SENTIMIENTOS

Sabía que tenía que detener a Drag, pero ya no era dueña de mis acciones. El dulce néctar de sus labios me consumía, James fue cuidadoso al besarme, lo hizo con cierta ternura y me gustó, pero los besos de Draggon se encontraban cargados de pasión, no quería que se detuviera, su lengua castigaba la mía sin darle tregua, apenas podía respirar, pero me encantaba la forma en que nuestros labios se unían, cegándome la razón.

Sus manos se encargaron de recorrer cada partícula de mi cuerpo, haciendo que su contacto quemara mi piel, obligando a mi corazón bombear con más fuerza, deseándolo como jamás en mi vida he deseado a alguien.

Mi dedos se consumieron en su cabello, me deje llevar y que él tuviera absoluto control. Devoró mi cuello con sus pronunciados besos y sentí un frenesí cuando me mordió y comenzó a beber, lo acerqué más, dejándome invadir por aquella oleada de sensaciones que no era capaz de describir con palabras, pero mi cuerpo reaccionaba de forma favorable, aceptando de buen agrado lo recibido.

_Annia no podemos.... _ Agregó él, deteniendo su dulce tortura.

_Lo sé, por favor no me pidas que me vaya, quiero estar contigo.

Él me rodeó con sus brazos, acunándome en el hoyo de su cuello, aspirando su aroma, deseando que mi corazón se decida pronto, porque nos estamos lastimando los tres, y eso no es sano.

Abrazados nos recibió el amanecer, los inquietos rayos del sol luchaban por penetrar las cortinas, dibujando láminas de oro y diminutas motas de polvo que se esparcían por doquier. El recuerdo de lo acontecido hace tan solo unas cuantas horas me hizo sonreír.

Draggon abrió los ojos despacio, atrayéndome hacia su pecho donde acomodo mi cabeza.

-Quiero decirte que he decidido con quién quedarme. –Le confesé. De inmediato se enderezó, lo imité y bajé la mirada hacia las sábanas. –Debes comprender. –Continué. –Que aunque te amo, no puedo evitar que también existan sentimientos hacia James. No es mi culpa Drag, es todo este asunto de las almas gemelas. Y por eso quiero pedirte un favor, más que un favor, es una súplica.

Pude ver la interrogación en su azulada mirada, el miedo reflejado en ellos.

-Después de que lo acaba de pasar entre nosotros, no me cabe la menor duda que tú eres el indicado, siempre lo fuiste, pero creo que a veces nos toca superar pruebas para reconocer donde está de verdad tu corazón.

-Eso quiere decir que me eliges a mí. –Su cara se iluminó de la felicidad.

-Sí, pero con una condición.

-Condición. –Repite frunciendo el ceño.

-Mientras que yo siga siendo híbrida, existirá este lazo con James, y ya no quiero sentirme tan confundida.

-¿Qué me estás proponiendo? –Me preguntó anticipando mi propuesta.

-Sé que quieres tener hijos, pero ya no puedo estar más dividida entre dos amores, sintiéndome en agonía constante, ¿Entiendes? Y aunque escojo estar contigo, James sufrirá y en cierta manera yo también, por lo que tengo que romper el vínculo entre ambos.

-¿Me estás pidiendo que te convierta?

-Sí, aquí y ahora, te lo imploro, qué importa que no tengamos descendencia si nos pertenecemos el uno al otro.

Su mirada se perdió en la pared por unos instantes, pero supe que lo meditaba sonriendo con cierta amargura.

-Annia, no puedo transformarte aunque lo quiera, por ley debemos estar casados.

-Y lo estamos. –Afirmo.

-No es así, fue una maldita farsa y lo sabes.

-No, todos estuvieron en la ceremonia. ¿Quién sabe la verdad?

-Tu padre, Thompson, tu hermano y creo que Ruddy.

-Hombres de tu entera confianza, y sé que mi amiga no dirá nada, para el resto de los vampiros somos marido y mujer. Cuando todo este embrollo de Aldo termine, nos casaremos en privado y terminaremos lo pendiente. Por favor. –Le ruego de nuevo.

-Si lo hacemos, estaremos violando las leyes, pero si eso significa terminar esta pesadilla y que seas mía en definitiva, al demonio con todo, lo haré, seré yo quién te convierta, nadie me puede quitar ese derecho.

