💦Capítulo 21-Entre serpientes💦
Llegué al lago, había muchas serpientes en ese lugar y en el centro se encontraba un cuerpo flotando. Sentí que mi corazón se detuvo cuando al girarse descubrí que era Jungkook.
Estaba sin vida...
Grité desesperado, ni siquiera recuerdo cómo fue que me atreví a lanzarme al agua invadida de boas, ni siquiera me importaba que las serpientes estuvieran estrujando mi cuerpo con todas sus fuerzas.
No me importaba más mi vida porque mi razón de ser había muerto... Taehyung lo había asesinado.
Al nadar desesperado logré tomarlo de la mano, justo en ese momento escuché la voz de Taehyung, él estaba hablando por un megáfono.
—¿Qué significa Jungkook para ti? —preguntó, yo me estaba hundiendo y mi mano se resbalaba de la suya.
—Es mi todo...
Todo eso que sentía por Jungkook era en vano porque de nada sirve amar a los muertos. ¿Verdad?
Solté su mano, dejé de luchar contra las serpientes, dejé de intentar. Me solté, hice que mi cuerpo flotara en el agua junto con las víboras y después sentí como me ahorcaban y hundían lentamente.
Mi visión se estaba nublando, mi cuerpo se estaba debilitando, pero en mi mente solo había una imagen: la de Jungkook sonriendo, la de Jungkook vivo. En ese momento supe que estaba listo para unirme a él en la muerte.
Veía la escena desde la lejanía, cruzado de brazos y sonreí cuando Jimin dijo "Es mi todo".
Le indiqué a Taemin y mis hombres que sacaran a Jimin del lago, que lo llevaran a un hospital en cuanto antes y que continuaran con el castigo que había planificado minuciosamente.
Mientras mis hombres sacaban el cuerpo de Jimin del lago, me acerqué para darle un dulce beso en la frente, cuanto lo amaba, pero amar también es corregir y Jimin necesitaba ser corregido. Luego de asegurarme que estuviera respirando bien permití que se lo llevaran en el helicóptero privado rumbo al hospital.
Regresé con Taehyung, él lloraba la muerte de Yoongi. Pues sus hombres acababan de sacar del lago.
—Fue un buen maquillaje —dije al ver que le estaban quitando el maquillaje que simulaba ser mi propio rostro.
Cuando le dije a Jimin que iba a vengarme de él y de Yoongi lo dije en serio. Por eso me puse a investigarlos a ambos, encontrándome con los trapitos sucios de Min. Resultaba que su boda con Taehyung era para quedarse con su parte de la organización, incluso Yoongi mandó a asesinar a los señores Kim. Me sentí enfermo al descubrir la verdad, la forma en que Yoongi había manipulado y engañado a Taehyung para obtener lo que quería.
Reuní todas las pruebas y contacté a Taehyung. Le prometí que le ayudaría a asesinar a Yoongi sin que él se viera involucrado ante la ley a cambio de que me ayudara a hacerle creer a Jimin que yo estaba en peligro. Fue fácil, Jimin creía que yo seguía siendo un cordero, pero había dejado de serlo mucho tiempo atrás. Él me convirtió en esto.
Me acordé de la forma en que Jimin me había utilizado y manipulado, de la forma en que me había hecho creer que me amaba y que me cuidaba. Pero todo había sido una mentira, una forma de controlarme y de mantenerme a su lado. Me sentí enfermo al recordar todo lo que había pasado, pero también me sentí enfurecido. Estaba listo para hacerle pagar a Jimin por todo lo que me había hecho, aunque eso no significaba que había dejado de amarlo. No permitiría que saliera lastimado de verdad, solamente quería jugar con su mente.
Taehyung y yo habíamos planeado todo perfectamente. Él se encargaría de deshacerse de Yoongi, y yo me encargaría de hacerle creer a Jimin que yo estaba en peligro. Fue fácil, Jimin se tragó la mentira y se lanzó a salvarme, sin darse cuenta de que era una trampa.
Me sentí satisfecho al pensar en la forma en que Jimin había caído en mi trampa, pero también me sentí triste.
—Aunque lo merecía, me duele —susurró Taehyung.
—Él mató a tus padres para quedarse con tu organización y planificaba matarte a ti. No deberías sentir pena por él. —Le di una palmada a la espalda de Taehyung—. Gracias por ayudarme a castigar a Jimin.
—Lo hice porque también lo merecía, mira que dejarte diez años en prisión por Yoongi...
—Sí, pero lo he perdonado. —Suspiré—. Nada más quería ver hasta donde estaba dispuesto a llegar por mí, fue lindo verlo nadar entre tantas serpientes con tal de salvarme.
