BOLA DE CRISTAL
La presencia de James me inquietaba, no podía evitar volverlo a ver y cuando él me pillaba, me sonreía de una forma que no supe interpretar. Continuamos alejándonos cada vez más, sabía que era cuestión de tiempo antes de que Drag nos encontrara, así como lo hizo cuando hui con Jeremy, pero al menos, rogaba averiguar antes de que eso sucediera si James y yo éramos realmente almas gemelas, aunque una corazonada me gritaba que sí.
Llegamos al pueblo más cercano, hubiera preferido continuar pero él insistió en comprarme una mudada, llevaba su ropa que me quedaba grande y descalza. Parqueó a las afueras de una pequeña Boutique e ingresamos. La dependiente me miró de manera extraña, quizás pensando ¿Qué demonios? Yo actuaría de la misma forma, pero igual nos atendió muy amable. James pagó en efectivo, terminamos comprando, unos jeans, una blusa de lana manga larga en color azul, una chaqueta negra, medias y unas sneakers verdes, mi color favorito.
Pasamos a una cafetería y me hice devorado un emparedado de pollo y un chocolate, moría de hambre, pero también necesitaba sangre, sin lo segundo, me debilitaría pronto.
-Espera en el auto. –Me pidió James. –Ya regreso, debo atender unos asuntos, no me tardo.
Se alejó y para no aburrirme encendí la radio, volví a ver a mi alrededor y llamó mi atención un gran rótulo "Madame Russó, Adivina", no es que creyera en esas cosas, pero quizás ella tendría las respuestas que yo necesitaba. Fue un poco espeluznante ya que juro que una voz me llamaba a que entrara. Me bajé del vehículo y dirigí mis pasos hacia el lugar. Al entrar una campanita anunció mi arribo, parecía vacío pero no tardó en aparecer una mujer asiática, delgada y pequeñita.
-Bienvenida, Madame Russó la espera.
Fruncí el ceño "Me esperaba" una persona sensata saldría corriendo de inmediato, pero no me caracterizo por eso precisamente, soy más como el gato, curioso por naturaleza. Atravesé una cortina de cuencas de cristal y ahí estaba ella, como en las películas, una mesa redonda cuyo mantel azul, estaba cubierto con lunas y estrellas doradas, toda clase de fetiches raros colgados en la pared, y una bola de cristal en medio de la mesa.
Una singular mujer me miraba a través de sus achinados ojos, llevaba puesto un turbante y vestía un bata larga negra, con un vestido morado.
-Hola Annia. –Me saludó.
Tomé asiento al frente de ella y consulté: -¿Cómo sabe mi nombre?
-Yo sé todo de ti. –Contestó, atravesándome con sus ojos negros.
-Al menos sé que no es una farsante. –Dejé ir con tono irónico.
-Me han llamado así, pero he dejado callados a cada uno de ellos.
-Entonces sabes por qué estoy aquí.
Ella asintió y para mi asombro la bola de cristal comenzó a brillar y casi de inmediato un tercer ojo se abrió arriba de su sien, era luminoso, irradiaba una luz blancuzca. No pude evitar observarlo con cierto recelo y temor.
-¿Qué eres? –Pregunté apenas audible.
-Una bruja. –Respondió con total naturalidad.
-¡Oh por Dios! –Exclamé agradeciendo que estuviera sentada, de lo contrario me hubiera desvanecido.
-Sólo los seres sobrenaturales pueden ver mi tercer ojo. Licántropos, vampiros, otros brujos, etc. –Sonrió.
-¿Eres una vidente de verdad? –Expresé maravillada.
-Sí, y tengo tus respuestas. Están aquí. –Señala la bola pero no veo nada.
-En ese caso no tengo que preguntarte nada.
Ella niega con la cabeza y sus tres ojos se posan sobre mí.
-Él sí es tu alma gemela. –Me afirma lo que ya sabía.
-Eso temí. –Dejo ir con cierto desconcierto.
-No me refiero al chico.
-¿Qué? –Me quedé atónita. -¿Entonces a quién?
-Xavier. –Susurró.
Abrí la boca en una O completa y juro que los ojos casi se me salen de su lugar.
-¿Estás de broma? –Me puse de pie con intención de marcharme.
-Siéntate. –Me ordenó con tono autoritario.
