Capítulo Dieciséis: ¡Bienvenida al mundo de los raros!


Capítulo Dieciséis: ¡Bienvenida al mundo de los raros!

Shaina.


Estoy mordiéndome el labio con demasiada fuerza mientras veo el teléfono sobre la mesita de noche. Quiero llamarlo, deseo hacerlo y quiero hacer otras cosas...Quiero ser mala y quiero serlo con Anders.

Ayer él me vio en un momento vergonzoso con una de mis estúpidas crisis y aun así me dio el dibujo y parece esperar por mí, no lo entiendo, pero tal vez en lugar de menospreciarme debería comenzar a entender que quizá tengo derecho legítimo a tener buenos momentos, a gustarle a alguien que me gusta.

¡Oh, Dios! Él me gusta. Llevándome las manos al cabello hago una cosa tonta y ajena a mí cómo saltar y sonreír. Me gusta alguien y tal vez...Le gusto también o eso estoy entendiendo con sus dibujos.

No es la primera vez que me gusta alguien. Hace tres años me gusto un chico y le gusté, solo que supongo que nos gustamos para cosas diferentes. Mientras yo hiperventilaba con la emoción de no sentirme rara y finalmente hacer algo tan normal cómo tener unas pocas citas, alguien que entendiera mis problemas y que me dijera que era la más bonita incluso si no me lo creía; él estaba más interesado en tener sexo.

Fui cómo esa chica de los libros que utilizan, le arranca las bragas y la dejan. Lo disimuló un poco al principio. Mi incomodidad tras tener relaciones sexuales con él era evidente, pero la suya era palpable. Mis eternas novelas de dramas y romance me prepararon para no engañarme y saber que él solo quiso tener sexo y que ni siquiera le había parecido tan bueno como para seguir. Sintiéndome vacía, incómoda, estúpida y deprimida, le envié un mensaje de texto terminando las cosas porque me daba ansiedad solo pensar en una confrontación en persona. No me respondió, pero tampoco lo vi de nuevo.

No fue un noviazgo o una relación. Solo fui yo esforzándome demasiado en querer ser normal y actuar cómo muchas chicas. Era yo creyéndome las intenciones de un chico agradable que quería una conquista y no una novia. Incluso era yo teniendo pocas citas a escondidas de mi mamá con un chico que ni siquiera me gustaba lo suficiente, con un chico que me obligué a que me gustara.

Pensar en ello trae un bajón terrible de ánimos y un poco de autodesprecio, nada nuevo, pero sí bastante molesto. No debería pensar en ello, con Anders se siente diferente. Los libros me han preparado – al menos la mayoría – para entender que no es amor, para entender que es atracción y ¿Deseo? Algo oscuro llamándome por conocerlo, por dejarlo conocerme y lo más destacable: no me obligo a que me guste, me atrae de manera genuina incluso si parece ser una persona llena de infinitas incógnitas que me asustan, pero que quiero descubrir.

Hay algo inherentemente peligroso en seguir a una persona que despierta un deseo perverso dentro de ti sobre ser mala, pero hay algo liberador sobre finalmente estar preparada para asomarte al vacío y dejar ir muchas cosas que reprimías o temías decir en voz alta por temor a ser juzgada. Deseos, pensamientos, miedos, creencias, opiniones e incluso fantasías... ¿Es Anders la persona para ello? No lo sé, pero estoy en una especie de valentía inducida en donde quiero correr un riesgo en donde solo él y yo lo sabremos.

Estirando la mano, tomo el teléfono y le escribo a la persona a la que hace un mes no hubiese pensado que acudiría para un consejo, aunque puedo intuir lo que me dirá. Azhar no me responde, en lugar de ello, me llama.

— ¿Hola? —digo en voz baja, sorprendida por este cambio en nuestra relación.

—Hola, Princess Shaina —dice con entusiasmo—. Disculpa, pero tu mensaje requiere una llamada.

» "¿Llamarías a alguien que no conoces, pero te gusta?" —Repite mi alocado mensaje—. Dame contexto.

Permanezco en silencio, algo aturdida porque todavía no me adapto a toda esta cercanía que parece desear tener conmigo. Cuando dice mi nombre salgo del estupor y me recuerdo que se supone quiero ser algo más social y un poco más arriesgada.

—Conocí a un hombre que es un enigma, yo...Parece que le gusto —digo esto último con rapidez—. Él me gusta y eso no suele suceder...

— ¿Qué quieres decir con que no suele suceder? ¿Te gustaban antes solo las chicas o algo así? ¿O tienes una pollafobia?

— ¿Polla qué? —digo anonadada y la escucho reír.

—Miedo a tocar, mirar, chupar o dejarte penetrar por una polla ¿Sufres de eso?

Ante su pregunta se me calienta el rostro y carraspeo la garganta antes de poder responder.

—No, no sufro de eso y no, no me van las chicas...No de esa manera.

—Espera ¿Qué quieres decir con "no de esa manera"? ¿Te van de alguna forma?

—No, no, no es eso.

Me rasco una ceja pensando en que hablo demasiado, pero termino de darme cuenta de que esta es una escritora de libros muy sucios que seguramente ha hecho todo lo que escribe por lo que mis palabras poco podrían escandalizarla.

