Capítulo Cuarenta y uno: Reuniones


Capítulo Cuarenta y uno: Reuniones

Odette

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Para fortuna de a quienes ahora sé que llaman los locos austriacos —los Schwarzenberg—, devolvieron a André en una sola pieza. Están cabreados y supongo que la confianza está en un hilo muy fino, pero aun lo necesitan y aunque el hermoso rostro de mi hombre tiene moratones porque uno de ellos arremetió y él lo permitió, no es un daño permanente ¿Me enojó? Sí, pero André no quiere que los asesine y ciertamente eso arruinaría mis planes.

Entiendo la molestia de los locos austriacos, trabajaron mucho en planes que yo he alterado y siendo personas con un fiero control del poder, eso no gusta. La alteración más grande que he hecho es arrebatarles a André de la sede del laboratorio, porque no hay manera en la que lo deje volver cuando parece bastante evidente que desertó.

Lo divertido de André es que era Anders para los Fischer y se supone debía estudiarme de cerca para ver mi evolución, manipularme y vigilarme. Lo que ellos no sabían es que André estaba alterando la droga inicial para que no pudieran usarla en nuevos prototipos y que, por otro lado, desarrollaba una mejora más potente, menos invasiva sobre la consciencia y capaz de mantener controlada la necesidad de querer más.

En su doble papel, él debía vigilarme, en ninguno de ellos enamorarse.

Mi adicción por él me gusta, ahora, mi adicción hacia los químicos en mi cuerpo, me desagrada.

No me gusta la idea de ser una adicta, pero entiendo que desde los tres años mi cuerpo ha estado sometido a una droga de la que no me puedo desprender de forma inmediata, André me dijo que podría tomar años prescindir de ello, en el peor de los casos, podría siempre necesitarlos incluso si es en dosis muy bajas.

Él era un infiltrado de Rätsel y es tan astuto que mientras jugaba al científico loco también cubría otras áreas de medicina para Rätsel haciendo cosas realmente increíbles.

Parte de su historia de infancia es mentira, pero algunas cosas fueron una verdad. Es el resultado de una violación cuando hace muchos años su madre fue raptada y sometida explotación sexual por Rätsel, el antiguo orden. Cuando le pregunté si sabía quién era su padre, dijo que sí, pero que había muerto.

Era un secreto a voces su ascendencia, pero era tratado como un bastardo que tuvo importancia cuando a temprana edad desarrolló su habilidad. Se dejó utilizar porque eso liberó a su madre de la esclavitud sexual en la que la tenían, pero un año después ésta murió de una sobredosis.

Él llama a su mamá una víctima y concuerdo, miré en sus ojos el resentimiento y dolor por el alma de la mujer que le dio la vida, que sufrió un sistema que la hizo sufrir y que en medio de las adicciones que la resguardaban de parte de su dolor, intentó cuidar de un niño que hubiese preferido abortar por miedo al tipo de vida que llevaría.

«—Ella no estaría orgullosa de mí —Me había susurrado acostado a mi lado en la cama, ambos de costado, y con sus dedos acariciándome el cabello.

—¿Un hijo inteligente que ha escalado, es precioso, crea cosas asombrosas y tiene una novia hermosa? Debe de estar dando saltos de alegría —Le había respondido haciéndolo sonreír.

—He hecho mal, guardó secretos que podrían salvar vidas, creo soluciones que se acaparan y soy parte de la organización que le jodió la vida.

—Yo estoy orgullosa de ti —garanticé y solo me había dado un beso suave dejando pasar el tema.»

No sé cómo lidiar con su dolor, me falta empatía y consideración, y de verdad intento entender de qué manera darle paz, pero queda claro que el consuelo no es lo mío.

Él prosiguió hablándome de su verdadera vida y así supe que desde temprana edad se llevó bien con Lorenz Schwarzenberg debido a la agilidad mental de ambos y la competitividad que acompañaba la amistad. Pareciendo tan prometedor para el futuro, al igual que los herederos de la organización, fue educado en un internado alemán.

