Seokjin sostiene entre sus dedos una taza, curiosamente está llena de pequeñas bananas decorativas (cortesía y gusto de su amada); la acerca hasta que el vapor toca sus labios y suspira encantado. No hay nada mejor que un café para  empezar el dia mientras tiene la posibilidad de observar la salida del sol a través del vidrio de la ventana de su consultorio. Sin querer presumir pero, se siente la mayor parte del tiempo como un hombre de placeres bastante sencillos.

Por cosas del tan incierto destino, ese silencio agradable que disfruta cada  mañana queda totalmente destruido a causa de un joven veterinario que conoce muy bien.

Ve entrar de forma rápida a JungKook, trayendo con sigo a alguien detrás de su espalda (quien, efectivamente, oculta su rostro en ella). SeokJin frunce el ceño, confundido. Oye a JungKook aclararse la garganta.

—Se que solo soy tu empleado, y que ni siquiera estuve trabajando tanto tiempo aquí, pero… necesito que me prometas que no le dirás a nadie lo que estás a punto de ver.—SeoKjin escuchó atentamente cada palabra del joven sin haber soltado su taza de bananitas, con sinceridad, no entendió absolutamente nada de lo que escucho. Solo asiente por inercia y costumbre.

<<Cualquier cosa, menos que venda drogas... >>pensó.

Lentamente, JungKook se desplaza a un costado, dejando al descubierto un pequeño cuerpo. Los ojos de Seokjin captan la gran campera azul que lleva aquel individuo (muy grande para su gusto), las manos del extraño siguen apretando la tela trasera de su empleado, va subiendo la mirada… ojos azules, piel blanca, rostro angelical, cabello rosa, orejas sobre ella… ¿¡Orejas!?

Si, SeokJin suelta un pequeño grito por eso. Derramando unos chorros de su preciado café al suelo.

Ante el miedo de romper su taza—y ser cruelmente regañado por su esposa—la apoya en el mesón principal de su consultorio.

—… tus… son… —Seokjin vuelve a sentirse como un chico de secundaria, como cuando se confesó sentimentalmente a una compañera de su curso; las palabras vuelven a dejarlo solo como aquella difícil vez.

—Si. Son reales.—respondió el híbrido con total timidez. Había un cierto miedo en su rostro, miedo de que lo devolvieran a su antiguo “hogar”, o peor aún, que lo dejaran en ese sucio y peligroso callejón.

—El es un híbrido, no tiene a donde irse, unos hombres casi abusan de él, si yo no llegaba a tiempo no se… —JungKook tenso su mandíbula, el tenia toda la culpa, no tenía que haberlo dejado solo en la calle. JiMin volcó su mirada de nuevo en su salvador, y volvió a apretar la tela de este, como buscando que tuviera tranquilidad, sabiendo que seguramente se estaba sintiendo culpable.

—Oh… —respondió SeokJin con las lágrimas escurriendo de sus ojos. Era de esos hombres muy, muy sentimentales, y el caso de este híbrido no pasaba desapercibido por su corazón. —perdonen, la edad me pone más sensible de lo normal… niño gato—se acercó hasta el híbrido y extendió una de sus palmas, JiMin, asustado, buscó la aprobación de JungKook.

—Esta bien, el es un hombre bueno, no te hará daño.—JungKook le miró con una sonrisa sincera; y eso fue todo lo que necesito el corazón de JiMin para latir un poco fuera de orden. El híbrido bajo la cabeza, apenado por el comportamiento de su atolondrado corazón mientras que una de sus temblorosas manos aceptaba el apretón de SeokJin.

—Soy SeokJin, y este es mi consultorio para animales—JiMin abrió los ojos en grandes y SeokJin negó rápidamente con la cabeza entendiendo lo que sucedía—Yo curo a los animales que están enfermos, aquí no se los tiene encerrados, aquí se los atiende y se les da mucho amor. Si estás de acuerdo, puedes quedarte en mi consultorio hasta que soluciones tus problemas de vivienda… ¿Qué te parece?

¿Qué le parecía? Bueno, nunca nadie le ofreció nada gratis en su vida, pero JungKook le dijo que el señor SeokJin es una buena persona… ¿No puede decir que no, cierto? Además… no quiere volver a estar nunca más en un suelo frío y humedad.

Solo.

— En… ¿En serio puedo…. Quedarme? — su voz salió despacio, apagada, porque temía la respuesta. Temía que le dijeran que no, que nadie iba a quererlo dentro de su casa ni aunque le pagaran; por ser así: un bicho raro, un humano y gato.JungKook, en seguida, dio noción a los nervios del minino, por lo que impulsó a que su mano más cercana se sumergiera en las hebras rosadas, acariciando con lentitud. Los hombros de JiMin se relajaron por esa mínima caricia, y si el veterinario seguía, podría empezar a ronronear del gusto… No queria pasar verguenza… tiene que dar una respuesta.

Miró nuevamente a JungKook, este siguió acariciando la cabeza. Luego miró a Seokjin, le sonrió de la forma más sincera que pudo haber visto.

Entonces, el gatito se inclinó en forma de reverencia, ya que su mami le dijo que si alguna vez alguien lo ayudaba debía ser agradecido (con JungKook, esencialmente). Nunca pensó que lo usaría… siempre hay una primera vez para todo.

—Muchas gracias, de verdad yo-de verdad se lo agradezco, señor. Prometo no causarle ningún problema.

—Por dios, niño, no me digas señor, me hace sentir muy viejo—Seokjin se rió, JungKook al ver al híbrido apenado acompañó en la risa a Seokjin para relajar el ambiente.

Entonces, por un momento, JiMin se dio el lujo de sonreír.

Sonreír de verdad.

……………………….

Hola, los extrañe. 🌙🐣

Bueno, extrañe volve a publicar mis historias también, no me odien haha :(

Literal, me tomó dos meses escribir este capítulo. En todo este tiempo que pasó se me perdian por momentos las ganas de seguir escribiendo, llena de problemas. Ahora estoy relativamente mejor, me traje un perrito a mi casa, y lo trato como mi hijito haha (se llama Shooky y tiene 6 meses) asi que eso mejoro un poco mi estado de ánimo.^^

Así que bueno, voy a tratar de actualizar más seguido, si mi inspiración y carrera me lo permite :v

Tengo mucho material para esta historia, es más, tengo escrito en mi blog de notas los siguientes capítulos y su desarrollo, hago esto para no perder el hilo de la trama cuando pasa el tiempo~

Ya vendrán más interacciones Kookmin, solo esperenlo~ 🙈🙉🙊

Espero que anden muy, muy bien, y aunque las cosas se nos vengan abajo, de alguna forma, busquemosle la vuelta, aunque sea poco.

¡Saludos! ^^