CONFESIONES

Dedico este capítulo a amantya99, muchas gracias por tus palabras.

Terminaba de ducharme, me vestí y bajé para saber si había noticias recientes. Thompson se encontraba conversando con uno de los hombres de Stone.

-¿Se sabe algo? –Pregunto con ansiedad, la desazón que me causaba esta situación.

-Nada aún.

-¿Eso es bueno o malo? –Pregunté empezando a angustiarme.

Mi padre entró y de inmediato corrí a sus brazos, él me recibió de buen agrado y comencé a llorar, no sé por qué, quizás por la misma zozobra que albergaba mi corazón.

-¿Has sabido algo? ¿Se han comunicado contigo? –Inquirí a mi padre.

-No hija. –Respondió aumentando mi aflicción. –Pero Stone los traerá con bien.

-Pero los tenían rodeados, y si.... –No puedo terminar la frase.

-No pienses así, debemos ser pacientes.

Sus palabras no me tranquilizaron en lo absoluto, me volvía loca al no saber nada, pero por lo visto, no quedaba más que aguardar. Pasaron lo que me parecieron horas hasta que el sonido de vehículos parqueándose me hizo salir de mi meditación. Todos nos dirigimos afuera, Stone venía con Ruddy en brazos y Jere parecía estar bien, sus ropas impregnadas de sangre pero no era la suya, por su olor era la de Ruddy.

-¿Qué pasó? –Pregunto alarmada cuando observo la palidez de mi amiga. -¿Está muerta? ¡Oh por Dios!

-No Annia, no lo está. –Me contesta Draggon con calma.

-Pero no está respirando.

-Ven te explicaremos.

Entramos a la residencia y Stone la colocó en el sillón cerca de la chimenea.

-¿Qué pasó? –Quiero saber.

-Cuando llegamos tenían la casa rodeada, sus intenciones era prenderle fuego–Comenzó hablar Drag. Me vino a la mente que él hizo lo mismo en la cabaña cuando hui con Jey. –Nos enfrentamos a ellos para crear una distracción y así Ruddy y Jeremy escaparan, pero un vampiro logro dar alcance a Ruddy, la hirió, si Jeremy no la convierte, no lo hubiera logrado.

-¿Qué? –Expresé apenas audible. -¿La convertiste? –Espeté molesta.

-¿Y qué querías que hiciera? Que la dejara morir. –Me gritaba defendiéndose.

-¿Sabes la unión que habrá ahora entre ustedes? ¿Cómo pudiste?

-Entonces preferías que Ruddy pereciera. –Me dijo dolido.

-Ya está muerta. –Solté molesta.

Jeremy salió de la casa con mi padre detrás de él, no quería estar en el lugar de Ruddy cuando despertase. Cuando un vampiro te convertía, llegabas a ser parte de este, se formaba un lazo inquebrantable entre ambos, pero ¿Debía juzgar a mi hermano? Debió ser una dura decisión.

Poco a poco la estancia se vació hasta quedar solo Drag y yo, y una pálida Ruddy, que despertaría siendo un vampiro.

-Fuiste muy dura con él. –Me dijo Stone defendiendo a Jey.

-¿Y desde cuándo son amigos? –Sabía que no debía hablarle así, pero estaba tan enojada.

-No te desquites conmigo Annia.

-Lo lamento. –Lo abracé. –Me alegro tanto que regresaran con bien, me preocupé mucho.

-¿Temías por mí o por tu hermano? De haber muerto se acabaría nuestro compromiso.

-Por ambos, y no te deseo la muerte Stone, este compromiso ya no es un castigo, lo acepté y no me arrepiento de haberlo hecho.

Me miró frunciendo el ceño, posiblemente analizando mis palabras. Era la primera vez que lo veía actuar como una persona normal, con ademanes propios de un humano.

-Es que no te has dado cuenta que.....-Callé no muy segura de continuar.

-¿De qué Annia? –Inquirió.

–De que te amo. -Le confesé

Drag enmudeció, me miraba atónito, como si acabara de decir una palabra prohibida.

-¿Tú me amas? –Cuestiona con duda.

-¿Es tan difícil de creer?

-Después de todo el daño que te causé, yo.... no merezco tu amor.

-Pero lo tienes, cambiaste, cumpliste tu promesa.

Draggon se quedó meditativo, no podía leer la expresión de su cara.

-Dime algo, sé que no me amas, pero al menos ¿Sientes algo por mí?

Sus ojos azules me taladraron, un remedo de sonrisa se ensanchó en su perfecto rostro.

-Annia, sólo a una persona le he dicho que la amo, y está muerta.