Suspiré aliviada e hice mi cabello a un lado, Draggon se acercó y me mordió, sentí un ardor, consumió mi sangre como tantas veces, con la excepción que no se detuvo hasta que mi corazón casi no palpitaba, estaba débil, apenas y podía abrir los ojos, se hizo una herida en la muñeca y la puso en mi boca, la sangre comenzó a fluir. –Bebe. –Me indicó y obedecí, el aire comenzó a faltarme, como si me asfixiara, siento el cambio en mi organismo, es extraño, estoy muriendo, mi parte humana se desvanece, el proceso estuvo completo cuando mi corazón se paralizó, expiré en los brazos de mi vampiro.

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Desperté pero no me sentía tan diferente, a excepción que mi garganta estaba seca, sedienta para ser exacta. Draggon se encontraba sentado en una silla cerca de la cama, observándome.

-Buenos días. –Me saludó irradiando felicidad.

-Buenos días. –Contesté incorporándome.

-¿Hambrienta? –Preguntó burlón.

-Un poco, ¿Te ofreces como donante? –Me mofo, siguiéndole el juego.

-Mi placer. –Lo tuve rápidamente sobre mí, sujetando mis manos a los lados. Me besó provocándome pero luego, en un movimiento que no previó, quedé debajo de él. Descendí hasta su cuello. –Adelante, estrena tus colmillos. –Pude sentirlo sonreír.

Sin que lo esperara salieron solos, el deseo de la sangre fue suficiente motivo para surgir, lo mordí tratando de no lastimarlo, ahora entendía que los colmillos solo eran la herramienta para hacer la herida, luego de cumplir su cometido volvían a su lugar pero ya la sangre manaba libremente, justo en la yugular. Comprendí porque es el mejor lugar para alimentarse, la sangre emana en abundancia. Sorbí de buen agrado, dejándome endulzar el paladar con su metálico sabor, por alguna extraña razón, su sangre me sabía mejor, más apetecible, no quería detenerme, me encontraba fuera de mí, hasta que él me detuvo.

-Annia, suficiente. –Me apartó sin ser brusco.

-Lo siento. –Me disculpé cayendo junto a él y lamiendo los residuos de sangre sobre mi boca.

-¿Y? ¿Funcionó? –Arqueó una ceja, viéndose jodidamente atractivo.

-Sí. –Sonreí a mis anchas. –Funcionó, ya no está esa sensación en mi pecho, se ha ido. –De verdad me sentía contenta, al fin era libre.

Se abalanzó sobre mí y me besó con necesidad: -Mía. –Susurró en mi oído.

–Para siempre. –Lo abracé mientras que nuestras bocas se fundían en una sola.

Tocaron a la puerta con cierto recelo, Drag se detuvo, y desee matar a quién quiera que estuviera interrumpiéndonos, pero deseché la idea al notar el olor de Rose, su aroma ahora me llegaba más penetrante y la garganta ardió.

-Le despediré, haré que la lleven al pueblo hasta que asimiles tu nueva naturaleza.

-No es necesario, lo puedo manejar, si Ruddy pudo, yo también.

-¿Estás segura? –Arqueo una ceja.

-No lastimaré a Rose, te lo prometo.

-Está bien, veré que quiere, te espero abajo.

-De acuerdo. –Respondí levantándome

***********

Narra Draggon:

Rose me esperaba fuera de la puerta, lucia nerviosa.

-Está aquí Señor. –Habló en voz baja refiriéndose a Bernard.

-Gracias, iré a verlo.

-¿Quiere que prepare el desayuno para la señora?

-No, la señora Stone ya no requiere ingerir más alimentos de esa índole.

-Ohhhh. –Expresó comprendiendo.

Rose se alejó y yo la seguí hasta encontrar a un impaciente Bernard de brazos cruzados con mirada displicente.

-¿Me puedes explicar que hiciste? –Consulta arqueando una ceja.

-Podemos hablar en mi estudio por favor. –Le hablo con calma.

-¿Dónde está ella? –Quiere saber.

-Tomando un baño. –Le señalo mi estudio y de no muy buena gana, accede. Una vez adentro me senté en un sillón y lo invité a hacer lo mismo.

-No gracias, prefiero estar de pie.

-Como quieras. –Sonreí sin ganas.

-¡Demonios Stone! No pudiste esperar. –Creo que me estaba regañando.

-¿Acaso me estás reclamando algo?

-Sé que lo hiciste, ¡Maldita sea!

-No sé de qué hablas. –Me hago el inocente.

