Los primeros días deben ser, en su mayoría, incómodos, es la conclusión a la que llegó el pequeño híbrido sobre su reciente y nuevo "hogar". Bueno, no tiene quejas de absolutamente nada, el señor Seokjin (aunque sabía muy que no le gustaba que lo llamara de esa forma) le brindó una habitación solo para él; contaba con una cama—cosa que jamás tuvo en todo lo que vivió—un armario junto a una mesita de luz y una adorable lámpara llena de fotos de toda clase de animales. El acolchado siempre olía a jazmines (cortesía del suavizante de tela que utiliza la esposa del veterinario) así que aun le costaba trabajo dormirse completamente sin sentir que tiene que cuidar su espalda de algún desconocido que quiera lastimarlo, o peor, llevarlo al infierno de donde se escapó.

De todas formas, JiMin está paulatinamente adaptándose a su nueva forma de vida sin mayores problemas. Aunque le da un miedo terrible tener que encargarse del consultorio para atender a las personas con sus consultas sobre sus mascotas, no está acostumbrado a socializar en masa, pero tampoco puede estar encerrado en un cuarto sin ayudar a Seokjin y a JungKook con el trabajo.

Una boina bordo sobre su cabeza y bata violeta fueron suficiente para que sus temores de ser identificado como híbrido cesarán, al menos, por ahora.

Era su primer día atendiendo el mesón principal y sus manos picaban de incertidumbre, ¿Y si no logra entender al cliente? ¿Y si le vende un medicamento equivocado? ¿Y si su boina se cae y deja al descubierto sus orejitas?

Oh dios, no quería decepcionar a JungKook.

En su distracción, entra al consultorio un joven de aspecto alegre, con el cabello hecho un fuego por lo rojo que se veía. Trae consigo a un pequeño perro.

Los perros no eran muy... del agrado de JiMin.

Y el perro parece haberse dado cuenta de su condición porque comenzó a ladrar eufórico.

—¡Mickey! Tranquilo, es solo un chico, no hay ningún gato a la vista—bueno, técnicamente, JiMin lo era, pero no iba a decírselo a un chico que trata de calmar a su pequeña mascota peluda. Luego de unos segundos, el tal Mickey decidió hacerle caso a su dueño y dejó de ladrar (sin abandonar su mirada acusatoria de la presencia del pelirosa).

—Perdona, no se que le pico, solo ladra cuando está mirando a un gato, en fin, ¿Se encuentra el veterinario que me atendió la otra vez?—JiMin no estaba seguro si se refería a Jungkook o a Seojin, así que negó con la cabeza y el chico en llamas suspiro.

—Oh... ¿Y a qué hora regresa? Porque quiero darle a mi bebé su vacuna anual contra la rabia, es que cuando comienzo con un veterinario para Mickey no vuelvo a cambiarlo, siento que debe tener un médico de cabecera, como los humanos, además , lo atendió muy bien y... —Dios, el pelirrojo parece ser de esos que no se callan ni para inhalar oxígeno. En este punto, JiMin estaba hastiado y cansado... y solo era su primer cliente en todo lo que empezó el día.

—Em... ugh... puedo anotarte en una hoja para concordar una cita...—es lo que atino a decir el Híbrido de todo lo que entendió que necesitaba el joven.

Nuevamente, la puerta se abrió, dejando entrar a un chico de estatura completamente baja, piel pálida y cabello rubio; a diferencia del joven en llamas, su aspecto es sombrío. También traía consigo a otro... perro.

Un excelente primer día.

—Bueno, dile al veterinario que volveré mañana y que lo quiero solo a él, dejó en sus manos a mi precioso. ¡Soy Jung HoSeok!—y casi Canturreando su nombre fue que aquel joven sujeto mejor a su perro y se dispuso a salir de allí, no sin antes sonreírle cortésmente al otro joven pálido.

HoSeok salió de allí, y dejó al otro cliente con la boca abierta. Miro a JiMin lentamente, y como si estuviera saliendo de un trance dijo:

—Estoy enamorado.

Bueno, JiMin tiene mucho que contarle a JungKook cuando llegue a la veterinaria.

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Hola, dejo esta actu así bien inesperado para dejar sus corazoncitos felices~

También, dejo foto de mi perrito: Shooky (a petición de una lectora). Actualmente tiene 8 meses, es de raza bodeguero ratonero (por lo que entendi haha). El es mi rayito de esperanza.