Capitulo 5
Elizaveta
Este campamento, excursión, o como quieran llamarle apesta. Nunca me ha gustado esto de la acampada pero que se le puede hacer.
Ya hemos estado dos días aquí, mañana nos vamos, eso sí es una noticia favorable para mí. Los guías han estado hablando de supuestos rumores que suceden en esta parte del país. Que aparecen seres místicos, hasta de posibles avistamientos de ovnis. O sea muchas estupideces que solo existen en las películas, que son las que alimentan estos tipos de imaginación.
Ay que ser lógicos. ¿Quién rayos cree que existen seres místicos? Lobos, vampiros, brujas, extraterrestres, bah son solos inventos humanos de gentes sin oficios y me excusan.
Lo peor de todo esto es que no tengo con que entretenerme para no escuchar estas historias chaladas, nos quitaron los celulares "para que tengan una gran aventura".
- Eliza, vamos.- me llama Yera sacándome de mis cavilaciones. Suspiro, observando el lugar para escabullirme de manera que Abdias no se entere.
- Está bien.
Empiezo a seguir a yera hacia donde quiere ir. La noto muy nerviosa y asustada, siempre se pone de esta forma cuando la obligan a hacer algo que no quiere.
- Eliza, me caes muy bien. Pero sabes lo que pasa si no hacemos lo que Parker quiere ¿no?
- Si, yera, lo sé.
- Fuiste demasiado valiente al desafiarlo en el parque. O estúpida no sé.
- Yo no lo desafié.
- Decirle que no es como un desafío para él.- asiento a lo que dice.
- ¿Qué te pidió hacer?
- Que te apartara del grupo y que el haría el resto para que lo respete.
-¿Qué rayos? ¿Que intenta hacer?
- No sé, pero vi esa mirada de que nada bueno es. Lo siento Eliza.
Y como si nada se fue dejándome sola, por el gran sentido de orientación que tengo solo me perdería en el bosque. Aunque pensándolo bien prefiero perderme, ha que Parker logre su cometido.
Comencé alejarme del lugar donde me trajo Yera, ¿Qué como acabe con estos amigos? Es algo que me pregunto todos los días y no encuentro respuestas que me satisfagan.
Mi propósito es buscar un lugar donde me pueda esconder, puede ser un árbol muy tupido que tape mi cuerpo. Mientras avanzo escucho sonidos extraños, animales rumiando lo que provoca que mi cuerpo se erice con las mil y unas probabilidades que pueden ocurrirme en este lugar. Vaya aventura a la que me he embarcado. Cuando leí el programa esto no estaba contemplado en el.
Su voz escalofriante llega a mis oídos, mi nombre se escucha frio en sus labios y con certeza puedo decir que esta cabreado por no haberle hecho caso. Sus pasos resuenan cerca de donde me estoy moviendo, sus jadeos se escuchan más cerca, mucho más. Y cuando menos me lo espero se escucha el sonido de una rama siendo destruida, mi cuerpo se paraliza y mis vellos se erizan, lentamente doy la vuelta encontrándome con el posible personaje que atormentara mis sueños de ahora en adelante.
- Eliza, es perfecta para esta ocasión aquella frase popular. "Puedes correr pero no esconderte". Queda perfecta.
Mi motricidad no funciona, supongo que el miedo ha colapsado las ordenes que mi cerebro ejerce en mi cuerpo. Mis pies han quedado pegados en el mismo lugar.
Y como si de un depredador se tratase, se mueve sigilosamente acercándose a mí. Si su misión es causarme miedo, pues lo está logrando a cabalidad.
Sus heladas manos se posaron en mis brazos ejerciendo demasiada fuerza como si quisiera quebrarlos. Creo que esa acción era la que mi cuerpo le faltaba para reaccionar. Analice las probabilidades y en todas salía perdiendo.
El es más alto que yo, tiene más fuerza y estamos apartados del campamento. Solo me queda pedir auxilio y que sea lo que tenga que ser.
- Auxilio, auxilio.
Mi rostro fue volteado por una bófeta que me impacto, desplomándome en mi lugar.
- Sabrás que conmigo no se juega. Y lo que aquí pase no se lo dirás a nadie o sufrirás las consecuencias.
Dijo todo esto mientras se agarraba su parte delantera, como es capaz de estar excitado en un momento como estos. He escuchado que cosas como el poder sobre otra persona le causa cierta excitación.
Y con todas mis fuerzas, utilizando mi energía seguí clamando ayuda. Mi corazón no se da por vencido, aunque mi mente es más lógica.
Abdias
Hace rato que no veo a Elizaveta. Desde que llegamos aquí he sido su sombra, solo me descuido unos minutos y ya no está. Luego de unos minutos veo como aparece su amiga que se la ve asustada.
Me acerco a ella y se sobresalta al colocar mi mano en su hombro.
- Ah eres tu Abdias.
- Si, ¿Sabes dónde está Elizaveta?
- No, no se.- dice muy nerviosa.
- Me estas mintiendo sabes dónde está. dime antes que le informe a tus profesores sobre esto.
- Está bien te diré todo, pero no le digas nada a Parker.
¿Por qué no me sorprende? Escucho lo que me dice sobre el plan de Patrick ese. La obligo a que me lleve al lugar. La sigo hasta que llegamos donde se supone debía estar.