Sus palabras me lastimaron, toda esperanza desapareció en ese instante, Drag seguía enamorado de Sorem, jamás me amaría a mí.

-Entiendo. –Respondí con la voz quebrantada. –Está bien, lo comprendo.

Pero estaba lejos de reconocerlo, me hacía la fuerte para no dejar salir el llanto delante de él, deseaba que me confesara que me amaba también, pero por lo visto, yo nunca ocuparía el lugar de su esposa fallecida.

-Déjame terminar por favor, no saques conclusiones ¿Quieres?

Se acercó a mí y levantó mi mentón con su dedo índice para obligarme a verlo.

-Al principio, me eras irritante, no te soportaba, pero la verdad es que, muy en el fondo, sabía que me estaba enamorando de ti, lo quisiera o no, y el hecho de no tener control sobre mis sentimientos, me enfurecía. Le prometí a mi esposa en su tumba, jamás volver entregar mi corazón a nadie, pero tu Annia, despertaste sentimientos en mí que dormían, y....... –Guardó silencio y me miró de reojo. –Y, ya no tiene caso negar más mis sentimientos.

-Tus sentimientos ¿Cómo debo interpretar eso?

-Te ama tonta. –La voz de Ruddy me exaltó.

-Ruddy ¿Cómo te sientes? –Me arrodillé a su lado, tomando su mano entre la mía.

-Extraña, me duele la cabeza y tengo mucha hambre.

-Es normal. –Aclara Drag. Saca su celular y llama a alguien.

-Ven por ella y aliméntala. –Hace una pausa para agregar: -No me cuestiones, sólo hazlo.

De inmediato la puerta se abrió y Thompson ingresó con cara de muy pocos amigos. No dice nada pero fulmina a Draggon con la mirada.

-Ruddy. –La llama, ella se endereza, caminando en su dirección.

Se alejan y me siento aliviada que mi amiga esté bien, parece la misma, a excepción que su corazón ya no late y ahora su temperatura corporal será de sepultura.

-En qué estábamos. –Continúa Stone, tomándome de la cintura y llevándome hacia su pecho.

-En qué me amabas. –Contesté esperanzada que mi amiga tuviera razón.

-Sí Annia Collin, te amo, y ya no quiero ocultarlo más. No después de lo de hoy, que pude perderte.

Se hincó y sacó una cajita aterciopelada de color azul, la abrió y adentro se encontraba una sortija de compromiso de oro blanco con diminutos diamantes que formaban una flor.

-¿Señorita Collin me haría el honor de ser mi esposa?

Colocó el anillo en mi dedo y juro que olvidé como respirar unos segundos.

-Sí. –Apenas fui capaz de contestar.

El besó mi mano y me sonrió, se reflejaba la alegría que le causaba mi respuesta.

-Me haces muy feliz. –Me expresó al momento que se ponía de pie y me abrazaba para luego atrapar mis labios entre los suyos. Lo rodee por el cuello y nos fundimos en aquel beso que sellaba nuestro amor. Draggon me amaba y yo no podía sentirme más realizada.

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Narra Ruddy:

La puerta se abrió con lentitud y Jeremy ingresó silencioso, pero ya yo sabía que estaba ahí, podía sentirlo.

-Hola Ruddy. –Me saludó tímidamente, si mi corazón aún latiera en este momento se encontraría a punto de salirse del pecho.

-Hola. –Lo saludé, la situación era realmente incómoda.

-¿Podrás perdonarme por lo que te hice?

-No hay nada que perdonar Jere, dejemos el pasado atrás.

-Es que te lastimé y...

-Jere, no importa, te agradezco que me convirtieras, sé lo difícil que fue para ti, ve con ella.

-No puedo. –Me contestó y lo miré extrañada.

-¿Por qué?

Y es cuando me di cuenta de todo, Jeremy y yo estábamos conectados ahora, de una manera muy íntima.

-¿Por qué no me lo dijiste? –Le reclamé.

-Porque estaba confundido, no sabía con exactitud qué sentía por ti.

Comencé a llorar, Jeremy se aproximó a mí y con sus pulgares recogió mis lágrimas. Fue un gesto hermoso y luego posó un leve beso en mi nariz.

-Te amo Ruddy, ya no puedo volver con Tessa, solo quiero estar contigo.

-¿Estás seguro de esto? –Cuestioné aunque sabía que todo lo dicho era cierto, pero aun así, por extraño que pareciera, la duda me invadía.