Obedecí no entiendo por qué y ella continuó.
-¿Acaso no te sentías atraída hacía él aunque te lastimara y humillara?
Es cuando comprendí a lo que se refería. Me vino a la mente un Drag encima de mí con intenciones no muy buenas, y aquel sentimiento adverso de que me poseyera. Un Draggon que siempre lucía endemoniadamente bien con cualquier prenda que se pusiera, y ante la situación más crítica, yo notando lo atractivo que se veía.
-¡No puede ser! ¡Sorem fue su alma gemela! –Estaba catatónica.
-Él alguna vez te lo mencionó. ¿Te confirmó que ella era su alma gemela?
-No. –Contesté faltándome el aire.
-Él amó a su esposa bien es cierto, pero ella nunca fue para él. Por eso el destino se encargó de unir a quiénes debían estar juntos. ¿Por qué crees que él cambió tan drásticamente contigo? Porque aunque le fuera difícil admitirlo, se sentía atraído por ti, solo que su orgullo le impedía admitirlo.
-¿Él lo sabe? –Mi cuerpo estaba a punto de colapsar.
-No, pero llegará el momento en que lo descubra.
-Pero ¿Y James? Entonces él, no es...
Sentí un gran alivio, pero tampoco explicaba que también me atrajera.
-El chico también es tu alma gemela.
-¡Qué! –Casi grité.
-Tú eres el alma gemela de Xavier por su parte vampírica, pero también lo eres de James por su mitad licántropo.
-Pero yo no llevo sangre de licántropo.
-Eso es indiferente. Los de su clase no necesariamente encuentran a su mate en los de su especie, por el contrario, son humanos.
-Me estás diciendo que yo soy el alma gemela de James por mi mitad humana.
Ella asiente y juro que me acaba de dar migraña.
-¿Es posible tener dos almas gemelas al mismo tiempo? –Estoy realmente consternada.
-Existen casos muy aislados pero sí.
Juro que el aire empezó a faltarme, tuve que obligarme a respirar, esto era demasiado.
-James y yo tuvimos un sueño, donde éramos perseguidos y acorralados ¿Él muere?
-¿Lo viste morir? –Indagó.
-No. –Bajé la mirada hacia el mantel.
-El futuro es cambiante, no puedo contestar a tu interrogante, lo lamento. No me es mostrado, solo veo lo mismo que ustedes.
-Si ambos son mis almas gemelas ¿Qué debo hacer? ¿Elegir a uno?
-Obviamente no te puedes quedar con los dos. –Me sonrío de medio lado. –Aunque yo lo haría, son muy guapos, tienes suerte.
-¿Suerte? Esto es una pesadilla. –Toco mi sien tratando de asimilar todo.
-Hay algo más que debes saber. –Añadió Russó.
-¡Más! –Exclamé casi saliéndome de la silla.
-Tu unión con ambos no está finiquitada.
-¿Y cómo se supone debo interpretar eso?
-Aunque los dos son parte de ti, no se ha creado el vínculo aún. Te explicaré, si te inclinas por Draggon, en el momento en que él te convierta, su unión se fortalecerá y los sentimientos que te ataban a James desaparecerán. James puede transformarte en vampiro, ya que su mitad vampírica es más fuerte que la parte licántropo, su padre es muy poderoso. Otro detalle que debes tener conocimiento, es que los hombres lobo, envejecen, el proceso es más lento, pero al final les llega su hora. James, al ser su mitad vampiro más predominante, no sufrirá estos cambios, él permanecerá tal y como lo ves para la eternidad.
-Oh rayos, esto es demasiado. A ver si entiendo. Si decido estar con Drag, cuando él me convierta en vampiro, ¿James ya no será mi alma gemela?
-Él siempre será tu alma gemela Annia, sólo que se romperá el lazo que los une.
-¿Eso lo hará sufrir? –Me acongoja saber que la respuesta es sí.
-Encontrará a alguien más que esté predestinado para él.
-¿Y qué ocurre si por el contrario me quedo con James? ¿Qué pasará con Drag? ¿Habrá otra alma gemela para él?
-Puede ser, pero pasarán muchos años para que la encuentre.
-Annia. –La voz de James llamándome me hizo voltear.