—Me refería a que...

— ¿Si?

—Yo...Me interesa un poco...Me da curiosidad...

—Adelante, suéltalo.

—Me da curiosidad y despierta interés imaginar tríos de un hombre con dos mujeres mal —suelto con rapidez.

—Ah, eso —Se ríe—. Es divertido, las mujeres tenemos mucho con lo que jugar. ¿Qué hay sobre dos hombres y una mujer? ¿Te gusta cómo suena?

—Muchísimo —Pensarlo me acelera el corazón.

— ¿Dos hombres y dos mujeres? —Me quedo en silencio— Tu falta de respuesta es una respuesta. Mi diagnóstico es que fantaseas con sexo grupal.

—No buscaba que me analizaras —digo a la defensiva.

—No te enojes ni avergüences. No deseas algo inmoral o prohibido. Nena, eres dueña de tu sexualidad. ¿Tríos? ¿Cuarteto? Todos ellos son divertidos siempre que lo hagas con personas geniales que conozcan de límites y respeto.

—No deseo una relación así.

—No, pero lo que sí deseas es alguna vez cumplir esas fantasías y eso está bien. Las fantasías sexuales son normales y aceptables, familiarízate con ellas y no te juzgues por ello. Créeme, tengo fantasías incluso más intensas que sí que deberían analizarme.

»Pero en fin ¿Cuál es el problema con este chico que te gusta?

—No lo conozco bien.

—Bueno, cuando una persona entra en tu vida no la conoces del todo, se supone que con el tiempo lo haces ¿No? Además ¿No tenemos todos nuestros propios secretos?

—Quiero...

— ¿Follartelo? —Un sonidito escapa de mí y ella ríe—. Sí, te lo quieres follar y no hay nada malo en ello. Solo tienes que estar muy clara en lo que deseas de esa manera no te generas expectativas que luego te lastimen.

»No sé si esperas un consejo de mí, no soy la mejor para ello, pero aquí va: tienes derecho a tener deseos, tienes derecho a explorar tu sexualidad sin ser juzgada. Si te gusta, le gustas y quieres hacer ciertas cosas, no hay problema en ello.

» ¿Quieres conocerlo? Hazlo ¿Quieres tener sexo caliente y sudoroso? Muy bien ¿Quieres solo conocerlo y ver cómo marcha? ¡Adelante! ¿Qué lo quieres es de novio? Pues averigua si está abierto a la posibilidad. Que aquí lo importante es que hables y digas cada puta cosa que quieras incluso si te da miedo. Sí, puede que algunas respuestas no te gusten, pero al menos no te carcomerás la cabeza pensando en qué rayos pudo ser o por qué mierda no lo hiciste.

Wow...Eso sin duda ha sonado alentador y muy a sus novelas cuando la chica despierta su fuerza interior o algo así, la cosa es que funciona. Siento que me ha alimentado con una clase de energía bastante extraña en donde una vez más reafirmo: vamos a hacer esto, Shaina, con miedo, pero lo haremos.

—Soy diferente —susurro—. Muy diferente, soy rara.

— ¡Bienvenida al mundo de los raros! —dice con diversión—. ¿Por qué querrías ser normal? Tal vez tu rareza sea tu algo especial.

Me es inevitable no sonreír y susurrar un "gracias" que ella desestima con un "para eso están las amigas" ¿Eso es lo que somos? ¿Amigas?

— ¿Necesitas algo más, Princess Shai?

—No... —Hago una pausa y recuerdo la última noche en la que nos vimos—. ¿Estás bien? Ya sabes, luego de esa vez...

—Lo estoy —Se aclara la garganta—. Sobre esa noche, bueno, no fue mi mejor momento, eh, lo lamento supongo ¿Podríamos olvidarlo?

Quisiera decirle que puede contarme sus inquietudes, que no la juzgaré, pero termino por decir un "de acuerdo" que le trae un suspiro de alivio.

—Bueno, espero y me cuentes cómo va tu cita caliente ¡Diviértete!

La llamada finaliza y no tengo mucho que analizar sobre ello porque antes de que pueda arrepentirme, marco el número de Anders. Aun inducida por la valentía y palabras de Azhar, cuando Anders responde con un alentador saludo bajo de "hola, Traviesa" mis palabras son claras y concisas.

—Vamos a vernos, salgamos esta noche.

***

Estoy emocionada y también me encuentro muy nerviosa. Me paso una mano por el pantalón holgado que combiné con una de esas bonitas camisas ajustadas y con escote en V que mayormente ignoro. Creo que podría verme mejor que cualquier otro día con esta vestimenta porque me interesé en querer destacar y ser vista por Anders. En cuanto a mi rostro está igual que siempre porque si no te ves en el espejo hay grandes posibilidades de que si te maquillas a ti misma termines pareciendo una payasa.

Estoy a dos cuadras del apartamento en donde Anders pasará a buscarme luego de que siendo atrevida lo invitara a salir o lo acordáramos, esa parte aun no me queda clara. Esa es la razón por la que en un atardecer de un caluroso domingo, me encuentro de pie frente a una tienda de antigüedades.

Voy darle un vistazo a la hora en el teléfono cuando el ronroneo de un motor, que supongo emocionaría a un experto, anuncia la llegada de un auto. Alzando la vista me encuentro con uno de esos autos antiguos que deben costar igual o más que un súper auto moderno.

