Hola mi nombre es Danae y odiaba mi vida, ahora sabrán el por qué...

Cada noche cuando el sol se esconde mi padrastro entra a mi cuarto y me hace daño, me toca y hace cosas que me duelen, cada noche entre lágrimas le pido que pare, pero siempre ignora mis súplicas y tan solo me susurra:

- Tranquila bebé, te prometo que disfrutarás esto

Dios... El tan solo recordar su ronca voz me repugna, el sentir sus ásperas manos acariciando mis piernas y mis muslos, sus labios recorriendo mi cuello. Me da tanto asco pensar que ese tipo vio y toco cada parte de mi cuerpo... Ya ni siquiera gritó ni pido ayuda, de igual manera se que nadie vendrá a ayudarme.

Aún recuerdo la primera vez que lo hizo.

Contaba con tan solo 9 años cuando entro a mi recámara, a altas horas de la noche. Estaba medio dormida cuando se abalanzó sobre mi y empezó a desnudarme, grite, grite lo más fuerte que pude pero tapó mi cara con una almohada, el manoseaba todo mi cuerpo, mientras que yo no podía hacer nada para defenderme.
Solo era una niña... Una pequeña de tan solo 9 años, cuando ese tipo me arrebató mi inocencia de la manera más cruel.
Me lastimó... Mientras yo me ahogaba en mi propio llanto.

De eso han pasado 5 años, 5 años en lo que el a hecho conmigo lo que se le da la gana. Lo único que puedo hacer es llorar en silencio y empuñar en mis manos una rosa blanca algo marchita, la empuñó tan fuerte que a veces ni me doy cuenta cuando empiezo a sangrar por las espinas.
Mi sufrimiento termina cuando el sol sale pero la angustia se saber que volverá cuando el sol se ponga no me deja vivir.

Se lo que se estarán preguntando ¿Por qué no le digo a mi mamá lo que me hace? Pues si lo hice... Y su respuesta fue lo que más me dolió

- Ay cariño, tienes una gran imaginación
Me respondió después que entre lágrimas le conté todo

- ¿Imaginación?, ¡¿Mama, acaso no vez lo que me hizo?!
Grite mientras me descubría el cuello dejando a la vista los chupetones y mordidas, para mi sorpresa ella alejo su vista avergonzada al tiempo que derramaba un par de lágrimas.

- Danae, el es hombre... Tiene sus necesidades
Contesto evadiendome

- ¡Pero eso no le da derecho a ultrajarme como lo hace!

- ¡Pues vistiendote como una put* no haces más que provocarlo!

Me quedé petrificada con su respuesta, ¿Como era capaz de decirme que era mi culpa?. Quise gritarle todo lo que pensaba pero no podía articular palabra. Si ni mi propia madre era capaz de hacer algo por mi, no se que más me quedaba por hacer...
.
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Ya no lo puedo soportar más, ya no quiero que me toque ni que me lastime...

Ahora estoy en mi cama con lágrimas en los ojos y la rosa fuertemente empuñada en mis manos, esa rosa, me la dio mi padre la última vez que lo vi.
Puedo sentir como la sangre se desliza por mis dedos.
Bajo la almohada hay una navaja de afeitar perfectamente afilada, el sol se está empezando a poner en el horizonte, pero esta vez cuando entre mi padrastro tendrá una gran sorpresa. Lo único que me duele es que jamás volveré a ver la luz del sol.

Esa misma noche encontraron el cuerpo de Danae, al parecer se había quitado la vida y su pálido rostro aún marcaba un profundo estado de tristeza.
Su madre lloraba destrozada, pero su padrastro se encontraba pálido después de leer lo que la chica había escrito con su sangre en la pared:

Tal vez ya no esté en este mundo...
Pero me asegúrare de que tu tampoco vuelvas a ver la luz del sol.

FIN

Ahora que lo pienso creo que esta historia es más triste que terrorífica 🤔