-Ve con él. –Me aconsejó. De nuevo es una persona normal, no estaba el tercer ojo y la bola lucia opaca.
Me levanté y la miré sonriéndole sin ganas, lo que acababa de descubrir no me ayudaba en nada, por el contrario, complicaba más mi vida. Salí y un impaciente James me esperaba.
-Te dije "En el auto" –Me regaña.
-Lo lamento. –Agregué sin ánimos.
-¿Estás bien?
-Podemos irnos. –Esquivé su pregunta.
Él asintió y colocó su mano sobre mi mejilla, causando este contacto un escalofrío. Stone y James mis almas gemelas, y debía sumar a Aldo, que por ley es mi legítimo esposo, por un estúpido pacto de sangre, que mi madre autorizó. No salía de una para entrar en otra, ¿Qué de cierto había en lo que me contó Aldo sobre mi madre? Presiento que la verdad es a medias, requiero hablar con papá para conocer la otra parte de los hechos.
Subimos a la camioneta y el motor me volvió a la realidad. Me invadió un mareo y otra vez las ganas de vomitar aparecieron.
-Annia. –Él me miró preocupado.
-Necesito sangre. –Le confesé.
Se levantó la manga de su camisa, y con una cuchilla se hizo un corte ofreciéndome su brazo. No tenía muchas opciones así que acepté. Su sangre sabía diferente pero su sabor me agradó, en realidad me encantó, tuve que controlarme para no continuar bebiendo.
-¿Te sientes mejor? –Sus ojos azules me escudriñaron.
-Asentí para luego agregar: -Gracias, ¿A dónde iremos?
-No estoy seguro aún.
-James, no puedo continuar. –Quité las llaves del arranque.
-¿Qué haces? –Me miró sorprendido. –Hay vampiros merodeando.
-Lo sé y posiblemente mi prometido sea uno de ellos.
Al fin capté su atención.
-¿Prometido? –Inquirió arqueando una ceja.
-Hay mucho de mí que no sabes.
-Me estoy dando cuenta ¿Hay un pacto de sangre de por medio?
-Sí y no. –Respondí mirando por la ventana.
-"Sí y no" –Repite.
-¿Hay algún lugar dónde podamos hablar? –Inquirí.
-Sí, pero necesito las llaves de regreso. –Me extendió la mano y se las entregué. Saliendo a los pocos segundos del pequeño poblado.
Seguimos por alrededor de una hora creo, no era muy consciente del tiempo, hasta que nos detuvimos en un motel, el único que había divisado en el camino.
-Muy inteligente ¿Aquí seremos presa fácil? –Le reproché.
-Ten un poco de fe en mí. –Pone los ojos en blanco. –Había un garaje cuya puerta se abre y él mete el carro. Al bajarnos un hombre avanzado en años nos recibe.
-Abuelo. –Lo saluda James abrazándolo.
-Hijo. –El anciano corresponde y su mirada recae en mí. -¿Quién es ella? De inmediato su cuerpo se tensa y un gruñido sale de su interior, haciendo que retroceda.
-No abuelo, es mi mate, la encontré.
-¿Una híbrida vampiro? –Lo cuestiona.
-Sí, me tomó por sorpresa también, pero lo es.
-¡Qué locura! Pero no hay nada que hacer si es tu mate.
Sale de ahí y lo seguimos.
-¿Qué necesitas? No es que no me alegre de verte, pero solo vienes a visitarme cuando requieres algo o estás en apuros.
-Ocultarnos.
-Debes desistir ¿Hasta cuándo? –Lo reprende.
-Hasta que se haga justicia.
Me les quedé mirando a ambos sin entender de qué hablaban.
-Annia él es mi abuelo, Jonás.
-Mucho gusto señor.
-La arrastrarás a ella también contigo. –Le reclama. -¿Y quién te persigue esta vez?
-Vampiros. –Contestó mirándolo con el rabillo del ojo.
-¿Villa Olivia o Natividad? –Frunce el ceño.
-Olivia.-Baja la mirada.
-¿La raptaste? –Alza el tono de voz.
-No, la encontré en el río, huimos porque sentimos la presencia de vampiros, no supimos quiénes eran.
-Vamos a charlas los tres. –Nos señala a ambos y no sé porque me siento regañada.