Anders me sonríe.

—Vamos, sube o podrían multarme. No se supone que me estacione aquí.

Saliendo de mi sorpresa e ignorando la grosera pregunta que quiero hacer sobre: "¿Cómo pagaste un auto cómo este?" Rodeo el auto y subo al puesto de copiloto. Por dentro el tapizado es impecable, no tiene ningún daño y es bastante elegante a decir verdad.

—Te ves muy bien, Traviesa —Me da un rápido vistazo antes de ver al frente poniendo el auto en marcha— ¿Cómo siguen tus dedos?

Bajo la vista a los dedos con pequeñas ampollas debido a la quemada del café cuando creí haber visto a esa niña, cuando tuve esa alucinación y luego él me vio enloquecer, empujar a Annie y encerrarme. Me remuevo incómoda en el asiento ante el recuerdo.

—Está bien, no duele y le he untado crema.

—Eso es bueno, pudo ser peor —Ante mi falta de respuesta él vuelve a hablar una vez más—. Así que ¿Qué sucedió? Creí haberte escuchado decir ese día que alguien se había ido.

Sí, la niña que podría jurar estaba ahí y gesticuló "muerte" hacia mí. La niña que curiosamente era una versión exacta de mí de pequeña.

Juego con el cinturón de seguridad mientras me mordisqueo el labio inferior, es algo bueno que esté concentrado en las calles, de esa manera no puede ver lo terriblemente rara que me ha vuelto su pregunta.

—Creí haber visto a una vieja conocida —termino por responder en voz baja y parece aceptar mi respuesta.

— ¿A dónde quieres ir exactamente? Después de todo, has sido tú quien me ha invitado a salir —Lo veo sonreír de manera ladeada.

En automático la voz de Azhar hablándome sobre fantasías, no sentir vergüenza, actuar sobre mi atracción, entre otras cosas, viene a mi cabeza y antes de que pueda arrepentirme susurro un "playa".

¿Por qué playa? Porque siempre imaginé despierta lo que sería compartir con alguien un atardecer o anochecer con algún chico que me gustara y al cual le gustara, no sé si es típico y predecible, pero para mí es una fantasía que finalmente podría ocurrir. Y en esa fantasía no todo es inocente porque mi mente extraviada con tanta lectura erótica, lo lleva todavía más allá. De nuevo agradezco que Anders no pueda verme, porque sé que estoy terriblemente ruborizada.

— ¿Tu plan de ir a la playa es bañarte? —Me pregunta—. ¿Traes un bañador debajo o irás por lo de nadar en ropa interior? Me apunto si ese es el plan.

—No, no —Llevo una mano a mi pecho y brevemente él ve el movimiento antes de llevar la vista a la calle.

—Uhm...No te quieres bañar, entonces ¿Qué pasa con la playa?

—He ido muy poquitísimas veces...

— ¿De verdad? ¿Habiendo tantas playas? —Confirmo y parece genuinamente sorprendido—. ¿Una de esas pocas veces llegaste ir a Whale beach?

—No, solo he ido a Balmoral y puedo contar todas esas veces con una sola mano.

—Whale es buena, te sientes alejado y es más discreta que las demás playas. Te preguntaba si pretendías bañarte porque si llegase anochecer, quedaremos en la sombras y me parece que la idea de playa y absoluta oscuridad no te resultan atractivas.

—No le tengo miedo a la oscuridad —sentencio—. La oscuridad es reconfortante.

Porque a oscuras no notas si te ven y juzgan, a oscuras puedes actuar sin ser señalado, a oscuras se siente cómo estar sola en una nada. Es cómo flotar en un abismo en donde no esperas nada y en consecuencia tampoco se espera algo de ti. Además, a oscuras son las únicas veces en donde me permito dos cosas:

La primera es aceptar mis pensamientos y no sentirme juzgada por ello.

La segunda es reconocer mi cuerpo y buscar el placer efímero que hasta ahora solo he conocido por mi toque, porque incluso aquel encuentro sexual con un chico no me dio el placer que imaginé y que esperaba, todo fue muy leve y breve; mis manos me han hecho sentir mejor.

Pero un tercer pensamiento me invade porque de repente soy consciente de la vía que podría tomar mis fantasías porque a oscuras ¿Qué tantas cosas podrían suceder con Anders?

—Tampoco le temo a la oscuridad —Su voz me aleja de mis sucios pensamientos—, así que parece que Whale es el destino ganador. ¿Quieres que me detenga a comprar algo para comer?

—Algo ligero estaría bien y agua.

Asiente en acuerdo y para cuando nos detenemos por estas cosas, el sol ya se está poniendo lo que me hace saber que llegaremos a la playa sin luz en el cielo. Nos toma poco más de veinte minutos llegar a la playa y algunos rayos de luz aun nos dan claridad.

El estacionamiento gratuito es algo bueno, al ser día de semana y la hora, hay solo un par de personas y estas ya se encuentran dirigiéndose a sus autos para marcharse, después de todo ¿Quién quiere nadar en la oscuridad? No es un secreto que este país tiene algunos de los animales más peligrosos y que muchas veces en el mar se encuentra lo inesperado.

