Capitulo 9 La venganza
Dedicado a mis nuevos lectores.
Elizaveta
Me despierto desorientada en un lugar extraño, miro alrededor y encuentro a Eliha durmiendo en una silla, sonrío por la facilidad que tiene para dormir en cualquier lugar por incomodo que sea.
La estúpida sonrisa que tenía se borra cuando los recuerdos de la madrugada bombardean mi mente. Fuego. Calor. Familia.
He perdido mi familia, cuando se dignaron a llegar los bomberos, apagaron el fuego sin nada más que hacer, todo se ha perdido y en los escombros encontraron tres cadáveres que se presume es mi familia.
En un abrir y cerrar de ojos he perdido mi familia. Según los bomberos fue una fuga de gas, y al parecer estaban dormidos esa es la hipótesis que se maneja. Pero hay algo en mí que me dice que esto no fue un accidente, mi padre tenía el sueño ligero, en algún momento se despertaría a revisar y sacaría a mi madre y mi hermana. Tantas incógnitas sin respuesta que satisfaga mis dudas.
Y si alguien provoco este fuego, solo me viene una persona que me odia tanto como para cometer este atroz crimen; Parker, el niño mimado del pueblo. Me juro que se vengaría de mí, al pasar los años nunca imagine que lo haría. Pero estoy casi convencida que fue él.
Una enfermera entra a la habitación sacándome del trance argumentativo en el que me encontraba, su calidez humana se reflejaba en su rostro, el cansancio resplandecía en el brillo de sus ojos.
- Buenos días, señorita Petrov ¿Cómo se siente?
- Buenos días. ¿Cómo sentirse bien dadas las circunstancias?
- Cierto, perdone mi imprudencia. Señorita, lo siento mucho.- extendió una sonrisa nerviosa y me paso una nota doblada. Me hizo señal de que la leyera.
Tenga mucho cuidado, no confié en nadie de este pueblo. Porque muchas personas saben que era su madre y posiblemente usted. No puedo decirle mucho, solo hacerla consciente de que está en peligro. Aléjese de este lugar y no vuelva. ¡Váyase lejos! A su familia la asesinaron, y usted será la siguiente.
No confié en nadie, ni siquiera en su novio. Las traiciones siempre llegan de quien mas confías, y quien más cerca de ti este. Solo confía en Abdías, solo él será tu salvación.
Al terminar de leer la nota no puedo evitar que las preguntas nublen mi juicio. ¿Qué era mi madre? ¿Quién asesino a mi familia? ¿Por qué no debo confiar en Eliha? ¿Cómo conoce a Abdías?
Levanto mi rostro hacia la enfermera en el momento que voy abrir mi boca para preguntarle lo que ronda en mi cabeza. Me detiene
- Ya no hay tiempo. recuerda no confíes en nadie de este pueblo. – desapareció al mismo instante que el doctor abría la puerta, al mismo tiempo que se desvaneció la nota dejándome confundida.
¿Qué era esa mujer?
- Buenos días. Como se siente?
- Algo mareada. ¿Doctor cuando me dan de alta? - pregunto apresurada, después de leer la nota quede como paranoica. Siento como si el doctor tuviera un aura oscura.
- Todavía no tengo claro eso. Debemos revisarla y un psicólogo necesita chequearla, debe ser algo traumático lo que ha vivido. Las personas casi nunca se recuperan luego de vivir algo así.- su mirada me asusto, sentí como si el estuviese insinuando que estoy loca o en dado caso entrare en la locura.
- No negare que me siento mal, abatida por perderlos pero quiero enterrarlos y ...
- No creo que sea conveniente para usted. Eso podría alterarla y no creemos que su mente está capacitada para tanto estrés.- si definitivamente sus palabras tienen doble sentido, es como si estuviese tanteando el terreno para divulgar que no estoy en mis cincos sentidos. Cobra sentido la nota, no puedo confiar en nadie.
Me mantengo en silencio hasta que termina, para este momento ya Eliha ha despertado y se fue con el doctor para hablar. En unos minutos regreso, su semblante cambio y me miro con fastidio.
- ¡Por fin dejare de fingir!- Exclama contento Eliha.
- ¿De qué hablas Eliha?
- No soy Eliha. Mi nombre es Hisos, hijo del alfa Hunter. Desde hace un año y medio, cuando apareció el rey humano que lo convirtieron en lycan, estábamos buscando un punto débil del cual hacer presión. Hasta que investigado donde había vivido, supimos de una amiga la cual secuestramos, pero el tonto pudo rescatarla no sin antes mi padre gozar con la joven.- se carcajea como si fuera una gran hazaña.
