DE REGRESO A CASA

El jeep de Drag parqueó frente a mi casa, eran cerca de las 5:00 p.m. Odiaba aceptar que disfruté su compañía y de los besos compartidos. Esto es tan irreal que temo incluso pellizcarme y darme cuenta que es una mentira. Pero estaba tranquila, hicimos el juramento, ninguno de los dos puede cambiar de parecer. Una promesa o juramento en nuestra cultura, es algo muy sagrado y más si ha sido pactado con sangre.

-¿Puedo venir a verte mañana? –Me consulta mientras que con cuidado toma mi mano derecha y entrelaza nuestros dedos. Me invade una sensación extraña pero es agradable.

-Puedes venir cuando quieras. –Contesto, sonriéndole. Me invaden unas inmensas ganas de besarlo, pero me contengo. Todo en él es perfecto, su sedoso cabello castaño, sus carnosos labios, sus ojos que parecen dos zafiros, sus hermosas facciones, tengo que admitir que jamás he visto a alguien tan atractivo en mis 150 años, a excepción de mi hermano.

Timothy nos veía por el espejo retrovisor y sonreía, otro vehículo con los guardaespaldas de Draggon se encontraban atrás de nosotros, la seguridad ante todo.

-¿Seguirás viniendo por las noches a verme? –Pregunto curiosa.

-¿Quieres que lo haga? –Me miró de una manera tan sensual que hizo que un escalofrió me recorriera la columna.

-Sí, pero despiértame cuando llegues.

-Me gusta más verte dormir, pareces un ángel.

-¿Me estás diciendo que no lo soy cuando estoy despierta? –Lo golpeo de manera juguetona en el hombro.

-No, solo digo que cuando duermes te ves encantadora, a pesar de que roncas. –Sonríe.

-Yo no ronco. –Me cruzo de brazos ofendida.

-No, no lo haces, solo quería ver tu reacción. –Sonríe mostrando su blanca dentadura.

Escucho a Tim ahogar una sonrisa, tratando de no soltar la carcajada.

-No le encuentro la gracia. –Añado con fingida indignación.

Ambos comparten una cómplice mirada. La puerta de la casa se abre y papá junto a Jeremy salen a nuestro encuentro.

-Supongo que debo irme. –Miré a través de la ventana.

-Te veré mañana en la noche.-Me prometió y sonreí ante la idea.

Me volví para despedirme pero me sorprendió halándome a su lado y besándome con ternura, despacio, permitiéndome degustar sus labios. Me sentí incómoda, sabía que Jey y mi padre nos veían, pero para ser sincera, cada vez que Draggon me besaba, me perdía en sus besos y el mundo a mi alrededor desaparecía.

-Hasta mañana.

Contraje mis labios y le sonreí, él me guiñó el ojo derecho y me mostró una de esas sonrisas que te hacen desear caer rendida a sus pies. Bajé del coche y lo vi alejarse, suspiré y entré con mi familia a mis espaldas. Papá se cruzó de brazos tocando su mentón, conocía esa mirada, esperaba que le explicara lo que acaba de ver.

-Ummm... -Me quedé sin saber muy bien qué decirles. –Nosotros hablamos, él me prometió cambiar su actitud conmigo, ambos lo hicimos, es un acuerdo mutuo, un tratado de paz, por decirlo de alguna forma.

-Sí, por lo visto el tratado se desarrolló muy bien. -Papá caminó hacia su despacho, con las manos cruzadas hacia atrás y con una sonrisa que hizo que me sonrojara. -De verdad me alegro hija, has hecho lo correcto, me siento orgulloso de ti.

-Gracias papá.

Nos dejó solos a Jere y a mí, sin estar muy segura de quererlo. Mantenía sus brazos cruzados al frente, con una mirada inquisidora.

-Ya dilo.-Expresé poniendo los ojos en blanco.

-Afuera ahora. –Me señaló la puerta.

-Está helando.- Alegué.

-Ahora Annia. –Sonó tan autoritario como Stone.

-Bien pero no me grites.