Con la bolsa de papel con nuestra sencilla compra de queso, galletas y uvas, y tomando la manta de aquella vez en la azotea, bajamos del auto y lo primero que hago es sacarme los zapatos para sentir la arena bajo mis pies. Lo sigo mientras él camina más y más alejado del auto, este podría ser un momento para sentir miedo, pero por el contrario saboreo la emoción de hacer algo nuevo, casi indebido e infinitamente provocador.

Cuando no vislumbramos su auto, deja caer la manta sobre la arena y luego nos sentamos lado a lado. Creo que él se está sacando los zapatos, pero no podría confirmarlo porque mi vista se encuentra al frente en la inmensa extensión de mar. Esta no es una playa en la que se pueda surfear, carece de grandes olas y eso me gusta, hace que se vea menos aterrador entrar al agua.

El teléfono en mi mano vibra y es un mensaje de mamá diciéndome que está en el apartamento y preguntando en dónde estoy. Suspirando miento de nuevo diciéndole que estoy con Sun Hee viendo algún drama y que luego iré a el apartamento. Su respuesta no es feliz, me hace saber que puede pasar por mí y le respondo que estoy bien. Ella insiste y me es inevitable no fruncir el ceño sintiendo la piquiña de la molestia comenzar a emerger.


Shaina: te he dicho que estoy bien. Iré al apartamento al terminar. No puedo responder más, veo el drama

Mamá: No me parece correcto. Puedo ir por ti

Shaina: No.


Una luz repentina me ciega y alzo la mano para cubrirme, cuando veo a través de mis dedos me encuentro con Anders sonriendo y apuntándome con la linterna de su teléfono.

— ¿Todo bien? Pareces inquieta.

El teléfono vibra con un nuevo mensaje de mamá que no abro, dejo el teléfono a un lado y le doy el intento de una sonrisa a Anders.

—Todo bien.

Deja la linterna del teléfono encendida y coloca en medio de ambos el paquete de galletas saladas junto a las rebanadas de queso y las uvas – luego de lavarlas con el agua de una de las botellas que compramos –. No tengo hambre, pero para ocuparme de hacer algo, tomo un par de uvas.

Mi teléfono vibra, esta vez en una llamada, y se trata de mamá. Mordiéndome el labio lo tomo y espero que la llamada finalice para poder escribirle a Sun Hee, pocas veces le he pedido favores y nunca uno fue cómo este.


Shaina: si mi mamá llama estoy contigo y si va a tu residencia no le contestes, finge no escucharla ¿Si?

Sun Hee: de acuerdo, pero luego necesito detalles


Envía un montón de emoticones de corazones que le devuelvo antes de dejar el teléfono con la pantalla hacia abajo para que no lea "mamá" cuando continúen sus múltiples llamadas para controlarme. Llevo una uva en a mi boca que me sabe a gloria porque estoy nadando contra la corriente y no estoy reprimiéndome de hacer lo que quiero.

—Oh, esa sonrisa me gusta.

Ante su voz volteo a verlo, no es cómo si pudiera olvidar que estoy sola en una playa a oscuras con Anders. Fuera de la linterna de su teléfono iluminándonos, alrededor todo es negrura absoluta. Como otra uva mientras él come del queso, ninguno de los dos le da atención a la galleta lo que me hace pensar que gastó dinero en algo que no deseamos.

—Debo decir que tu llamada fue una grata sorpresa, pero me gustaría saber cómo es que conseguí tal privilegio de que me invitaras a esta cita.

Ante su declaración me ahogo con una uva y riendo él extiende el brazo dándome suaves palmadas en la espalda.

—Quería...Salir y tomé el consejo de una amiga. Tus dibujos, visitas a la librería...Las cosas que dices, supongo que terminé por creerte.

— ¿Sobre qué?

—Terminé de creer que por alguna extraña razón al parecer llamo tu atención.

—No llamas mi atención —Me corta y un sonido parecido a una exhalación se me escapa de los labios—. Tú me atraes y me gustas, eso es diferente a que me llames la atención.

» ¿Y cómo por qué no creerías que me gustas? Eres sexy y misteriosa, hermosa y reservada. Tienes un aire en ti tentador que invita a que desee portarme bastante mal, del tipo travieso.

¿Sexy? ¿Hermosa? Sí, supongo que si le digo que de hecho no sé muy bien sobre mi aspecto físico eso podría hacerlo correr y no quiero eso. Quiero que la magia aun perdure.

—Así que Shaina...Eres ésta librera sexy que lee libros que la hacen jugar con los botones de su camisa en horas de trabajo...

— ¿Eh?

—Sí, Traviesa, pude fijarme en cuán involucrada estabas con la lectura la primera vez que nos vimos —Toma una uva—. No entendí muy bien por qué luego te avergonzaste, pero me dije que tal vez eran factores externos lo que te hacían pensar que lo que hacías estaba mal.

¿Cómo me leyó tan bien? Se me ha dicho de miles de manera que la libertad, el sexo, los hombres, fiestas y cualquier cosa que mi madre considere inapropiado está mal y no debo hacerlo, a tal punto que incluso leer un libro con contenido erótico en automático me hace sentir avergonzada y en ocasiones un poco sucia.