Por los antiguos líderes de la organización era tratado como un bastardo útil, pero cuando el orden comenzó a cambiar, incluso antes de que fuese oficial, Niklas le propuso comenzar a trabajar con él y aun sabiendo que era traición para quien era el líder en ese momento, aceptó sin importarle los riesgos y cuando le pregunté por qué, me sonrió:

«—No tenía nada qué perder además de mi vida, mi mamá estaba muerta, odiaba el control que Rätsel tenía sobre mí y odiaba tener que fingir estar bien con el hecho de ver los ojos de mi padre cada día, el saber cómo me habían creado —suspiró—. Desde que tengo uso de razón, Lorenz y Niklas no me trataron como un intruso o un bastardo, para ellos simplemente era un primo realmente hábil e inteligente que, en su razonamiento, debería llevar el apellido. Además, soy leal a Lorenz, recibiría una bala por él.»

No me gusta su lealtad hacia Lorenz ni la manera en la que lo quiere porque en mi mente eso significa compartirlo, además, Lorenz ha estado primero y lo conoce muchísimo mejor ¿Es eso un problema?

En este momento miro a André sentado frente a un escritorio que tiene encima múltiples teclados y frente a él se encuentra pantallas mostrando diferentes informaciones. Es algo nerd, pero me gusta que sea inteligente, no es una carga, aporta, es una buena pareja para mí.

Este lugar, su verdadero hogar desde que empezó su doble vida, es exactamente en donde nos hemos estado escondiendo de los asquerosos Fischer, los futuros difuntos. No está precisamente oculto, pero a veces lo obvio resulta el mejor escondite.

No es el lugar en donde nos merecemos vivir, pero tiene comodidades y dispone de todo lo que él necesita, incluida una amplia habitación convertida en un laboratorio que no me recuerda a todos en los que estuve en el pasado.

El problema sobre exterminar a los Fischer, es que, incluso siendo increíble como yo, no puedes acabar con generaciones de una mafia en un día. Tienen una estructura solida en su jerarquía y como unas cucarachas se encuentran en muchas partes. Están los miembros de la familia, los soldados internos, los forasteros, los aliados, los que invierten, los que consumen su producto (drogas, armas, órganos, humanos, niños), las nuevas generaciones aun infantes, aliados políticos y mucho dinero.

Pero tienen muchos enemigos, siendo Rätsel la principal piedra que no los ha dejado avanzar. Y bien dice que debes ser amiga de los enemigos de tus enemigos.

Para terminar con toda esa plaga hay que atacar desde múltiples blancos y asegurarte que no te salpicarán en el proceso.

—Entonces ¿No van a intentar matarme? —pregunto.

—No lo harán —Me responder André sin titubear.

—Confías demasiado en sus palabras.

—Ellos podrán muchas cosas, pero una de ellas no es ser mentirosos.

—A mí me encanta decir mentiras.

Alza la mirada y sus labios se curvan en una pequeña sonrisa.

—Lo sé bien, traviesa.

Siendo Shaina el apodo me derretía, ahora parece nuestro juego previo, pero cualquier intención de echar un polvo se ve eclipsada cuando se escuchan pasos y aparece poco después un hombre alto, musculoso, de tez morena con el cabello oscuro al ras de la cabeza y una argolla entre los orificios de su nariz. Sus ojos marrones claros me miran de pies a cabeza y me tomo la molestia de dar una vuelta para que aprecie todos los ángulos; André suelta un bufido ante mi excesiva amabilidad.

—Ya no te ves adorable —Me dice el hombre y es decepcionante que en realidad su acento sí sea australiano.

—Tú sigues pareciendo rudo y caliente, Jay —Le hago saber y sonríe.

Sigue siendo un Golden retriever.

Un Golden retriever asesino y criminal.