-La convertiste Stone.-Chasquea sus dientes.

-Ohh entiendo. –Sonrío triunfal, terminando de comprobar que de verdad funcionó, el chico debió decirle al romperse la conexión entre ellos.

-Borra esa sonrisa de tu cara, acabas de quebrantar la ley.

-Nadie tiene porque saberlo, ante todos Annia es mi esposa, sólo consolidamos lo que dejamos pendiente.

-Actúas sin ningún recato, no puedo cubrir tu espalda por siempre.

-No te lo estoy pidiendo. –Levanto el tono de mi voz. –Escucha, ella me rogó que lo hiciera, estaba aturdida, me eligió a mí, al fin se decidió, pero pensando en el daño que pudiera causarle a James, me imploró que la convirtiera, no pude negárselo, no sabiendo el sufrimiento que esto causaba en ella misma.

-Cuando se trata de mi hija, actúas como un idiota. –Me reprocha.

La puerta se abre y Annia ingresa trayendo puesto únicamente una de mis camisetas que por supuesto le queda grande.

-¡Por los mil demonios Stone! –Escupió fuego por la boca, o al menos eso parecía.

-Baja el tono de tu voz. –Le ordené.

-Papá no es toda su culpa, no te descargues con él. –Salió en mi defensa, mi ahora creación.

-Tú jovencita, te consideraba más centrada.

-Lo amo papá, y sé que querías que me quedara con él, ¿Entonces a qué vienen tus reproches? Y por cierto, me debes muchas explicaciones.

-¿A qué te refieres? –Preguntó de mal modo.

-A mamá. –Respondí cruzándome de brazos y pude ver como su rostro se descompuso.

-Debes decirle la verdad Bernard. –Le sugerí.

-Lo sé, pero no estoy listo. –Contestó cabizbajo.

-Tengo derecho a saberlo, desmiente lo que Aldo me dijo.

Apenas mencionó su nombre, las facciones de mi amigo se endurecieron.

-Los dejo solo para que platiquen. –Pasé junto a Annia besándola a la altura de la cabeza, ella me tomó la mano y me sonrío. Miré a mi amigo y salí dándoles privacidad.

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Narra Annia.

-¿Y bien? –Lo encaro.

-Toma asiento por favor. –Me señala el sillón, obedezco.

-¿Qué fue lo que te dijo ese infeliz? –Quiso saber.

-Qué mamá y él eran almas gemelas, que ella te dejó por él, y que cuando vino a darte explicaciones sobre su relación, tú la mataste. Cosa que en cierto grado es verdad, porque tú mismo me has dicho innumerables veces que tuviste que actuar en mi defensa, cuando ni siquiera me encontraba con ustedes.

-Annia, lo primero que te diré es que amaba a tu madre, y cuando Jeremy y tú nacieron fue uno de los momentos más felices que recuerdo.

-Un momento, me perdí de algo ¿Acabas de decir "Cuando Jeremy y yo nacimos? –Frunzo el ceño por completo confundida.

-Quiero que sepas que todo lo que ocultamos fue para protegerlos.

-Papá ¿De qué carajos hablas?

-Annia Jeremy es tu hermano.

-Eso ya lo sé. –Espeto molesta.

-No, él realmente es tu hermano, tú y él son gemelos.

-¿Qué? –Apenas fui capaz de articular.

-Tu madre dio a luz gemelos esa noche, Jere nació primero y luego tú, Magalia, una bruja, atendió el parto, ella borró la memoria de Lorein, para que creyera que solo tuvo un hijo, tú. Esa misma noche le entregué a Jeremy a ella para que lo criara como suyo, alejándolo de toda esta locura.

-Un momento, me puedes desenredar esto, no te estoy siguiendo.

-Lo haré, y empezaré por decirte que tu madre no era humana cuando la conocí, ella era híbrida al igual que tú.

Quise decir algo, pero las palabras simplemente se atoraron en mi garganta.

-Apuesto que eso no te lo dijo Aldo.

Moví mi cabeza en negación.

-Jeremy y tú son especiales, la sangre que corre por sus venas es preciada.

-¿De qué hablas? –Aunque no tenía necesidad de respirar, un vacío se acrecentaba en mi interior.

-Annia, tu madre es descendiente directa de Olivia Newman, nuestra fundadora, la sangre que corre por tus venas y la de tu hermano al transformarse en vampiros, es pura. Olivia es una antigua, uno de los primeros vampiros que habitó la tierra, eso los convierte en un preciado botín.