Salimos y caminamos, alejándonos de casa, comprendí su intención, no quería que papá nos escuchara. Cuando estuvimos a una distancia prudencial me encaró.

-No te comprendo, de verdad que no. –Deja salir una sonrisa de frustración. –Apenas proclamabas que deseabas romper el pacto que te ataba a él, desde mi llegada no te has cansado de repetirme cuanto lo desprecias, lo infeliz que eres, me llegué a angustiar tanto que incluso estaba dispuesta a casarme contigo, y ahora resulta que todo es miel entre ustedes, me puedes explicar ¿Qué demonios pasó para hacerte cambiar tan drásticamente de opinión?

Me mira severo, jamás en mi vida había visto a Jeremy tan molesto conmigo.

-Antes de juzgarme ponte en mi lugar, voy a ser su esposa, estaré con él el resto de la eternidad, y no quiero que mi vida sea un infierno. Además, él no es como yo imaginaba.

-Te olvidaste tan fácilmente de todo el maltrato recibido, de las humillaciones.

-No Jey, jamás lo olvidaré, pero tampoco puedo nadar contra corriente. Me ha pedida una oportunidad y se la he dado.

-¿Confías en él? –Me cuestiona.

-No del todo, pero estoy intentando hacerlo.

-¿Lo amas?

Su pregunta me tomó desprevenida.

-No lo sé, pero sí tengo sentimientos encontrados.

-Esto es inaudito. –Pronuncia con exasperación.

-¿Estás decepcionado de mí? –Quiero saber.

-Sí y no, sí porque te contradices y no, porque me alegra saber que ya las cosas se arreglaron y te veo feliz. Y si tú eres feliz. –Se acerca a mí y acuna mi rostro entre sus manos, mirándome fijo a través de sus ojos olivo. –Entonces yo lo soy.

Lo abracé y él correspondió.

-Te amo hermano.

-Y yo a ti traviesa.

Su cuerpo se tensó, de inmediato supe que algo no estaba bien.

-¿Qué sucede? –Inquirí.

-No debí sacarte de la casa, pero no pensé que se atrevieran.

-Jere, ¿Qué está mal?

Él toma mi mano y su mirada se pierde en todos lados.

-No dejaré que te lastimen. –Me afirma centrándose en mí.

-¿Quién? –Indago.

-Villa Natividad. –Contestó.

Quedé petrificada, ¿Se atrevieron a entrar a nuestros dominios? Sus habitantes eran un clan de vampiros enemigo, ellos se habían revelado hacía mucho en contra de la monarquía y fundaron Villa Natividad. Eran despiadados, sin ningún respeto hacia las leyes o la humanidad. Fueron desterrados hace 500 años y han guardado resentimiento contra nosotros desde entonces.

-Corre. –Me Indicó. No tuvo que decirlo dos veces, él es más rápido que yo, así que tuvo que disminuir su paso para llevar mi ritmo.

Nuestra casa colindaba con el bosque, se encontraba alejada del resto. Vi sombras pasar a nuestro lado y mi corazón se desenfrenó, haciendo que la adrenalina se disparara. Sentí unas manos que me sujetaron del abrigo y me halaron con fuerza, cayendo de espaldas y siendo arrastrada por el suelo.

-Jeremy. –Grité mientras que mis dedos trataban de sostenerse de algo, logrando sujetarme de la raíz de un árbol.

Él se detuvo y se devolvió pero le salieron tres vampiros cerrándole el paso, comenzó a enfrentarlos. Mis dedos se resbalaban mientras que fui suspendida por el aire y unos fuertes brazos me rodearon por la cintura.

-Suelta a mi hija.-Papá lo atacó sin darle tiempo de escapar y me soltó momentáneamente para encararlo.

Jey se encargó de uno pero los otros dos arremetían contra él, tumbándolo al suelo.

-Jere. –Exclamé desesperada. Levanté una pesada roca y me abalancé sobre uno de ellos, golpeándolo con rudeza por la cabeza, él se devolvió pero al ver que era yo, se plantó en frente y me levantó colocándome sobre su hombro.