Lo recuerdo perfectamente de aquella vez en el apartamento de Anders, esa posiblemente fue la última vez que fui 100 % Shaina.

Jay es australiano hasta la médula y cuando los hermanos iniciaron su clínica en Australia lo reclutaron. André dice que es leal hasta la médula y también se encuentra infiltrado dentro de los Fischer como uno de sus soldados en Australia.

—¿Shaina u Odette? ¿Qué prefieres? —Me pregunta recargándose de una pared.

—Odette.

—Si ya terminaste de socializar —Se escucha una voz masculina que sí tiene acento.

Frente a mí aparecen dos hombres divinamente atractivos. Altos, castaños, con ojos claros de miradas intensas y ropa bastante cara. La elegancia es algo que a veces nace con algunas personas y en cada paso lo poseen. Tienen un aura dominante, inquietante y que eclipsa. Imponen su presencia y absorben la atmosfera de todo un lugar.

Mi mirada va de Niklas a Lorenz, ninguno me sonríe, pero tampoco me apuntan con un arma.

Lado a lado puede ser fácil identificar que son hermanos pese a que tienen notables diferencias físicas como la nariz y la complexión, porque en donde Niklas parece tonificado y fuerte, Lorenz es musculoso como si fuese un modelo de redes sociales invitándote a comer sano y a entrenar con él. Son hermosos y si no tuviese a mi propio hombre hermoso, posiblemente decidiría quedármelos.

Mi mirada vuelve a Niklas y le sonrío, no me devuelve el gesto.

—¿Qué opinas? ¿Soy más guapa que mi hermana gemela?

—Supongo que el ser molestas lo llevan en la sangre —Se limita a responder caminando hacia una silla y sentándose sin reflejar ningún tipo de miedo o simpatía.

Sigo a Lorenz con la mirada porque camina hacia André y aunque no hay abrazo o apretones de mano, él le da un toque simple en el hombro que André reconoce con una mirada antes de ponerse de pie y sentarse en el borde de su escritorio.

No me gusta su familiaridad, la fuerte amistad que habla en silencio con tan solo una mirada. Yo quiero ser todo lo que André necesita y Lorenz no lo hace posible, sin embargo, sé que no puedo asesinarlo.

—Has causado un desastre —Atrae mi atención Niklas—. Un molesto desastre.

—Al igual que mi hermana.

—Estoy hablando contigo, no con ella.

—Lo que supongo que te entristece —digo con fingido pesar—. ¿Sabías que se está quedando con el hermoso y adinerado Leonid Walsh?

—Sabemos muchas cosas —dice Lorenz y lo miro— y lo que sé bien es que, por tu bien, será mejor que no intentes jugar con fuego.

—¿Crees que el fuego es más letal que el hielo? —Le pregunto y me sonríe sin sentirlo realmente.

—Creo que no vine a discutir frases cursis contigo.

—No eres la hermana que me importa —Me hace saber Niklas.

—Pero soy una de los sujetos que mejor se adapta a sus planes.

—Tenemos a Atlas —Me recuerda Lorenz.

—Nadie tiene a Atlas, él está en donde decide estar —Recuerdo las palabras de Azhar— o algo así me dijo mi hermanita.

Esta vez la sonrisa de Lorenz brilla con diversión mientras se deja caer en otra silla y se sacude una inexistente pelusa de la camisa.

—Tranquila, me encargaré de que él esté exactamente en donde debe estar. Nos preocupamos por sus intereses... Ampliamente.

Jay resopla una risa ante las palabras de Lorenz y arqueo una ceja consciente de las implicaciones.

—Cada segundo de mi tiempo vale oro, así que será mejor que hables ahora —ordena Niklas.

Y sé que no seremos unos cuñados amorosos, porque no acato órdenes y yo poco le importo. No me agrada y para el caso, su hermano tampoco, pero mis aliados no tienen que gustarme.

—Muy bien, parece que esto terminó —dice Niklas poniéndose de pie.