-No, no, no. –Sostengo mi cabeza entre mis manos. –No comprendo nada.

-Lo sé mi amor, te dije que era complicado.

-¿Jeremy lo sabe? –Inquiero.

-No, recién nacido se lo entregué a Magalia, ella lo crio como suyo, y cuando llegó el momento lo convertí para que regresara conmigo.

-Pero si él era un híbrido, debió saberlo.

-Magalia, utilizó un hechizo que durmió su parte vampírica, así que Jeremy creció como un simple mortal.

-El lobo que lo atacó ¿Fue todo premeditado?

-Nunca pasó tal cosa, todo fue puesto en su mente.

-¿Pero por qué tomarse esa molestia? ¿Por qué separarnos?

-Creo que ya conociste a Madame Russó. –Me volvió a ver de reojo. –Ella pronóstico lo que sucedería con lujo de detalles, lo tu madre con Aldo, y que él te desposaría y con ayuda de Jeremy, atacarían Villa Olivia, logrando éxito en su contienda, reclamando el trono y haciendo de mi hijo, su mano derecha. Era necesario actuar de esa forma, de lo contrario, Jeremy y tú serían corrompidos. Seré más explícito, al alejar a Jeremy, intenté cambiar el rumbo de los acontecimientos y al parecer lo logré, aunque no del todo, no pude evitar la muerte de Lorein ni que fueras pactada.

-No, no tiene sentido, nada de lo que me has dicho. Jeremy era un adulto cuando lo trajiste a casa y yo una niña.

-Todo ha sido una ilusión, recuerdos plantados adrede en ambos, para que creyeran lo que deseábamos. ¿Por qué crees que construí mi casa tan alejada de todos? Incluso los de Villa Olivia, saben lo mismo que tú, todo ha sido un montaje.

-¿Y mamá? No me has dicho nada de ella.

-Lo que Aldo te contó es cierto, ella era su alma gemela, huyó contigo, pero al ver lo que hacían en Villa Natividad, las crueldades que cometían con los humanos, se espantó. Encaró a Aldo y fue cuando él comenzó a lastimarla, la golpeaba, porque a pesar que era su alma gemela, su corazón está cargado de maldad. Una noche ella escapó y vino a solicitar ayuda, estaba desesperada, me pidió perdón y que por favor te sacara de ahí.

Ni una sola parte de mi cuerpo se movió, un penetrante dolor se extendió hasta que algo acuoso recorrió mis mejillas.

-Esa misma noche, le pedí a Stone ayuda, ya que esto se salía de mis manos, fuimos a Villa Natividad y logramos rescatarte, pero ya habías sido pactada. Aldo asesinó a tu madre al enterarse de su traición y te tomo a ti en su lugar. –Sonrió con amargura. – Unos años después la familia de Draggon murió, y fue cuando le pedí que se comprometiera contigo, estaba desesperado, me sorprendió que accediera, y esa es toda la historia, ya no te mentiré nunca más.

-¿Por qué te acreditaste su muerte si no lo hiciste? –Refiriéndome a mamá

-Porque Drag y yo montamos un plan, en ese momento nos pareció convincente.

-Esto es demasiado ¿Cuándo pensabas decirnos la verdad? –Me siento engañada y molesta.

-Me llevo haciendo esa misma pregunta durante siglos. –Me respondió.

La puerta se abre y Jeremy entra, al verlo, corro y lo abrazo con fuerza, él corresponde, sé que sabe que soy un vampiro pero no indaga al respecto.

-¿Qué está pasando aquí? –Puedo sentir como su mirada se clava en papá.

Los tres guardamos silencio, era hora que mi hermano, escuchara también la verdad de boca de nuestro padre.

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Debo dedicatorias, pero será en la próxima actualización. Aprovecho para promocionar una novela de una lectora que me lo pidió. Se llama "El corazón de un vampiro" por Demon_ari. La pueden leer en el siguiente link: https://www.wattpad.com/285136053-en-el-coraz%C3%B3n-de-un-vampiro-dr%C3%A1cula-comienzo

Besos y abrazos y gracias por leer mi novela. Sé que me han odiado y amado al mismo tiempo, que han sufrido y reído, pero se los dije desde un principio, sigan leyendo, no se me depriman, en toda buena historia de amor que trate de vampiros, siempre hay intrigas, si no sería súper monótono. ¿A poco nos los sorprendí?

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