-Suéltame. –Trataba de liberarme sin suerte.

Llegaron más vampiros, parecía que me querían a mí. El que me llevaba, salió corriendo deteniéndose en seco. No podía ver pero sus músculos se contrajeron.

-Suéltala ahora. –Le ordenó aquella voz que reconocí de inmediato.

El sujeto me lanzó a un lado, mi cuerpo voló en dirección a un árbol recibiéndome su dura corteza, sintiendo un prominente dolor en mi cadera. Quise levantarme pero me fue imposible. Draggon lo enfrentó, vi a la escolta de Stone, debatirse con los otros, los que quedaban, huyeron como los cobardes que son.

-Annia. –Drag estuvo junto a mí y me levantó entre sus brazos, no pudiendo evitar gritar del dolor.

Me sentí aliviada al ver a mi hermano, y a papá acercarse, se encontraban bien.

Me llevaron adentro, Draggon con cuidado me puso sobre mi cama. Los guardaespaldas se quedaron afuera rodeando el lugar. Papá puso el biombo dejando a Jeremy y Drag al otro lado.

-Déjame ver. –Me pidió.

Me bajó el pantalón con cuidado y su rostro denotó preocupación.

-¿Tan malo es? –Pregunté.

-Te quebraste la cadera Annia.

-Oh. –Pronuncié sin ganas.

Me terminó de quitar el pantalón y me cobijo. Mordió su muñeca y me dio a beber su sangre, la comencé a sorber y en cuanto mi cuerpo la asimiló, los huesos volvieron a su lugar. Me quedé tendida sobre la cama respirando pausado.

Papá corrió el biombo y mis chicos se aproximaron. Jeremy me chequeó intercambiando una sonrisa. Él y papá salieron dejándome sola con mi vampiro.

-Me quedaré esta noche, resguardaremos la casa.

-Qué suerte que llegaste a tiempo. –Enuncié agradecida.

-Nunca me fui. –Se sentó al borde de la cama y tomo mi mano.

-¿Cómo que nunca te fuiste? –Frunzo el ceño sin entender nada.

-Soy muy antiguo Annia, mis sentidos son más, como decirlo, agudos. Los sentí cuando llegué pero debía disimularlo. Cuando me despedí nos alejamos para que creyeran que me había ido, esperamos y actuamos.

-Muy astuto, cuando apareciste me sentí a salvo.

-No permitiría que nada te ocurriera. –Acarició mi mejilla.

-¿Por qué me querían a mí?

-Eres mi prometida, ¿Quieres otra razón?

-Nunca se habían atrevido a cruzar los límites. –Hago la observación.

-No volverá a suceder, además como medida preventiva, te pondré un guardaespaldas.

Arrugué la nariz, la idea no me agradaba para nada.

-Sin reproches Annia. –Me advirtió.

-Está bien. –Pongo los ojos en blanco.

-Hazte a un lado, dormiré contigo.

-¿Está la habitación de huéspedes sabes? –Bromeé, pero la verdad quería que se quedara conmigo.

-No, prefiero aquí. –Se quitó los zapatos y se introdujo a mi lado, recordando de inmediato que solo llevaba puestas mis bragas y el abrigo que estaba sucio.

-¿Debería cambiarme? –Mire mi ropa arruinada.

Sin esperarlo retiró el suéter y lo lanzó dentro de la cesta de ropa, quedando con la blusa que llevaba por dentro.

-Arreglado. –Me sonrió, besando mi hombro.

-A papá no le gustará que te quedes conmigo.

-Soy la máxima autoridad, nadie puede obligarme a dejar esta habitación. –Ambos sonreímos.

Me acurruqué en su pecho, aspirando su agradable aroma, es una locura, pero me sentía segura, sin darme cuenta, me quedé dormida.

********

Oh-oh ¿Creen que sea Aldo el que intentó llevarse a Annia? Muy listo por parte de Drag no irse, de no ser por él, hubieran cumplido su objetivo. Cada vez se complica más.

Espero que les gustara el capítulo, besitos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top