia, era todo para ella. Por eso se murió de angustia cuando fue seleccionado para el torneo de los tres magos y aunque a nadie le dijo, ni siquiera a él, pedía todas las noches a su madre muerta que lo protegiera.

Hubiera querido ser su pareja en el baile, pero sabía bien que aun no llegaba su momento y lo acepto con valentía.

Todo iba tan bien para Cedric, que pensaba que terminando el torneo podría adelantar un poco sus planes para pedirle por fin que fuera su novia, lo llevaría con calma, pero se moría por decirle por fin a todo mundo que ella era la mujer de su vida.

Así se lo dijo momentos antes de la última prueba. Luna estaba tan feliz que no le cavia en el pecho tanto amor. Se le hecho encima, enredando sus delgados brazos en torno al cuello de su amado Cedric, perdiéndose en esos hermosos ojos grises y le beso.

Tanto había deseado besarla, que enredo sus manos en su estrecha cintura para acercarla mas a el, sentir el calor y el aroma de su piel.

-Te amo. -Le susurro al oído, sin dejar de abrazarla. -Te amo tanto Luna. -Repitió besando su frente. -Pero ahora tengo que irme.

-Yo también te amo.

-Lo se, pronto regresare. -Prometió besándola de nuevo, antes de apartarse y correr a la última prueba.

Cedric no pudo cumplir esa promesa y Luna lloro en silencio hasta que las lágrimas se le acabaron.

El fue la razón por la que Luna aguanto cuando fue torturada en la mansión Malfoy, fue por el que lucho hasta el final en la guerra, para honrar su memoria y vengar su muerte.

Muchos años han pasado desde entonces Luna ya es mama y está felizmente casada, pero a pesar de todo no olvida a Cedric Diggory.

-El sabor de tus labios, siempre está en los míos y vivirás en mi corazón. -Había prometido sobre su tumba y Luna siempre cumple sus promesas.

FIN

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