—Pero no te estaba salvando a ti, estaba salvando a Yoongi.
—Exacto, ese era el punto de mi venganza. —Sonreí—. Estuve en prisión creyendo que lo salvaba a él, pero estaba salvando a este mal nacido. —Señalé el cuerpo de Min—. Jimin casi muere ahogado creyendo que me salvaba a mí, pero el que estaba en el algo era Yoongi. Fue justo.
Taehyung asintió con la cabeza.
—Tengo que preparar un funeral —dijo Taehyung limpiándose las lágrimas—. No espero que asistas, pero tienes mi lealtad en cuanto al negocio. Llámame si surge cualquier cosa.
—No creo que a Jimin le guste que esté en contacto contigo. No después de que descubra que fuiste mi cómplice.
—Entonces que tu secretario me llame.
—Bien. —Asentí con la cabeza y me di la vuelta para irme.
—Jungkook —dijo Taehyung, su voz me detuvo.
—¿Sí? —Me di la vuelta para mirarlo.
—Gracias por vengar a mis padres. —dijo
Taehyung, su voz casi se quebraba.
—No hay de qué. —Sonreí y me di la vuelta para irme, dejando a Taehyung con sus pensamientos y su dolor.
Me subí a mi helicóptero listo para enfrentar a Jimin en el hospital.
Desperté sintiendo frío, pero estaba cubierto por un par de mantas, en mis manos la canalización por donde fluía suero y en mi pecho, en lugar de corazón había nada, porque mi corazón se quedó en aquel lago con Jungkook, con mi amor.
Frente a mí habían dos oficiales, ellos me veían con severidad y yo los veía con confusión. ¿Qué hacían en mi habitación? ¿Qué hacía yo en ese lugar? Creí haber muerto.
—Park Jimin. ¿Cómo se siente? —preguntó el médico a mi lado, no había notado su presencia.
—Estoy bien —contesté.
—De ser así... —comenzó un oficial—. Quiero informarle que queda usted arrestado por el homicidio culposo de Min Yoongi en la isla privada a su nombre. Será trasladado a prisión preventiva una vez dado de alta en lo que fijan la fecha para el juicio.
—¿Min Yoongi? —pregunté sin comprender.
—Usted hizo que muriera ahogado y asfixiado por serpientes.
¿Ahogado y asfixiado por serpientes?
—¿Y Jungkook? —cuestioné acelerado—. ¡¿Dónde está Jeon Jungkook?!
Pero ninguno contestó, aunque la respuesta a mi pregunta fue silenciosa y abrumadora. Pues Jungkook estaba ingresando a la habitación por la puerta. Me veía con una sonrisa de satisfacción, pero en sus ojos había culpa, había amor.
Me quedé sin aliento al verlo porque era como ver a un fantasma, yo lo vi morir. ¿Fue todo a causa de la adrenalina? ¿Fue todo un... Error?
—¿Me permiten hablar con él a solas? —cuestionó Jungkook, yo para ese punto ya estaba llorando y quizás temblando, no tenía control sobre mi cuerpo.
Los oficiales y el médico asintieron y salieron de la habitación, Jungkook avanzó hacia mí, colocando ambas manos en mis piernas e inclinando su rostro para estar muy cerca del mío. Su rostro invadido de altanería, no tenía vergüenza.
Jungkook no era para nada aquel estudiante tímido que conocí, había cambiado tanto físicamente como mentalmente, toda su aura era distinta.
—Te vi morir, intenté salvarte —dije en un hilo de voz.
—No era yo —contestó en un susurro—. Era Min.
Mis manos se aferraron a la sábana de la cama, temblando a causa del impacto.
—Me engañaste... —susurré.
—Es tu castigo, fui a prisión diez años creyendo que te salvaba y tú casi pierdes la vida creyendo que me salvabas. ¿Lo curioso de esto? —Esbozó una enorme sonrisa, mostrándome sus dientes de conejo—. Es que ambos estábamos intentando salvar a Min Yoongi.
—Eso es retorcido, Jungkook...
—¿Ahora me odias? ¿Hice algo imperdonable? Te dije que el amor que profesabas por mí estaba por verse... —Apretó los labios—. Comienzo a decepcionarme.
—No te odio, estoy agradecido de que estés con vida...
—La venganza fue esa —dijo a mi oído—. Pero la consecuencia es que irás a prisión en mi lugar así como yo lo hice alguna vez. ¿O no eres capaz de hacerlo?
Jungkook era un sin vergüenza.
Un monstruo.
Me encantaba.
Me aterraba.
Lo amaba.
Y por supuesto que lo haría.
Le debía eso y más.