—Cuando hablamos por teléfono me confesaste cuánto te gustan los libros eróticos, siento que nunca te percibí tan entregada y honesta, pese a que nos conocemos desde hace nada —Mastica la uva y se lame de los labios el jugo que queda de ella—. No sé si me ves cómo un pasaje a la diversión, un juguetito o un tipo al que quieres conocer, pero me apunto a lo que necesites o desees de mí.

Estoy hipnotizada por sus ojos y sus labios húmedos que deben encontrarse dulce debido a las uvas. También me encuentro acelerada por sus palabras y su clara invitación a hacer con él lo que me provoque, son palabras con las que podría obsesionarme.

— ¿Cuál es tu apellido? —Me escucho preguntar.

Parece que lo tomo con la guardia baja, come otra uva y pienso que no me va a responder, pero tras darme una larga mirada, habla.

—Hamill es mi apellido, sin embargo, dibujo bajo un seudónimo. Ya sabes, no todos saben este lado rarito de mí en dónde dibujo mangas —Me sonríe con diversión— y ya te dije que tengo veintisiete años ¿Qué más quieres saber? ¿Tipo de sangre? La respuesta es O+

» ¿Soltero? Totalmente. ¿Heterosexual? Positivo, pero experimenté en su momento, soy fan de que no hay tabú en que un hombre se familiarice de vez en cuando con su próstata —Abro los ojos con sorpresa y ríe por lo bajo—. Tranquila, no es que sea el tipo que en medio de la faena te dirá "méteme un dedo en el culo", pero tampoco me volveré un loco cabreado si lo hacen.

Creo que me veo todavía más escandalizada y él ríe mucho más pasándose las manos por el cabello. No es que juzgue, hace mucho leí un artículo en donde se establecía que la mayoría de los hombres sentían mayor placer durante el sexo oral con la estimulación del masaje de la próstata, pero que en igual medida era alto el porcentaje de hombres que se negarían a tales prácticas por vergüenza, orgullo y aprensión. Veo que en ese aspecto, Anders es bastante liberal y no se siente abochornado por ello.

— ¿Qué hay de ti? —me pregunta y respondo lo primero que pienso:

—No, nunca he tenido un dedo en mi trasero.

Me doy cuenta de lo que digo cuando se paraliza a mitad de llevar otra uva en su boca y me ve con sorpresa. Alzo una mano cubriéndome la boca y su sonrisa se vuelve ladeada, se ve devastadoramente tentador.

—Bueno, gracias por aclarar que no lo has experimentado, pero me refería a saber más datos aleatorios sobre ti, traviesa.

Tratando de ignorar la manera en la que estoy ruborizada, hago mi mejor intento para dejar atrás la declaración vergonzosa que hice.

—Me llamo Shaina Hawk, pero eso lo leíste en mi identificación. Tengo veintitrés años, estoy soltera lo cual es obvio.

—No sé qué lo hace obvio, pero continúa.

—Soy heterosexual, no fui a la universidad y trabajo en la librería de mi tío porque se compadeció de mí y me dio algo que hacer en donde además pudiera ganar dinero.

—Lo haces sonar cómo si no fueses buena en tu trabajo e hicieras mucho por la librería, te subestimas.

—No sé por qué dirías eso, no me conoces.

—Pero ese es el punto, quiero conocerte.

Juego con el cuello de mi camisa y él sigue la mirada, eso me hace recordar que tengo un escote cuello en V y que seguramente estoy dando un vistazo más grande del de un principio, sin embargo, sintiéndome un poco osada no me detengo y lo dejo ver.

— ¿Eres capaz de ver sin los lentes, Traviesa?

—De cerca sí, no tan nítido, pero a cuatro metros de distancia sería más un borrón.

Estirando una mano se encarga de sacarme los lentes y los deja dentro de mi zapato para que no se rayen con la arena, luego se acerca dejando su rostro lo suficiente cerca para que no me pierda ningún detalle y lo vea con mayor claridad. Está tan cerca que siento su aliento contra mis labios y me pierdo en la intensidad de unos ojos que me resultan impresionante.

—Estoy disfrutando tanto de este momento que no ha terminado y ya lo estoy recordando —susurra y siento los vellos de mi cuerpo erizarse.

Escucho el zumbido del teléfono vibrar y Anders baja la mirada hacia el, segundos después me sobresalto cuando presiona el teléfono contra mi mejilla y siento la vibración contra mi piel. La llamada es persistente, mi mamá no se cansará, pero me enfoco en el hecho de que ahora él está deslizando el teléfono, aun vibrando, por mi cuello y posterior a ello entre mis pechos haciéndome sentir un cosquilleo en las puntas de estos, deseando algo... Su mirada se encuentra trabada con la mía mientras continúa el descenso con el teléfono.

El vibrar llega hasta mi estómago y en automático me remuevo un poco porque la vibración en mi abdomen me hace sentirlo más abajo. Cuando lo baja hasta mi vientre, dejo ir una lenta respiración por la boca y siento mi ropa interior adherirse a mi piel ahora humedecida. Baja un poco más, pero el teléfono deja de vibrar y sonríe. Quiero gritar, porque quiero más, no quiero que se detenga.

—Parece que tienes una llamada perdida, Traviesa.