—Odette —dice André y me da un leve asentimiento.

—Estoy dispuesta a unirme a tus planes siempre que sean útiles —Le hago saber.

—¿Qué te hace creer que te necesitamos? —Arquea una ceja Lorenz—. Hasta hace unos días incluso nos planteábamos asesinarte.

—Eso es poco amistoso para decirle a una dama —Se burla Jay.

—No soy mala en matemáticas y mis sumas me hacen saber que tres experimentos son mejor que uno.

—¿Uno? —cuestiona Niklas con aburrimiento.

—Altas —Le sonrío—, porque Azhar está en un limbo y como debes saber, ella es emocional y tú la abandonaste...

Parece que toqué un nervio porque hay un cambio minúsculo en su mirada que casi me pierdo.

—Ella debe de tener una parte de rencor hacia ti y esa emoción es un paso que la puede poner lejos de donde sea que la quieras, quiero decir, de tus planes y organización —corrijo lo último con diversión.

—¿Y crees que tú, la hermana que no recordaba, desquiciada y desagradable va a convencerla? —Me pregunta Lorenz.

—La conozco bien y sé cómo atraerla. Estarían contando con tres de las obras de artes más importante de los Fischer, por algo siempre nos mantuvieron separados. Además...

Finjo suspenso y por la mirada desagradable que ambos me dan, es evidente que yo tampoco les agrado.

—El tres, Denzel, es un cachorro detrás de mí.

—¿Cachorro? —Se ríe Jay—. Es un puto lunático desequilibrado acabando con Australia en este momento.

—Eso es porque está desesperado por encontrarme.

—No quieren a Denzel en su equipo —Me hace saber André con fuerza.

Ah, mi novio está celoso.

—Conozco sus debilidades —continúo— y también tengo control sobre él.

Se mantienen en silencio sopesando en silencio mis palabras.

Intuyo que uno de los problemas para aceptar es que todos los presentes sabemos lo evidentes: son demasiados egos, asesinos y desquiciados juntos para trabajar en un mismo bando. Sin embargo, creo que podría funcionar.

Además, en este aspecto no hay soberbia de admitir que estar con ellos me sitúa en el lado más beneficioso y más cercano a conseguir mayores victorias.

—Seré honesta, si no aceptan, posiblemente arruinaré gran parte de sus planes porque nadie me detendrá de acabar con ellos, uno a uno, no me va a importar nada y me encargaré de que Azhar venga conmigo.

Niklas emite un resoplido que por un momento parece demasiado una risa de burla.

—No le importas —Me hace saber—. A tu hermana, no le importas ni un ápice, le das tan igual como ella te da a ti. No le importas.

—¿Y tú sí?

Se acomoda el reloj en su muñeca antes de mirarme sin interés.

—Tú y yo sabemos la respuesta —Es todo lo que dice.

Claro que le importa. Ella lo recuerda incluso lo anhela aun si lo niega. Todavía no analizo bien las implicaciones de que estén juntos, pero sé que eso implica mucho poder y a mí me gusta estar en la cima, para estar ahí necesito a Azhar y a Atlas.

Antes de centrarme en mis necesidades egoístas continúo hablando sobre ventajas a un público poco entusiasta, pero sé que es porque manejan muy bien sus expresiones y ya sea que les guste o disguste lo que digo, no me lo dejarán ver.

Cuando termino, Niklas y Lorenz comparten una mirada.

Yo sé que podré tratar mejor mis cartas cuando consiga contar con Azhar y sé exactamente cómo hacerlo.

Mi gemela tiene un potencial precioso para ser imparable y está a tan solo pasos de alcanzarlo.

***

Denzel está furioso.

Lo sé porque de una manera retorcida está dejando mensajes en los cuerpos.

Australia está horrorizada en las noticias y en las calles, muchas muertes violentas han sucedido con continuidad, hay desapariciones y ataques con resultados de personas gravemente heridas. Los inquieta que no haya patrones porque no se trata de un asesino en serie.