- ¿No entiendo que tiene que ver mi familia en esto?
- ¿No entiendes?- se acerca hasta la camilla donde me encuentro y me presiona con su cuerpo.- Te contare linda. Después de ese fracaso, llegamos a este pueblo y tuvimos suerte de encontrar el hijo del alcalde que odia a Abdías y a ti mas, porque nunca te pudo follar.- se carcajeo.- Descubrí que tu familia es muy importante. En resumen, te ligue, te folle todo para vengarme de él. Te ve como una hermana, sufrirá cuando sepa todo lo que ha acontecido.
- ¿Solo me usaste?
- No negare que disfrute usando tu cuerpo.
- Eres un idiota. Pero sabes que también te use, solo quería tener experiencia y tú lo facilitaste. Fuiste más fácil que Abdías.- sonrío socarronamente. Siento un ardor escocer en mi mejilla.
- Eres una estúpida. Esa sonrisa tuya no durara mucho, te mataremos enfrente de tu amor platónico luego de que hayas sufrido un montón. Tu amiga me conto todo, por eso no sentí remordimientos. Y sabes goce un montón con ella.
Se alejo de mi, sin perder su sonrisa de idiota me miro antes de salir por la puerta.- ahora debo ir a un lugar, volveré mi amor. Un detalle, serás recluida en una clínica Siquiátrica.- su malvada carcajada resonó por todo la habitación.
Cuando lo perdí de vista me permití llorar. Perdí mi familia y el que considere mi novio me uso solo para una venganza. No sufro por lo que él me hizo, sufro por lo que le ocasiono a mi familia. Por mi culpa asesinaron a mi familia, yo deje entrar el enemigo a mi casa.
Dejo de llorar, no resolveré nada. El tiempo me enseño muy bien eso, cuando todas las noches derramaba lágrimas por Abdías. Llegue a convencerme de que odiarlo era la forma de olvidarme de el, y ahora el destino me empujaba a buscar lo que nunca he tenido.
Dispuesta a escapar o morir en el intento, busque desesperada mi ropa porque no podía salir con la del hospital o cualquier persona se alertaría que me escape. Por obra o milagro de alguna divinidad encontré un jeans y una blusa manga corta verde.
Ya vestida indague mis posibles salidas, dejándome con la alternativa más viable salir por la puerta. Con sumo cuidado Salí de la habitación, no puedo tomar el ascensor así que tome las escaleras, corrí como pude perdiendo de vez en cuando el equilibrio.
Solo me detuve en la puerta que daba acceso al parqueo, respire hondo y le ore a quien quiera que me escuche que me ayude a salir con bien de este lugar.
Abrí despacio la puerta, la cual chirrió en señal de protesta, alerta mire a todos lados cuando me adentre al lugar, el cual estaba desierto. Me mentalice para correr sin detenerme, preparada me impulse corriendo hacia donde estaba una abertura que conocía bien, se que podría salir fácilmente por ahí y estaría a unos pasos de la libertad. Nadie transitaba por ese lado.
Encontré la ranura por la cual me escabullí, cuando sentía que podía saborear la victoria choque con un cuerpo solido, con músculos bien definidos. Por el impacto me sostuvo en sus brazos, desprendía un agradable calor corporal y un exquisito olor varonil y a algo que no podía definir. Asustada mi mirada se poso en su rostro, no puedo creer lo que veo, este hombre es hermoso con una mirada tan penetrante como si pudiera leer tu mente y sus labios carnosos siguen incitando a las mujeres a ser besados.
Olvido mi escaneo y me separo de él, su nombre sale disparado de mis labios cuando la sorpresa y la incertidumbre abandonan mi sistema.
Pov Abdías
Cuando llegamos al lugar que una vez sentí mi hogar, por los miembros que componían esta familia que sentía mía. La impotencia y la rabia se hicieron acopio de mí al oler los aromas de hombres lobos, a pesar que el humo y las cenizas lo camuflaron un poco, mi agudo sentido del olfato es mayor que un hombre lobo común.
Escuchaba los vecinos hablar. Sentían lastima por Elizaveta que en un día tan importante perdió su familia.
- Wen, necesito que muevas contacto y averigües que manada hizo esto. Y donde esta Elizaveta.
- Si señor.- me pierdo en mis pensamientos dejando a Wen trabajar, el posee muchos contactos que son muy útiles cuando lo necesitamos.
A mi alrededor solo veo destrucción, me postro donde tantas veces nos reunimos a comer y les juro que quienes hayan sido pagaran por lo que han hecho. Sus cabezas rodaran.
Wen me saca de mis pensamientos al posar una mano en mi hombro.- Rey, ya ubique a Elizaveta. Esta en un hospital. Sobre lo otro están moviéndose, dentro de unas horas tendremos esa información.