Deja el teléfono a un lado y se inclina todavía más hacia mí, ocasionando que su nariz se roce con la mía.

—Tienes la elección de lo que sucederá a partir de aquí, podría alejarme o podría suceder más. Tú decides.

Me lamo los labios, soy consciente de que tengo la respiración un tanto ruidosa, también soy consciente de una reacción en mi cuerpo que solo he obtenido leyendo escenas sexuales: ¿Pezones fruncidos, cosquilleo en el vientre, latido entre mis piernas y corazón acelerado? Estoy conociendo de esas sensaciones en este momento y pienso que podrían volverse adictivas de lo bien que se siente. Es cómo un hambre que te exige ser saciada.

—Apaga la luz —susurro.

Si se sorprende, no me lo hace saber. Estira un brazo, toma su teléfono y tras presionar algo nos sumimos en la oscuridad absoluta en donde percibimos la respiración del otro. Alzando las manos, las dejo sobre su rostro conociendo con los dedos lo que mis ojos ya descubrieron a la luz: su perfección física.

Siento su mandíbula cincelada, la nariz recta y perfilada. Cuando siento sus labios tentadores lucho contra un suspiro y lucho todavía más cuando siento la humedad de su lengua en la yema de mi pulgar antes de un pequeño mordisco que lo siento en todo mi cuerpo.

Así que este es el momento en el que decido si debo lanzarme al vacío, pero esa ya es una decisión tomada. Quiero más.

Me inclino hacia adelante dejando mis labios sobre su piel, siento la curva de su mandíbula y a medida que subo el corazón me late más de prisa. Tengo los ojos abiertos, pero se siente cómo tenerlos cerrados por la oscuridad, eso de cierta manera lo hace emocionante y misterioso, crea un ambiente que me sume todavía más en esta movida atrevida.

Sé el momento en el que mis labios llegan a los suyos porque exhala con lentitud antes de esperar mi próximo movimiento. Rozo la suavidad de su boca acolchada con la mía varias veces antes de presionar, pero viendo que no hace algo o toma la iniciativa por lo de dejarme decidir, me frustra un poco.

—Lo decido y lo que quiero en este momento es que tengas el control —susurro.

Y con esas palabras siento que me libero y que él también lo hace. Sé que tengo características sumisas en lo referido al dormitorio, me di cuenta cuando descubrí qué tipo de lectura erótica me emocionaba más al leer: me gusta leer cuando el chico está en control y pone el ambiente cuando guía y enseña, cuando muestra el camino y abre nuevos mundos para la protagonista. Que esas sean mis preferencias no está mal, no estoy planteando que quiera a un hombre dándome ordenes en mi vida, solo estoy admitiendo que en el aspecto sexual me excita más que me guíen que tener el control.

Tomando la autorización por medio de mis palabras, las manos de Anders ahuecan mi cuello y luego suben hasta mi rostro mientras su boca da cortos besos sobre la mía y finalmente me da lo que ansío: un beso real.

Sus labios son sorprendentemente suaves lo cual es un contraste peculiar con la fuerza con la que se mueven contra los míos. Mis labios se cubren de la humedad de su lengua cuando esta aparece tras unas succiones y caricias firmes contra mi boca, con una respiración temblorosa la dejo entrar a mi boca y me estremezco porque se siente increíble.

Los labios de Anders se mueven con codicia, habilidad y pasión sobre los míos, besándome de una manera en la que nunca fui besada. Sus dedos se enredan en mi cabello y decidiendo que no puedo controlarme más. Estirando las manos me topo con su abdomen, subiendo llego hasta su pecho y luego hasta su cuello. Me inclino hacia él queriendo más de su boca, deseando que me muestre más de lo que puede hacer con ella.

Cuando él succiona mi lengua, un gemido inesperado escapa de mí y aprieto mis piernas antes de arrodillarme. Estoy tan ida en el beso que no puedo distinguir si la negrura se debe a que tengo los ojos cerrados o si están abiertos y se trata de que no hay iluminación, no es cómo si importara en este momento. Una de sus manos baja por mi costado hasta llegar a mi cadera y me da un suave apretón que me insta a acercarme todavía más a él mientras nos besamos.

En algún punto me atrae tanto hacia su cuerpo que tropezando termino a horcajadas sobre él. No sé si se trata de la oscuridad, de sentirme atrevida y haber roto las cuerdas sobre mí, no sé si se trata de Anders o lo que despierta en mí, pero no desgasto pensamientos en la vergüenza que generalmente suele cohibirme, mis pensamientos se encuentran en el hecho de querer más. Así que muevo las caderas sobre él y un gruñido bajo es emitido de su parte mientras me muerde el labio con más fuerza de lo esperado...La cosa es que me gusta el mordisco rudo.

Me muevo de nuevo y está vez me clava los dedos en las caderas, eso también me gusta. Con sorpresa y un poco maravillada descubro que me gusta que más trate y toque sin contenciones, alejado de tratarme cómo a una muñeca de cristal o alguien que bajo su toque se rompería. Me hace sentir sexy, fuerte e infinitamente deseada.

Sin embargo, besarse y frotarte solo alimenta una llama que no se apaga y eso me hace resoplar con frustración. Sus besos van a mi mejilla y luego lo escucho reír por lo bajo ante mi inquietud.