Es solo Denzel furioso queriendo encontrarme y la razón por la que se lo permiten es porque seguramente están tomando notas sobre su actuar, admirando de lo que es capaz, y porque saben que si alguien tiene posibilidad de encontrarme es él.

Su último mensaje fue la palabra escrita con sangre sobre la espalda de quien fue la psiquiatra de Shaina, a quien apuñalo en rostro hasta desfigurarla, tal vez de una manera trastornada piensa que me hizo incluso un regalo por la manera en la que esa mujer se prestó para reprimir a Shaina y jugar con mi cabeza.

Si André supiera en donde me encuentro, posiblemente se molestaría, pero ambos sabemos que no tiene un control sobre mí.

Destapo el marcador y escribo sobre la pizarra:

«Veo tus mensajes retorcidos, pon pausa a tu romanticismo.

Aun no es el momento de vernos.

Tranquilo, "tu alma gemela" no te olvida.

Hasta pronto, número tres»

Tapo el marcador que dejo caer en el suelo y echo un vistazo a la sala antes de caminar hacia el lugar y ver el sofá empapado de sangre.

De una manera muy patética, tal como lo esperaba y había estudiado, encontré a la madre de Shaina, Nadine o Nora, llorando por la pérdida de una hija que realmente nunca tuvo.

La desgraciada ansiaba en Shaina encontrar y recrear la verdadera hija que perdió. Ella me miró y me abrazó repitiendo que su ángel bueno estaba en casa y tengo que admitir que me disgusto que fuese lo suficiente patética de creer que volvería a ella por la simple bondad de mi corazón, porque incluso como Shaina ya la estaba despreciando a ella y su familia mentirosa. Creo que su desesperación de ser madre no la dejaba recordar que soy peligro, que no la amo y que no me importa.

Así que mientras ella me abrazaba yo le di un final: tomé un puñal y en mis brazos rompí su piel una y otra vez a puñaladas en su espalda.

Su sangre aun penetra la tela de mi ropa negra mientras ella yace sentada sobre el sofá muerta y sangrando. Fui lo suficiente amable para que mis ojos fueran lo último que viera, pero creo que no lo apreció porque no era su ángel bueno, sabía que era yo.

El apartamento se siente muerto sin la presencia belicosa de Priscila, con quien espero encontrarme muy pronto, y sin los mensajes de Azhar en la pizarra. Este apartamento fue el escenario perfección de la gran mentira en la que Azhar y yo vivíamos.

Hago un saludo a una de las cámaras instaladas de mí siempre fiel público y vuelvo a la cocina por una manzana, dirigiéndome después a la ventana para salir tal como lo planeé. Ellos saben que hoy no podrán atraparme.

Y yo sé que mi nota será leída en la pizarra por Denzel.

Después de todo, Preston siempre entraba al piso con ayuda de Priscila.

Nunca pudo alejarse lo suficiente de mí.

Ansiaba que incluso Shaina fuese suya.

Me quería en todas mis versiones y que André lo consiguiera debe estarlo enloqueciendo.


ADELANTOS DE CAPITULO 42:


¿Lamentablemente? Como si eso no hubiese sido planeado.

***

Cada noche me acuesto a dormir sabiendo que me espera un recuerdo o una fantasía muy creativa sobre cómo asesinar a las personas. A veces son rostros conocidos de mi pasado o que sé que forman parte de todo esto y otras veces analizo durante por mucho tiempo el hecho de que los rostros son simples personas que por un momento pareciera que me entretendrían con sus muertes.

***

Le estoy haciendo daño y no puedo ni quiero parar.

***

—He hecho lo que tenía que hacer —Se encoge de hombros—. Causa y efecto.

***

Denzel es el que más fácil puede pasar como una persona normal.

***

Australia nunca estuvo tan impactada y presa del terror como ahora.

***

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