-No puedes simplemente aceptarlo, sucedió está bien, no sé en qué momento, solo pasó, quizás cuando te transformé. Pero a veces debes escarmentar la perdida de alguien para conocer tus sentimientos por esa persona.

Se encontraba muy cerca de mí, sus labios rozaban los míos, ¿Sería posible? ¿Jeremy me amaba? Lo abracé y nuestras bocas se encontraron sin dificultad, la alegría estallaba en mi pecho, el hombre que amaba me correspondía, y era todo lo que me importaba.

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Escuchaba a Jeremy hablarme de sus sentimientos por Rudy, y yo no podía más que sorprenderme.

-Dime algo Annia, llevas minutos en silencio.

-Me has tomado con la guardia baja.

-Lo sé.

-¿Cuándo lo supiste? -Quiero saber.

-Cuando casi muere. Estas semanas juntos, marcaron la diferencia creo.

-No puedo creerlo, es tan irreal. ¿Y Tessa? -No sé por qué sentía pena por ella.

-Tendrá que aceptarlo. -Baja la mirada.

-¡Esto es una maldita encrucijada! -Exclamo aturdida.

-No te entiendo, pensé que te alegraría saber que Rudy y yo estamos juntos.

-Y lo estoy, pero ustedes.... Uyyyyy. -Dejo ir frustrada.

-¿Qué es lo que te molesta Annia? -Mi hermano me acechaba a través de sus ojos olivo.

-No comprendo a los hombres y sus cambios de actitud tan repentinos.

-¿Te refieres a Stone o a mí?

-Hablo por los dos. No hace ni un día me confesabas que no sentías nada por Ruddy y ahora resulta ser que la amas. Y al mismo tiempo, Drag me declara que también me ama, y ambas situaciones se dieron cuando creyeron perdernos. ¿Ves el dilema?

Jey frunce el ceño, era claro que no veía mi punto de vista.

-Déjame tratar de explicártelo de manera que lo entiendas. -Añadí. -Los dos se encontraban inseguros de sus sentimientos y tanto Rudy como yo, tuvimos que vivir una situación extrema, en la cual, pudimos perecer, y ha sido en ese preciso instante que ambos tuvieron su divina revelación que nos amaban. ¿Qué hubiera sucedido si perecemos? Nunca sabríamos que éramos correspondidas.

-Ahora veo tu punto. -Me sonríe.

-Gracias. -Agregué para luego abofetearlo.

-Hey, ¿Y eso por qué fue?

-Por hacer sufrir a mi amiga, por romperle el corazón, y por, por..... por todo lo demás. -Espeto molesta.

-Está bien, me lo merecía, ahora consideras que podamos hacer las paces.

-Abrázame y asunto arreglado. -Él sonrió y nos abrazamos, parecía que las aguas regresaban a su cauce. No podía creer que Jeremy y Rudy estuvieran juntos, realmente juntos, pero ¡Qué demonios! Drag me propuso matrimonio y me confesó que me amaba, hoy era el día en definitiva, de las confesiones.

-¿Ya papá sabe? -Le pregunté.

Él asintió ¿Por qué no me sorprendía?

-¿Por qué siempre soy la última en enterarme de todo?

-Porque no tienes un súper oído vampírico que funciona como antena parabólica y todo lo escucha.

-¿Y cómo lo tomó?

-Bien, supongo, me regañó por mi indecisión, pero, aparte de eso. -Se encoje de hombros.

-Si te atreves a hacerle daño a Ruddy una vez más, te juro que me olvidaré que eres mi hermano y esta vez sí habrá serias repercusiones para ti y no estoy jugando Jeremy Collin. No es una advertencia es una amenaza.-Le sostengo seria.

-Entiendo. -Contesta él sonriendo de medio lado. -Y eso no sucederá.

-Más te vale. -Lo señalo y él sujeta mi dedo y me abraza de nuevo.

-Te amo traviesa.

-No más que yo.

Me sentía contenta por ellos, pero tuve miedo, un presentimiento de que algo malo se aproximaba, esperaba que solo fuera especulaciones, pero nunca me equivocaba con mis corazonadas.

********************

Ajaaaaaa Chic@s, a poco no los sorprendí jajaja. Perdón por aquell@s que se hicieron expectativas con Thompson, pero la verdad la pareja de Rudy y Jeremy me encanta, sólo quería hacerlos sufrir un poco. Les dije que no odiaran a Jey, sólo estaba confundido, necesitaba un empujoncito para reconocer sus sentimientos hacia Ruddy.

Me gustaría conocer ¿Qué les pareció el capítulo? Hasta el siguiente.

Posdata: Debo dedicatorias, las publicaré luego. 😉

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