- ¿Estás jugando conmigo? ¿Dónde está?
- Estaba aquí, no lo sé. Ya cumplí con traerte, me voy.
Antes de que le dijera algo salió corriendo como viento en popa. Intente colocarme en la situación y ver como reaccionaria Elizaveta, seria correr para buscar un lugar.
Doy unos cuantos pasos cuando escucho un grito de auxilio que me pone alerta, busco la direccionalidad de esta voz. Nada. De pronto comienza de nuevo el grito de auxilio.
Corrí guiándome de esa incesante voz, mientras me enfocaba en ello sentía que alguien venia tras de mí, volteaba y no veía a nadie. Mis instintos me decían que debía correr, correr por mi vida. Y el sueño de anoche golpea mi memoria, dándome a entender que se hará realidad.
Desvié esos pensamientos y me concentro en llegar a tiempo con ella. Mi mente tenía algo claro esos idiotas me las pagarían caro si le hacían algo a Elizaveta. Corrí acercándome al peligro, solo escuchaba los gritos de ella que me guiaban a socorrerla.
Lo que partió mi poca paciencia fue escuchar cómo le suplicaba al degenerado que no le hiciera daño, y como él con su risa maquiavélica resonante se burlaba de sus suplicas y lagrimas. El coraje hizo mella en mí y el deseo de matar me estremeció.
El sudor corría por mi espalda y rostro cuando pude estar cerca del idiota, que intentaba forzarla, con su tan característica petulancia me dijo.
- ¿Qué rayos haces aquí? Déjame con mi novia que estamos jugando.
- Estos no son clases de juegos.
- A ti no te importa.
- Te equivocas. Suéltala ahora mismo antes que me conozcas.
- No harás nada soy hij...
- No me importa de quien eres hijo, las sueltas ahora mismo.
- No lo hare.
Harto de este tipo me abalance hacia él, mi puño impacto en su rostro. Se puso en pie, a sabiendas de lo que intentaría me prepare para su ataque. Intento golpearme pero lo esquive, mis puño impactaban directamente en el.
Lo derribe. Me moví cerca de Elizaveta para ver como estaba, volviendo a cometer el mismo error que en mis sueños.
Elizaveta grito.- ¡cuidado Abdias!
Voltee mi rostro al mismo tiempo que el aprovecho para derribarme con un palo dando de lleno en mi cabeza. Estaba tan aturdido que no podía moverme, vi como el cobarde venia con una gran piedra. La misma sensación me recorrió, solo quiero proteger a Elizaveta de este malnacido.
- Terminare contigo, siempre te has metido donde no te llaman...
Un sonido como inhumano se filtro en la oscuridad de la noche. Grandes aullidos hicieron eco en el momento y pisas fuertes y constantes se sintieron. El idiota palideció, dejo caer la piedra.
- ¿Qué es eso?
- Quizás lobos.- dijo con gran miedo Elizaveta.
- Lo que faltaba. Yo me largo.
- ¿Qué te vas? No podemos dejar a Abdias.
- A mí me importa una mierda, quédate con el si quieres ser papilla para perros. Yo me largo.
Elizaveta intento ayudarme a levantar, se puso más nerviosa mientras más se acercaban esta estampida de lo que augura ser lobos o zorros. Creo que llego mi fin.
- Elizaveta vete ahora que puedes
Vi sus ojos llenos de miedo, su lucha interna la sentí. Movió su cabeza y me dijo que no se movería.
- Si vamos a morir moriremos juntos.
Se avecinaba algo muy malo, el viento empezó a soplar fuerte y las aves a salir despavoridas. No era un buen presagio.
En un momento el silencio hizo su entrada, dando aviso que sea lo que sea que está detrás de los arbustos ya está listo para atacarnos.
Dos imponentes lobos aparecieron mostrando sus colmillos y sus ojos tan negros que transmitían rabia y furia. Sus cabezas giraban alrededor como si buscasen algo o alguien. Sus miradas volvieron a conectar, sentía como si me miraran directo a mí y como si fuera posible bajaron parte de su cuerpo como si estuvieran inclinándose.
Un hombre semi desnudo salió detrás de los lobos, me contemplaba con gran emoción.
- ¡Por fin la profecía se ha cumplido!
De mi boca no salían las palabras, no podía coordinar.
- Ha llegado nuestro Rey a casa.
Se postro cara al suelo. Mientras recitaba unas retahílas de palabras que salían de su boca profesadas a alguna diosa en especial. Esto se siente tan irreal. Hay probabilidad de que aun siga durmiendo en el taller.
***
Hola, espero les guste este capitulo.
Solo les pido que se suscriban si aun no lo han hecho. Recordarles que tengo Instagram Y es Celestefer97. Y si tienen Booknet me encuentran alli tambien.
Bueno tengo para decirles que en mis planes en esta cuarentena es publicar diariamente a excepcion de los domingos. A ver que tal me va la meta.
Este libro los actualizare Dios mediante, los Martes, jueves y sabados. Y Salvame de mi tormento los Lunes, Miercoles y Viernes. Hasta que salga mi siguiente libro que sera ahora en abril, ya tengo el prologo pero me falta la portada y no me decido por el nombre. Gracias por leer este listin.
CelesteFer✍
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