FRUSTRACIÓN
Les dejo foto de Brad, ya sabrán quién es al terminar el capítulo.
Cuando despierto siento unas fuertes ganas de llorar, no ha sido un maldito sueño, estoy de verdad en Villa Natividad y en cuatro días, seré oficialmente la esposa de Aldo. Nuevamente el estómago me da un vuelco, me da repulsión pensar que él me tocará, que me hará suya.
"Drag" lo llamo mentalmente, invade mis pensamientos, añoro tanto volverlo a ver, a él, a mi familia, a Ruddy. Me levanto despacio, con el desánimo marcado en cada paso que doy, me asomo por la ventana que da a la calle, hay mucho movimiento, puedo ver a los humanos acompañados de sus dueños, algunos incluso están encadenados, ¡Qué horror!, los compadezco, al parecer todas las historias que escuché sobre este lugar son verdaderas.
La puerta se abre y Aldo ingresa, su presencia me molesta, desearía tener la suficiente fuerza para enfrentarlo, pero ni aun siendo un vampiro lo lograría, él es antiguo al igual que Draggon, lo sé por su aura, es extraño de explicar, pero podemos percibirlo. Se acerca a mí y me imita mirando a través de la ventana, para luego colocar sus oscuros ojos en mí. Son café pero cambian a casi negros, no me gusta la manera en que me ve, parece un pervertido al asecho.
-¿Dormiste mejor? –Enrolla unos de mis mechones de cabello en sus dedos, su solo contacto me enferma, pero debo disimular.
-Sí gracias. –Le sonrío, esforzándome por que parezca una sonrisa sincera.
-¿Tienes apetito? El desayuno está listo si lo deseas.
-No mucho en realidad. –Contesto, es la verdad.
-Tienes que alimentarte bien, debes estar en forma para la noche de bodas. –Sonríe de forma morbosa y un escalofrío me recorre por completo. –Tráiganlo. –Ordena.
Otro vampiro ingresa con un muchacho a su lado, es bien parecido, tendrá la edad de Rose, a pesar del maltrato, sus agraciados rasgos aún están presentes, se encuentra encadenado como las personas que vi hace un instante.
-Tu desayuno. –Me señala Aldo y yo abro la boca sin poder evitar mostrar mi evidente sorpresa.
-Aquí no compramos la sangre Annia, la tomamos de la fuente, su sabor es mejor. Te dejaremos sola, no juegues con la presa. –Me sonríe de medio lado y nos deja solos.
La mirada del chico está perdida en ningún lado en específico, puedo ver las mordidas en su cuerpo. Esto es demasiado, jamás me alimentaría de él así me vida dependiera de eso.
-¿Cómo te llamas? –Le pregunto pero él no parece escucharme. Me aproximo y me doy cuenta que es como si fuera un zombi, ¿A qué grado de maltrato tuvo que ser expuesto para que actúe de esta manera? –No temas. –Agrego. –Soy Annia.
Sus ojos celestes se posicionan en mí y ladeó el cuello, posiblemente para que lo mordiera, había varias cicatrices, sin darme cuenta, lágrimas resbalaron por mi mejilla y toque una de sus heridas.
-Lo lamento tanto. –Le dije y sus ojos sin brillo se volvieron a enfocar en mí.
-No eres como ellos. –Al fin habló, pero muy bajo, sus agrietados labios apenas se movieron al pronunciar dichas palabras.
-No, no lo soy, al igual que tú, estoy prisionera.
-Soy Sean.
-Mucho gusto Sean, me llamó Annia.
-Debes alimentarte de mí o él se enfadará.
-¿Te refieres a Aldo?
Él asiente.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Se encogió de hombros y su mirada recayó ahora en la ventana.
-Tanto tiempo. –Expresé casi en un susurro.
-Te prometo que te sacaré de aquí, a ti y cada uno de los tuyos.
No hubo más reacción ni respuesta.
-¿Por qué dices que se enfadarán contigo?
Comenzó a desabotonar su camisa, cosa que me extraño pero al terminar la bajo despacio y me mostró su espalda, señas de latigazos la decoraban, algunos estaban recientes y un grito se ahogó en mi garganta.
-Oh Sean. –Comencé a llorar, y odié a Aldo y a cada habitante de ese pueblo. –Trataré de no lastimarte.