—Puedo hacerte sentir mejor, Traviesa, pero solo si así lo deseas.

—Tócame —pido sin siquiera pensarlo.

Sin perder tiempo, siento cómo aplana su mano contra mi abdomen y la respiración se me acelera todavía más. Luego experimento el tacto de sus dedos bajando hasta colarse en la cinturilla del pantalón holgado y posterior a ello: de mis bragas.

Por instinto cierro las piernas, atrapando sus dedos entre ellas y no se impacienta por mi movimiento. Dejando suave besos húmedos en mi cuello espera a que me relaje o le diga si deseo parar, pero el palpito entre mis piernas ha incrementado y deseo todavía más, por lo que no tardo en relajarme y abrir lo suficiente las piernas para que tenga movilidad entre ellas.

Primero siento el toque suave de sus dedos haciéndome estremecer, luego un par de ellos se presionan contra el nudo lleno de nervios y me muerde la barbilla. Muevo las caderas cómo alguna codiciosa queriendo más y él me lo da. Movimientos circulares, arriba y abajo y luego la suave intromisión de uno de sus dedos entre toda la humedad que ha despertado en mí. Creo que estoy sobrecargada, pero entonces él comienza a hablar sucio haciéndome saber que todavía puedo enloquecer más sobre todo este momento.

—Te sientes increíblemente bien —susurra contra mi piel, moviendo su dedo a un ritmo tortuoso dentro y fuera de mí, círculos con el pulgar un poco más arriba—. Me está enloqueciendo sentir toda esta humedad, me está enloqueciendo estar tocándote... Besándote —Me da otro beso y gimo por lo bajo—. No, Shaina, no lo reprimas, déjame escucharte. Quiero escuchar lo que te hago sentir, te prometo que cuando quieras podrás escucharme a mí.

Dejo de contenerme y los gemidos escapan de mí; un dedo se convierte en dos, la velocidad de su movimiento incrementa y hay besos, mordiscos y lametones en mi cuello. Teniendo en cuenta que tuve relaciones sexuales un par de veces y que estaba tan al pendiente de que todo saliera bien que no podía relajarme, pienso que podría darme un ataque de pánico en este momento que lo enfriará todo, pero antes de que pueda perderme en ese pensamiento, la boca de Anders está sobre la mía y su pulgar se presiona una vez más sobre el nudo arriba de en donde sus dedos entran y salen. Me retuerzo sobre él, muerdo su labio con tanta fuerza que saboreo algo de sangre y gimo con tan fuerte que agradezco que estemos solos en este lugar.

—Te gusta. Te calienta todavía más que te hable mientras lo hago, puedo sentir cómo te mojas todavía más, están tan resbaladiza que desearía deslizar algo muy duro de mí entre tus pliegue, contra este pequeño botón y dentro de ti, tal vez lentamente para sentir todo el camino, pero quizá luego muy fuerte queriendo entrar y salir una y otra vez —susurra lamiéndome los labios—. Te encanta ¿Cierto? Oh, sí, también lo deseas porque puedo sentir cómo te vienes en mis dedos, Traviesa y me encanta.

Siento que la caída de la cima es interminable y cuando vuelvo a la vida tras el arrebatador orgasmo, el cuerpo se me colorea con el rubor, no lo veo, pero lo siento. Tropezando bajo de su regazo y caigo en mi trasero sobre mi teléfono que una vez más vibra.

¿Acaso yo...? Sí, eso definitivamente acaba de suceder y lo disfruté tanto. ¿Debo sentirme culpable de no estar arrepentida? ¿Es mi deber cohibirme? ¿Debo decirle que no volverá a pasar? ¿O debo decirle que espero que vuelva a suceder?

Antes de que pueda enloquecer, los dedos húmedos de Anders se presionan en mi boca y me escandalizo porque son los que estuvieron en mi interior, pero no me deja procesarlo porque en la oscuridad aun sumiéndonos, Anders una vez más me devora la boca con la única diferencia de que me está saboreando de otra manera. Cuando deja de besarme suspira.

—Eres muy, pero muy sexy. Eso me ha encantado —susurra.

A mí también y no sé si ese sea un problema. Cuando él pregunta si puede encender la linterna, no respondo, así que lo hace. Lo veo borroso porque ahora se encuentra un poco distanciado, pero tras tomar mis lentes del zapato, me los pone sonriendo.

—Ah, ahí está el otro lado de la sexy bibliotecaria que me gusta.

Que me llame sexy tantas veces podría hacer que comince a creérmelo o tal vez solo es una muletilla que no puede evitar usar; sea cuál sea el caso, disfruto de la palabra porque es la primera vez que la usan cómo referencia para mí.

Sus labios se encuentran inflamados, su camisa arrugada y cuando bajo la vista, noto el bulto en su pantalón ¿Él espera que yo...? Su mano baja y se da un firme apretón, cuando subo la vista y me guiña un ojo fingiendo que no tiene una gran erección.

Mi teléfono no deja de vibrar y hastiada de ello lo tomo viendo la cantidad insana de llamadas perdidas y mensajes de mi madre. Leo solo los últimos mensajes en donde dice que irá a buscarme, eso fue hace cinco minutos.