—¿Me amas? —cuestioné llorando.
—Con toda mi alma —contestó, después depositó un beso casto en mis labios.
—Entonces haré cualquier cosa por ti —aseguré en medio de lágrimas.
—Maravilloso. —Se separó de mí—. Te darán de alta en un par de horas y serás llevado a prisión preventiva. Pero no te preocupes, tendrás buen trato allá adentro y trataré de buscar a los mejores abogados de Corea del Sur para sacarte lo más rápido posible.
»Queda claro que me haré cargo de la empresa y de la organización. Así que no te preocupes.
—¿Desde cuándo planeaste todo esto?
—Desde el día que te advertí que me vengaría. ¿Te acuerdas?
—Lo recuerdo... Eres un hijo de puta.
—Y así me amas. —Sonrió.
Sí, así lo amaba.
Cuando me dieron de alta, los oficiales me escoltaron por los pasillos del hospital sin hacer escándalo, me subieron a una patrulla y me llevaron a la comisaría. Ahí firmé un par de documentos, después me llevarían a la preventiva. Yo estaba en la parte trasera de la camioneta, no podía ver hacia afuera, me lamentaba, pero era un castigo que en realidad merecía. Lloré con amargura, de poder claro que arruinaría a Jungkook con tan solo una llamada, pero no quería hacerlo, yo aceptaría el castigo. Me sentía culpable por todo lo que había pasado, por la forma en que lo había lastimado.
Pero cuando la camioneta se detuvo y abrieron las puertas, mi corazón se estrujó. Me quedé helado al ver que afuera de la camioneta estaba Jungkook con un traje negro y corbata elegante, sus brazos extendidos me invitaban a abrazarlo. Me sentí como si estuviera soñando, como si todo esto fuera una ilusión. Pero cuando corrí hacia él y lo abracé, supe que era real. Sentí su aroma, su perfume costoso, y escuché los ladridos de Bam a lo lejos.
Estaba en casa.
Pero lo más importante era que estaba en los brazos del amor de mi vida.
—¿Creías que iba a dejarte en la cárcel? ¿Creías que luego de años separado de ti permitiría que nos alejaran de nuevo? —preguntó a mi oído, su voz era suave y tierna.
—Eres un cabrón —dije en medio de lágrimas, me sentía tan aliviado y tan feliz de estar con él de nuevo.
Jungkook se rió y me abrazó más fuerte.
—Te amo, nunca me quiero alejar de tu lado —dijo apretando mi cintura—. ¿Aprendiste la lección?
—Sí. ¿Pero y la policía? ¿Los compraste?
—Nadie sabe que matamos Yoongi, ni lo sabrán. —Sonrió—. Todos creen que murió de manera natural.
—Te aliaste con Taehyung.
—Fue necesario.
—No te quiero cerca de él de nuevo.
—Sabía que dirías eso. —Sonrió.
—Si te veo cerca de Taehyung voy a castigarte.
—No quiero que me castigues. —Besó la punta de mi nariz—. Vamos adentro, hace frío. Además te tengo una sorpresa que te va a gustar.
Jungkook me pidió matrimonio, me dio sortija e incluso invitó a la desquiciada de mi madre. Ella estaba tomando medicamentos para controlarse y celebró junto con nosotros el nuevo compromiso que ahora era oficial. Parecíamos por un momento, una familia común y corriente. Parecíamos una familia honorable, pero estábamos lejos de serlo. Mi madre siempre había sido una persona difícil de tratar, pero en ese momento, parecía haber encontrado un poco de paz. Se rió y lloró junto con nosotros, y por un momento, olvidamos todos nuestros problemas y disfrutamos de la celebración.
Cuando mi madre se marchó de la casa, Jungkook me tomó entre sus brazos y me llevó a la cama. Ambos reíamos y tonteábamos, nos desnudamos y nos quedamos dormidos abrazados. No hubo coito, esa noche solamente hubo amor, paz, calidez y felicidad.
La noche fue tranquila y pacífica, sin ruidos ni disturbios. Solo estábamos nosotros dos, abrazados y dormidos. Jungkook era mi refugio, mi hogar, mi todo.
Jungkook se convirtió en un verdadero criminal y todo por mi causa, era obvio que algún día recibiría una cucharada de mi propio chocolate. Me agradaba saber lo desquiciado que podía ser mi terroncito de azúcar, pero después de esa noche yo sabía que no me volvería a tocar un pelo y que tampoco permitiría que me lastimaran.
El amor oscuro que nos unía era asombroso, temible e inquebrantable.
ÚLTIMOS CAPÍTULOS!!!!!
Qué piensas del amor enfermo de estos dos?:v
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