Como no tenía colmillos me posicioné en una herida fresca y lo mordí con delicadeza. Su rostro se contrajo pero luego se relajó, la sangre comenzó a emanar, su sabor ciertamente es distinto, más dulce, nunca me había alimentado de alguien vivo, pero me detuve, él se veía débil, no quería lastimarlo. Cuando Aldo regresó, me sonrió satisfecho y con el dedo pulgar, limpió los residuos de sangre para luego lamer su dedo, me pareció de lo más grotesco.
El otro vampiro se llevó a Sean, y unos sentimientos de frustración me llenaron, nada podía hacer para ayudarlo, ni a él, ni a los otros humanos.
-Te daré unos minutos para que te alistes, te mostraré el pueblo.
Él se fue cerrando al paso, tomé una ducha, esperando que el agua caliente relajara mis tensos músculos. Cuando salí me dirigí a un armario y encontré ropa de mi talla, de seguro llevaba planeando mi rapto meticulosamente y acondicionó el armario con suficientes prendas.
Una lleve llovizna se precipitaba, así que decidí abrigarme bien y colocarme unas botas altas, cuando estuve lista, Aldo me esperaba fuera de la puerta. Me rodeó con su brazo por el hombro y con un paraguas lo suficientemente grande para taparnos a los dos, comenzamos el recorrido.
Los vampiros me observaban con detenimiento, murmurando entre ellos. Mientras Aldo me hablaba sobre la fundación de Villa Natividad, como si me interesara. Se detuvo al frente de una imponente estructura, parecía un castillo pero era un poco más pequeño. Y me refiero a imponente porque parecía sacado de una película de Drácula, con gárgolas vigilando sus cimientos, completamente medieval.
-Éste es mi palacio. –Lo señala. –A diferencia de sus estúpidas costumbres, yo no necesito casarme para ser rey, desde aquí gobernaremos juntos. –Y al decir esto me besa en la cabeza. No lo entendía, se comportaba como un caballero, pero ayer era un verdadero patán. Lo que me confirmaba que debía fingir en frente de él, siendo altanera no lograría nada me quedaba de experiencia con Draggon.
Un vehículo se encontraba parqueado al frente de la edificación, para mi sorpresa, Aldo abrió la puerta, comprendiendo de inmediato que nos marchábamos. No objeté, entré y él tomó asiento a mi lado. Nos alejamos de Villa Natividad, a un destino incierto.
Llegamos a un camino cerrado y desde este punto continuamos a pie. Alrededor de diez vampiros iban con nosotros. No tardamos en vislumbrar una casa de montaña, Aldo me ayudó a subir la empeñada cuesta hasta estar en la entrada de la propiedad. Para mi decepción había más vampiros ahí, el lugar se encontraba vigilado hasta los dientes.
Entramos y Aldo me mostró cuál sería mi habitación.
-Siéntete como en casa.
Creí que se iría pero por el contrario se acercó a mí, me vi retrocediendo.
-¿Me temes? –Consultó.
-No, solo soy precavida.
-Annia no violaré tu intimidad, soy hombre de palabra.
Diciendo esto me deja sola y el alma me regresa al cuerpo. Tenía que salir de ahí, miré hacia la ventana y la abrí, un barranco era el panorama, nada alentador. Me subí al marco y con cuidado comencé a descender, sujetándome de lo que podía. Mi pie patinó y me fui resbalada, sujetándome a última hora de la canoa que rodeaba el techo, quedando de la cintura literalmente al aire, sin nada que me sostuviera. Era tan sencillo, sólo tenía que soltarme, ¿Y si Drag no me encontraba a tiempo? Tomé la decisión, mis manos poco a poco se fueron soltando hasta que sentí el vacío abrazándome. Unos robustos brazos me sostuvieron, luché por soltarme pero eran fuertes, me halaron y cuando me di cuenta me encontraba sentada en el techo. Volví a ver a mi acompañante, no era Aldo, sino otro vampiro que no había visto antes. Su cabello es lacio y dorado, lo lleva a la altura de los hombros, ojos azules, prominentes camanances, piel canela, con una barba en forma de candado, debo admitir que es apuesto, aparentaba quizás unos treinta y tantos años, no podía calcular su edad exacta.
-¿Qué diablos hacen afuera?