Shaina: no tienes que hacerlo, voy de camina a casa

Mamá: oh de acuerdo cariño. Ten mucho cuidado


Rodando los ojos y sabiendo que ella en realidad podría ir al apartamento de nuevo a verificarme, le hago saber que Anders que debo irme y me pregunto si eso me hace ver cómo una aprovechada ya que sucedió todo eso en donde me beneficié.

Recogemos todo sin decir alguna palabra sobre lo ocurrido o sobre cualquier cosa y una vez estamos en su auto caigo en cuenta de todo lo que pasó. Los besos, los toques, su mano, sus dedos, las palabras sucias, mis gemidos... ¡Oh, Dios! Hice todo eso con este hombre cuyo apellido conocí hoy. Pasándome una mano por la boca siento que podría salir del asiento dando brincos de alegría, confusión, algo de vergüenza y todavía emoción ¿Es inadecuado sentir incluso un poco de orgullo? En mi vida había saboreado tal sensación de gozo y aceptación.

No sé qué me poseyó en esa playa, no sé si actúe mal, pero sé que era un deseo en el que ahí, en esa oscuridad, con este hombre, me deje ir de una manera en la que siempre fantaseé, pero nunca esperé lograr.

El trayecto transcurre en silencio, no sé si es incómodo, solo sé que repito el momento una y otra vez en mi cabeza. Anders me dio un orgasmo, nos besamos, me tocó, me liberé, tuve un orgasmo con un hombre...No sentí miedo.

El auto se detiene en donde pasó a buscarme, a riesgo de que puedan multarlo. Me giro a verlo mientras desbrocho el cinturón de seguridad.

—Sobre lo que pasó en la playa, si te arrepientes...

—No —digo con rapidez, negada a perder la magia de un momento que nunca esperé vivir—. No-no me arrepiento.

Deja ir una lenta respiración de alivio y me sonríe, le devuelvo el gesto con algo de timidez y luego temiendo que lo multen por mi culpa, bajo del auto. Cuando me llama por mi nombre y volteo: se chupa dos dedos y caigo en cuenta de que tal vez con esos...

—Tienes un sabor espectacular—Me guiña un ojo y justo cuando una patrulla policía se acerca, pone el auto en marcha evitándose la multa o tal vez le llegará luego.

Aun anonadada camino las dos cuadras al apartamento. Subo el ascensor en automático y entro al apartamento en una nube.

Sucedió, todo eso sucedió y no me lo puedo creer.

Me encierro en mi habitación y me dejo caer sobre la cama, me acaricio los labios con los dedos queriendo aferrarme a esa sensación persistente. Antes fui besada, pero nunca con tal deseo y avaricia, nunca me besaron cómo si quisieran consumirme cómo algún tipo de vicio, no hasta hoy.

El chico con el que sali a escondidas, además de mantener relaciones sexuales conmigo un par de veces, usó su mano y una vez bajo sobre mí, pero nunca me sentía del todo cómoda y todo el tiempo pensaba que era algo que debía hacer y no que quería hacer. Hoy fue totalmente diferente, lo deseé tanto que fue abrumador, sentí un hambre sexual que nunca había experimentado.

Mi teléfono vibra y quiero gritar, pero contesto porque tal vez así dejará de llamarme.

—Mamá ya estoy en casa.

— ¿Por qué no respondías?

—Estaba viendo un drama y luego caminaba hasta aquí —miento sin problema alguno y exasperada por sus preguntas—. Te dije que veía un drama, fue molesto que el teléfono no dejara de vibrar.

Excepto cuando Anders lo deslizo por mi cuerpo. Sacudo la cabeza alejando el pensamiento.

— ¿Perdón? Cuidado con cómo me hablas señorita, soy tu madre y me debes respeto.

—Lo siento.

La escucho resoplar sobre mi insolencia de no responder, sobre mi mala respuesta y de cómo eso le rompe el corazón. Emito las disculpas que se esperan de mí y finjo escuchar, pero todo lo que hago es pensar en Anders.

—Lo siento de nuevo, mamá. Ahora iré a dormir, estoy cansada.

—Descansa, mi ángel bueno.

Asiento cómo si pudiera verme y me sonrojo dándome cuenta que no soy ningún ángel bueno, mucho menos el que ella piensa. Suspirando arrojo el teléfono a un lado y sonrío, al menos lo hago hasta que veo a la puerta cerrada y me encuentro con la niña ahí viéndome.

Me paralizo y retrocedo sobre la cama, ella sonríe y gesticula "muerte" hacia mí. Cerrando los ojos me repito que no es real y aunque odio estar teniendo alucinaciones que me recuerdan el tipo de persona que soy, me da alivio abrir los ojos y encontrar que estoy sola. Sin niña espeluznante, sin alucinaciones.



Holissss, me debatía entre ponerle el sigo "+" al capítulo, pero al final no lo hice porque creo que la escena no está muy fuerte en esta versión publicada.

¿Alguien se esperó que Shaina y Anders nos dieran un poco de fuego antes que Azhar y Leonid? Supongo que se vienen cosas un poco calurosas (además de las tenebrosas) por aquí.

Para más noticias de la historia: Instagram: DarlisStefany / Twitter: Darlis_Steff / Younow: DarlisStefany

Espero les guste.

Un beso.


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