- Perfecto, vamos a buscar a Elizaveta.
Dejo que Wen conduzca, una vez cerca del lugar me pongo en alerta.
-Reduce Wen.
- ¿Qué sucede Rey?
Es una trampa. Hasta esta distancia me llega el aroma de los hombres lobos de la manada de Hunter.
- ¿Qué hacemos?
- Estaciona ahí delante. Iremos por otro lado, muchas persona conocen una entrada ilegal al hospital, por ahí entraremos y traeremos a Elizaveta. Quédate aquí, mientras menos entremos mejor.
- Pero señor, no puede ir solo.
- Claro que si, puedo camuflajear mi olor y no sabrán que estuve en el hospital.
- Está bien.- contesto a pesar de que aun estaba reacio a dejar ir solo, pero conocía muy bien los rincones de este lugar.
Me adentre a un callejón y corrí llegando al lugar exacto donde esta esa abertura. Por estar mirando en otras direcciones no me fije de la joven que corría y choco con mi cuerpo. Ese olor inquieto a mi lobo, mis instintos me exigían cuidarla y protegerla de quien sea que le quiera poner una mano encima.
La sostuve en mis brazos hasta que se aparto y su rostro me dejo confundido, la misma joven que tanto desprecie por su manera tan atrevida de intentar seducirme es la misma que mi lobo quiere hundir la nariz y respirar su aroma tan dulce y femenino. Esto debe ser una broma de mal gusto, ella no puede ser, no.
- Abdías.- susurra como si no creyera que estoy frente a ella.
- Elizaveta, no hay tiempo que discutir. Solo sigue, ¿entiendes?
- Si.
Tomo su mano sintiendo una extraña corriente que hace que nuestras manos se separen de golpe.
- Creo que es mejor si no me das tu mano. ¿Eso fue un correntaso?
- Si, es posible que la adrenalina de nuestros cuerpos chocaran creando esta corriente.
- Puede ser.- dijo sin creer mi estúpida suposición.
- Vámonos. Sígueme.- la veo asentir cuando comienzo a correr. Luego de unos minutos la escucho quejarse.
- Para, vas demasiado rápido y no puedo ir a tu ritmo.
Suspiro me devuelvo y la cargo en mis brazos al estilo princesa, a sostengo firmemente y comienzo a correr no me detengo hasta que estoy cerca del auto. Wen enciende el motor, la deposito en el suelo y le abro la puerta del auto, donde nos subimos y Wen emprende la vuelta a la manada.
***
Estoy sentado en mi oficina en la manada, observando a Elizaveta quien me está contando lo que Hisos le conto. En este momento veo rojo, mi lobo está enojado y esta por entrar a modo caza.
Ese desgraciado se aprovecho de Elizaveta y asesino a su familia, todo por mi culpa. Escucho a mi lobo gruñir al saber que otro hombre toco lo que considera solo el debe tocar.
Pensé que si no estaba presente físicamente con ellos, nadie se atrevería a hacerles daño. Pero me equivoque, ellos descubrieron el lazo que me unía a ellos y los...
- No debes sentirte culpable. Quien dejo que el entrara a mi casa fui yo.- dice Elizaveta en llantos.
- Shh no es tu culpa.- la abrace intentando infundirle ánimos, sus brazos se envolvieron en mi cuerpo. Mi lobo que hasta entonces gruñía con rabia, estaba como si fuera un cachorro que necesitara las caricias de su dueño para sentirse plenamente feliz. .
Me aparto de ella sorprendido con mi lobo desde que la olio quiere estar cerca de ella. Es como si se ha impregnado con su aroma y su belleza lo a eclipsado.
Dejo una sorprendida Elizaveta, mi lobo quiere que me devuelva a refugiarme en los brazos de ella, pero yo no quiero esto. Jure que nunca me enamoraría de una mujer, ellas son tan viles y despreciables, además le hice una promesa a la única mujer que cuando más la necesite me ayudo.
Dana, ella sufrió el mismo dolor que sufrí. Aunque ahora se llame Alana sigue siendo esa niña que siempre estuvo conmigo hasta que nuestros caminos se separaron y el destino nos volvió a unir y creo que es por algo.
Aunque mi lobo reniegue a Alana ella es la indicada. Aprenderá a amar a Alana y olvidara a Elizaveta.
***
Hola, espero les guste este capitulo.
Muy pronto secretos importantes saldrán a la luz. Y esta historia se conectara con otra historia, estén pendientes para que descubran de que forma.
Voten, comenten y suscribancen si aun no lo hacen.
CelesteFer✍
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