La voz de Aldo nos exaltó a los dos.
-La señorita Collin quería ver el paisaje más de cerca. –Mintió aquel hombre a quién miré anonadada ¿Me estaba protegiendo?
-Escuché gritos. –Aldo lo fulmina con la mirada, quizás tratando de descubrir falsedad en sus palabras.
-Tropecé. –Agrego, intercambiando una mirada con el hombre a mi lado. –Pero él me sostuvo y evitó que cayera.
-Si algo le pasa Brad, eres responsable directo de ella ¿Lo sabes?
-Claro, ya relájate nada pasó.- Le contestó y las facciones de Aldo se suavizaron. –Entren ahora. –Ordenó.
Brad, me ayudó a ingresar y cuando estuvimos en la habitación, hizo las presentaciones formales.
-Annia, él es Brad Chevalier, tu escolta, te cuidará para que estés segura.
Dirás para que no escape, me dije mentalmente.
-Es un honor señorita Collin. –Toma mi mano y la besa.
-Sí, mantente alejado de ella. –Le indica Aldo rodeándome por la cintura.
-Tranquilo, sé perfectamente que es de tu propiedad, aunque esté marcada por otro. –Sonrió dejando mostrar una fila de dientes blancos.
-No abuses de tu suerte Brad. –Casi gruño Aldo.
-Lo tengo claro. –Respondió serio.
-Bien tengo que atender otros asuntos, estaré ausente unas cuantas horas. –Me volteó la cara y me besó para luego salir. No tardó en hacerlo cuando me pase la manga de la blusa sobre la boca quitándome cualquier rastro de él.
Brad me miró divertido, sacó una libreta de su bolsillo y un bolígrafo y comenzó a escribir, me enseñó apenas terminó.
-¿Te ha hecho daño?
Lo miré extrañada y con la cabeza indiqué que no. Siguió escribiendo:
-¿Estás bien?
Volví a asentir, la verdad no me podía quejar a pesar de todo lo sucedido.
-Soy amigo de Xavier.
Me indicó en el papel en blanco. Abrí los ojos como platos sin comprender.
-Aranella no es la única infiltrada en el bando enemigo.
Comencé a sollozar de la alegría pero tapé mi boca, temiendo que Aldo regresara.
-Te sacaré de aquí.
No lo podía creer ¿Quién era Brad? Si de verdad está infiltrado ¿Por qué nunca supo lo de Aranella? ¿Sería de fiar? Algo en mi interior me decía que sí.
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Narra Draggon:
-¿Se ha comunicado contigo? –Me pregunta Bernard preocupado.
-No, la última vez que hablamos me dijo que ella estaba bien.
-¿Por qué no lo ha hecho? ¿Deberíamos ir a buscarla?
-Calma Bernard, confío en él.
-¿Por qué no nos advirtió sobre Aranella? –Me reprocha.
-No lo sabía, al parecer ella nunca estuvo en Villa Natividad y no se mencionó su nombre en ningún momento.
-Me siento tan impotente. –Expresa Bernard molesto.
-¿Y crees que yo no? Deseo ir ahora mismo a traerla, quemar esa maldita ciudad, con Aldo incluido, con tal de tener a Anni conmigo, pero no debemos actuar sin pensar. Es obvio que nos esperan, sería ponerla en peligro.
-¡Demonios! –Exclama Bernard golpeando el muro, haciendo una grieta en este.
-Él nos contactará apenas la saqué de ahí. Lo último que me informó es que la trasladarían hoy, pero no tenía la ubicación. Tenemos un punto de encuentro, tratará de sacarla en la noche, nos veremos mañana al amanecer. Conozco a Brad es un mercenario al igual que Thompson.
-Te rodeas de gente singular. –Me señaló Bernard, mirándome de reojo.
-No, me rodeo de gente en quién puedo confiar. Brad es como un hermano para mí, y nos ha ayudado mucho en todos estos años. Creo que es hora de sacarlo de ahí.
-¿Hace cuánto que no lo ves?
-Alrededor de cinco años.
-¿Y no has considerado la posibilidad de que estar rodeado de Aldo lo haya cambiado?
-Sí, pero sé que no es así, dale un poco de crédito.
-Cuando tenga a mi hija en casa, se lo daré.