Nos alejamos del motel y nos adentramos un poco en el denso bosque, llegando a una cabaña. Vi unos extraños dibujos en el marco de la puerta. Creo que Jonás leyó mi expresión porque se apresuró a explicar. –Son protecciones, mantendrá lejos cualquier amenaza.
Tomamos asiento en unas sillas de madera que se encontraban alrededor de una mesa de vidrio.
-Adelante. –Me indica cediéndome la palabra.
Primero conté de mi secuestro de Villa Olivia, mencioné la boda pero no quién era mi prometido. Continué con el relato, hasta llegar a la parte donde desperté y vi a James. Su semblante era sombrío y el de James, no lo supe interpretar pero puedo jurar que al decir "Aldo" su rostro se descompuso.
-Confuso jovencita. –Añadió Jonás, volviendo a ver a James. –Un pacto de sangre solo puede ser terminado con la muerte de uno de los dos. Y en cuanto a tu prometido, él debe de respetar que mi nieto es tu mate y dejarte ir.
Mordí mi labio con fuerza, tanto que dolió, no les conté mi conversación con Madame Russó hoy, y que Drag era también mi alma gemela.
-Debes ir a pedir su mano cómo se debe. Ni siquiera ellos pueden ir en contra de las leyes de la naturaleza. Tu prometido debe comprender.
-No es tan sencillo. –Dije deseando que me tragara la tierra. –Mi prometido es Draggon Stone. –Al fin revelé.
-¡El Rey Vampiro! –Exclamó con los ojos desorbitados. -¡Estás loco!-Le grita a James.
El aludido me mira con asombro, no lo sabía tampoco.
-Esto no hace más que complicar las cosas. ¡Demonios James! Vas a terminar muerto muchacho. El gobernante de Villa Natividad busca a tu novia y nada más y nada menos que el sanguinario Stone, también, mejor cava tu propia tumba.
Me quede boquiabierta, pero en cierto modo Jonás decía la verdad, ponía en peligro a James mientras continuara con él. Sé que Drag me busca, debo ponerme en contacto con él para regresar a casa. No debo exponer a James, aunque es poco el tiempo que hemos compartido, lo que siento por él, es profundo, no deseo que ése sueño se haga realidad.
-Estaremos bien. –James me abraza.
No sé cómo contarle que Draggon es también mi alma gemela, ya es difícil de asimilar incluso para mí. Que Dios me ayude, estoy en un embrollo y no tengo conocimiento como salir de este.
*************
Narra Draggon:
Llegamos a un pequeño poblado, supimos que Annia y el licántropo estuvieron aquí, no tenían mucho de haberse marchado, así que seguimos el rastro que nos llevó a un motel. Las marcas de las llantas del vehículo se perdían en un pequeño garaje pero no había nadie ahí. Envíe a Royner a preguntar a la recepción del hotel, mientras que Thompson y yo peinábamos la zona.
-Hasta aquí llega su aroma, es extraño. –Me hace saber Thompson, por doquier que se mirara era solo bosque. Para nuestro asombro de la nada, apareció Annia, acompañada de un chico y un anciano, ambos hombres lobo. Cuando ella me vio su rostro se alteró, y antes de que yo pudiera actuar se colocó en frente de ellos y me gritó: -Por favor Stone, no cometas una imprudencia.
Me quedé viendo sin entender nada, creo que leyó mis pensamientos ya que se apresuró a explicar: -Él me ayudó, me sacó del río, de no haber sido así, posiblemente estaría muerta.
Mis facciones se suavizaron un poco, Thompson los miraba con desconfianza.
-¿Por qué huyeron de nosotros?- Reclamé.
-No sabíamos que eras tú, James los olfateó, creímos que sería Aldo.
-Está bien, lo acepto, vámonos, ya estás a salvo.
Le extendí la mano y noté como Annia veía de reojo al muchacho, la manera en que se miraron, no me gustó, pero me tranquilicé cuando dio los primeros pasos, pero me volví a tensar cuando él la sujetó del brazo.
-Por favor James.-Le dijo Annia.
-Tienes que decirle. –El muchacho volvió a ver al viejo que los acompañaba.
-Stone. –Me saludó. –Sé que no me recuerdas, la última vez que nos vimos era un poco mayor que tú, soy Jonás.
-¿Jonás? –Repetí incrédulo. –No puedes ser tú.
-Sí lo sé, he cambiado desde nuestro último encuentro.
-¿Qué te ocurrió?
-Recuerda que nuestra raza envejece, sólo que a un paso más lento que los humanos, tengo 500 años, el tiempo me pasó la factura.
Conocí a Jonás hace 450 años, era el único licántropo que me agradaba, es un hombre de convicciones y lo respetaba. No había vuelto a saber de él, debí distinguirlo por su olor, pero jamás me imaginé que fuera él.
-¿Qué es lo que tienes que decirme? Creí que te alegraría verme pero tu reacción no sé cómo interpretarla –Le dije dolido.
-Vamos al motel, ahí hablaremos.
-¿Por qué no lo hacemos en tu escondite? –Señalo a la nada.
-No puedes entrar sin invitación, y no te ofendas, pero prefiero fuera a los de tu especie.
-¿Y Annia? –Cuestiono al anciano.
-Ella es una excepción.
Caminamos de regreso y al tenerla junto a mí la abracé con fuerza, me correspondió pero la sentí incómoda, incluso cuando intenté besarla, ladeó su cara. No quise preguntar nada, lo deje pasar, presentía que tendría pronto las respuestas.
****************
Narra Annia:
Cuando vi a Stone frente a mí, desee ir a abrazarlo pero algo me detuvo, o más bien alguien "James". Me sentía tan extraña, era un mar de emociones, que creía que no lo podría superar. Llegamos al motel donde Royner nos esperaba, pude ver que se alegró de verme, pero sus facciones se tensaron al ver a nuestros acompañantes.
Entramos por la recepción, la mujer nos miró con recelo, era humana.
-Arriba está mi oficina, para que puedan hablar en privado. –Se dirigió a Stone y a mí. –Nosotros estaremos mirando la televisión, hoy es día de futbol. - vampiros o no, eran hombres y aceptaron gustosos ver el partido. Sólo James negó con la cabeza pero Jonás técnicamente lo arrastró a la sala donde estaba la enorme pantalla.
Stone y yo subimos, él se asomó por una ventana que daba a la parte de atrás del motel, con los brazos cruzados, y meditativo.
-¿De qué viene todo esto? –Me reclamó.
-Han ocurrido muchas cosas. –Le señalo.
-¿Puedes al menos fingir que te alegra verme? –Añade ofendido.
-Lo estoy. –Los ojos se me humedecen.
-¿Qué sucede Annia? Y por favor sin rodeos.
-Te amo. –Empiezo. –Es lo primero que quiero que sepas.
Se recostó a la ventana y me vi tentada a ir a su encuentro, rodearlo con mis brazos y besarlo con necesidad, la necesidad que me causaba su lejanía.
-¿Sorem era tu alma gemela? –Le pregunto solo para corroborar la información que ya poseía.
-No. –Me respondió seguro y sentí alivio, pero a la vez, comencé a llorar, sin tener claro por qué.
-Annia. –Se acercó a mí y me abrazó, dejé que me estrechara, en sus brazos no existía nadie más que él y yo. Nos besamos, y su beso me hizo recordar cuánto lo amaba, su lengua reclamando la mía, me nubló la sensatez, quise mandar todo al demonio y olvidarme de esta locura pero no podía, simplemente James se clavó en mi piel como un tatuaje.
Cuando nos separamos, acaricié su mejilla y coloqué un beso casto sobre sus labios.
-Tenemos que hablar. –Le susurré, él asintió y por una milésima de segundo, me desvanecí en sus ojos azules. Tomamos asiento en un sillón y entrelazamos nuestras manos, ¡Demonios que esto iba a ser difícil! Ni siquiera sé por dónde empezar.
*******************
Auch, de verdad pobre Annia, la mujer más solicitada del planeta jajaja. ¿Cómo reaccionará Drag al enterarse? Se complican más las cosas. No la juzguen, más bien pónganse en su lugar.
Bueno y las dedicatorias pendientes:
*mly5555
*PoxisXx
*Cookii09
*anonimo1629
*Aribiebs_love
*Yess_black
*jhesmy-natalia
*RaquelalAl
*yoyo2031b
*guadachan
*alicsandra
*tane423
*van y cristianos
*pamela_gs
Hasta el lunes si Dios lo permite.😘
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