Esta situación se volvía invivible, cada minuto que pasaba es una verdadera tortura, comprendía a Bernard, pero no había nada que pudiéramos hacer, sino esperar que mi amigo cumpliera su parte y todo saliera bien.
-Stone estamos listos. –Me dice Thompson sacándome de mi meditación.
Formé un pequeño grupo de rescate, somos únicamente Royner, Anthony, Thompson y por insistencia de Bernard, Jeremy, lo cual no me agradó nada, pero era eso o que él viniera y lo necesitaba aquí.
Nos preparamos portando armas no convencionales pero sí mortíferas para nuestra especie, no podíamos llevar vehículo ya que el terrero es montañoso. Apenas concluimos con los preparativos, nos pusimos en marcha. Si Aldo le puso una mano encima a Annia, juro que lo pagara con creces.
En silencio marchamos en busca de la mujer que amo, porque ahora sé cuán importante es ella para mí, después de Sorem no creí que fuera posible volverme a enamorar, pero si algo le sucede a Annia, ya no sabría cómo sobrevivir.
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Me encontraba durmiendo cuando sentí a alguien junto a mí. Me desperté sobresaltada, tapó mi boca y encendió la lámpara pegada a la pared. Suspiré aliviada al ver que era Brad.
-Hora de marcharnos.
Me mostró un papel. Asentí y tratando de no hacer ruido, me cambié de ropa. Me sorprendió ver que traía una larga cuerda, la cual ató a la pesada cama. Me indicó que me pusiera a sus espaldas ¿Debía estar de broma si haría lo que pensaba? Me negué y él me enseñó otro papel:- Es la única manera, tienen todo cubierto menos el barranco.
Sentí desfallecer, pero si eso me separaba de mi libertad, ni modo. Él se puso un arnés y me ayudó a mí a colocarme otro, pero el suyo, sujetó el mío a su espalda.
Cuando estuvimos listos, aunque incómoda con la situación, empezó el descenso. Fue lento y tedioso, pero Brad, parecía un experto montañista, llegamos a una superficie plana, donde nos detuvimos, vi que tenía más cosas ahí incluyendo armas. Se equipó con lo necesario y me sonrió, quizás infundiéndome valor. Aunque oscuro, había luna llena, y la claridad lo cubría todo. Miré hacia abajo y un torrentoso río corría salvaje, aún estábamos a menos de la mitad del recorrido.
La cuerda se comenzó a mover y Brad miró hacia arriba.
¡Maldición! -Expresó tensando sus facciones. No eran buenas noticias.
-Debes confiar en mí Annia. -Me dijo.
Lo miré extrañada y me tomó por la cintura ¿Qué pensaba hacer? Me sonrió y se dejó ir hacia atrás conmigo sobre él. Un grito salió expulsado de mi garganta cayendo al vacío.
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Bueno, aquí cumpliendo con el capítulo, al menos Annia tiene un ángel con ella, esperemos que Brad, logré sacarla de ahí.
Las dedicatorias de este capítulo son:
*Mei_Sakamaki
*Anonyma02
*itsvaleria12345
*gabzuzman14
*KorymarRodriguezNale
*Carmenmaldonado7982
*anonima_hoe1
*vero067
*kethlySil
*liselot2003
*kathiabenitez
*Elymwii
*A18641500
*Pinky_97
*Mennysky
*MiaAndrew6
*edith_n
*DannyKennedy
*the_bad_giirl
*adecuadamente
*FlorexxMartinez
*Beatrizmisael
*kylie_jenner_secret
*kareinarivero
*LizCano1
*mys0810
*Beatrizvanesa
*dafne_1414
*sherik18
Hola, tengo una pregunta que hacerles. En Facebook abrí una página web para poder interactuar más con ustedes. No la he terminado, mi pregunta es ¿Les gustaría tener el link aunque la página no esté lista? O ¿Mejor esperan a que la termine? Esto lo comento xk muchos me han preguntado si tengo Facebook, y sé k algunos les gustaría hacerme preguntas sobre mis historias y compartir más por medio de esta herramienta. Lo que ustedes decidan, se hará. Quedo atenta a su respuesta.
Posdata: como actualicé hoy, ahora la próxima publicación será hasta el lunes si Dios lo permite. Un fuerte abrazo. 😘
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